Prueba—ofreció la bella abeja a la gran cocinera injustamente desechada.
Nicolette degusto la savia y abrió sus ojos compuestos con sorpresa.
¡Qué exquisito¡ -- dijo con delicia Nicolette, tomando generosamente otra porción de savia ,y degustando con los ojos viendo hacia arriba de puro placer.
La experta obrera olvidando por un momento el misterio de la colmena vacía, mastico, con extraordinaria velocidad comenzó a amasar la salvia traída, ayudada diligentemente por Brigitte.
¿Por qué esta colmena está vacía?—preguntó Brigitte mientras trabajaban arduamente—Se ve más o menos bien. .
He pensado que temporalmente podemos ocupar. No hay una reina—contestó la otra sin dejar de trabajar. —algo muy malo debió ocurrir aquí.
Si, lo que pensamos anoche. La ley de las abejas lo permite. Podemos ocupar temporalmente una colmena vacía..—Acepto Brigitte- Cuando llegue la reina simplemente ellas se unirían. Con la clase de jalea y miel que estaban preparando, pues no habría manera de rechazarlas….
Transcurrió un tiempo, ellas hicieron su trabajo. Con paciencia, laboriosidad,
No podemos vivir eternamente aquí. Necesitaremos una colmena propia o incluirnos en una manada— Caviló Brigitte, mientras fabricaban miel, comprendiendo repentinamente que estaban muy lejos de su origen—No podemos quedarnos en esta colmena mucho tiempo. No pertenecemos aquí.
¿Sabes algo?—explicó la otra, mientras trabajaba afanosamente—No somos las únicas por aquí. He sentido sus vibraciones. No entiendo por qué no ocupan ésta colmena.
¿Crees que puedas hacer un vuelo de crucero?. Necesitamos ir hasta allá y ver si nos aceptan.
No sé si nos quieran. Vuelan muy rápido y alto. Pero no siento un lugar fijo en ellas. He sentido sus rutas. No son fijas.
¿Quizás encuentren este aroma?—se preguntó preocupada Brigitte.
Quizás tengan otros aromas. Es muy probable. —dijo la otra viendo la miel que se estaba produciendo y que almacenarán para su madurado.
Debemos encontrar un sitio., No podemos ser unas errantes. Debemos confiar en nuestras propias fuerzas.—expuso dudando Brigitte.. Quizás ya estaban en un hogar. Una colmena abandonada. A lo mejor a una colmena entera le aplicaban el No encuentra, no aporta, No trae.
Fabricaron miel. El producto final fue demasiado espectacular. Con una textura, bouquet virgen, fuerte, salvaje.
¡Pero qué Miel has fabricado¡—admiró Brigitte.
La hicimos las dos. El crédito es tuyo por conseguir esa salvia. —exclamó la cocinera, satisfecha de recuperar en algo su autoestima. Faltaba que la reina la aprobase, cosa que estaban más que seguras sucedería...
Una sensación de ser útil, de estar vivas, las embargó. Podrían volver a su colmena con las antenas en alto. Ser iguales a las demás. Habían fabricado una miel absolutamente distinta. Ella encontró la salvia justa y diferente. La otra fabrico con la textura necesaria...
El hecho de ser productivas las atacó, trabajaron sin descanso, sin comer, sin disminuir la actividad. Él cansancio poco a poco fue tranquilizando sus alas, hasta poder dormir en paz por primera vez en mucho tiempo.
II
Rumba con su grupo volaban muy lejos de las rutas,
de las manadas de obreras que laboriosamente buscaban recolectando polen y elixir de mangos, piñas, cedros, maíz, guayabas,
Volaban entre las palmeras y cocoteros de las playas. El aire caliente los elevaba a alturas de vértigo, con un salvaje zumbido hacían un vertiginoso clavado hasta casi rozar la espuma de las olas de las playas.
¡Bien¡ ¡Bravo¡- gritaban con entusiasmo al hacer un vuelo rasante por encima de las cabezas de los bañistas que con asombro veían el evolucionar de estas abejas tan libertinas.
Regresaron a los sembradíos. Hasta que el choque de la imagen lo dejó paralizado. Era la más bella de todas las abejas juntas. Era más brillante que el sol de la mañana. Era lo más precioso que jamás sus ojos vieron. La veía en un tiempo inmovilizado, donde la veía en un lento evolucionar que la permitía detallarla toda. En un tiempo detenido e inmutable. Sin saber el efecto que causaba, la joven abeja trabajaba laboriosamente en una zona donde ningún enjambre hacia su trabajo.
Los Vagos del campo entendieron. Su líder caía irremediablemente derrotado por aquella frágil, preciosamente dorada, diminuta abeja obrera.
Es una obrera. Es estéril—dijo a su lado uno de sus compinches, buscando curarlo de esa imagen tan perturbadora.
Inmediatamente recibió por contesta 4 derechazos de las patas de Rumba.
--Es lo más bello de la llanura. Tengo que conocerla. Tengo que…………..—susurraba encantado, totalmente embelesado.
Brigitte se alejó con su carga, dejando al salvaje príncipe hecho añicos……
Un rato más tarde Brigitte llegó a la colmena con su cargamento.
Hice dos celdas nuevas. Esto será una colmena nuevamente. Únicamente nos hace falta una reina a quien obedecer.
Ya llegará. Tantas colmenas vacías deben a traer una reina. Así como llegamos nosotras. Pues de seguro llegara una reina..
Debemos hacer la base para una jalea real—propuso Brigitte—de esa forma una reina arribará para que nos gobierne y dirija, completando la jalea real y haciendo su propia marca..
Pues. No es mala idea. He traído una salvia nueva. Me he imaginado un nuevo sabor—le dijo Brigitte, descargando muy ufana otro inmenso cargamento.
III
El tiempo es un bálsamo que cura todos los males. La reina no llegó. Brigitte y Nicolette se resignaron, sencillamente cumplieron su labor, sobreviviendo a duras penas, alejadas de todos y sin ayuda de nadie...
Nicolette a pesar de sus achaques produjo cada vez más y mejores variedades de miel.
Un día Las abejas encontraron a los hermanos. De piel tan diferentes a la de los otros humanos de su antigua y casi olvidada colmena. Eran de piel muy oscura. Sus rostros eran bellos, su pelo diferente. Sus vibraciones eran de bondad, amistad. Ternura. Ellas se sintieron cómodas de estar cerca de ellos.................... Ellos parecían fascinados a ver una abeja tan bella. Sabía que ella lo comprendía, sabía que ellas no se irían, se sintió ufano de tener una pequeña compañera en su vacía colmena.... Brigitte comenzó a dejarles gotas de miel.. Así lo haría por los días que vendrían.. Gotas de miel ,para que el las probara..Era la invitación a ser amigos, de hacer mancomunidad.
Brigitte en otra luminosa mañana recolectaba polen de los platanales. Se había acostumbrado al viscoso y azucarado néctar que emanaba trazas de los frutos. Volaba de regreso trabajosamente por el peso del fruto de su trabajo.
Hasta que inesperadamente topó con el gigantesco insecto.
Instantáneamente supo que era peligroso, inmenso, terriblemente hediondo, muy feroz.
Hola chiquita. Me pareces que estas muy lejos de casa-- tronó la voz del monstruo.
. Je nesuispasseul, nos soldats se trouvent à proximité. —le contesto Brigitte totalmente aterrada, preparándose para escapar.
