Bloguer

Mostrando entradas con la etiqueta Novela. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Novela. Mostrar todas las entradas

miércoles, 19 de noviembre de 2025

El Canto de Nueve Estrellas Estrellas.La Promesa de las Estrellas.Parte I



Novela Por Capitulos







#cienciaficcion







Te invitamos a Leer Kathy, una aventura que estamos seguros te gustará















1 ero de Enero, 3.25 am.

Un hombre joven y atractivo de cabello negro desordenado, ojos cansados pero profundos, viste harapos caros que alguna vez fueron elegantes. Está de rodillas en una calle nocturna bajo lluvia neón de Tokio, 2025. No está muy seguro de lo que sucedió meses atrás...Solo ve las celebraciones, los jóvenes caminan celebrando a su alrrededor.Trato de recordar, si..Era un recuerdo...Estaba casi seguro que fue verdad, o un implante de recuerdo muy bien implantado


I





Tokio, 


. Akira Kurogane, 29 años, antiguo prodigio de programación que lo perdió todo por una estafa financiera, sobrevive a base de sobras y noches en cápsulas de internet baratas. Guapo hasta lo inhumano, ya no tiene ni para pagar el próximo día. Contra el hay un codigo rojo.Nadie lo contratará.Nadie le dará una oportunidad.Y no califica para ayuda por ahora ser un free Lancer..
Freelancers (業務委託 - Gyoumu-itaku)
El No estába cubierto porque no era un empleado de empresas, como trabajador independiente  (seishain - 正社員), a contrato (keiyaku-shain - 契約社員) o de agencia temporal (haken-shain - 派遣社員).
Así que su situación es especialmente mala...


No recuerdaba si fue Una noche de Sábado o miércoles , 
Fue mientras caminaba bajo la lluvia de Shinjuku sin rumbo, repentinamente una luz cegadora lo arrastro hacia el cielo. Fue hacia el cielo o en un sucio y oscuro callejón?


II

Akira no recordaba exactamente cuándo dejó de contar los días, pero sabia que fue después del tercer desahucio y antes del primer intento de suicidio serio. Los recuerdos se mezclaban como píxeles rotos en una pantalla averiada: el olor a orina ácida de los túneles del metro, el sabor metálico de la sangre en la lengua… y la vergüenza de mirar su rostro hermoso reflejado en un charco sucio, como un insulto.
Esa belleza le salvó la vida. Esa misma belleza se la arruinó.



Eran las 02:43 AM cuando la lluvia comenzó a caer sobre Shinjuku. No como agua: como agujas. Tokio llora con estilo. Caminaba sin rumbo, con un teléfono muerto en el bolsillo y un curry frío robado entre la ropa. Pensaba en comerlo o tirarlo. Esa era la gran decisión de la noche.
Vio el tren desde el puente. Pensó en saltar. No por tristeza. No por culpa. Solo por silencio.
Entonces  sintió.La vio justo frente a el



Primero frío. Luego nada. Luego… todo.
No fue voz, ni sonido, ni rayo. Fue presencia. Como si alguien hubiese desenrollado el universo sobre su nuca. La luz cayó del cielo como un orgasmo cósmico, rasgando las nubes con una herida violeta. No lo quemó. Lo poseyó.
Akira gritó sin mover la boca. Sintió dedos invisibles en su columna vertebral.
Vio el rostro de una preciosa  mujer hecha de la infinita belleza  galaxias y espejos rotos. Un cabello que no obedecía a gravedad alguna. Una piel que vibraba como si tuviera música debajo. Y esos ojos…Era la belleza absoluta de la muerte y la pasión de una vida intensa y superior .


Vio su reflejo en ellos.
Vio versiones de sí mismo que jamás existieron.
Vio un futuro donde era padre.
Vio un futuro donde era esclavo.
Intentó tocarla, pero no había distancia. Estaba dentro de él.
O él estaba vacío y ella lo llenaba todo.
Hubo sexo brutal, entendió que más nunca sentiría uno igual. No hubo piel.
Hubo algo más devastador: consentimiento, sumisión,dominio, una eyaculación que le hizo gritar de un placer y dolor infinito.
Se desmayó.
Despertó desnudo, en un callejón, con marcas circulares en la piel como besos de fuego. La lluvia ya había pasado. La ciudad seguía igual. Nadie lo había visto.
Nadie… excepto ella.
Akira vomitó. No por repulsión. Por duelo. No sabía qué había perdido. Solo sabía que ya no lo tenía.
Y que la próxima vez…
No tendría opción.Sabia que sucedería otra vez..Se desmayó nuevamente....
Despertó horas después en otro callejón, desnudo, con el cuerpo marcado por extrañas quemaduras circulares, le dolía en extremo su órgano sexual... Orinó y casi dió un alarido de dolor al hacerlo...Su orina era brillante y luego comenzó a vomitar....Se desmayó nuevamente y horas después despertó en una sala de hospital.El médico le dijo que generalmente estaba bien,solo que deshidratado, paso con éxito la prueba de drogas y le dijeron que estaba anemico.
Salió del hospital con la mente revuelta,  una memoria fragmentada de un encuentro sexual brutal y extático con una entidad que no era humana. Estaba seguro de eso.

Nunca entendió si fue real o una alucinación provocada por el hambre y la desesperación


. Los meses siguientes son un infierno continuo: desahucios,dormir en plazas, ocupar casas desabitadas en invierno, palizas de yakuza a los que debe dinero prestado, humillaciones públicas, intentos de suicidio frustrados.


 Vivio entre cartones en los túneles del metro,casas abandonadas y los parques de Yoyogi

Su belleza lo salvaba  y lo condenaba, conocio prostitutas que se enamoraban de el,lo usaban , lo violaban sin darle placer,luego  lo desechaban ,y lo enfermaron con todo tipo de venereas y drogas.



III

 Una noche de invierno, cuando ya ha decidido tirarse al tren, vuelve la luz.Era otra vez ella,





 Esta vez no hay sexo, solo una presencia femenina de belleza imposible, piel translúcida como cristal lunar y ojos que contienen galaxias. La criatura depósito en sus manos temblorosas nueve huevos dorados del tamaño de un puño, cálidos, palpitantes. “Cuídalas”, dijo con una voz que resuena dentro de su cráneo. “Ellas te salvarán… y también pueden destruirte .. amalas...amalas mucho”.

-- Se que eres la madre. Porque me escojistes? No...soy...nada....especial -- apenas pudo balbucear, dominado por una fuerza que lo tenía paralizado.
Una paralizante  onda de frío desden y desprecio lo envolvió,impidiéndole hablar .
-- Solo eres una parte de experimento-- estalló dentro de su cerebro-- no necesitas saber más..



 Luego desaparecio, dejándolo revolcándose de dolor y buscando desesperadamente respirar..

#@#@#@#@ 

Los huevos eclosionan uno a uno, con meses de diferencia, en los lugares más miserables donde Akira se esconde: un baño público, un contenedor de basura, el sótano abandonado de un love hotel. Pero, sucedió así? Nacieron en esas circunstancias? 

De lo que si está seguro, es que de cada huevo nace una niña. Todas son idénticas en su perfección inhumana: cabello morado violeta que brilla incluso sin luz, ojos plateados que cambian a violeta profundo, piel sin poros, sonrisa preciosa, belleza imposible que a todos atrae. 




Fascinado con ellas y convencido que simplemente son los desvaríos de su mente enloquecida a Las nueve les nombres de constelaciones: Rigel, Vega, Sirius, Antares, Polaris, Altair, Canopus, Arcturus y Spica


Ellas son inmunes al frío, a las enfermedades. El a cada una las va registrando y las cosas empiezan a cambiar.. Toda su realidad cambia y es prisionero de ella.





El día que presentó a Rigel, las autoridades desconfiaron, le hicieron prueba de ADN, 100 % concordancia biológica positiva , por lo tanto califico de inmediato para ayuda... Mientras recibía un boligrafo para llenar la solicitud contempló su bella bebé, y dentro de su cerebro sintió algo que le decía que debía pedir y como....

Solicito ayuda para trasladarse a Shimane, especificamente al pueblo de Misato Cho


en el distrito de Oki-gun,


Terminó de escribir y prácticamente lo aceptaron de inmediato.

Una semana después estába instalado en una desvencijada Casa Akiya Gratis (o 1 yen simbólico) vía Akiya Bank local.





