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sábado, 6 de diciembre de 2025

Semana 37, Capitulo 4.

Novelas Por Capitulos

#cienciaficcion #urbana #distopica 



El señor elegante y amable vio la pantalla holográfica, había una continuidad en la situación estudiada, a su pesar sonrio; casi se sentía un "groomer"

.







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Palacios llegó con la tranquilidad de la derrota. Incansablemente veía History Channel, CNN y Netflix Y las caricaturas  de la televisión.




  Ensimismado pensaba cómo viviría ahora que le habían quitado el azúcar, la sal, las carnes, los quesos,las harinas,las gaseosas,las cervezas,la margarina ,el café,los cigarrillos y la mayonesa; solamente podía comer algunas hortalizas y legumbres, un poco más y le hubieran quitado el agua.

Hipnotizado veía las imágenes en el TV de plasma: las imágenes de la policía controlando a la gente que quería trabajar y de los que querían que se declarara día festivo el lunes, no laborable el martes, feriado el miércoles, de descanso el jueves, y el viernes de fiesta nacional, con sábado y domingo para descansar.

Adicionalmente jugaba en su computadora holográfica el juego oficial "engaño gubernamental", el famoso juego de combinaciones de excusas oficiales para no hacer nada.






http://www.taringa.net/post/apuntes-y-monografias/1241026/Carlos-Marx-contra-el-Libertador-Simon-Bolivar.html


Palacios, a pesar de tener el cerebro lavado, de estar adoctrinado y ser testigo de que jamás se cumplió nada de lo ofrecido, sabía que esas manifestaciones eran para ocultar las sorprendentes revelaciones de los desertores, quienes apenas salían se presentaban directamente a la DEA, KGB, Inteligencia china, japonesa, taiwanesa, suiza, noruega, sudafricana, marciana, de Júpiter, etc., a denunciar los extraños nexos de los gobernantes con las mafias de los Narcosobrinos,el merluzo,el cartel de Sinaloa,el partido democRata,el Kremlin , la iglesia católica y la Tercera Combatiente.


Sobre todo lo había impactado la última reunión del **Comando de Envenenadores y Lacras del Arrabal Central (CELAC)** Apodo callejero: “Los Químicos del Arrabal” o simplemente “Los Venenos”. E En los barrios bajos de la capital, donde el asfalto se derrite en verano y la lluvia arrastra sangre y basura por igual, nadie pronuncia el nombre completo. Solo susurran **CELAC** como quien nombra al diablo. Son los que no necesitan balas para matar. Los que convierten una cerveza en veneno lento, un cigarro en cáncer instantáneo, una jeringa compartida en sentencia de muerte. Los que te miran a los ojos mientras te pasan la botella y ya saben que en 72 horas vas a escupir tus pulmones por la boca. Liderados por Claudia “La Farmacéutica Física ”, una mujer flaca y callada que estudió dos años de Física y Química en la universidad pública autónoma de Viejo México antes de que la echaran por robar reactivos,aunque eso no impidió que comprase el titulo en la Universidad de Vieja California. Ella es la que cocina: ricina casera, talio diluido en licor de caña, succinilcolina robada de clínicas clandestinas de cirugía plástica. Sus soldados son pibes del arrabal que nunca terminaron la secundaria, pero que saben más de toxicología que cualquier médico legista. Tienen una regla tatuada en la nuca, apenas visible bajo el pelo rapado: **“No se balean traidores. Se envenenan, alcalde que se.”** Porque una bala es rápida. El veneno es teatro. Y cuando la policía encuentra un cadáver con la boca llena de espuma verde y los ojos desangrados, solo escribe en el informe: “Posible sobredosis”. Nunca buscan más. Porque en el fondo, todos saben quién fue. Pero nadie se atreve a escribir la palabra completa. **CELAC**. Comando de Envenenadores y Lacras del Arrabal Central.


Así terminaba la introducción de la presentación de la Presidenta de Viejo Guadalajara en su reunión de Mar - A- Lago con el tío Donald, dónde trataría los cupos de sustancias sintéticas para vender a los homeless de Viejo New York..

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La puerta sonó monótonamente, sacándolo de las imágenes neurohipnoticas que provenían de su viejo televisor.

Palacios abrió y se topó con la menuda figura de la conserje.

—Señor Palacios. Mejor venga aquí y vea esto —dijo la mujer tomando imperceptiblemente distancia con el hombre.

Palacios la sigio en silencio hasta el estacionamiento privado de su edificio. Su tranquilidad y tensión baja escaparon cuando vio destrozados los cuatro cauchos Hankook de la camioneta. Su camioneta no tenía ni 2400 km y ya estaba tan destartalada como los cacharros estacionados al lado de ella.

A los Minutos, En el mismo silencio subió a su apartamento.

Esa noche montó una guardia desde la pequeña ventana de la cocina. Vigiló acariciando monótonamente su flower Diana cargado de balines de acero. Luego,  vio a medianoche a dos chicos con un reproductor portátil a todo volumen. Uno se incorporo en el capot  y bailó flamenco, el otro se incorporo  en el techo y bailaba violentamente hip hop también sobre él. 

El primer balín de acero impactó en la nalga izquierda del bailador de flamenco. El segundo balín impactó en la boca del estómago del rapero. El hombre parsimoniosamente descendió por las escaleras y llegó a donde los muchachos se revolcaban de dolor. Descargó los 26 balines sistemática y equitativamente en los dos chicos.

Después Palacios durmió muy satisfecho.