El abejorro trató de cortarle el paso.
Si como no…. —contestó sin entender nada—una abeja de otros lares. Un exótico sabor. Exclamó relamiéndose anticipadamente por la exquisitez que probaría.
Brigitte no espero más. Sin abandonar su carga, eludió hábilmente al monstruo e inició una rápida huida.
¡Ey pequeña¡. No huyas. Quiero enseñarte nuestro idioma— gritó el abejorro, lanzándole dos poderosos mordiscos que se perdieron en el aire.
La joven Brigitte entendió todo, sin pensarlo dos veces y a pesar del lastre, inicio una veloz huida, con el otro pisándole los talones.
Sabes que eres mía. Estoy enamorado—continuo zumbando el inmenso abejorro acelerando detrás de ella, ambos en zigzagueante vuelo entre los arboles...
Pour dieu. Ce bug avec ces mauvaises manières.
No tengo pareja—nuevamente le gritó el abejorro casi alcanzándola—Pero creo que pronto voy a tener una. Jajaja
Brigitte estaba ya a punto de soltar su carga. Sabía que en sus tierras estos monstruos demostraban su afecto comiéndose a su víctima. Pero de verdad ella no quería tener esos planes por el momento.
Brigitte en su huida pasó junto a Rumba. Quien inmediatamente entendió al ver al otro.
El otro al verlo, lanzó un chillido de terror, pero eso no impidió que Rumba lo alcanzo fácilmente y después sucedió lo que el abejorro temía tanto..Fue golpeado duramente.
Sigue querida. Que tengo que enseñarle unos modales a este tarugo.—anunció el joven, picando uno de sus multiojos a la sorprendida abeja.
Brigitte escapó rauda, agradecida de este fuerte y apuesto príncipe que la salvaba tan oportunamente.
El abejorro comenzó a decir improperios y nuevamente El combate se reinicio unos instantes más, llegando casi a las puertas de la colmena, por donde precipitadamente entró Brigitte.
El abejorro huyó, mientras continuaba recibiendo la tunda.
Vendré por ti. Serás mi apetitoso almuerzo, -- gritó el monstruo huyendo a todo dar.
Por encima de mi cadáver—le gritó enfurecido Rumba, sin dejar de disciplinarlo.
¡Ji¡ Tu ¿Y quién más?—gritó el abejorro desde la distancia que considero conveniente, lejos de la furia de Rumba.
Rumba hizo el intento de perseguirlo. Pero el otro dando un chillido de terror huyó rápidamente.
Nicolette y Brigitte, salieron dispuestas a combatir, pero solo encontraron al fuerte príncipe, quien se mantenía volando en vuelo estático.
Je ne sais pasqui remercier—saludo Brigitte, impresionada por la robustez, elegancia y belleza del fuerte y joven macho.
Mis saludo señora y señorita. Temo no entender su idioma—saludo Rumba, encantado de estar cerca de la más bella de todas las abejas doradas que jamás vio.
Soy Rumba del enjambre “ Los vagos del campo”.— adicionalmente se presentó con alta elegancia ante tan bella señorita.
Brigitte entendió al ver el saludo del otro, que se estaba presentando. Con una reverencia hizo lo propio.
Nous Sommes de nouveau ici. Notre ruche est orphelin. Je m'appelle Brigitte et elle est ma Nicolette partenaire-- terminó de presentarse Brigitte con modestia.
Rumba la comprendió. Le daban sus nombres y rango. Brigitte y Nicolette. Al menos tenía un nombre.
Ellas con un gesto lo invitaron a entrar.
Lo hizo y Quedó admirado. Cada vez más por la belleza de Brigitte. Cada vez más por la limpieza, ordenado, qué mostraban la vieja colmena. A pesar de estar casi vacío. Además, por aquel espectacular aroma de mieles de varios tipos.
Brigitte asintió sin comprender nada. Pero entendió que el la halagaba al ver como con sus manos hacia la similitud del vuelo.
Vuelas muy bien. No Tan bien como yo. Pero eres muy buena en los tramos largos.—indicó galante el apuesto príncipe.
C’est que j'ai deux à trois fois le poids de mon corps en charge—contesto Brigitte entendiendo al otro.
Ah—dijo Rumba sin entender, creyendo lo que no era. —Estamos ante un reto
Je ne comprends vraiment pas quoi que ce soit. N'en Déplaise à tout geste déplacé—contesto Brigitte, apesadumbrada al ver que no se entendían para nada.
Bueno. Si me estas retando. Creo que me lo debes. Volaremos y veremos quién es el mejor—contesto Rumba alegremente. Tenía motivos. Por haberla salvado y tener una oportunidad adicional de venir a verla, así fuera en un reto.
Et le bourdon laid?. Pas me dérange pas plus?—Preguntó Brigitte remedando el feo sonido del abejorro.
¿El Abejorro?. No te molestara más—aseguró con suficiencia Rumba, feliz de al menos haber entendido algo.—Es un tonto. No es peligroso. Si te fastidia, volveré para educarlo- Finalizó Rumba haciendo un gesto de golpear al otro y picándole nuevamente sus multiojos.
Nicolette tosió, para romper el hechizo de los dos, tan aparte en su conversación donde ninguno entendía al otro
Rumba se dispuso a despedirse.
¿Y nuestro reto?—preguntó finalmente haciendo el gesto de volar juntos.
Brigitte dudo. Más o menos entendía. O la invitaba a volar... O quería una carrera.. En definitiva quería volar junto a ella de cualquier manera.
Je pense que je veux voler avec moi.. Eh bien, il devrait être après la collecte—contesto Brigitte asintiendo, viendo cómo el joven príncipe se le iluminaba el rostro.
Perfecto. Vendré por ti. No quiero que ese fanfarrón arruine tu día de trabajo
El apuesto zángano se marchó, dejando a Brigitte encantada. Esta nueva zona tenía sus sorpresas. Sin duda esta era la mejor de todas…….
Capítulo 3
¿Cómo es posible? Perdiste un combate con Rumba-- dijo altivamente Zoraida, viendo con desprecio al cobarde abejorro...
Es verdad. Me golpeó muy duro y fuerte — contestó sobándose el mentón, asustado al recordar la paliza. Pero no por eso dejaría de intentar comerse a Brigitte. Es que estaba demasiado enamorado de la nueva vecina del sector.
Zoraida meditó. Una colmena casi vacía, con una abeja que no se le entendía nada, pero que aparte de eso era muy trabajadora. Lo malo era Rumba. Ese entrometido. Pero la reina voló entusiasmada. La oportunidad de tener una esclava era muy prometedora y valía la pena cualquier intento.....
………….A los días Brigitte continuó siendo muy diligente. Vio al fuerte zángano evolucionar muy rápidamente hacia el cielo. Quería impresionarla con su vuelo temerario, quería llamar su atención, cosa que logró casi inmediatamente. Es que era demasiado apuesto.
Quería establecer comunicación. Pero le era muy difícil comunicarse. Aunque el apuesto príncipe era muy gráfico.. Y con su vuelo expresaba.. Me gustas… me encantas… hola…aquí estoy yo. Vengo por ti. Estoy para ti…
No comprendo para nada el lenguaje de estas abejas, espero que entienda que me gusta y mucho--- pensaba Rumba mientras hacía un tirabuzón doble......