El era un ejemplo perfecto, Prioridad absoluta para monoparentales con hijos menores; incluye inspección gratuita y transferencia de propiedad en 1-2 meses. -Recibio un Bono Mudanza Total**: ¥3 millones (¥1M nacional + ¥2M municipal). Extra ¥500,000 para padres solteros con custodia exclusiva.
Y un adicional..
- **Reforma de la Casa**: Hasta ¥4 millones cubiertos (programa nacional + local para "revitalización familiar"). - **Subsidios Mensuales (ajustados a rural)**: - Asistencia Pública (*Seikatsu Hogo*): ¥140,000-170,000/mes (más alto por bajo costo local). - Child Allowance: ¥10,000-15,000 + bono local ¥20,000/mes (por niña en zona despoblada). - Child-Rearing Allowance: ¥43,160 + ¥30,000 extra municipal. - Vivienda: ¥0 (casa gratis) + subsidio utilities ¥10,000/mes. - ** - Apoyo Laboral: Cursos gratuitos en agricultura/pesca (con subsidio ¥20,000/mes durante 6 meses); matching con jobs remotos o locales flexibles. Cosa que le pareció bien, se distraería en eso. - Salud: Copagos 100% cubiertos + chequeos anuales gratuitos para el y su hija - **Total Estimado Primer Año**: ¥300,000-400,000/mes + ¥3.5-4.5 millones en bonos iniciales. (Costo de vida: renta ¥0, comida ~¥40,000/mes). ### | **Asistencia Pública** | Vida diaria + hijos | ¥140,000-170,000/mes | Ingresos <¥1M/año; indefinida | | **Child Allowance** | Nacional + bono rural | ¥30,000-35,000/mes | Hasta 18 años; automático | | **Child-Rearing Allowance** | Monoparental + extra local | ¥73,000/mes | Ingresos bajos; hasta 18 años | | **Vivienda/Utilities** | Renta + servicios básicos | ¥0 + ¥10,000/mes | Mientras califiques | | **Cuidado Infantil** | Guardería/after-school + comida | Gratuito | Plaza garantizada | | **Apoyo Laboral/Transporte** | Cursos + subsidio gasolina | ¥20,000/mes + gratis | Durante búsqueda empleo | | **Total Mensual** | Combinado (primer año) | ¥300,000-400,000 | + bonos iniciales ¥4M | #### .

Estaba en eso cuando escuchó un llanto proveniente de su caja, el segundo huevo había rodado.... 
Le costaría un mundo explicarlo, Pero su hija mayor estaba gateando y veía fijamente a la segunda recién nacida, perfecta,preciosa,con los ojos abiertos y con hambre... Algo le indicó igual que a la primera..Rigel, ahora llegaba Vega...


VI

Un padre soltero con dos niñas preciosas tiene un atractivo venenoso para muchas mujeres. En el casi desahabitado pueblo hay muy pocas muchachas; no son sotisficadas ni autosuficiente como las chicas de Tokyo.Estas son más formales, sencillas, les gusta la vida en pareja.Akira es demasiado atractivo, las cosas comienzan bien; Pero Rigel y Vega siempre se la ingenian para sabotear todo.... Solo son felices cuando están solas con su padre...

Y al poco tiempo llegó Sirius...Tan preciosa como la otra...




Parte II.

A la bellísima enfermera Ito Yui,no le gustaba



Explicar porque abandonó Tokyo por el aburrido pueblo de Misato,eso era muy largo de explicar

el  Contrato gubernamental bien pagado en zona rural (vivienda gratis + bono de 2-5 millones de ¥). Le permitía  Pagar rápido la deuda de la universidad y ahorrar mucho dinero. 
Adicional estaba "Quemada"  del estrés y los grandes hospitales de Tokio. 
Logró comprar baratísima una akiya (casa vacía) de la familia. 
Si tenía suerte,  Encontraria  pareja (médico rural, agricultor joven, etc.). Para criar hijos en naturaleza y espacio. 
Ya casi su Salud mental estaba lista, su sueño hecho realidad : escapar de la depresión y ansiedad de la gran ciudad. 
-Y realmente eran muy buenas las  Subvenciones I-turn/U-turn de la prefectura.Pir lo tanto ella era la definición exacta que definía a todas 
Las Enfermeras fugitivas al INAKA  = campo profundo en japonés).
Y por último su logro más reciente con su 
Sueldo en zona rural profunda 2025: - Base: 330.000–380.000 ¥/mes - Extras + guardias: +80.000–120.000 ¥ - Vivienda gratis o 10.000 ¥/mes → ahorra fácil 250.000–300.000 ¥ al mes - Bono inicial de instalación: 2–4 millones de yenes (muchas prefecturas lo dan) lo que le permitió comprar sin menor esfuerzo su adorado
Suzuki Hustler híbrido 2025, beige,




con las llantas negras bajo perfil opcionales y un peluche de Rilakkuma colgando del retrovisor. Pagado en efectivo con el bono de instalación + 8 meses de ahorro. Ella Lo lava los domingos que tenía libre en la gasolinera del pueblo y le pone stickers de gatos en la luneta trasera. Estaba enamorada de su flamante adquisición hasta que en un turno de madrugada apareció Akira Kurogane con sus dos hijas con fiebre.
Ella se descontroló apenas lo vio. Ese hombre tan fabulosamente bello, con ese aire entre asustado,perdido,vestido tan sencillamente y que cada tiempo aparecía con una niña preciosa.... Con esa intuición tan profunda que tienen las mujeres, no sabía cómo ni cuando, Pero comprendido qué llegaría el día en que haría profunda,depravadamente y apasionadamente el amor con el, muchísimas veces... Y con una hijas tan bellas no cabría duda que ella se embarazaria .Semejante pensamiento la hizo reir.



En poco tiempo Akira Ya tenía 4 hijas. Las pruebas de ADN confirmaban que eran absolutamente de el, y la otra parte un ADN muy normal, sin ningún disturbio genético, sin registro en ningún sitio médico y la explicación extravagante y en medio de divagaciones que daba el padre " ella era una nómada digital" "venía cada cierto tiempo", "estaban muy enamorados, Pero ella a veces trabajaba en una torre petrolera,luego era chef en restaurant", todos sabían que era obvio que era mentira, Pero no podían hacer nada.Akira era decente, pulcro, cuidaba con pasión a sus hijas y a ella le encantaba ese hombre,cuando no tenía lentes y su aspecto súper casual no "cuadraba" con el amoroso padre que el era.




#@#@##@@# 

Pasaron 16 meses...

¡



Misato-chō, prefectura de Shimane
Temperatura: 3°C.
Silencio absoluto.

Ito Yui poco a poco había desmontado la desconfianza de Akira, estaban ahí ahí.... OTRAS dos niñas, gemelas ,Polaris y Altair..

 muy rápidamente crecian y parecían todas tener la misma edad y peso, el mismo color de piel,blanco casi translúcido, los mismos ojos gris metálico,y el cabello color morado ..

#@#@

Ito había estado en la playa, luego atendió a una anciana que vivía sola en la carretera, estuvo ayudando en el parto de una yegua... Tenía que llegar a casa,dormir un par de horas e iniciar un turno de 12 horas. Ayudaría a la doctora en un parto de una primeriza de 39 años.!39 años!.

La Suzuki Hustler híbrida estaba con el tanque casi vacío rodaba por la serpenteante y solitaria carretera.

 Ito Yui ,Ojos pesados. Labios secos. La luz blanca del combini brillaba como un faro triste en el medio del campo.Ahi estaba la vieja gasolinera.

-- justo a tiempo--

Solo había un empleado dentro, joven y somnoliento.
Ella miró el reloj: 2:34 a.m.
Peligrosa hora en Japón. La hora donde los muertos aún no duermen, y los vivos ya no piensan.

—Solo cargó gasolina y me voy... —susurró.

Cuando cerró el tanque y se disponía a entrar al auto…

se escuchó el atronador sonido que se acercaba...
Motores. Múltiples.
Rugidos de escape modificados. Un eco metálico sobre el asfalto mojado.

Bōsōzoku.





Varios adolescentes. Cabello teñido, chaquetas largas, cascos bajo el brazo. Riendo. Olor a cigarrillos, lubricante de moto y adrenalina.

—¿Hora de paseo, enfermerita? —dijo uno.
Otro se acercó con una sonrisa torcida:
—A esta hora… estás sola. Muy sola.Afortunadamente llegamos a tiempo para cuidarte bien-- dijo sarcástico uno de ellos ,recalcando las últimas palabras,tratando tocarla.

Yui retrocedió. Intentó hablar. Su voz falló.

El empleado del combini vio todo…
…y bajó la cortina metálica.
La dejó sola.

Los Bōsōzoku la rodearon.
Uno tomó su muñeca. Otro tocó su cabello.
—皮膚きれいだな… (Qué piel tan bonita…)
—東京から来たの? (¿Vienes de Tokio?)
Risas. Inmadurez. Violencia infantil. Lo peor de Japón.