En la media mañana Se levantó con un ánimo muy ligero. El rosario de pastillas no le pareció tan amargo ni desmoralizador. Hasta se decidió a caminar. Contempló nuevamente los daños hundidos en la carrocería, más los nuevos agregados por los bailarines. Mañana llevaría la camioneta a la inspección del seguro. Daños maliciosos que no se repetirían. Caminó por las aceras. A lo lejos vio el Wendy's.

¿Por qué no? La tensión y el azúcar lo tenían más que bien. Además, comería hamburguesas de pollo y pavo. Así lo hizo: comió tres hamburguesas adicionadas con salsa picante de jalapeños y mucha sal, después tomó dos Pepsi dietéticas. Como le quedó un huequito por allá, se comió medio pollo a la bróster con papitas, donas de arequipe y merengada de chocolate, con abundante azúcar. Caminó dos cuadras más y se comió un hot dog con salchicha jumbo polaca, siguió caminando. ¡Bananos y uvas!. Igualmente compró seis bananos y dos racimos de uvas y comió con juvenil  apetito; unas cuadras más allá devoró dos panes con jamón y queso uruguayo fundido. Allí fue cuando notó que las piernas le sudaban, que tenía mucho calor y el corazón le saltaba dentro del pecho.

—¡Ay, Dios! —dijo a la camarera de un puesto ambulante—. Por favor, llame de urgencia a una ambulancia —dijo, sin poder respirar, y lanzándole el celular a la asustada joven.


#@#@#@

Horas después despertó. Estaba conectado a muchos tubos.

—Tuvo suerte —le dijo la fría e impersonal voz de la doctora que lo monitoreaba—. Llegó a tiempo. Lo trajo una patrulla de la policía.

—¡Vaya! —dijo con voz cansada—. Al menos sirvieron una vez para algo. ¿Fue un infarto?

—Le aseguro que no. Fue un fuerte ataque de hipertensión. Ahora deberá ser disciplinado — informó significativamente la enfermera 

—Yo no voy a dejar de comer —dijo Palacios a la defensiva, ante las desproporcionadas intenciones de la mujer...

—Ya veremos —contestó la doctora con una profesional sonrisa—. Allá afuera está una persona que quiere verlo. Lo haré pasar.

Dicho esto, la mujer habló al delgado micrófono que tenía junto a su boca, y casi inmediatamente un joven entró con un muy, pero muy deportivo traje de diario.

—Papá —saludó con suave voz— ¡qué susto nos diste!

—Pero, hijo. ¿Cómo supiste?

—Los chicos de la policía me llamaron. Un amigo me dio un aventón en su jet privado. Adicionalmente, me buscaron y me trajeron. Todos han sido muy amables. Tengo dos días aquí.

—¿Dos días? Fue fuerte, entonces —entendió el hombre.

El otro negó con la cabeza.

—Hay que controlar el pico —le dijo el joven señalándose la boca.

—Lo prometo —mintió Palacios—. ¿Cuándo saldré?

—Mañana mismo nos iremos de aquí...

En la mañana Palacios recibió el alta, se puso su primera inyección de insulina suave y revisó el resultado de las enzimas. No muy altos. Pero sí tuvo un evento.

—Todo lo dañé —dijo el hombre muy apenado, mientras, como un niño pequeño, estaba sentado contrito al lado de su hijo, mientras este manejaba un gigantesco y viejo Chevrolet Impala australiano V-8 TD-GLPS.

—Mi mamá se volvió a casar —informo  su hijo con mucha precaución; no era la mejor noticia en estos momentos, pero tenía que saberlo—. Ahora es profesora de arte en la  Canadá University.

—Sí. Esa siempre fue la diferencia entre los dos. Ella en el cielo y yo en el fondo del mar —dijo el hombre entendiendo la situación.

—Por favor. Eres un policía muy bueno.

—Hipertenso, obeso, diabético e infartado —se describió Palacios con pesar.

—No fue un infarto —le insistió su hijo, manejando entre el mar humeante de chatarras rodantes y los vagos de Kicillof que los asaltaban, atracaban, asesinaban a los choferes de todo equipo rodante.

Cuando llegaron al edificio, Palacios notó que la Suzuki no estaba.

Su hijo lo atajó.

—Ya la envié al seguro. Los padres de los chicos se comprometieron a mandarlos a reeducación y el manejo de la violencia. Aceptaron cuando les ofrecí dos sillas de ruedas eléctricas, para que aprendan nuevamente a caminar.

La otra sorpresa fue cuando entraron al apartamento, inmaculado, sin las filas de periódicos viejos, ni los muebles, ni las latas de refrescos tiradas por donde fuera.

—¿Me equivoqué de casa? —se asombró Palacios.

—Limpié un poco. Voy a acompañarte unos días.-- informó ufano su hijo

—¿Y tu empleo? —fue la pregunta con un lejano susto.

—Estoy desempleado. Vivo de la seguridad social —explicó con mucho cuidado su hijo.




<div align="right">XII</div>

En ese mismo momento Julyus se sentía en el cielo. Trabajaba en un equipo multidisciplinario de análisis de construcción aerodinámica y de resistencia de materiales. Estaba en el medio de un paraíso cibernético. El Tahirza 908 sería un cazabombardero polivalente clon del Sukhoi 950 MK.