Un príncipe..—meditó Brigitte, viendo el evolucionar del otro—Pero. ¿Cómo se comunicarían?.. Tenía que hacer un esfuerzo y entender su idioma. Sin duda tenían algo... Tenían comunicación sin palabras.
Ella cargó su polen y voló plácidamente hacia su colmena...
El otro no dudo y acopló su vuelo al de ella.
¡Qué excelente pareja hacían¡-- pensó Rumba al verse junto a ella. Era trabajadora. Bella. Tenía que comunicarse. Debía imperiosamente impresionarla....Debía estar con ella. Definitivamente era una chica de impacto. La abeja ideal que siempre soñó. Sin importarle que no era una reina en lo absoluto
……...Días después, Se hizo el obviamente encontradizo. La chica continuaba revoloteando. Una manera de acercarse a ella era iniciar la búsqueda de entender y entenderla
Rosas—indicó revoloteando encima de la flor.
¿Roses?-- señaló ella
Sí..Pero No Roggses—explicó el príncipe entendiendo que el proceso sería difícil al ver la fuerte pronunciación de la chica
¿Appelez-vous cela?jasmin, de tournesols, pensées, fleurs d'oranger—voló entusiasmada Brigitte a cada una de las flores
Son Jazmines, girasoles, trinitarias, azahares—indicó Rumba volando junto a ella
¿C'estlà-bas?—indicó la abeja, señalando el horizonte.
Hacia allá se encuentra el mar
¿Mer? .¿. l'eau salée?—haciendo un gesto de sabor desagradable con su bella boca.
Brigitte entendió todo. Su colmena estaba allá muy lejos, perdida muy lejos, después del agua salada. Definitivamente este sería su hogar por mucho tiempo—sin querer abatió sus alas.
Parte 4
¿Por qué tu colmena está tan vacía? ¿De dónde vienes? Se que me entiendes—preguntó Rumba sintiendo que entraba en terrenos más conocidos y queriendo consolar de alguna manera a tan preciosa abeja.
Dans notre ancienne ruche, on était des « ne sert à rien, n'apporte rien, inutile —contesto Brigitte repentinamente más triste todavía.
Vamos. Eso es más que mentira. Eres la mejor de todas. Has revivido una colmena vacía. Eres....Una reina—dijo Rumba sin poder tragarse las dos últimas palabras.
J'ai Besoin D'une reine qui obéissent—dijo Brigitte iniciando un apagado vuelo.
Tú. ¿Necesitar una reina?.. Ni de lejos—le contesto Rumba animándola a volar con el. —Yo no tengo reina. No necesito de una. Ven volemos juntos. Eso te animará. Te voy a presentar a los vagos del campo. Te acompañaré a recolectar. Te cuidaré en tu vuelo. Vamos a divertirnos. – Propuso Rumba.
La incito a volar y ella no pudo negarse. Total era fuerte... Demasiado apuesto, muy retador. Sin querer se vio a sí misma volando en una competencia contra el escultural y ágil zángano. Ascendieron vertiginosamente. Luego hicieron un picado absoluto , a casi milímetros del suelo hicieron una maniobra evasiva solo de acróbatas. Rumba la llevó nuevamente a la playa. Esquivaron las olas y volaron a través de un túnel de agua, volaron entre los humanos y se internaron en los pastizales.
De repente el cielo se oscureció... la lluvia. La peligrosísima y mortal lluvia. Una bendición para muchos, pero una sentencia de muerte para ellos si llegaban a mojarse.
Ven. ¡Rápido¡ Nos protegeremos allá—señaló Rumba indicando unos platanales de anchas y verdes hojas. Entendiendo de paso que Brigitte, una obrera sumamente cortés y obediente .No quiso ganarle la carrera. Aunque no lo demostraba, estaba agotado... y feliz.... Feliz por compartir con ella. Feliz por haber logrado quitarle la tristeza... Feliz y feliz por estar junto a la más bella de las bellas. Tanto que casi las lágrimas se le salieron de emoción y de ¿amor?
Comenzó a llover muy fuerte .Ambos se guarecieron bajo las hojas. Posado en el verde tronco. Admirados de estar juntos.
En silencio, Brigitte contó su verdad. En silencio, Rumba entendió que su libertad mermaba a pasos agigantados junto a este frágil ser.
Brigitte entre otras cosas entendió que debía obligadamente aprender el lenguaje de estas abejas y que debía seguir buscando una reina a quien obedecer.
Rumba entendió que únicamente y por el tiempo que fuera la necesitaba solamente a ella.
Una fuerte brisa los sorprendió a ambos. Brigitte fue arrancada de su lado. Sus alas se mojaron con la fuerte lluvia y pesadamente cayó dentro de un fruto que estaba en el suelo. Era una grasa blanca viscosa.
Rumba ni siquiera lo pensó. A toda velocidad se internó en la lluvia, descendió y con decisión, el la agarro por las paticas que todavía se veían afuera de la grasa ,y con mucha fuerza la llevó al tronco.
Ella se ahogaba.
Con rapidez quitó la grasa de la boca de Brigitte. Fue un trabajo apasionado. Rumba hubiera deseado que fuese eterno. Pues ella no intentó defenderse. El le estaba salvando la vida al quitar de su boca el peligroso líquido viscoso que la estaba ahogando.
También limpió sus ojos, mientras ella lo veía con sus ojos muy abiertos, sin atreverse a indignarse. La había besado a su manera. Pero se escudaba en la diligente tarea de salvarla evitando que se ahogara.
Repentinamente cesó de llover, un fuerte sol inundó el paisaje nuevamente
Debo llevarte a la colmena. Tu amiga terminara de limpiarte—dijo Rumba, trabajosamente, con mucho pesar, pues era lo que tanto deseaba. Pero un príncipe era un príncipe y no se aprovecharía de la ocasión.
Terminó de destapar sus ojos y con cuidado la tomó, y la llevó cargada a la colmena.
Ce prince est très passionné. J'espère qu'il ne fera rien qu'il puisse regretter... Pour moi... Oh mon Dieu... Je ne vais pas pouvoir m'arrêter... Qu'est-ce que c'est ? Qu'est-ce qui m'arrive ? Ça ne peut pas être vrai —pensó aterrada Brigitte, mientras el príncipe la llevaba de regreso al hogar,
Vaya susto que me has dado—le dijo Rumba riéndose... Riéndose nerviosamente. De verdad estaba aterrado de nada más imaginar lo que hubiera sucedido de no estar él ahí con ella—Debes tener cuidado con las grasas y ciertos frutos....
¡Mondieu¡.¿.Quoid'autreestarrivé?—Exclamó Nicolette al ver a Brigitte envuelta en la pegostosa grasa.
Brigitte hizo un gesto de "me paso por idiota".
La Cocinera se dispuso a limpiar a su amiga, mientras Rumba serenaba su angustia.
Nicolette mastico aquella horrible y amarga grasa que quitaba del cuerpo de su joven compañera. La amaso, no con la idea de hacer miel. Era horrible. Sino de ponerla en un alveolo y desecharla en la mañana. Es que de verdad era espantosa. Mientras lo hacía no podía dejar de entender la íntima atmósfera que habían fabricado los otros dos. De no haber sido un momento tan terrible se hubiera puesto a reír. Ambos estaban luchando para no aceptar que se gustaban terriblemente.
Fue un tiempo. El caballeroso joven recibió las gracias y con gran pesar se despidió.