Ell entro a su auto.Los tipos empezaron a golpear el auto,. Uno le dió un abrazo al vidrio partiendo el parabrisas  cuando intentaron abrir la puerta de su auto…

la temperatura bajó.
Todo se congeló sin explicación.
Hacia frío , Pero a todos el aliento salió blanco como humo.

Los adolescentes sintieron algo.
Algo que no podían nombrar.

Algo no humano.

Uno dijo temblando:
—なんだ…これ…? (¿Qué…es…esto?)

Entonces la luz del poste eléctrico parpadeó.
Y por un segundo —solo uno— la sombra apareció sentada detrás de Ito Yui.

Cabello violeta. Ojos plateados. Sonrisa imposible.
Una niña… de tres años. Descalza.Sentada ahi
No debía estar allí.
No hay manera de que haya llegado allí.

Era la tercera.Antares
!Pero!… ¿cómo?
¡Estaba durmiendo en casa!


--- Hey. Miren, yo sabía que habías traído la hija que me distes-- se dirigio a Yui-- Es tiempo que tengamos otra.

Todos rieron torvamente

Cuando el mayor de los Bōsōzoku quiso tocarla—
Ella lo miró. Solo eso.

La puerta trasera de la camioneta se abrió, Yui paralizada contemplaba la escena

El hombre se agarró desesperado el cuello, buscando respirar.Y cayó de rodillas.
No por miedo.
Por sumisión. La niña lo miraba con curiosidad analítica, los otros trataban de huir y no podían.

El hombre sin poder hablar  se orinó. Del terror.

Los otros cinco trataban inútilmente de huir... uno extrajo una navaja... se acuchilló múltiples veces, el otro termino de convulsionar, el restante corrieron por la carretera, la atravesaron y saltaron al vacío sin mirar atrás. 
Yui estaba paralizada. No podía respirar de panico.

Antares caminó dos pasos hacia ella. Descalza. Sin frío.La miró desde la ventanilla, parada al lado afuera del auto.
Le tomó la mano. Su piel era tibia. Como un sol pequeño.

Sus ojos se pusieron violeta profundo.

—Papá dice que hoy no debes morir.Se que le gustas.Debes pedir permiso.El le pertenece a nuestra madre —dijo Vega con voz tranquila y luego susurro—.
Aún no es tu momento.Pero es muy peligroso enfadar a nuestra madre.

Yui lloró en silencio.
Apretó la mano de la niña como si fuese lo único real en el mundo.

El poste de luz volvió a brillar. 
No quedó rastro de ella.  las  motocicletas derribadas en el puso
El cadáver del delincuente a un costado de su auto

Solo estaban ellas dos.
Y el sonido del viento entre los arrozales.

Yui entendió que esa niña… no era humana.Ahora estaba segura...


Despertó. Estaba en la casa de Akira..Todas las niñas la miraban.Todas iguales.





-- Cómo llegué aquí?

-- Llegastes de madrugada. Afortunadamente estaba despierto,trancando las ventanas.. Tenias una fiebre galopante









Continuara....


















domingo, 19 de octubre de 2025

EDMEE Cap 1y 2

Novelas Por Capitulos

La Precuela de CAMILA de LA FUENTE


Introducción: El Despertar de un Idealista.




Camila miró con nostalgia el atardecer del llano.Mañana en la madrugada iniciaría el viaje que la llevaría al puerto de San Fernando para navegar por todo el Orinoco hasta Port Spain y de ahí a Londres,acompañando a su padre Camilo de La Fuente. Recordaba cuando en el amplio pasillo exterior de la casa principal de su hacienda  Rosa Negra, su abuela Edmee le contaba historias de su juventud....


I


En el corazón de la tumultuosa Latinoamérica del siglo XIX, una era marcada por la inestabilidad política, las luchas de poder y una profunda brecha social, emerge la figura de Rafael Ignacio de la Fuente. Hijo único de una de las familias terratenientes más acaudaladas y respetadas de la región, Rafael encarna la paradoja de su tiempo: un joven nacido en  cuna dorada, educado en las mejores universidades europeas, con un intelecto agudo y una sensibilidad artística, toca piano, canta lirico, baila excelente, próximo a establecer relaciones con cualquiera de las aristocráticas jóvenes de sociedad, pero profundamente atormentado por la miseria y la ignorancia que observa a su alrededor en los pueblos y ciudades. 

Su hogar, la vasta Hacienda "Rosa Negra ", es un oasis de prosperidad en un mar de pobreza, un contraste que agudiza su conciencia social.




II

Rafael, a sus veinticinco años, es un hombre de una belleza clásica, con rasgos finos, sus finos lentes,ojos penetrantes que reflejan una inteligencia vivaz y una melena oscura que cae sobre su frente, da la imagen de un frágil y romántico poeta europeo.



 Su porte elegante y su oratoria pulcra lo distinguen, pero es su alma inquieta, su constante búsqueda de significado más allá de la opulencia, lo que lo define. 
A diferencia de sus pares, que se contentan con la vida de lujos y el mantenimiento del statu quo, Rafael se sumerge en los textos de los pensadores ilustrados, soñando con una sociedad más justa, equitativa y educada, e inspirado por el término de la guerra civil de USA y los pensadores europeos de la epoca
  • Filósofo y político ruso, se convirtió en una de las figuras más importantes del anarquismo en el siglo XIX y fue un rival político de Marx. 
  • Político y filósofo alemán, fue el fundador del Partido Socialdemócrata Alemán en 1863 y un precursor de la socialdemocracia. 
  • Otro pensador influyente, su obra "Qué es la propiedad" (1840) es una de las más importantes del socialismo. Se le considera uno de los fundadores del anarquismo moderno y fue un crítico de Marx. 
  • Filántropo y socialista inglés, defendió la reforma social y el cooperativismo. Fue un defensor de la democracia y la propiedad colectiva. 
  • Filósofo y economista francés, propuso una sociedad basada en comunidades pequeñas llamadas falansterios, donde las personas podrían desarrollar sus talentos y vivir en armonía. 
  • Filósofo y economista francés, se le considera el padre del socialismo utópico y un pionero de la sociología. Propuso una sociedad organizada por industriales y expertos que debían dirigir la economía y la sociedad. 


Estas lecturas, prohibidas en muchos círculos conservadores, alimentan su descontento con la oligarquía a la que pertenece y lo empujan hacia un idealismo peligroso.


Sus conversaciones con su padre, Don Alejandro de la Fuente, un hombre de principios férreos y una visión pragmática del mundo, son frecuentes y a menudo tensas. Don Alejandro, aunque un terrateniente justo y preocupado por el bienestar de sus peones, cree firmemente en el orden establecido y desconfía de cualquier movimiento que amenace la estabilidad.
 "La pobreza siempre ha existido, hijo", le diría con voz grave, "y la ignorancia es una elección de quienes no quieren ver la luz. Nuestro deber es mantener el orden y la prosperidad de nuestra casa, que paga impuestos, crea productos de calidad, ayuda a los ancianos y huérfanos , da trabajo y sustento a muchos."

 Pero Rafael no puede aceptar esa resignación. Él ve la pobreza no como una elección, sino como una condena impuesta por un sistema injusto, y la ignorancia como el grillete que mantiene al pueblo subyugado.

La madre de Rafael, Doña Isabel, una mujer de delicada belleza y profunda fe, se debate entre el amor por su hijo y el temor por su seguridad. Intenta mediar entre padre e hijo, pero en el fondo, comprende la nobleza de los ideales de Rafael, aunque no compartia sus planes que no lograba visualizar del todo. Sus esperanzas es que Laura Arévalo ,la bella hija de los Arevalo ,los dueños de la mina de oro de la sierra azul logré conquistar a su hijo. Ella los ha visto charlar, los ha visto bailar en sus frecuentes viajes a la capital...Si se logra el matrimonio, esas ideas calenturientas dejarán de acosarlo.

La hacienda, con sus campos de café y caña de azúcar, su amplia ganadería, su central azucarero y productora de quesos, sus peones trabajando bajo el sol inclemente, y sus noches iluminadas por el canto de los grillos, se convierte en el escenario de la creciente disonancia entre la vida que Rafael lleva y la que anhela. Anhela una sociedad de oportunidades, dónde las muchachas puedan leer y escribir, dónde haya medicinas y alimentos para todos, dónde los huérfanos y lisiados tengan cuidados, donde se les pague a los empleados y obreros.

La chispa que enciende la decisión de Rafael llega con las noticias de un alzamiento en armas en las regiones más remotas y empobrecidas del país. Un general carismático, Luis Felipe Ortiz Padre, ha levantado la bandera de la revolución, prometiendo tierra, libertad y justicia para los desposeídos. Sin embargo, el lema que acompaña a este movimiento es espeluznante: "Muerte a los ricos, muerte a los blancos y a todo  que sepa leer y escribir". Este grito de guerra, brutal y excluyente, debería haber repelido a Rafael, pero su desesperación por el cambio y su convicción de que sólo una sacudida violenta podría derribar las estructuras opresoras, lo llevan a una conclusión arriesgada: quizás el lema es  una estrategia para galvanizar a las masas, y que detrás de la retórica se esconde un verdadero deseo de redención social.