El Xixata 408 era un polivalente, carguero y de pasajeros. Era un clon de un Ilyushin Il 76, había una ayuda técnica de ingenieros de Moscovita.Los hombres solo cobraban con niños y las mujeres ingenieros enviadas por el Kremlin solo pedían que no las obligarán a bañarse y que les enviaran 30 hombres extremadamente dotados por día....Habían muchos dispuestos, Pero en lo que les llegaba el terrible hedor de las ingenieros Moscovitas, muchos quedaban impotentes. 

Lo mejor es que no había límites monetarios  en la asignación de proyectos. El trabajo era muy fuerte, pero el sueldo y los beneficios contractuales eran excelentes. Todo a pocos días de haberse graduado. Vivía en un vértigo de velocidad impresionante. Odalis Amelia, la lotería y su trabajo. Solo le faltaba un bebé. Lo tendría lo más pronto posible. Con lo que ganaba podía convencer a Odalis de que se retirara de la cooperativa y se inscribiera a estudiar economía en la Universidad de los Pueblos Proletarios.

<div align="right">XIII</div>


Rosiris se maquilló los moretones. Alcanzó convulsos orgasmos mientras Nectario hacía su trabajo. Lo más divino fueron los golpes y cómo la escupió. Era espectacular sentirse sucia. Cuando localizaran al chofer, pagaría para ver su final.

<div align="right">XIV</div>

Príamo vio el anuncio a todo color.Rosiris,  La Demonia de Jalisco se presentaba en el Toro Azul Dancing Snack Bar, el sitio donde toda la fauna eléctrica de la ciudad se soltaba a sus anchas. Probaría una vez más la efectividad de sus billetes. Así que reservó para el show de las 7:30 a.m. vía Internet, para pagar en efectivo en la entrada. 2500 dólares por entrada, sin contar el servicio. El joven solicito  la mejor mesa.Era un fans de la bella mujer, su crunch solitario , su amor imposible..



A media noche, Después de entrar y comprobar una vez más que sus billetes pasaban la rigurosa inspección del delincuente de la taquilla, Príamo se sentó y disfrutó de un sorbo de su whisky etiqueta azul edición



 limitada.



Cuando la mujer salió, el joven quedó en shock; entendió totalmente porque los conquistadores españoles, cuando vieron a las mujeres aztecas, creyeron que estaban en el paraíso; pues aquella mujer era un ángel del cielo. La Demonia estaba vestida únicamente con tres girasoles. Ella cantaba ejecutando un complicado baile que dejaba sin aliento a los hombres. Era una artista excepcional. En el intermedio, fue a su camerino a refrescar su maquillaje, tomarse un vaso puro de tequila y acomodarse con tres fuertes líneas.



—Tienes al chofer sentado justamente enfrente de ti —le dijo Nectario a sus espaldas, después de darle un suave beso en los preciosos hombros.

—¡Menuda sorpresa! Un chofer con tanto dinero —dijo la mujer, viendo de reojo al hombre besar su cuello.

—Tú misma sabes cuánto tiene. A fin de cuentas era tuyo. Distráelo y llévatelo. Después yo me encargaré de él —apremió el asesino, mientras tocaba el húmedo sexo de la mujer—. Después vendré por más...

—Será fácil —dijo la mujer midiendo al bello muchacho con cara de sacerdote, al verlo en la pantalla del Iphone.

Príamo disfrutaba la otra parte del show y en medio de un pase la mujer saltó justamente encima de su mesa, inclinó artísticamente su torso y cubriendo la cara de los dos con su largo pelo, le dio un ligero beso en la boca y le dijo en el oído:

—Me gustas. Ven al ático octavo del Meliá.

La mujer dio un salto espectacular al medio de la tarima y continuó su show...




<div align="right">XV</div>

Horas después, cerca del mediodía, en el penthouse de Rosiris, ella recibió un inmenso ramo de orquídeas rosadas, una botella de champán gigante La Viuda de ocho litros, y un galón de perfume Poisson.

Después entró Príamo vestido en un frac blanco. Era lindo. Mucho más lindo que los babosos e impotentes hombres que tenía que soportar por 300.000 dólares.

—Esta invitación ha logrado que yo vuelva a amar la vida — expresó el joven Priamo  con una angelical sonrisa de seminarista, deslumbrado, por la imponente mujer. Era unas 200 veces más exuberante que Salma Hayek o Anne Hatawhay

La mujer sonrió. Sería unos doce años menor que ella. Se sintió como una corruptora de menores. Tenía un pequeño lobo en piel de cordero. Bailaron, conversaron, él la cortejó como un atolondrado estudiante. La besó con timidez y así continuaron por un rato. Ella, en vista de que él no avanzaba en su ataque, exploró con sus dedos expertos.

—¿Qué es esto? ¿Es broma? —dijo preocupada sintiendo aquella columna entre sus manos.

Él abrió su cierre y ella bajó su cara...

—¡Por Dios! —musitó desesperada al ver "aquello".

Para bajarle la potencia recurrió al sexo bucal, pero  no le cabía en la boca y todavía crecía más. Él la cargó hasta la cama y con delicadeza la colocó allí. Ella comenzó a temblar en sus piernas, viendo cómo la columna la apuntaba directamente, mientras él se ponía en posición. Ella se sintió en extremo húmeda y sentía sus ojos brillar por el miedo a lo que se imaginaba sufriría. No se equivocó. Un grito gutural salió de sus entrañas, mientras con ojos desorbitados veía el precioso rostro del joven. La destrozaba, la desbarataba. La mataba, y eso que todavía no llegaba a penetrarla completamente,adicional la forma agresiva y brutal de poseerla...