No dijo nada. Ella tampoco. Estaban demasiado asustados por lo que habían entendido sucedía entre ambos. Era inevitable. Era fuerte. Era divino. Era únicamente de ellos dos....
Le gustas mucho—dijo repentinamente Nicolette, poniendo la grasa en un alveolo para ser desechado al día siguiente.
Brigitte guardó silencio...Eso no era lo planeado. Después de tantas cosas sufridas, una abeja obrera nunca esperaba ser la atención de un príncipe. Y menos éste. Tan extremadamente apuesto.
Durmieron agotadas y en la mañana Brigitte se sentó de sopetón en su alveolo. Era ese aroma...era un aroma denso, divino, exótico, sensual y sexual... Sintió vibrar todos sus pelos, casi se le salió el aguijón. El olor la hizo revolotear como loca hasta el alveolo...ahora era una miel oscura... No pudo evitarlo. La probó... Era lo máximo... Quedo sin aliento. Esa era la miel que tanto había soñado encontrar...
............Rumba se despidió, entendiendo que ese sentimiento que ahora lo embargaba sería muy firme, sería muy completo y estable en el tiempo. Le traía una compañera de costumbres muy diferentes, y debería buscar puntos comunes para cimentar una relación duradera. Le traían responsabilidades, las que casualmente siempre rehuyó. Siempre en su accionar de vuelo, veía cosas que antes le eran tan indiferentes. Una abeja obrera volando solitaria, llena de miedo, sin colmena a la que pertenecer. Otra guerrera, cansada y agotada, en una hoja de mango, con crueles heridas de Guerra, abandonada igualmente, otra ya enferma y vieja, sacada por la fuerza de la colmena, pues era un estorbo.
Se detuvo en una inmensa hoja de plátanos. Una guerrera le faltaba una patita y tenía quebrada su antena izquierda.
Guerrera—saludó el joven príncipe---Deja tu angustia. Hay una reina que necesita tus servicios.
Mi colmena me dijo que yo ya no aportaba.
Pues adónde vas si eres útil. Esa reina no te rechazara. Ayúdame a encontrar tus nuevos compañeros—ordenó militarmente el príncipe.
La abeja ante la orden reaccionó marcialmente.
¡Si señor¡Ordene Señor...—para después perder el equilibrio por la falta de su extremidad.
--Ven. Te ayudaré—informo el príncipe—Te llevaré, y no dudes que no serás útil ahí. En ese sitio aportaras y mucho.
..........Brigitte encontró otro día caluroso que la hizo trabajar fuertemente. Estaba en un sitio donde la primavera y el verano parecían eternos y las flores nunca dejaban de obsequiar su polen. Por Eso sus cargas eran inmensas y agotadoras.
Llegó al atardecer y agotada entró. Estaba satisfecha. Nicolette trabajaba fuertemente, la recibió con una variedad de miel nueva. Más gruesa. Una poco más ácida. Demasiado deliciosa
Prueba Brigitte. Es la variedad a la miel de la grasa que trajiste. Un algo más ligera....—ofreció la excepcional cocinera
Brigitte Degustó... Era sublime e increíble la miel que estaba produciendo. Lástima que fuera en tan mínimas cantidades. Un irregular zumbido le quitó la palabra de la boca.
Las dueñas de la colmena—dijo Nicolette con susto.
Brigitte entendió. Se unirían o se irían. Ese era otro momento de las verdades. Pero no sintió miedo. Ya sabía de su valor y capacidad.
Ambas salieron con precaución y quedaron estupefactas.
Un heterogéneo grupo de abejas estaban en vuelo estático. Jóvenes, Ancianas, Mutiladas. Asustadas y abandonadas, con angustia ante su última oportunidad
Vengo a ofrecer mi aguijón a la reina—dijo trabajosamente una guerrera, sosteniéndose con una muleta.
Vengo a ponerme a la orden Como cocinera. —dijo con entusiasmo una joven e inexperta abeja.
--Yo puedo limpiar—exclamó una ancianita con sus lentes rotos.
--Yo vigilare—informo otra, que estaba ciega.
Pero aquí no hay reina—repuso Brigitte sin comprender. Anonadada por la multitud de abejas de todas las clases de desechadas por ser No aportan, no traen, no encuentran...
--Por supuesto. El príncipe Rumba nos lo dijo. Dijo que era una abeja dorada. Esa eres tú—exclamó una obrera, quien la miro con esperanza.
Un silencio se extendió entre todas. El esperanzado zumbido fue cambiando de tonos a uno más lento y pesado. Esta colmena era la última oportunidad.. Todas eran unas "No traen, No aportan, No encuentran". Iguales a lo que ellas fueron en su oportunidad..
Entren—dijo finalmente Brigitte, cuando comprendió la magnitud de la tarea que les esperaba—La noche se acerca. Con ella el frió. Debemos preparar la actividad de la colmena. Muchas de las abejas recién llegadas necesitaban cuidados y descanso. Pero no rechazaría a ninguna. En esta colmena nunca se rechazaría ni se excluirá a nadie. Todos eran importantes. Todos encontrarían y todos buscarían, todos aportarían, así fuese nada mas un débil intento.
CAPÍTULO 4
Brigitte escuchó el ruido... No quiso alertar a sus nuevos subordinados... o algo así.
Salió de la Colmena... Vio al niño. Era oscuro, de nariz ancha y su pelo tan diferente al de los otros humanos... le pareció el ser más luminoso y bello que jamás vio. El estiro su brazo con su mano con la palma hacia abajo. Había venido atraído por la actividad de las abejas.
Ella se posó en ella y sintió la fuerza de su amor... La fuerza de su interacción... Brigitte entendió repentinamente que tenía un hogar...Un amigo para toda la vida. Ahora sí lo tenía... Había llegado el humano. Su humano...
Grandes emociones y esperanzas ambos entrecruzaron. Con cuidado el niño colocó una fuente cerca de ella. Era del líquido que ellas preparaban... Sabia de ella. La había estado observando. Sin duda vio los peligros que ella corría para extraer el líquido viscosa, la manteca viscosa de los frutos del árbol que abundaba en los bosques.
Brigitte entendió absolutamente... Se comunican sin palabras... No tendría necesidad de ir al bosque a buscar la peligrosa grasa... El colocaba ya el producto procesado y dulce... Ella haría lo demás.
Brigitte vio sus amigas salir y volar... Era necesario trabajar y rápido... nuevas responsabilidades llegaban con fuertes vibraciones a sus antenas... Le pedían más cosas... La necesitaban en más cosas, difíciles, complejas, abrumadoras...
Tienes que hacerlo... Debes hacerlo... Es tu responsabilidad... debes hacerlo... Tienes que lograrlo. Es tu responsabilidad. Debes concluirlo. Pues todas dependemos de ti...Tienes...Tienes...Tienes...Debes...Debes........
Las vio. Busco apoyo en Nicolette, quien la veía desde su vuelo estático.
Miró en silencio a su fiel cocinera
La gran cocinera asintió. Y Ella entendió lo que su amiga y colaboradora le decía...Debes...Tienes...Hazlo...
Todas igualmente asintieron y la rodearon... Era un momento especial y sublime. Tenían un gran compromiso con el humano y la otra humana que en silencio se unió a la escena. Era tan bella como él...De piel muy Oscura, de ojos Negros, con su pelo ondulado y largo... preciosa hasta más no poder.