III


Con el corazón dividido entre el amor a su familia y su inquebrantable idealismo, Rafael toma la decisión más trascendental de su vida. Una noche, bajo el manto de una luna menguante, deja una carta a sus padres, explicando su partida y su esperanza de un mundo mejor. Se despoja de sus ropas finas, se corta el cabello y, con una mezcla de miedo y determinación, se une a las filas de los alzados en armas. Su partida no es solo un acto de rebeldía, sino un salto al vacío, una renuncia a su identidad y a su futuro preestablecido, todo en aras de una causa que, en su ingenuidad, cree justa y noble.


Capitulo 2


EDMEE




 tenía un destino marcado desde que nació.Su madre Petra María una de las ordeñadoras de la hacienda Rosa Negra estaba muy enferma.Una vida de trabajo desde las 3 am hasta las 5 de la tarde de Domingo ngo a domingo traía consecuencias.Y por eso ella a sus 27 años tomó silenciosamente la labor de su madre, ordeñar de 3 AM a 6 am, luego junto con las otras a hacer quesos y mantequilla, a las 9 am preparar la comida de los agricultores y obreros, de 1 a 3 pm lavar los platos y ollas. A veces le tocaba barrer en la casa de los señores y ahí le sucedió lo que nunca esperaba. Vio al joven heredero Rafael de la Fuente. Mayor pecado, mayor ofensa, lo prohibido, verlo la ponía roja como un granate, no se atrevía a mirarlo de frente y no lograba articular palabras cuando lo veía.Lloraba por su madre enferma, no se engañaba por lo que sucedería.Tambien lloraba por ella misma. No.podia ni siquiera suponer que el le hablaría.Estaba perdidamente,obsesionada mente,enloquecidamente,irremediablemente enamorada de lo mas imposible de todo lo imposible.Lo sabía y entendía,estaba enamorada de Rafael de la Fuente.

Acto I: El Idealismo y la Llama de la Revolución
Capítulo 1: La Deserción y el Nuevo Mundo


Rafael Ignacio de la Fuente, ahora simplemente "Rafael", se adentra en un mundo que hasta entonces solo había conocido a través de relatos y estudios. La transición es brutal. El lujo y la comodidad de su hacienda son reemplazados por la dureza de la vida en la selva: noches frías, comidas escasas,caminar por senderos eludienye a la "peste" como se denominaban a las tropas del gobierno, caminar por pueblos pobres, ver gente enferma tirada a las orillas de los caminos, haciendas incendiadas, cadáveres desnudos de mujeres,víctima de la violencia brutal de los hombres, nadie era inocente en esta guerra.




Y así el joven y apuesto Abogado se presentó ante el caudillo Luis Felipe Ortiz ,quien no pudo ocultar su asombro y sorpresa al ver al joven



-- Dr de la Fuente.Esto si es una sorpresa.
-- Vengo a incorporarme a sus ordenes si usted me lo permite.
-- Tu padre sabe de esto?
-- Si.
-- Está de acuerdo?
-- Absolutamente No.
-- Entiendo.Aqui todos son necesarios.Le prevengo.No estamos jugando.Estamos en una guerra para salvar al pueblo de tantas desigualdades. 
-- Por eso estamos aquí.
-- Pues hay una disciplina Una cosa es las fiestas en las haciendas de Chacao y otra cosa es aquí.
-- Lo entiendo.
-- Dr de la Fuente En firmes-- ordenó el General, parándose y contemplando al hijo de Isabel.Isabel, la bella Bogotana que originó la enemistad a muerte entre Alejandro de la Fuente y Luis Felipe Ortiz Padre.
-- Capitán Rafael de la Fuente,Venga conmigo.-- ordenó el recio General, le voy entregar sus tropas.
Así lo hicieron y Rafael de la Fuente Recibió su destacamento







Y Así comenzó el brutal cambio de ambiente, la constante amenaza de enfermedades y la disciplina férrea del campamento revolucionario. Sus manos, acostumbradas a plumas y libros, ahora empuñan un rifle.



#$#@####$

 Su intelecto, sin embargo, no pasa desapercibido. Su capacidad para organizar, su elocuencia y su conocimiento de tácticas militares (adquirido en sus lecturas) rápidamente lo elevan en el escalafón. El General Luis Felipe Ortiz Padre, un hombre perspicaz a pesar de su brutalidad, reconoce el valor de tener a un "rico y culto" de su lado, usándolo como prueba de que incluso la élite se une a su causa. 

Rafael de la Fuente se convierte en uno de los generales de Lejos Felipe Ortiz , un cargo que le otorga autoridad, pero también lo expone a la cruda realidad de la revolución.

$#@$$#@
Por su parte en la hacienda la alegría se esfumó.
La marcha del joven trajo un manto de silencio.Para Edmee la vida paso del día a  la noche,su madrePetra María murió y la enterraron bajo un aguacero,y para agrandar más aún la puñalada de su pena,Rafael de la Fuente se marchó.Ella sólo se conformaba con verlo, inclusive en su ingenuidad y simple pensamiento sabía que se casaría con una de las frágiles y bellas señoritas de sociedad.Pero irse a la guerra le destrozaba el alma Y sin pensar más, a media noche y en luna negra se fue a buscarlo.Sabia que el estaba con el líder de los pobres,el luchador por la igualdad,el General Luis Felipe Ortiz.Pues allá ella iría..Nadie podía impedirle estar cerca de el,así sea para verlo.




Continuara








Hola amigos estamos presentando este #romanceparanormal titulado ENEIDA. Ya tienes tiempo leyendo nos, y estamos seguros que este trabajan también será de tu interés, léelo en el enlace







La novela Edmee continua en el siguiente enlace



sábado, 30 de agosto de 2025

Yorlett, Capitulo 7 y 8

Novelas Por Capitulos
Viene del Capitulo 5 y 6

# Capítulo 7: Los Seguidores

El todoterreno avanzaba por la carretera que conectaba Adelaida con el interior del continente, adentrándose cada vez más en el territorio de Nankurunaisa. Yorlett observaba el paisaje a través de la ventanilla, viendo cómo la vegetación se volvía gradualmente más escasa, dando paso a la vastedad rojiza del desierto australiano.

Kira conducía en silencio, su rostro tenía una máscara de concentración. En el asiento trasero, una anciana aborigen de piel curtida por el sol y el tiempo permanecía con los ojos cerrados, aunque Ella dudaba que estuviera durmiendo.

Amara  había aceptado acompañarlas en este peligroso viaje de regreso al corazón del desierto sin hacer preguntas, como si hubiera estado esperando esta llamada. Cuando Kira la había contactado, su única respuesta había sido: “Ya era hora.”

“¿Cuánto falta?”, preguntó Yorlett, rompiendo el silencio que se había instalado en el vehículo desde hacía horas.

“Llegaremos a Coober Pedy al anochecer,” respondió Kira. “Pasaremos la noche allí y continuaremos mañana hacia el Gran Desierto del norte.”

--Hay varios territorios aborígenes.

--No todos nos ayudaran.Le tienen  miedo a Nankurunaisa. Estaremos dos días descansando en Alice Spring luego seguiremos hasta el desierto de Tanami. Ahora es que falta carretera

Yorlett  asintió, sintiendo cómo la ansiedad crecía en su interior a medida que se acercaban a su destino. El colgante de protección contra su pecho parecía más pesado, más caliente, y la marca en su muñeca pulsaba con un ritmo que se aceleraba sutilmente.

“Él sabe que vamos,” dijo, más una afirmación que una pregunta.

“Por supuesto que sabe,” respondió Amara desde el asiento trasero, abriendo los ojos por primera vez en horas. “Ha estado esperando este momento desde que escapaste.”

La anciana se inclinó hacia adelante, sus ojos oscuros fijos en Yorlett con una intensidad que resultaba casi física.

“La pregunta no es si sabe que vamos,” continuó, “sino qué está haciendo para prepararse.”

Un escalofrío recorrió la espalda de Yorlett.

“¿Crees que intentará detenernos?”

Amara emitió un sonido que podría haber sido una risa, aunque carecía completamente de humor.

“No, niña. No intentará detenerte. Intentará asegurarse de que llegues exactamente donde él quiere. Quiere demostrarnos que su poder espiritual  sexual sobre ti es indetenible”

El silencio volvió a caer sobre el vehículo, más pesado que antes. Yorlett  miró por la ventanilla, observando cómo el sol comenzaba su descenso hacia el horizonte. Pronto sería de noche, y con ella, vendría la constelación de Orión.