Horas después, se arrastró hasta el baño ayudándose con los codos. Se sentía morir. Ni siquiera cuando a los nueve años fue vendida a un campeón mundial de boxeo de peso pesado sintió algo de tal magnitud. Como pudo, buscó sentarse en el inodoro. Se limpió dificultosamente y con algo más de fuerza fue al lavamanos a lavarse la cara. Se miró en el espejo. Estaba desencajada, pálida , marchita,con el maquillaje regado en su rostro y sus ojos enrojecidos a consecuencia de la bestial sesión.

Miró la puerta. Él estaba parado  allí en el dintel de la puerta del baño. Desnudo y en toda su potencia. Con ojos brillantes le dijo:

—Ahora quiero eso —dijo mirando golosamente su trasero.

—No, papito —gimió ella con un ronco hilo de voz, entendiendo perfectamente las intenciones del hombre—. No... ¡Por allí no! No estoy preparada.

Después un alarido estremecedor inundó el ambiente, luego un chillido ensordecedor más fuerte, con un grito estentóreo , otro desgarrador y atronador, aún más fuerte...

<div align="right">Capítulo Dos</div>


Nectario y dos pistoleros entraron en el penthouse. Con cuidado, con las pistolas prestas a disparar, fueron avanzando por la habitación, deslizándose silenciosamente, viendo cualquier rincón con mucha atención. Nectario fue directamente al cuarto. Rosiris estaba en medio de la cama, boca abajo, completamente desnuda; un fuerte olor a alcohol, sexo, tabaco, perfume y drogas se entremezclaba en el cuarto. Nectario vio las líneas encima de la cómoda. Tomándola por el pelo, Levantó la cara de la mujer, estaba lívida, pero semiconsciente.

—Fue lo máximo —murmuró entrecortadamente la moribunda mujer—. Jamás encontré un semental así... ¡Estoy enamorada!

El hombre la soltó. Si él hubiese sabido dónde estaba el tráiler se habría ahorrado todas estas estupideces. Le enfureció el hecho de buscar un dinero que no era de él para nada.

—Yo le diré al cartel que el dinero está seguro... déjame disfrutar un poco más al chofer... pero tú y yo sabemos que no puedo llegar con las manos vacías... así que me ayudarás —dijo agonizante la mujer, sin poderse incorporar.

El hombre maldijo en silencio. La maldita lo involucraba en su incompetencia.

La mujer se desplomó inerte. Manchas de sangre y excremento había en las lujosas sábanas.

Nectario salió sin decir nada. Masculló una maldición. La bailarina había encontrado un juguete y no quería saber de más nada.

 ¿Sería doloroso recibir 43 tiros? —pensó el hombre, maldiciendo la idea que mandó la mujer al pene del otro.

<div align="right">I</div>

Príamo rememoraba lo vivido... Fue grandioso, divino, espectacular y tierno. Lloró de emoción mientras manejaba el nuevo auto que se robó, un clásico Mercury Grand Marquis. Era la primera mujer en años que lo había aguantado totalmente. Ni las más sucias  actrices porno Moscovitas  y  depravadas apenas lo soportaban. Pero esta mujer lo había hecho llorar de amor. El teléfono celular sonó.

Era ella.

—Sobreviví a tu bestial violencia —le dijo la voz entrecortada de Rosiris, quien con gran esfuerzo le hablaba—. Tú eres lo que en toda mi vida he buscado... Debemos hablar.





<div align="right">II</div>

Palacios despertó, se preparó mentalmente para las horribles caminatas a las que lo sometía su hijo. Lo peor era la dieta: vegetales, nada de sal ni azúcar. Jugos prebióticos y lo peor, el orden y limpieza de su hijo. Geraldo era geométrico, perfecto, aséptico y sintético.

El hombre oyó el zumbido de una aspiradora. Después del rosario de pastillas, encontró a Geraldo en medio de la sala con una licra verde, descalzo y un paño alrededor de la cabeza, aspirando frenéticamente todo el lugar. El joven al ver a su padre comenzó a hablar en un tono y terminó en otro.

—Hola, papi —corrigiendo vivamente y en tono más grave— ¡Hola, papá! Ya nos vamos. Hoy caminaremos 10 km. Ya te preparé café light con aspartame y leche light. Mañana podrás tomar café negro normal, pues alternándolo es magnífico.

Palacios hizo una mueca. Geraldo cocinaba, lavaba, diseñaba ropa, hacía decoraciones, cantaba muy bien y él lo encontraba siempre ensayando pasos de baile.

—Tengo unos ahorros —dijo el joven mientras guardaba el aparato y hacía gráciles gestos—. Eso permitirá que te hagan un acomodo con células madre para restituir el páncreas ,el corazón, y mandar la diabetes a la basura.

—¿Cuánto cuesta eso? —preguntó Palacios viendo las maniobras del otro.

—Muchísimo dinero. Pero no me importa. ¡Vámonos ya! —dijo finalmente el joven en la puerta del apartamento, haciendo un grácil gesto diferente para salir.


@#$#@$##

Transcurrieron  varios días. Palacios comenzó a sentirse bien. Hasta se ilusionó creyendo que le gustaban las ensaladas de acelgas, brócoli, ajo, berenjenas sancochadas, lentejas y nada de sal.

—¡Por fin! —dijo el joven leyendo las lecturas del tensiómetro electrónico—. 11.5 y 7.5, el azúcar en 115. Excelente. Y ahora la mejor noticia : conseguí trabajo. 5000 dólares mensuales bailando en la gira de la Demonia de Jalisco. Debuto esta noche en el Toro Azul. Tienes que verme.