La colmena voló alrededor de ellos, quienes abrieron sus brazos. Todos giraron en una danza silenciosa y perfecta. El compromiso estaba hecho... No eran las más jóvenes, ni mejores recolectoras; pero darían la batalla. El pacto estaba hecho y firmado. Era más que indestructible.
Son nuestras—dijo el niño—siento su deber y devoción. Siento su amistad.
La niña miró en silencio, viendo fascinada el vuelo mañanero de las abejas alrededor de ellos.
Yo también lo siento—dijo quedamente la niña. Ya no estaban solos...
I
--No es correcto—le dijo a Nicolette, quien a pesar de su edad, arduamente trabajaba mezclando una inmensa porción de miel, y supervisaba el trabajo de las demás obreras.
--Si puedes..—le expresó la cocinera.
--No.. No soy una reina. Soy una simple obrera...Lo sabes tú, lo saben todos y sobre todo lo sé yo. Estoy haciendo una labor que me está convirtiendo en alguien que no soy...
--Déjame decirte un secreto—le dijo la experta cocinera, interrumpiendo su labor. —estaba esperando el momento propicio para decirlo. Creo que ya ha llegado ese momento
Brigitte se dispuso a escuchar.
--Toda colmena tiene siempre un alveolo secreto, donde se guarda algo muy especial. Algo que es la continuidad de la colmena.
--¿Qué cosa puede ser?.
--En caso que la abeja reina fallezca antes de tiempo por cualquier causa, hay un alveolo que contiene la larva de una abeja reina. Solo algunas cocineras saben ese secreto. Yo sabía el secreto. Por eso la abeja reina me incluyo en la lista de cocineras a desechar. Porque yo lo sabía...
--¿Qué tiene que ver conmigo?.
--Por eso... Era muy peligroso. En un alveolo de nuestra colmena había una larva de abeja reina. Ella no quería competencia... Alimentó esa larva con miel normal. Para transformarla y degradarla ,si es que ser obrero puede ser entendido equivocadamente como una degradación... Esa obrera eres tú... Tu eres la otra abeja reina. Por eso te desecharon a ti también. La reina, en vez de ayudarte a encontrar la miel de tu imaginación, te incluyo en las abejas a desechar...En este momento te voy a alimentar
--Yo estoy muy orgullosa y ser feliz de ser obrera.
--Por eso serás una excelente reina. De hecho. Ya eres una excelente reina.
Dicho esto la cocinera Nicolette ceremoniosamente extrajo una porción de Jalea Real y con ella alimentó a Brigitte...
Todas las abejas detuvieron su labor, en silencio se inclinaron ante Brigitte. Una ceremonia muy sencilla, sin planificación, ni mucha pompa se hizo nuevamente, después de muchos años, en la única colmena de José Manuel... Se había coronado a una auténtica reina, que había probado por primera vez jalea real...
--Su primer deber Majestad—le indico Nicolette señalándole. Ella miro y lentamente camino... Recibiendo el saludo de todas sus abejas...
Fue al centro de la colmena. A la sala real.
Entró calladamente. Tenía que hacerlo... Le costó mucho... Sufrió mucho... Creía que moría y no lo lograría. Hasta que finalmente lo logró....Lo hizo... Un huevo... Un huevo... La continuidad de la Colmena estaba asegurada
II
Hola príncipe. —saludo Zoraida.
Rumba casi lanzó un juramento. Sus abstraídos recuerdos le pusieron frente a la fastidiosa princesa.
Pero mírate Rumba. Solitario. En silencio. Con esa nueva cara de bobalicón que no te la aguantas... Ya veo que es cierto el comentario del bosque... Jajá. De príncipe a recolector de polen. Supongo te pagarán
El príncipe optó por el silencio ante la puya
--Siempre pensé que éramos iguales... Independientes. Libres.
--Lo soy. Pero una abeja no puede ser un huevo siempre.
Vaya. Ahora das lecciones de madurez. Definitivamente un caso eres. Ahora vas a dejar a los vagos del campo sin su líder. Todo por una ramplona, simple y paliducha abeja obrera. Eres cruel... Soy una reina sola sin príncipe.. Tu eres el único por aquí.. Estoy sin oportunidad. —exclamó la princesa con compungida y no menos falsa expresión.
Oh Zoraida. ¡Por favor¡...Para tener una colmena no hace falta ser reina... Solo la disposición.. Solo las ganas de hacerlo... eso está muy lejos de ti... No me necesitas para nada.. Además tienes alguien exactamente igual a ti... Tienes Al abejorro Marrón... es tu mejor pareja... Definitivamente ambos se merecen—dijo Rumba disponiéndose a marchar de la básica reina.
--Tú y yo podemos tener una historia... Pero es evidente que no sabes cuál es tu lugar. —intento ella, no comprendiendo el porqué de la magnitud del desprecio.
-- Es verdad. No sabía cuál es mi lugar. Tengo que admitir que me lo están enseñando..Tú también podrías aprender.
La reina lo vio por un momento en silencio... Despectivamente alzó su vuelo alejándose sin saludar.
Rumba la vio partir. Nadie podía negar que fuera muy bella... Pero se necesitaban más cosas para cumplir sus nuevos deberes , ella definitivamente no lo tenía.
III
El grupo volvió cargado de polen en un atardecer. Nicolette no estaba. Faltaba junto con las demás obreras procesadoras. Su delantal y gorro de cocinera estaba junto a otros en el suelo. Las huellas de un combate se veían por todos lados. Muchas celdas destruidas. Mucha miel derramada. Brigitte se desesperó. No podían fallarle de esa manera al humano. Con dolor vio a muchas obreras procesadoras muertas, cayeron en combate defendiendo su nuevo hogar. ¡Era definitivamente una vergüenza¡. La colmena estaba en mucho peligro. Podían fracasar antes de comenzar y eso no era justo.
Rumba llego y entendió inmediatamente.
¡Ese idiota¡ Ahora si estoy muy. Pero muy disgustado—exclamó el príncipe iniciando un rápido vuelo
Cap 5
Marrón estaba satisfecho. Llevó a golpes y empujones a la vieja cocinera hasta donde estaba escondida Zoraida. Tendrían una esclava que les alimentara. Cuando ya no pudiera más encontrarían otra. Y otra. Y otra. Exactamente, cuando tiempo atrás, lleno de amor se comió la mitad de las abejas obreras, en la misma colmena donde volvió para llevarse a Nicolette. No se la comió, pues no se enamoró de ella... Con añoranza recordó, cuando lleno de amor, se comió a la abeja reina anterior. Pronto volvería por su nueva pasión. La bella rubia obrera que ahora se disfrazó de reina...
Una vez entregada la prisionera, salió con la esperanza de encontrar la dorada abeja. Eso sería la guinda del plato. Se la comería para satisfacer su ardiente pasión. De paso satisfacerla a Zoraida, para que se librara de la decepción de ser rechazada por Rumba.
El abejorro volaba plácidamente. Contaba que la Rubia abeja se apartara de su manada, como habitualmente hacía en la búsqueda de la grasa viscosa, que nadie sabía para qué servía.
Marrón cruzó por entre los árboles.
Tú. Soberano tonto. Ahora si me vas a conocer—le dijo Rumba plantándose enfrente del abejorro. Su expresión no le dejó la menor duda a Marrón de cómo sería el futuro inmediato. Este Trato de huir. Una cosa era la indefensa Cocinera. Otra Rumba en el paroxismo de la furia.