Coober Pedy era un pueblo minero único, conocido por sus viviendas subterráneas excavadas en la roca para escapar del calor extremo del desierto. Kira había reservado habitaciones en uno de estos “dugouts”, como los llamaban localmente, un hotel parcialmente subterráneo que ofrecía un refugio fresco y oscuro del implacable sol australiano.

Mientras se registraban, Yorlett notó las miradas curiosas que recibían de los pocos huéspedes presentes en el vestíbulo. No era de extrañar. Debían presentar una imagen peculiar: una antropóloga de ascendencia mixta, una artista latina visiblemente nerviosa, y una anciana aborigen tradicional que parecía fuera de lugar en el entorno moderno del hotel.

“No mires a nadie directamente a los ojos,” murmuró Amara mientras se dirigían a sus habitaciones. “No todos aquí son lo que parecen.”

Yorlett frunció el ceño, confundida.

“¿Qué quieres decir?”

“Nankurunaisa tiene seguidores,” explicó la anciana. “Humanos que lo veneran, que hacen su voluntad en este mundo a cambio de pequeñas migajas de poder.”

“¿Un culto?”, preguntó , sintiendo que su ansiedad aumentaba.

“Varios, a lo largo de los siglos,” respondió Amara. “Algunos más organizados que otros. Algunos conscientes de a quién sirven realmente, otros engañados con promesas de conocimiento esotérico o riqueza material.”

Kira, que caminaba delante de ellas, se detuvo frente a una puerta y la abrió con la tarjeta magnética que les habían entregado en recepción.

“Entren rápido,” dijo, su voz tensa. “No me gusta cómo nos mira el hombre de la recepción.”

Una vez dentro de la habitación, una suite espaciosa excavada en la roca rojiza, Kira cerró la puerta con llave y comenzó a dibujar símbolos de protección alrededor del marco con un trozo de ocre que sacó de su bolsillo.

“¿Crees que hay seguidores de Nankurunaisa aquí?”, preguntó Yorlett, observando con inquietud cómo Kira sellaba metódicamente cada posible entrada.

“Es probable,” respondió la antropóloga sin dejar de trabajar. “Coober Pedy está en el borde del territorio tradicional de la vasta extensión que son sus dominios. Erróneamente la gente cree que nada más gobierna en el desierto de Tanami.. Y es que este es un lugar de paso obligado para cualquiera que se dirija al interior del desierto.”

Amara sentándose  en uno de los sillones de la sala, sacando de su bolsa diversos objetos: pequeñas bolsas de tela con hierbas, piedras pulidas con símbolos grabados, un frasco con un líquido oscuro.

“Prepararemos protecciones adicionales esta noche,” dijo la anciana. “El ritual que realizaremos mañana requerirá toda nuestra fuerza y claridad mental.”

Yorlett  se acercó a la única ventana de la habitación, una abertura estrecha cerca del techo que daba a la calle principal del pueblo. El sol casi había desaparecido, y las primeras estrellas comenzaban a asomarse en el cielo crepuscular.

“¿Qué ritual exactamente?”, preguntó, volviéndose hacia Amara. “Kira mencionó algo sobre romper el vínculo, pero no explicó cómo.”

La anciana la miró largamente antes de responder.

“No es tan simple como ‘romper un vínculo’,” dijo finalmente. “Lo que él ha creado contigo es más complejo, más… fundamental.”

“¿Qué quieres decir?”

“La marca que llevas,” Amara señaló hacia la muñeca de Yorlett, “no es solo una señal de posesión o un canal de comunicación. Es una reescritura parcial de tu esencia, un injerto de su naturaleza en la tuya.Es simplemente un matrimonio de paso ya consumado varias veces”

Yorlett sintió que el suelo se movía bajo sus pies. Se dejó caer en una silla, intentando procesar lo que acababa de escuchar.

“¿Estás diciendo que ya no soy… humana?”

“Sigues siendo humana,” intervino Kira, que había terminado de sellar la puerta y ahora trabajaba en la ventana. “Pero con algo adicional. Como una mutación, por usar un término científico.”

“No es una mutación,” corrigió Amara con un tono de leve irritación. “Es una transformación espiritual. Un cambio en el nivel más profundo de tu ser.”

“¿Se puede revertir?”, preguntó , la voz apenas un susurro.

Amara y Kira intercambiaron una mirada que no auguraba nada bueno.

“No exactamente,” respondió finalmente Amara. “No se puede ‘deshacer’ lo que ya ha sido hecho. Pero se puede redirigir, reconfigurar.”

“¿Qué significa eso?”

“Significa,” explicó la anciana, “que el ritual que realizaremos no eliminará la conexión con Nankurunaisa, sino que cambiará su naturaleza. De un vínculo de posesión a uno de coexistencia equilibrada.”

Ella  intentaba entender las implicaciones de lo que estaba escuchando.

“¿Seguiré sintiendo su presencia? ¿Seguirá intentando poseerme?”

“Sentirás su presencia, sí,” confirmó Amara. “Pero no como una amenaza, no como una invasión. Más como… un conocimiento distante. Una consciencia separada que existe en paralelo a la tuya, sin intentar dominarla.”

“¿Y él aceptará eso?”, preguntó , escéptica. --“¿Renunciará a sus intentos de poseerme completamente?”

La sonrisa de Amara era sombría.

“No tendrá elección. El ritual, si tiene éxito, establecerá un equilibrio que ni siquiera él podrá romper sin destruirse a sí mismo en el proceso.”

“¿Y si falla?”

El silencio que siguió a su pregunta fue respuesta suficiente.

Kira terminó de sellar la ventana y se unió a ellas, sentándose en el suelo junto a los objetos que Amara había dispuesto.

“Deberíamos comenzar los preparativos,” dijo. “La noche será larga, y necesitamos estar listas antes del amanecer.”

Amara asintió, extendiendo una tela ceremonial sobre la mesa baja de la sala. Sobre ella, comenzó a colocar los diversos objetos que había traído, disponiéndose en un patrón que  no reconocía pero que parecía seguir alguna lógica interna.

“Yorlett,” llamó la anciana, “necesito ver la marca otra vez.”

Con cierta reticencia, Yorlett se arremangó, revelando el patrón estelar grabado en su muñeca izquierda. Bajo la luz artificial de la habitación, parecía menos impresionante que bajo la luz de las estrellas, pero aún emanaba una extraña energía que podía sentirse más que verse.

Amara estudió la marca sin tocarla, sus ojos entrecerrados en concentración.

“Ha evolucionado,” murmuró finalmente. “Desde la última vez que la vi.”

“¿Qué quieres decir?”, preguntó , alarmada.

“Los patrones son más complejos, más… completos.” La anciana señaló hacia ciertas líneas que conectaban los puntos principales del diseño. “Estas conexiones no estaban antes. Indica que el vínculo se ha fortalecido, a pesar de tus esfuerzos por bloquearlo.”

 Sintió un escalofrío. A pesar de huidas constantes, de rituales de protección, de amuletos y barreras, Nankurunaisa había seguido infiltrándose en su ser, extendiendo su influencia de manera casi imperceptible.

“¿Es demasiado tarde?”, preguntó, el miedo evidente en su voz.

Amara negó con la cabeza.

“No, pero estamos cerca del punto de no retorno. Si el vínculo se completa…” Dejó la frase sin terminar, pero su expresión comunicaba la gravedad de tal posibilidad.

“¿Qué necesito hacer?”, preguntó , determinada a pesar de su miedo.

“Esta noche, realizaremos un ritual de purificación y fortalecimiento,” explicó Amara. “Para preparar tu espíritu para lo que vendrá mañana.”

Sacó el frasco con líquido oscuro y lo destapó. Un aroma intenso, mezcla de eucalipto, tierra húmeda y algo más primitivo, inundó la habitación.

“Esto es sangre de la tierra,” dijo, vertiendo unas gotas del líquido en un pequeño cuenco de cerámica. “Resina de árboles antiguos mezclada con agua de manantiales sagrados. Te purificará y fortalecerá contra la influencia de Nankurunaisa durante la noche.”

Añadió al cuenco algunas de las hierbas de las bolsitas y una pizca de polvo de una de las piedras grabadas. Con un pequeño palo de madera, mezcló la preparación hasta que adquirió una consistencia pastosa.

“Extiende tu brazo,” indicó a Yorlett

Cuando la muchacha  obedeció, Amara comenzó a aplicar la mezcla alrededor de la marca, formando un círculo que la encerraba completamente sin tocarla directamente.

“Esto creará una barrera temporal,” explicó mientras trabajaba. “No bloqueará completamente su influencia, pero la debilitará lo suficiente para que puedas descansar esta noche.”