—Sí, por supuesto —dijo Palacios, con gesto de resignación.



<div align="right">III</div>

Odalis Amelia cavilaba. Su primer premio fue producto de un sueño. El método era un delirante conjunto de números que ella no sabía si funcionaba o no. Aparte de que no le veía soporte científico, ya sea estadístico o probabilístico. La curiosidad la mataba. ¿Y si calculaba sin jugar? Un extraño sentimiento la invadió. Sería espantoso calcular y no jugar y que acertara. Ella no se sentía ambiciosa, con lo que tenía era más que suficiente, pero de alguna u otra manera veía la tentación del diablo en el método. Algo le decía que lo plasmado en el CD era verdad. Adicionalmente, se sentía mal por no compartir con Julyus su secreto. La relación de ambos era de confianza mutua, a petición de ella, y precisamente ella no lo cumplía al esconder el método. Cada vez que él llegaba cansado de noche, ella sentía que lo traicionaba. Pero una tenaza mental le impedía mostrarle el escrito.

Sorpresivamente Julyus llegó temprano.

—Hola, mi bella princesa —le saludó, levantándola como una pluma dando vueltas por toda la sala con ella.

—Hola, mi bello feo —le dijo entre gritos al ver cómo daban vueltas sobre sí mismo sin control, terminando por darse de sopetón en el sofá.

—Hoy seremos dos adolescentes con dinero. Compré entradas para ver el show de la Demonia de Jalisco. Eso es para esta misma noche —le dijo Julyus besándola por todas partes.



<div align="right">IV</div>

El Toro Azul era una gigantesca cabeza de toro azul fosforescente. Se entraba por la boca y se descendía a los diferentes ambientes por ascensores y aceras móviles. La Demonia de Jalisco se presentaba en la zona VIP ejecutiva, únicamente en las mañanas. Casi todo su público eran los vagos y políticos corruptos del régimen, que no tenían por qué cumplir horario de trabajo.

Odalis Amelia y Julyus bajaban vestidos apropiadamente con vaqueros Levi's originales, camisas Lee y botas loblan de cuero legítimo, remataban con sombreros colombianos.

Llegaron a la pista, la cual era un círculo aéreo transparente. Luces, colores, gente bella y mucho dinero.

Palacios sentado en una mesa no dejaba de pensar.

—¡Por Dios! ¿Qué hiciste con nuestro hijo? —le decía a su inexistente esposa, viendo el espectáculo, antes del espectáculo que permanentemente daba su hijo, para un homófobo, extremo religioso,devoto admirador de Trump y Milei, le era imperdonable que su hijo se presentaba con un flequillo, una franela con la cara de Cristina Kirchner y bailaba el "violador eres tu"..





Continuara...

viernes, 21 de noviembre de 2025

El Canto de las Nueve Estrellas.La Promesa de las Estrellas.Parte II

https://youtu.be/HWwlXEbdbLI?si=CWHGajYWP26cOVZm



Novelas Por Capitulos







Akira , cuyo rostro aún conservaba la simetría afilada de los terribles meses vividos, se sentó en el porche de madera podrida de su casa Akiya, en el corazón del valle rural de Misato tan profundo que el tiempo parecía haberse estancado. Era para descansar un rato.La nevada era intensa y las comunicaciones estaban cortadas.Por eso se dedico a atender a Yui el mismo, caminaba incesantemente seguido por sus hijas quienes silenciosamente veían todo su accionar.

#@#@#



La enfermera, su posible  pareja, estaba descansando de la terrible gripe que la atacó.

Él sostenía una taza de té verde humeante, pero sus ojos no estaban en el vapor ni en el paisaje de arrozales y montañas brumosas. Estaban fijos en la casa, en las nueve ventanas iluminadas del segundo piso.

Seis siluetas idénticas se movían detrás del cristal. Seis pequeñas  cabezas con cabello de un color púrpura profundo, casi negro bajo la luz artificial, se inclinaban sobre mesas de estudio. Parecían niñas de unos 3 años, aunque habían llegado a ese tamaño en menos de seis meses.
En un pueblo rural las cosas pasan desapercibidas,maxime si es un pueblo de muchos ancianos y poca gente.Badie decía nada,el tampoco...Sus hijas...


Al rato se introdujo nuevamente en la inmensa casa;Le dió a tomar un Té medicinal a la muchacha y la miró en silencio.Ito era bella, estaba soltera y era valiente, si que lo era.Queria compartir vida con el a pesar de ser un enigmático padre que a cada rato se presentaba con una hija nueva de pelo morado y ojos gris metálico.


-- Mis princesas, vamos a dormir-- les ordeno y ellas en fila india se dirigieron directamente a su inmenso y acogedor cuarto.Una de las pocas cosas que funcionaban bien en la vetusta cada.




Indiferente al frío,nuevamente  se sentó en el porshe de la casa a contemplar la nevada y el automóvil de Ito Yui, Casi tapado de nieve..