El abejorro dando UN lastimero chillido de miedo trató de huir. Pero no lo logró................
.....José Manuel se inscribió en el concurso anual del festival de la miel.
Un gran catador vendría de la lejana capital a escoger las variedades de mieles seleccionadas para el campeonato mundial allá en la lejana Francia.
Muy seriamente leyó todo el formulario. Con mucho cuidado y esmero lo lleno, y con rostro satisfecho lo firmo. Concursaría sin ninguna duda.
V
Los pobladores comentaban el concurso. Pero la comidilla era José Manuel. Era una gran temeridad concursar con tan poca miel. Miel que por demás nadie había probado ni visto. Pero ¿cómo pretendía concursar con una sola colmena?. Solamente un niño haría eso. Hubiera sido preferible que estuviera en el concurso ayudando en la recepción o repartiendo tisanas. Nadie pudo impedirlo. Participaría. Sería la burla de todos y estaba más que claro que ni siquiera clasificaría. Eso le quitaba dignidad a tan eminente ocasión.
VI
Llegó el primer día de la feria exposición. Diligentemente todos mostraron en sus estantes los productos, decorandolos lo mejor posible.
La Novedad era el gran maestro Jörg Richter venido de la lejana Alemania.
Los maestros esperaban el recorrido del gran maestro para seguirlo. Nadie que tuviese dos dedos de frente osaría catar por delante del gran catador. Sería un insulto a tan gran personalidad
José Manuel y su hermana conscientes del momento llegaron a su mesa asignada. La más alejada de las mesas y estantes principales, allá por un solitario rincón. Su mesa asignada, la más pequeña La cubrieron con una humilde manta. Colocaron sólo una única botella, igualmente muy pequeña en el centro de la mesa y se dispusieron a esperar su turno.
Nadie comento. Pero en fin. ¡Eran unos niños¡ Nadie podía quitarles la ilusión.
El Maestro Jörg no podía creer lo que su agente le había indicado. Definitivamente era un insulto a su persona. Había dejado de ir a la feria de miel en Shanghái para venir a Este pueblo alejado de Dios, y de la civilización a ver mieles de 9na categoría. De seguro al regresar a Hamburgo tendría una larga conversación. Era una deshonra. ¿Qué dirían sus fans al ver el periódico? Trataba de no ser fotografiado. Alejarse lo más posible de los otros catadores, quienes querían publicidad gratis a sus costillas; la que daba la visita de un gran maestro. Por eso, el disgustado catador casi no podía caminar con los arribistas haciéndose selfie a cada paso con él
Preso de una inmensa indignación, acompañada de un gran malhumor, acrecentado por su úlcera, Rechazaba todo lo que veía. Muy claro. Sin cuerpo. Sin Bouquet. ¡Qué pérdida de tiempo tan terrible¡
El hombre y el grupo pegado a su inmensa humanidad llegaron a la humilde mesa. El hombre ni se dignó a verla. Siguió... Mejor dicho. Trato de seguir. Pero ese color que se mostraba desde la humilde y pequeña botella se lo impidió, pues la imagen que apenas vio en un milésima de segundo le clavó sus pies al piso.
La miro incrédulo desde donde quedó parado. Luego, nerviosamente Se devolvió con dos inmensos pasos. Incrédulo volvió a ver el color. Su vista no lo engañaba. Ese era el color. ¡Ese efectivamente era el color¡.
No pudo evitarlo. Tomó en sus manos la pequeña botella, y estupefacto contempló su color dorado oscuro.
El hombre contempló el humilde recipiente, analizando eternamente el color por unos minutos. Fijamente, sin parpadear. Después la abrió y aspiró el aroma.
El hombre cerró los ojos y se mantuvo casi extático. Era el aroma... ese bouquet que en su vida trato de encontrar en todos lados, que hoy como precioso tesoro lo llevaba al summa de todos los aromas.
Extendió imperiosamente la mano
Con reverencia le acercaron un palillo para que catara el sabor.
Olio el bouquet, y probó la gota de miel...Luego con un estremecimiento extendió nuevamente la mano.
Una Cuchara—solicitó desde el éxtasis el catador, con temblorosa voz.
Hizo lo que ningún catador hace. Tomó una cucharada grande y generosamente la probó.
Los demás catadores nerviosamente le quitaron la botella, con los palillos probaron aquella miel de los chicos en medio del más grande de los silencios y expectación general.
Era sorpresa, agrado, hechizo, fascinación. La misma que sintió Brigitte, Nicolette y Rumba cuando la probaron. Todos quedaban maravillados ante el sabor de la mejor miel que nadie nunca hubiera probado. No había comparación. No había medida anterior y difícilmente con el devenir de los años, alguien lograría hacer una miel mejor..
Dos lágrimas corrieron por el ancho rostro del hombre.
En mis 65 años—expresó cuando logró hablar—estuve por todo el mundo buscando esta miel. Hoy por fin la he encontrado. Esto es regalo de los dioses. Estos niños con su miel van directo al festival mundial de la miel. No necesito más ver más. Aquí están los indiscutibles ganadores de esta feria. Los maestros de la miel más grandes que he visto en mi vida. Maestro—se inclinó el hombre con reverencia ante los chicos.
La alegría fue general. La multitud estalló en aplausos. De un solo plumazo El niño y su miel los introdujo entre los lugares de calidad mundial de productores de miel. José Manuel lograba lo que nunca nadie logro. Era un triunfo para el pueblo. Era un triunfo de todos, pues Los niños no eran esos seres egoístas, que todo lo querían para ellos, sin ayudar a nadie....
Brigitte y su grupo contemplaban con las otras abejas posadas en las hojas de un lejano samán. En un principio No entendieron la algarabía. Pero la vibración les hizo entender que habían ganado ,y el pacto que aquel día en soledad hicieron con el par de niños daba sus frutos. Brigitte podía llorar. Esta vez de alegría.
.......El enjambre próspero. Rumba comprendió el valor de ser padre, recibió toda la fuerza del amor de su compañera, la dorada y brillante Brigitte. Por dos veces el la había salvado... Por todo el tiempo por tenían por delante, ella lo había salvado. Por esos producían miles de huevos de fuertes y hermosos Rumbas, bellas y delicadas Brigitte........ Ahora más de 199 colmenas producían la espectacular miel del chocolate.
Se dice que Zoraida huyó prometiendo volver para vengarse por el desamor de Rumba. Pero a nadie le importa eso. Ella si pertenecía con creces al grupo de abejas que no traían, no aportaban, no encontraban y no eran útiles a nadie, ni a si mismas.
Por su parte, El Abejorro Marrón recibió un castigo ejemplar. Fue capturado cuando trataba de huir por las veredas. Le cortaron las antenas, recibió un castigo ejemplar. Lo obligaron a trabajar. Por su gran corpulencia comenzó a llevar grandes cantidades de polen a la colmena. En un principio se sintió humillado y castigado. Pero la colmena lo alimento bien, a pesar del inmenso gasto que eso suponía, pues era muy glotón. En los días iniciales dormía atado con una tela de araña a una hoja. Luego ya no hubo la necesidad de tenerlo prisionero. No escaparía.Tenía dos cosas, que consistían en su remuneración por su esfuerzo. La primera, Cuándo llovía tenía abrigo. La segunda, Entendió que siempre tendría alimento. Eso le llevó a sentir que era útil... ¡Qué palabra que describía tantos sentimientos¡... Ser útil. Ser útil a los demás...