Ella observaba fascinada cómo la mezcla parecía absorber la luz, creando un anillo de oscuridad alrededor de la marca brillante.

“¿Por qué me ayudas, Amara?” preguntó súbitamente. “La primera vez que nos encontramos, me diste el colgante de protección y me enseñaste algunos rituales básicos. Ahora estás arriesgando tu vida para ayudarme a enfrentar a Nankurunaisa. ¿Por qué?”

La anciana continuó su trabajo sin levantar la mirada.

“Porque conozco el precio de la inacción,” respondió finalmente. “Porque he visto lo que sucede, logra completar su objetivo.”

Algo en su tono hizo que Ella  sintiera un escalofrío.

“¿Conociste a alguien más que fue marcado?”, preguntó, aunque ya sospechaba la respuesta.

Amara asintió lentamente.

“Mi hermana Madeleine, Éramos tres hermanos ,2 hembras y el mayor mi hermano Djalu “ dijo, su voz apenas un susurro. “Hace muchos años. Ella también llamó la atención de Nankurunaisa. También llevó su marca.”

“¿Qué le pasó?" ¿Cómo es posible?. Yo conocí a Djalu en mi primera vez que ví a Nankurunaisa 

La anciana terminó de aplicar la mezcla y se recostó en su asiento, sus ojos fijos en un punto distante, como si mirara a través del tiempo.

“Al principio, parecía un regalo,” comenzó. “Desarrolló habilidades que nadie más en nuestra comunidad poseía. Podía predecir eventos antes de que ocurrieran, encontrar agua donde nadie más podía, comunicarse con los espíritus ancestrales con una claridad que ni siquiera los ancianos más respetados lograban.”

Hizo una pausa, sus manos arrugadas apretándose los puños sobre su regazo.

“Pero gradualmente, comenzó a cambiar. Su personalidad, sus recuerdos, sus afectos… todo se fue transformando sutilmente. Hablaba de lugares que nunca había visitado como si los conociera íntimamente. Mencionaba eventos históricos como si los hubiera presenciado personalmente. Y sus ojos…” Amara se estremeció visiblemente. “Sus ojos comenzaron a cambiar de color, adquiriendo ese brillo dorado característico de Nankurunaisa.”

“¿Qué pasó con ella? Acaso es la misma Madeleine que yo conocía?” preguntó , aunque temía la respuesta.

“Una noche, durante una ceremonia bajo las estrellas, simplemente… desapareció,” respondió Amara. “Su cuerpo estaba allí, pero ella —la persona que había sido mi hermana— ya no estaba. En su lugar había algo más, algo que usaba su voz, su rostro, sus recuerdos, pero que no era ella.”

“Nankurunaisa,” murmuró Yorlett .

Amara asintió.

“Había completado la posesión. Había encontrado su ‘recipiente perfecto’, como lo llamaba. Un cuerpo humano con la sensibilidad espiritual necesaria para albergar su esencia sin destruirse en el proceso.”

“¿Qué hicieron?” preguntó Kira, que había estado escuchando en silencio.

“Los ancianos intentaron realizar un ritual de exorcismo,” respondió Amara. “Pero era demasiado tarde. El vínculo era demasiado fuerte, la transformación demasiado compleja.”

Sus ojos se llenaron de lágrimas que se negaba a derramar.

“Al final, ella —o lo que quedaba de ella— se internó en el desierto una noche y nunca regresó. Algunos dicen que ascendió a las estrellas, que se convirtió en parte de la constelación de Nankurunaisa. Otros, que aún vaga por el desierto, ni completamente humana ni completamente estelar, atrapada entre mundos.”

El silencio que siguió a su relato era denso, cargado de emociones.

“Lo siento,” dijo finalmente , sin saber qué más decir ante tal tragedia.-- creo que la vi. Era una muchacha policía de la Estatal del Territorio Norte. Nunca vi nada extraño en ella. Solo reconocí que no estaban bien las cosas al final. No sabía dónde está ahora. Estoy casi segura que todas las personas que estaban en N3NE no eran reales.Ahora  Estoy convencida  que solo era él y yo.

Amara la miró directamente, sus ojos ahora secos y determinados.

“No dejaré que eso te suceda a ti,” dijo con firmeza. “No está vez. No cuando tenemos la oportunidad de detenerlo. Y creo que estás en lo cierto.Es la verdad, En ese sitio 3NTE únicamente estabas tú con él.”

Se levantó, recogiendo los materiales que había usado.

“Descansa ahora,” indicó. “La barrera te protegerá durante unas horas. Mañana necesitarás toda tu fuerza.”

Mientras Yorlett  se retiraba a la habitación que compartiría con Kira, no pudo evitar pensar en la hermana de Amara, en cómo su historia podría fácilmente convertirse en la suya propia si fallaban en su misión.

La marca en su muñeca, ahora rodeada por el círculo de protección, parecía más apagada, menos invasiva. Pero Yorlett  sabía que era solo una ilusión temporal, un breve respiro antes de la batalla final.

Fuera, la noche había caído por completo, y la constelación de Orión brillaba sobre el desierto australiano, vigilante, expectante.


Yorlett  despertó sobresaltada en medio de la noche, sin saber qué la había arrancado del sueño. La habitación estaba en penumbra, iluminada solo por la tenue luz que se filtraba por la ventana.

Kira dormía profundamente en la cama contigua, su respiración era regular y tranquila. Nada parecía fuera de lugar, y, sin embargo,  sentía una inquietud creciente, como si algo o alguien la hubiera llamado. Sintió su clítoris duro de Excitación y se revolcó en la cama , ocultando su rostro en la almohada para callar el grito que emergio desde el más inconcebible placer,cuando sintió que venía incontrolable un orgasmo, uno, otro, otro más, hasta que quedó sollozando en medio de la cama, temblando de placer satisfecho.

Miró su muñeca. El círculo de protección que Amara había aplicado seguía intacto, pero la marca de Nankurunaisa pulsaba con un ritmo acelerado, como respondiendo a algún estímulo invisible.

Con cuidado de no despertar a Kira,  se levantó y se acercó a la ventana. El pueblo de Coober Pedy parecía dormir bajo el manto estrellado, las calles desiertas a esa hora de la madrugada.

Pero entonces lo vio. Una figura solitaria de pie en medio de la calle principal, mirando directamente hacia su ventana. Incluso a esa distancia, Ella  pudo distinguir el brillo dorado de sus ojos, reflejando la luz de las estrellas de una manera que ningún ojo humano podría.

No era Nankurunaisa,sino uno de sus seguidores, un humano parcialmente poseído que servía como sus ojos y oídos en el mundo físico.

La figura levantó una mano en un gesto que podría haber parecido un saludo, si no fuera por la amenaza implícita en cada movimiento. Luego, con deliberada lentitud, señaló hacia el oeste, en dirección al Gran Desierto de Victoria.

El mensaje era claro: te estoy esperando.

Yorlett  se apartó de la ventana, el corazón martillando en su pecho. Debería despertar a Kira y Amara, advertirles que habían sido descubiertos. Pero antes de que pudiera moverse, notó algo en el suelo de la habitación: una fina línea de arena roja que se deslizaba bajo la puerta, avanzando como una serpiente con voluntad propia.

La arena se detuvo en el centro de la habitación y comenzó a elevarse, formando una columna que gradualmente adquirió una silueta vagamente humanoide.

“Yorlett ,” susurró la figura de arena, con una voz que parecía provenir de todas partes y de ninguna. “Mi pequeña estrella fugitiva.”

Ella retrocedió hasta que su espalda tocó la pared. Quería gritar, despertar a Kira, pero su voz parecía haberse congelado en su garganta.

“No temas,” continuó la figura. “No he venido a hacerte daño. Solo a entregarte un mensaje.”

“¿Qué quieres?” logró preguntar , su voz apenas era audible.

La figura de arena inclinó lo que podría considerarse su cabeza, en un gesto casi humano.

“Quiero que sepas que te estaré esperando mañana,” respondió. “En el lugar donde todo comenzó. Donde me revelé a ti otra vez.”

“El campamento N3NE” murmuró Yorlett.

“Exactamente.” La figura pareció expandirse ligeramente, granos de arena brillante desprendiéndose y flotando en el aire como estrellas en miniatura. “Pero no vendrás sola, ¿verdad? Traerás a la antropóloga curiosa y a la anciana vengativa.”

Ella sintió un escalofrío. Nankurunaisa sabía exactamente quiénes la acompañaban y por qué.

“No importa,” continuó la figura, como si hubiera leído sus pensamientos. “De hecho, es apropiado. Testigos para lo que está por venir. Para la culminación de un ciclo que comenzó hace eones.”