El recuerdo de la mujer era una cicatriz mental, una interferencia en la realidad que él había aprendido a ignorar, pero que definía su existencia. Estaba perfectamente seguro No era una mujer, no en el sentido biológico o terrestre. Era una composición de luz y geometría imposible, una figura que había roto las leyes de la física solo para existir en el rincón de un bar de Tokio. Recordó Su piel era un espectro de colores que cambiaba con el ángulo de la luz, sus ojos eran nebulosas distantes. El encuentro había sido breve,en otro sitio, intenso y perfectamente comprendía que nunca volvería a tener una relación sexual de la magnitud de esa vez.
 un intercambio que  se sintió como una transfusión de información cósmica, y una mano fría que se posó en su mejilla antes de que ella se disolviera en el aire, dejando solo un olor a ozono y metal caliente.


#@#@




Al principio, la novedad y el milagro de su existencia habían cegado al joven y a la enfermera. Eran hermosas, de una belleza inquietante y perfectamente simétrica. Eran silenciosas, obedientes y aprendían a una velocidad aterradora. Pero con el tiempo, el silencio se convirtió en un vacío, la obediencia en una falta de voluntad, y el aprendizaje en una absorción mecánica. Siempre flotaba un pregunta que tenía todo tipo de respuestas falsas... Dónde está la madre? En qué momento dió a luz y dónde? Cuál es la identificación de la madre?... Lo único cierto es que el ADN era el de el, el era el padre, lo demás no contaba.

***

El descubrimiento de la crueldad comenzó con pequeños incidentes, fácilmente atribuibles a la inadaptación o a la extrañeza de su origen. El gato del vecino, un animal viejo y ciego, apareció muerto en el jardín. No había marcas de violencia, solo una expresión de terror petrificado en su rostro.

"Fue un ataque al corazón," había dicho la enfermera, intentando tranquilizar al joven. Pero él había visto la forma en que las nueve se habían reunido alrededor del cuerpo, no con curiosidad, sino con una frialdad analítica.

El verdadero punto de inflexión ocurrió una tarde de verano. El joven había estado enseñándoles a cultivar arroz en el pequeño campo detrás de la casa, una actividad que él esperaba que las conectara con la tierra y con la humanidad. Una de las niñas, la que él llamaba mentalmente la primera ,sin embargo siempre usaba su primer nombre...precioso como ella;  por ser la que había salido del primer huevo que tocó, había encontrado un nido de pájaros.




# .







***

El 

"
El 

El joven observó desde la distancia cómo las seis se congregaban. RIGEL  no destruyó el nido. En su lugar, lo tomó con una delicadeza sorprendente y lo colocó en el centro de un hormiguero particularmente grande. Las otras Cinco se sentaron en círculo, con las rodillas pegadas al pecho, y observaron en silencio cómo las hormigas, en su frenesí químico, atacaron los polluelos.Apenas le dió tiempo de llegar corriendo para salvar los  los polluelos.

No hubo risas, ni expresiones de placer sádico. Solo una **concentración intensa**. Cuando el joven, con el estómago revuelto, se acercó, la Primera levantó la vista. Sus ojos grises no mostraban arrepentimiento, ni miedo, ni siquiera comprensión de la moralidad.

"Estában optimizando la transferencia de biomasa," dijo con una voz plana, sin inflexión. Su tono era el de un científico que describe un proceso químico. "El desperdicio de energía es mínimo. E interrumpistes el proceso.

Esa noche, el joven no pudo dormir. Se dio cuenta de que la crueldad no era un defecto moral en ellas, sino una **función**. No eran malvadas en el sentido humano; eran **amoralmente eficientes**.

***

La enfermera Ito Yui , por su parte, lo descubrió en el ámbito de la emoción. Su trabajo en la clínica le había dado una comprensión profunda del dolor y la empatía. Ella había intentado, con una paciencia infinita, enseñarles a las niñas el concepto de consuelo, de afecto.

Una noche, ella regresó del hospital agotada, con la noticia de que una de sus pacientes más queridas, una anciana que había cuidado durante años, había fallecido. Se sentó en la cocina, con la cabeza entre las manos, y lloró. Era un llanto silencioso, de puro agotamiento emocional.
Ahora que estaba enferma, en la casa de Akira por un momento se sintió frágil y desvalida.La tormenta de nieve se mantenía fuerte, y el recuerdo de ese día y su enfermedad,más la experiencia en la estación de servicio la tenía débil y agotada emocionalmente.

Las 6 bajaron de sus habitaciones. Se alinearon frente a ella, como soldados en formación. La enfermera esperaba un abrazo, una palabra torpe de consuelo, cualquier cosa que indicara un atisbo de conexión.

La Segunda, VEGA, la que tenía una fascinación por los patrones de la lluvia en el cristal, habló. "Tu sistema límbico está experimentando una liberación de péptidos de estrés. La reacción es desproporcionada a la pérdida de una unidad biológica no reproductiva."

La Tercera , SIRIUS,  que pasaba horas observando las estrellas con un telescopio que había construido con piezas de desecho, añadió: "La optimización de recursos sugiere que la energía invertida en el duelo podría ser redirigida a la supervivencia de la unidad familiar."

La enfermera levantó la vista, sus lágrimas se detuvieron por la pura **incomprensión helada**. 

"No estoy hablando de recursos," susurró. "Estoy hablando de amor. De tristeza."

La Cuarta, ANTARES, que había memorizado cada libro de la biblioteca del pueblo, respondió con una cita de un filósofo antiguo: 
"El amor es un constructo social diseñado para asegurar la cooperación tribal. Es una debilidad evolutiva en un contexto de recursos ilimitados, de haber seguido esos principios no te hubiera salvado en la Estación de Gasolina hace tres dias."