Un día trajo una gigantesca carga de polen. Fue en un momento en que la colmena estaba desbordada de pedidos y se necesitaba con urgencia mucha materia prima. Él para demostrar su corpulencia trajo una exagerada cantidad. Algo parecido a la satisfacción experimentó cuando vio que las abejas agradecieron el esfuerzo y diligentemente comenzaron a hacer más miel. Eso Lo condujo a un sueño reparador. Una Tarde la anciana Nicolette le trajo su porción de miel del chocolate. Experimentó también un sentimiento nuevo. Vergüenza y arrepentimiento por su anterior comportamiento. Recibió de ella una vibración desconocida para él... El perdón. Se atrevió a tocarla y ella le sobo la frente con sus gastadas antenitas. Silenciosamente le había perdonado por haberla golpeado y maltratado... Cerró sus ojos y su alma experimentó redención... ¡Qué medicina tan bella y curativa era el perdón¡
También una tarde, una solitaria abeja junto sus antenitas con él. Fue de manera diferente. Y no quiso comérsela. Quiso compartir su soledad con ella, y descubrió verdaderamente el amor... Ella le trajo un poco de miel de frambuesas. Un nuevo sabor. Una nueva experiencia. Una compañía para las solitarias noches. Una sensación nueva lo llevó a ser padre, desde ese momento fue el Laughing out Loud más grande de toda la comarca.
..............Finalmente José Manuel con su hermana crecieron, estudiaron y vieron como su colmena próspero y se renovaba constantemente. El amor y la continuidad llegaron en su momento a su puerta. El orgullo de haber hecho la prosperidad de la comarca los llevaron a ser seres honestos e inmensamente grandes en gratitud y humildad, ayudando sin límites a todos los niños, que como ellos en su oportunidad, tuvieran la desgracia de quedar huérfanos y solos a temprana edad..Con esos sentimientos criaron a sus descendientes; sin dejar de dar las gracias a sus abejas. Las que un día les aportaron fama y prosperidad, gracias al exquisito sabor de la Miel del Chocolate....
....... Nicolette, Rumba y Brigitte son un recuerdo allá muy lejos en los cielos, igual como su costumbre de bailar al atardecer después de la labor; Se dice que si en la orilla del bosque, cualquier tarde de Abril se hace un esfuerzo se les puede ver volando y divirtiéndose... nadie puede negar que su historia fue muy feliz.
Una exótica reina
contó a su colmena un día............
Yo fui una joven obrera del panal de la miel del chocolate. De pequeña fui abandonada ahí... Me recogieron. Me cuidaron, Me educaron, Me enseñaron a volar. Sin embargo no era feliz. Llegaba cada tarde sin mi aporte. Un día la reina Brigitte detuvo su producción de huevos y me pregunto...
¿Qué sucede Françoise?
No encontré un polen que pudiera satisfacer a la colmena ni a mi reina. Aunque sé que está prohibido aquí el "No trae, No aporta, no es útil", me siento exactamente de esa manera. —le exprese con mucha vergüenza, sin atreverme a mirarla.
Su majestad Brigitte guardo silencio y me dijo.
--Ven. Volemos juntas.
--Mi reina. No quiero interrumpir su labor.
--No te preocupes. Volar un rato nos sentará muy bien.
Volamos un rato bajo el sol de las tarde.
--Ningún aroma me gusta. Ningún aroma me atrae. —explique viendo las flores y los frutos que con exuberancia se daban en la comarca.
La Reina me abrazó amorosamente, me cubrió con sus bellas alas y me dijo al oído.
--Eres una abeja excepcional. De esas que de cuando en cuando aparecen. Dime mi bella ¿Cómo es ese aroma que te atrae y no encuentras?
Es un aroma ácido, fuerte, lo imagino de un color muy claro... Debe ser una miel espectacular—conteste casi soñando.
¿Sabes algo? Debes volar, encontrar la flor o el fruto que tiene ese polen, jugo o salvia—me dijo Brigitte con una cara llena de ternura y satisfacción—debes construir una colmena, y trabajar con algún humano que debe estar esperándote. No dudes que también hay un príncipe que te ayudará a compartir ese sueño.
Ella lentamente me soltó de su abrazo y me señalo el camino...Una nueva emoción embargó mi corazón.
Me despedí de Brigitte. Volé con una nueva energía, hasta llegar aquí hoy. Siento que le he cumplido a esa reina. Mi reina Brigitte... Yo también cumpliré cuando descubra entre ustedes a esa abeja excepcional—finalizó la reina Françoise.
Yo sueño con un aroma—dijo una alzando tímidamente su antena.
Yo he probado en mis sueños un aroma.—expreso otra oculta al final de la formación.
--A ver... ¿Cómo es el aspecto y aroma de esa miel?. Descríbalo a todas sin ningún temor...
De esa manera, continuó esparciéndose una historia de un amor muy fuerte y perdurable que produjo la mejor miel de todas. La miel del chocolate, la miel de la naranja, la de las fresas, la de los mangos, la de las guanabanas....La miel del amor.
Epílogo.
Zobeida llena de despecho y frustración voló por los campos. Una obrera, una simple obrera la defenestró de su pedestal. La derrotó sin un golpe. La ira y humillación era demasiado fuerte para ella. Adicionalmente algo en su conciencia despertó. No había flores, y si no había flores, pues no había....Polen, si...era cierto, no había polen, pues no había esclavas que maltratar. Eso la llevo a volar muy lejos,. Muy lejos de su antiguo hogar. Cruzó bosques, llanuras y montañas, hasta que mucho tiempo después, envuelta en la incredulidad de no encontrar abejas que esclavizar, un día, en la más cerrada noche encontró un lugar para descansar.
Era Un campo lleno de geranios, de rosas y orquídeas. Las vio desde mucha altura, cuándo hacía un vuelo nocturno de exploración. Su hábil vista vio miles y miles de abejas... Con toda la mala intención de robarse un grupo de ellas, esclavizarlas y así burlarse de la reina que estuviere gobernando en ese lugar, descendió a donde claramente se veía a las abejas laborar. Era un sitio iluminado, en medio de la cerrada noche
Trato de llegar a ellas, pero algo lo impedía. Se posó en una especie de pared, muro transparente, que no le dejaba entrar. Dando vueltas y vueltas, aquella muralla le parecía infinita. Miles y miles de obreras volaban plácidamente haciendo su carga de polen a colmenas Al otro extremo, dentro de esa invisible pared
Son mías. Son mías... – repetía la reina, viendo el accionar de las otras...Totalmente indiferentes ante su llamado.
Adicionalmente vio a los molestos humanos salir...Una entrada en medio de aquella muralla. Llevaban cajas con miles y miles de obreras. Sentía su vibración. Estaban asustadas. Siguió a los humanos. Apenas las soltasen, ella se las llevaría. Los humanos y las cajas en sus manos llegaron a un sitio. Ufana, silenciosamente los siguió y los espió desde la rama de un árbol, oculta en la oscuridad.
.Con horror vio cómo se abría una boca llena de fuego. Los hombres lanzaban las cajas llenas de abejas al fuego. Las mataban .Las masacraban. Después de trabajar sin descanso las Mataban. Una onda de rabia la inundó. ¡Vaya forma de actuar¡... Esas abejas no merecían ese destino. Tampoco el que ella pretendía darles... Por un momento entendió que nunca había cumplido sus verdaderas atribuciones y deberes de reina. Aquí estaba el resultado. Esas abejas eran víctimas, porque no había una reina que las defendiera.