“No funcionará,” dijo , encontrando una fuerza interior que no sabía que poseía. No era un enviado, había venido personalmente “No me convertiré en tu recipiente. No permitiré que me poseas.”

La risa de la figura de arena era como el susurro del viento sobre las dunas.

“Posesión,” dijo, repitiendo las mismas palabras que había usado en el sueño de Yorlett . “Un concepto tan limitado, tan humano. No busco poseerte, pequeña estrella. Busco completarte. Como tú me completarás a mí.”

La figura comenzó a desintegrarse, los granos de arena cayendo lentamente al suelo.

“Hasta mañana, Yorlett Emilia  Hernández hija de Isabel ” fueron sus últimas palabras antes de colapsar completamente. “Cuando finalmente aceptes tu destino.”

La arena quedó inmóvil en el suelo por un momento, y luego, como impulsada por una corriente invisible, se deslizó de vuelta bajo la puerta, desapareciendo tan misteriosamente como había llegado.

Ella se dejó caer al suelo, temblando. La marca en su muñeca ardía ahora, el círculo de protección de Amara parcialmente erosionado por la proximidad de la manifestación de Nankurunaisa.

Yorlett?” La voz somnolienta de Kira rompió el silencio. “¿Estás bien? ¿Qué haces levantada?”

 La miró, sorprendida de que no hubiera despertado durante el extraño encuentro. Pero entonces comprendió: la manifestación no había sido física, no completamente. Había sido una proyección, visible solo para ella, debido al vínculo que compartían.

“Nada,” respondió, forzando una calma que estaba lejos de sentir. “Solo necesitaba un vaso de agua.”

Kira la miró con sospecha, pero asintió y volvió a acostarse. En minutos, su respiración indicaba que había regresado al sueño.

Yorlett permaneció sentada en el suelo, su mente procesando lo que acababa de ocurrir. Él las estaba esperando. Sabía exactamente a dónde se dirigían y por qué. Lo que debería haber sido un plan secreto para romper su influencia se había convertido en una trampa potencial.

Pero, ¿qué alternativa tenían? No podían simplemente dar media vuelta y regresar. La marca seguiría evolucionando, el vínculo fortaleciéndose, hasta que fuera demasiado tarde.

Con determinación renovada,  se levantó y regresó a su cama. Mañana lo enfrentarían en su propio territorio, conscientes de que él las esperaba. No sería fácil, pero tampoco lo había sido el último año de su vida, huyendo constantemente, cambiando de identidad, viviendo en perpetuo miedo.

Era hora de que la persecución terminara, de una forma u otra.

Mientras cerraba los ojos, intentando recuperar algunas horas de sueño,  no pudo evitar preguntarse si la hermana de Amara había tenido pensamientos similares antes de sucumbir a la influencia del maligno ser . Si ella también había creído que podría resistir, que podría mantener su identidad frente al poder seductor de una entidad estelar.

Y si ella, Yorlett Hernandez , tendría más éxito donde otros habían fallado?.

Fuera, la constelación de Orión comenzaba su descenso hacia el horizonte occidental, como un cazador que se retira temporalmente, sabiendo que su presa no puede escapar.3


 Capítulo 8: El Diario Familiar

El amanecer encontró a Yorlett, Kira y Amara ya despiertas y preparando los últimos detalles para su viaje al corazón del desierto. Ninguna había dormido bien; la tensión de lo que estaban a punto de enfrentar pesaba sobre ellas como una nube de tormenta.

 No había mencionado la visita nocturna de Nankurunaisa. Algo le decía que tanto Kira como Amara ya sabían que él estaba al tanto de sus planes. Era el tipo de conocimiento que se reflejaba en miradas intercambiadas, en la meticulosidad con que revisaban cada objeto ritual, en el silencio cargado que llenaba la habitación.

Mientras Kira cargaba el todoterreno con sus pertenencias y los materiales para el ritual, Amara tomó a Yorlett  del brazo, guiándola a un rincón apartado de la habitación.

“Tengo algo para ti,” dijo la anciana, extrayendo de su bolsa un paquete envuelto en tela roja. “Algo que debería haberte entregado hace mucho tiempo.”

Ella tomó el paquete con curiosidad. Al desenvolverlo, descubrió un libro antiguo, su cubierta de cuero gastada por el tiempo y el uso. No tenía título visible, solo un símbolo grabado que reconoció inmediatamente: la misma constelación que marcaba su muñeca.

“¿Qué es esto?”, preguntó, pasando los dedos por el símbolo con una mezcla de fascinación y aprensión.

“El diario de tu abuela,” respondió Amara. “ Me lo confió antes de regresar a México, hace más de cuarenta años. Me pidió que lo guardara hasta que fuera necesario, hasta que otra de su linaje necesitará la sabiduría que contiene.”

Yorlett miró el libro con asombro renovado. Nunca había sabido que su abuela llevaba un diario, mucho menos uno relacionado con su experiencia con Nankurunaisa.

“¿Por qué no me lo diste antes?” preguntó, sin acusación en su voz, solo curiosidad.

Amara suspiró, sus ojos reflejando el peso de decisiones pasadas.

“Porque esperaba que nunca lo necesitarás,” respondió con honestidad. “Porque parte de mí quería creer que el ciclo se había roto con Isabel, que Nankurunaisa no buscaría a otra de su familia.”

La anciana señaló el libro.

“Pero cuando apareciste en mi puerta hace un año, con su marca en tu muñeca y el terror en tus ojos, supe que el ciclo continuaba. Aún así, te di solo lo mínimo necesario para mantenerte a salvo: el colgante, algunos rituales básicos de protección. Pensé… esperaba que fuera suficiente.”

“¿Por qué no me dijiste toda la verdad entonces?”, preguntó Yorlett, hojeando las primeras páginas del diario, escritas en la letra elegante y precisa que recordaba de su abuela.

“Porque la verdad completa es una carga pesada,” respondió Amara. “Y porque hay conocimientos que solo deben compartirse cuando la persona está preparada para recibirlos… Todo está tan claro que no entiendo como no te has dado cuenta.

-- No entiendo.

-- Tu abuela indígena de México,su compañero que encontró aquí. El padre de Isabel, Djalu… Mi hermano..Tu abuelo. Por eso te reconoció al verte. Tu abuelo en espíritu para cuidarte.

La revelación la hizo llorar. Entendió la magnitud de su pecado.

Ella  asintió, comprendiendo los círculos del destino.. Después de todo, ¿No había hecho su propia abuela lo mismo con ella? Preparándola sutilmente a través de historias y canciones, sin revelarle nunca directamente el peligro que podría enfrentar algún día.

“¿Crees que estoy preparada ahora?”, preguntó, cerrando el diario.

La sonrisa de Amara era triste pero determinada.

“No tenemos elección,” respondió. “El tiempo se acaba. Nankurunaisa está más cerca de completar el vínculo de lo que me gustaría admitir. Necesitarás todo el conocimiento disponible para lo que enfrentaremos hoy.”

 Guardó el diario en su mochila, prometiéndose leerlo durante el viaje. Si su abuela había enfrentado  y había escapado, quizás sus palabras contendrían la clave para que ella hiciera lo mismo.


Varios días despues…

El todoterreno avanzaba por caminos cada vez más precarios, adentrándose en regiones del desierto que rara vez veían visitantes humanos. Kira conducía con la concentración de quien conoce los peligros del terreno, mientras Amara murmuraba ocasionalmente indicaciones, guiándolas por rutas que no aparecían en ningún mapa.

En el asiento del pasajero, Yorlett leía el diario de su abuela, absorta en un relato que parecía un reflejo distorsionado de su propia experiencia.

12 de marzo, 1978

Hoy lo vi de nuevo. El hombre de ojos dorados. Estaba de pie en la cima de una duna, observándome mientras yo fotografiaba las formaciones rocosas para mi tesis. No se acercó, pero tampoco necesitaba hacerlo. Podía sentir su mirada como un peso físico, como si sus ojos pudieran atravesar la distancia y tocar mi piel.

Nadie más parece notarlo. Cuando le pregunté a Djalu, el guía, sobre un hombre solitario en las dunas, me miró como si estuviera alucinando por el calor. “No hay nadie más en kilómetros a la redonda, señorita  extranjera,” me aseguró. “Solo nuestro grupo de investigación.”

Pero yo sé lo que vi. Y sé que él sabe que lo vi.

Yorlett  pasó la página, reconociendo en las palabras de su abuela el mismo escalofrío que ella había sentido al ver a Nankurunaisa por primera vez en el desierto.

20 de marzo, 1978

Finalmente se acercó. Dijo llamarse Nyer. Un nombre extraño que no suena ni aborigen ni europeo. Sus ojos… cambian de color según la luz, a veces ámbar, a veces casi dorados. Y su conocimiento del desierto es asombroso. Me mostró lugares que no aparecen en ningún mapa, me habló de las estrellas como si las conociera personalmente.