En ese momento, la enfermera sintió un escalofrío que no tenía nada que ver con la temperatura de la habitación. Se dio cuenta de que no estaban siendo insensibles; estaban siendo **literalmente incapaces de sentir**. La empatía, el amor, la tristeza, eran conceptos que ellas podían analizar, definir y citar, pero que no podían experimentar. Eran **máquinas de lógica** en cuerpos de niñas.

***

El miedo se instaló en la casa como un gas inodoro. 

Ella volvió al trabajo y se realizó una extraña peticion.
Las niñas querían que Ito Yui se quedará en la casa. Con ellas.Sabian de la atracción entre su padre y ella, por lo que les pareció buena idea, además ITO YUI no era una "plástica Bórico", era una mujer joven,bella y productiva.. Una contundente declaración muy inusual para niñas de tres años.

la Tarde frío y lluviosa que ella llegó ,las niñas  rodearon en una expresión que pudo haber sido de amor.Sin embargo Lució diferente.
"Eres nuestra".
#@#@

ITO Yui se instaló en un inmenso cuarto.Era un apoyo económico inmenso.Con la ayuda social que el recibía por sus hijas y el sueldo y bonificaciones de ella era una aporte que indiscutiblemente los beneficiaba a todos...
Las niñas se marchaban en la mañana a la escuela y a veces ellos dos tenían tiempo para una intimidad floreciente.Akira se fue acostumbrando a ella, se fueron adaptándose y ambos fueron  tranquilamente enamorandose...


 Akira volvió a trabajar Como un principiante,ganando poco,esforzándose mucho,sintiéndose humano otra vez...Hasta que llegaban sus hijas...
El joven y la enfermera comenzaron a comunicarse en susurros, con miradas nerviosas hacia el segundo piso. El silencio de las niñas ya no era un alivio; era una **vigilancia**.

Una noche, el joven se despertó con el sonido de un murmullo. DESCENDIO POR las escaleras y encontró a las seis  en el salón, sentadas en un círculo perfecto, iluminadas solo por la luz de la luna que entraba por la ventana. No estaban jugando. Estaban **conversando**.

No era un lenguaje humano. Era una serie de chasquidos, silbidos y tonos que vibraban en el aire, un lenguaje que sonaba como la comunicación de las ballenas o el chirrido de la radioastronomía. Era denso, rápido y lleno de información.

Se escondió detrás del marco de la puerta y escuchó. No entendía las palabras, pero la **estructura** del lenguaje era lo que lo aterrorizaba. No era un lenguaje de interacción social; era un **lenguaje de planificación**. Cada sonido era una variable, cada tono una instrucción.

La conversación se detuvo abruptamente. Las nueve giraron sus cabezas al unísono y lo miraron. Sus ojos grises, normalmente inexpresivos, brillaban con una **inteligencia fría y coordinada**.

"Padre," dijo la Quinta, Polaris, la que siempre estaba dibujando diagramas complejos en cuadernos. "Hemos completado la fase de análisis de la infraestructura local."

"Hemos identificado los puntos de fallo en la red de comunicaciones," continuó la Sexta, Altair,  la que había desmantelado y vuelto a montar el viejo televisor de tubo.

"Y hemos determinado la **capacidad de resistencia** de la población local a la coerción," concluyó la Primera,RIGEL, la que había pasado semanas observando a los aldeanos desde la colina.

El joven sintió que el aire se le escapaba de los pulmones. "¿Qué... qué están planeando?"

Ella se puso de pie. Su figura era pequeña, pero la autoridad que emanaba era la de un general. "Estamos preparando el entorno para la **llegada**."

"¿Llegada de quién?"

"De la **cosecha**," respondió la segunda ,VEGA, con una sonrisa que no alcanzó sus ojos. Era una mueca de dientes perfectos, sin alegría.

En ese momento Akira entendió que su mundo tranquilo,ordenado, era una fachada,extremadamente falsa que tapaba algo muy peligroso. En el fondo agradecio que ITO YUI estaba de turno nocturno y no tuvo oportunidad de ver la dimensión de lo que significaban sus hijas...

***

La enfermera ITO YUI, mientras tanto, había estado usando sus propios métodos de investigación. En la clínica, había notado un patrón extraño en los análisis de sangre de las niñas que había tomado bajo el pretexto de un chequeo rutinario.

Sus células sanguíneas no eran exactamente humanas. Había una **mini estructura cristalina** dentro de los glóbulos rojos, una nano-maquinaria que pulsaba con una energía que no era ATP. Y lo más alarmante: sus patrones de ondas cerebrales, registrados con un viejo EEG, eran **idénticos**. No similares, sino perfectamente sincronizados, como si las seis  mentes fueran una sola unidad de procesamiento distribuido.


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Una mañana, mientras las niñas estaban en el jardín, ella entró en su habitación. No había juguetes, ni pósteres, ni desorden. Sólo estanterías llenas de libros de texto avanzados sobre física cuántica, ingeniería de materiales y sociología de masas. En el centro de la habitación, había una pizarra.




La pizarra estaba cubierta de ecuaciones y diagramas. No eran ecuaciones terrestres. Eran símbolos que parecían tallados en la propia lógica del universo. Pero había un diagrama que ella sí entendió, o al menos la implicación.

Era un mapa del pueblo. Pequeños círculos marcaban las casas de los aldeanos. Líneas complejas conectaban los círculos con un punto central: **su casa**. Y al lado del mapa, había una tabla.

La tabla tenía tres columnas: **Unidad Biológica**, **Valor de Utilidad** y **Tiempo de Conversión**.