Horas después, en estático vuelo por la inmensa pared, espero pacientemente que el portal se abriera. Un grupo de humanos salió charlando. Decidida entró por el portal, llegando glamorosa e imponente ante los ríos de obreras, quienes indiferentes seguían cargando sacos y sacos de polen. Con admiración notó que eran abejas, pero algo diferentes. Sus alas eran cortas. No estaban hechas para vuelos largos, sus pelos de patas y bolsas de polen eran más grandes. Estaban hechas para soportar más carga desde distancias cortas. No tenían aguijón, no sabían defender el hogar.
-He llegado. Soy Zobeida su reina--anunció y automáticamente el río de abejas quedaron en vuelo estático.
--Al menos eso no les quitaron--pensó la reina y en alta voz anunció.
--De ahora en adelante me seguirán y nos iremos inmediatamente de aquí.
--No se puede, gran y bella señora--le contestó tímidamente una obrera.
--Por haberme contestado, ahora eres mi comandante general de escuadra,-- ordenó imperativamente la reina ante el admirado grupo, dejando sorprendida a la abeja que había contestado. Iniciando una cascada de vibraciones
. No tenían reina, ni comandante de escuadras y supuestamente ese era todo mundo de ella, esos pocos metros y con unos sonidos imperceptibles entraban en una hipnosis y volaban, cargaban, dormían, hacían miel, dormían, despertaban, volaban, hacían miel y hasta que llegaba unas ondas que las ordenaban entrar en paneles que los humanos tenían en sus manos.
--Y entonces las asesinan. —les informo sin ninguna consideración la altiva reina
--Es nuestro destino...--expresó el zumbido general
--Pues no. Ahora hay un nuevo destino. Ser libres--dijo la reina, sintiendo que comenzaba a comprender lo que un día le dijo Rumba... Todo el mundo tenía un destino, cuando se conectaba con el, un mundo mágico y colorido se abría, con deberes y responsabilidades. Entendió que ese portón le estaba creando uno. Se sintió diferente. De verdad lo estaba disfrutando.... Su mundo se hizo mágico en ese momento y ella asumió su primer deber. Una ola de responsabilidad y compasión la inundó.
--No se puede ser un huevo toda la vida-- entendió la reina
Acto seguido, se dejó llevar por las corrientes de aire caliente dentro de la inmensa estructura. En algún sitio debía haber una abertura. Con sus múltiples ojos entrenados para el peligro, la perspicaz reina se dejó llevar por las corrientes de aire, vio los inmensos huecos que llevaban al exterior y las tuberías que absorbía el mismo para reciclar el aire..
--Por ahí sacaré mi ejército. -dijo con satisfacción. Con sus poderosas alas hizo el fuerte vuelo en contra el flujo de aire caliente. Entendió que su nuevo rebaño no lo lograría del todo. Con intentarlo sería un triunfo.
Nuevamente arribó a la multitud y las vio, dedicadas mansamente a su labor. Estaban bajo un sueño hipnótico.
--Esos tontos, miserables explotadores-- dijo la reina, olvidándose que ella en su momento fue tan igual a esos humanos. Luego, colocándose en una rosa a esperar que terminaran la labor. Fue rápido.
--D-e-s-c-a-n-s-a-r...D-o-r-m-i-r--escuchó la orden en las fragancias que traía la brisa artificial dentro de la edificación.
--O-B-e-d-e-c-e-r a mi v-o-z-- repitió varias veces, pero no obtuvo una respuesta más o menos completa. No todas obedecieron. Aunque unos momentos después, se formaron más o menos unas cuantas escuadras a su servicio.
--Mis guerreras--dijo, pasando revista al grupo, e inició lentamente un majestuoso vuelo ascensional, seguido de su grupo, mientras las otras que se quedaron en silencio las veían, para inmediatamente olvidarse de la reina, de las tránsfugas y volvieron a dormir....
Fue fácil. La corriente de aire impedía que entrara alguien del exterior. Ni por un momento suponían que alguna buscará huir. A no ser por su llegada. Eso nunca hubiera ocurrido. Salieron al campo, a la oscura noche.
Sintió la confusa vibración.
--Sin miedo, que yo las cuidare--les dijo sin creérselo todavía. Fue un vuelo dificultoso. No estaban preparadas para una excursión larga. Sus alas modificadas genéticamente no daban para eso. Tenía que cortar su vuelo, organizarlas, alimentarlas y lo más increíble para ella misma...Cuidarlas...En principio toscamente y reclamandoles. Después con esmero y calidad.
Buscar sembrados y flores fue una tarea muy difícil. No porque no hubiera suficientes árboles y sembradíos para recolectar. Era que sus obreras no estaban acostumbradas a hacer largos vuelos. No estaban preparadas para ello. Zobeida sería lo que sería, pero claudicar ante las dificultades no estaba en su esencia.
Encontraron varios grupos de abejas rivales. Sin embargo Zobeida, llena de energía que drenar, encantada de combatir, feliz de tener con quien pagar sus muchas rabias contenidas, se enfrentó a fuerzas muy superiores y descargó su furia contra ellos, ante la mirada serena y resignada de sus obreras, quienes veían su reina en un torbellino combatir contra grupos completos, y no la defendían...no las habían preparado para ello... Sin embargo, eso sería por poco tiempo. A pesar de estar modificadas, lentamente comenzaron a defenderse. La guerrera Zobeida planificó inteligentes estrategias de batalla para su grupo. Lentamente y a pesar de grandes pérdidas, su rebaño comenzó a sobrevivir...
Necesitaba reproducirse. Necesitaba encontrar un príncipe, un zángano a su altura. Su rebaño se respetaba. Sus obreras construirían la colmena.
Pasó el tiempo...Zobeida se dignificó. Su nombre, su leyenda se esparció. Llegó el príncipe... Un esforzado guerrero, atraído por la leyenda de la bella e inconquistable abeja reina. Combatieron duramente. Ella no logró vencerlo. El Tampoco la pudo dominar. Era, en definitiva, la pareja perfecta.
Poco a poco fue dando sus miles de huevos, que produjeron las obreras y guerreras que necesitaba. Ya sabía cuál era su misión. Salvar todas las abejas cautivas que consiguiera. Darles libertad y producir miel silvestre. Ser libre y volar. Rumba no la había entendido. Es porque en las líneas del destino de ambos, no estaba escrita el nombre del otro. Ella tampoco había conseguido su destino, hasta que una noche encontró la forma cómo morían las abejas esclavas.
Cuando era una leyenda viviente, a su manera entendió que Brigitte también la había salvado, al enseñarle en silencio su trabajo y motivación. Ese día dejo de odiarla. Ambas eran las reinas más famosas de todos los apiarios. Una desde la miel del chocolate y otra desde la miel de los campos.
Hasta un día en que el dorado, fuerte, príncipe hijo de Brigitte volando por inmensos platanales se topó con una diminuta, inconquistable, orgullosa y bella princesa.... La hija de Zobeida..... Otra gran aventura en ese instante comenzó
FIN.
Escrito y Presentado por Cristina Takeshi en su trabajo de Aporte Social Comunitario, pero en realidad esrito para distraer a sus hijas adoptivas y reales
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