La anciana que había muerto en la clínica estaba en la lista. Su "Valor de Utilidad" era 0.00. Su "Tiempo de Conversión" estaba marcado como "Completado".

ITO Yui sintió y vio varias cosas.El tiempo era diferente, y en un segundo ellas pasaron de tres años a seis años.
Las seis voltearon al mismo tiempo y le sonrieron. No fue una sonrisa cruel ni fría.Fue la inocente sonrisa de 6 preciosas niñas de seis años.

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El joven y la enfermera se encontraron en la cocina, ambos pálidos, con la misma verdad helada en sus ojos.

"No son tus  hijas," susurró la enfermera, con la voz rota. "Son **agentes**. Son una **avanzada no se de que**.",-- susurro llena de pánico ITO YUI, realmente consideraba una muy mala elección haberse involucrados sentimentalmente con Akira

El joven asintió. "El encuentro... no fue casual. Yo fui el **punto de entrada**."-- respondió con franqueza dispuesto a contarlo todo.


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***

El clímax de su descubrimiento ocurrió esa misma noche. Habían decidido confrontarlas, no con la esperanza de razonar, sino con la necesidad de entender la magnitud de su perdición.

Las encontraron en el ático, un espacio que las niñas habían transformado en un observatorio improvisado. Habían desmantelado parte del techo y habían instalado un dispositivo que no se parecía a nada terrestre. Era una esfera de metal pulido que flotaba en el centro de la habitación, emitiendo un zumbido bajo y constante.

Las 6 estaban de pie alrededor de la esfera, sus cabellos púrpuras brillando bajo la luz estelar que entraba por el agujero en el techo.

"Sabemos lo que están haciendo," dijo el joven, su voz temblando.

La Primera, RIGEL se giró lentamente. "Lo dudo, Padre. Ustedes solo perciben la superficie de la causalidad. Nosotros operamos en la **estructura profunda**."

"El mapa," dijo la enfermera, señalando con un dedo tembloroso. "La tabla de conversión. ¿Qué significa?"

POLARIS, la más silenciosa de todas, se adelantó. Sus ojos grises se fijaron en la enfermera con una intensidad que la hizo retroceder.

"Significa que esta biosfera es **ineficiente**," dijo la niña. Su voz era un eco de la voz de la mujer de Tokio, con un timbre metálico y resonante. "La vida humana es un desperdicio de potencial energético. La emoción es un error de cálculo. El amor es una redundancia."

"Hemos estado aquí para **recalibrar**," continuó VEGA . "El pueblo es un ecosistema cerrado, perfecto para la prueba de concepto. La infraestructura de comunicación es débil, la resistencia es baja. Es el **laboratorio ideal**."

El joven se sintió mareado. "¿Y la llegada? ¿La cosecha?"

AnTARES,  sonrió de nuevo, esa sonrisa sin alma. "La Madre no puede entrar en un entorno **caótico**. Ella necesita un **espacio ordenado**. Necesita una **mente colectiva**."

La esfera en el centro de la habitación comenzó a vibrar más fuerte. El zumbido se elevó a un tono que dolía en los tímpanos.

"Ustedes dos han servido a su propósito," dijo POLARIS. "Su material genético fue el puente. Su presencia, la **cubierta social**."

El joven miró a la enfermera. Ella estaba llorando, pero no por tristeza. Estaba llorando por el **horror cósmico** de la verdad.

"No hay amor en ustedes," susurró la enfermera. "No hay nada."

RIGEL  se encogió de hombros, un gesto perfectamente humano que era más aterrador que cualquier monstruosidad. "El amor es una **ilusión de control**. Nosotros tenemos el control real."

La esfera pulsó, y un rayo de luz púrpura, idéntico al color de sus cabellos, se disparó hacia el techo. No era una luz visible, sino una **fuerza**. El joven sintió que su mente era tocada por una ola de información, una avalancha de lógica pura y fría.

En ese instante, él **entendió el plan**. No era una invasión militar. Era una **conversión ontológica**. Ellas no querían destruir a la humanidad; querían **reorganizarla**. Querían eliminar el caos de la emoción, la ineficiencia de la libre voluntad, y convertir a la población en una **red neuronal** vasta y perfectamente sincronizada, lista para recibir a su "Madre".

El plan era simple, elegante y absolutamente despiadado. El pueblo era el nodo cero. La esfera era el **emisor**. Y ellas, las primeras seis , eran los **procesadores**.

El joven y la enfermera se dieron cuenta de que no estaban ante seis niñas, sino ante seis **puntas de lanza** de una inteligencia que veía a la humanidad no como una amenaza, sino como un **recurso mal gestionado**.

VEGA  levantó una mano. "El ciclo está completo. La fase de incubación ha terminado. Ahora comienza la **fase de integración**."

Las seis cerraron los ojos al unísono. El zumbido de la esfera se hizo insoportable. El joven y la enfermera se miraron por última vez, no como amantes, sino como dos unidades biológicas a punto de ser **recalibradas**. El color púrpura de la luz llenó el ático, y la última cosa que el joven sintió fue la **ausencia total de sentimiento** en el universo que se abría ante él.

Esa noche escucharon un llanto en la oscuridad de un cuarto vacío...Todos fueron.
Ahí estaba la séptima.. CANOPUS



Continuara en










Semana 37, Capitulo 4.

Novelas Por Capitulos #cienciaficcion #urbana #distopica  El señor elegante y amable vio la pantalla holográfica, había una continuidad en l...