Debería sentir miedo, supongo. Hay algo en él que no es completamente… normal. Pero en lugar de miedo, siento fascinación. Como si una parte de mí lo hubiera estado esperando toda mi vida.

Me preguntó por México, por mis ancestros. Parecía especialmente interesado en las historias que mi abuela me contaba sobre las estrellas. “Las constelaciones tienen los mismos patrones en todo el mundo,” me dijo, “pero cada cultura las ve de manera diferente. Y sin embargo, hay sorprendentes similitudes en los mitos que las rodean.”

Mañana me llevará a ver unas pinturas rupestres que, según él, muestran una conexión entre los pueblos aborígenes de Australia y las antiguas culturas de Sudamérica. Sé que debería informar al resto del equipo, que esto podría ser importante para nuestra investigación. Pero una parte de mí quiere mantenerlo en secreto. Como si fuera algo solo para mí.

Yorlett sintió un escalofrío. Las similitudes con su propia experiencia eran inquietantes. La misma aproximación gradual, la misma fascinación inicial, el mismo sentimiento de conexión especial.

Continuó leyendo, las entradas del diario volviéndose más frecuentes y más intensas a medida que la relación de su abuela con “Nyer” se profundizaba. Y luego, un cambio abrupto en el tono:

4 de abril, 1978

Dios mío. Lo que he visto hoy desafía toda explicación racional. Nyer me llevó a un cañón oculto, donde las paredes estaban cubiertas de pinturas rupestres más antiguas que cualquier otra que hayamos documentado. Mientras observábamos las imágenes a la luz del atardecer, comenzaron a moverse. A cobrar vida bajo nuestros ojos.

Y entonces Nyer cambió. Su forma se volvió… fluida, como si estuviera hecho de luz estelar y sombras. Me dijo su verdadero nombre: Nankurunaisa. Me habló de ciclos eternos, de persecuciones a través del cielo nocturno, de su búsqueda de una compañera que pudiera entenderlo, completarlo.

Me mostró cosas que ningún ser humano debería ver: el nacimiento de estrellas, la muerte de mundos, el tejido mismo del cosmos desplegándose ante mis ojos.

Cuando regresé al campamento, horas después, nadie había notado mi ausencia. Para ellos, apenas habían pasado minutos. Pero yo sé que estuve con él durante lo que parecieron días, quizás semanas, en algún lugar donde el tiempo fluye de manera diferente.Se que fui su mujer. Sé que estoy embarazada. Estuvo conmigo unas mil veces en un segundo. Nunca podré estar con otro hombre. Ningún  hombre podrá igualar ni remotamente la brutal dulzura sexual de este encuentro.A la vez ,este joven Djalu sin apellidos,me demuestra que le interesó, yo le gusto una enormidad.Y es verdad, lo de el es sano,honesto,puro. Y debo confesar que me atrae mucho.Yo no soy blanca,soy indígena de raza muy antigua,igual.Entre nosotros va a ocurrir un algo más.

Pero el otro hombre insiste. Quiere copar toda mi atención.Lo de él es maligno.Artificial.

Y ahora llevo su marca. Un patrón estelar en mi muñeca que no estaba allí esta mañana. Arde cuando pienso en él, pulsa al ritmo de mi corazón acelerado.

¿Qué me está pasando? ¿Me estoy volviendo loca? ¿O realmente he sido elegida por algo más allá de mi comprensión?

Yorlett  se detuvo, tocando inconscientemente la marca en su propia muñeca. La historia de su abuela era un eco perfecto de la suya, separadas por décadas pero unidas por la misma entidad, el mismo destino aparente. Significaba que su madre Isabel era podía ser hija de Djalu o de Nankurunaisa…. La verdad la aplastó. Era hija de ambos por partes iguales… y ella. ¡Por dios! Era casi un sacrilegio 

Las entradas siguientes documentaban la creciente influencia de Nankurunaisa: sueños vívidos, conocimientos que Isabel no podía haber adquirido por medios normales, habilidades que desafiaban la explicación racional. Y luego, el punto de inflexión:

12 de abril, 1978

Anoche, Nankurunaisa  volvió a  poseerme completamente. No hay otra forma de describirlo. Estábamos en ese espacio entre mundos que él llama Alcheringa, el Tiempo del Sueño, cuando sentí su presencia expandiéndose, intentando fundirse con mi ser, borrar los límites entre nosotros.

. La promesa de conocimiento cósmico, de trascendencia, de unión con algo tan vasto y antiguo… Era irresistible. Fui débil una vez más, sus besos, la dureza de su sexo, su promiscua y sucia forma de amar.

 Recordé las historias de mi abuela Carmela. Las advertencias veladas en sus cuentos sobre estrellas vivientes, sobre constelaciones que caminaban entre los humanos buscando “recipientes”. Recordé el extraño amuleto que siempre llevaba, y las palabras en una lengua que no era español ni mapudungun, que insistía en que memorizara.

Esas palabras surgieron de mis labios como si hubieran estado esperando este momento: “Wanyu ngayuku tjukurpa kulila, nyuntu ngayula tjarpanytja wiya. Ngayulu walytjangku alatjika, nyuntu ngayunya wantima.”

No sé qué significan exactamente, pero el efecto fue inmediato. Estaba preparándose para penetrarme una vez más. Pero al escuchar el mantra  retrocedió, su forma estelar fluctuando violentamente. Sentí su sorpresa, su confusión… y luego, su furia.

“¿Dónde aprendiste eso?” exigió saber, su voz ya no seductora sino amenazante. “Esas palabras no son tuyas.”

Le hablé de mi abuela, de sus historias. Y vi algo en él que nunca había visto antes: reconocimiento. Como si conociera a mi abuela, o a alguien como ella.

“Tu linaje,” murmuró. “Debí haberlo sabido. La chispa se transmite, la conexión persiste a través de generaciones.”

No entendí lo que quería decir, pero sentí el peligro creciente. Usando las palabras de protección como un escudo, logré romper la conexión, regresar a mi cuerpo físico.

Debo irme. Ahora. Antes de que intente de nuevo completar lo que ha comenzado.

Yorlett  levantó la vista del diario, procesando lo que acababa de leer. Su bisabuela Carmela también había tenido algún tipo de encuentro con el ente, o con una entidad similar allá en su choza por la Sierra Madre, antes que se fuera a vivir a Oaxaca . El ciclo se extendía más atrás de lo que había imaginado, a través de generaciones de mujeres de su familia.

Las entradas finales del diario relataban la huida desesperada de su Abuela por el desierto,su vergüenza, su refugio con Djalu, su encuentro con su  joven hermana  Amara , los rituales de protección que aprendió, y finalmente, su decisión de regresar a Oaxaca, esperando que la distancia la mantuviera a salvo.

La última entrada estaba fechada 9 meses después, poco después del nacimiento de la madre de Yorlett:

15 de junio, 

Mi hija nació hoy. La he llamado Isabel , “Dios es mi abundancia”. Quizás fue un error, un desafío inconsciente al ser de luz estelar que aún visita mis sueños ocasionalmente, a pesar de los océanos que nos separan.

La marca en mi muñeca se ha desvanecido hasta ser apenas visible, pero sé que el vínculo sigue ahí, dormido pero no roto. A veces, cuando miro las estrellas, siento su presencia, su anhelo a través de la distancia. Djalu me obligó a irme. Quería quedarme junto a él para luchar. Sin embargo, él supo que nuestros encuentros bajo la luz de las estrellas trajo descendencia.Se que fue él quien me embarazó.Lo de el conmigo es sincero,y tengo que volver para hacer una vida juntos a él. Ningún ente maligno va a destruir nuestra unión. Y ahora menos tenemos una hija.

Me pregunto si Isabel  heredará alguna  conexión, esta sensibilidad. Si algún día Nankurunaisa la buscará a ella, o a sus hijos. La idea me aterroriza, pero también me da propósito.Ahora entiendo que necesita reproducirse Pero a través de otro hombre .Está vez falló. Mi relación con Djalu es genuina.

Preservaré el conocimiento que he adquirido. Lo transmitiré de forma que pueda ser reconocido cuando sea necesario, sin atraer atención indeseada. Historias, canciones, pequeños rituales disfrazados de juegos infantiles.

Y este diario… lo enviaré a mi cuñada  Amara para que lo guarde. Si algún día otra mujer de mi linaje se encuentra con Nankurunaisa, si la marca aparece en otra muñeca, estas palabras podrán guiarla, advertirla, quizás salvarla como me salvaron a mí.

Mientras tanto, viviré mi vida lo mejor que pueda, amando a mi hija, construyendo una familia, encontrando alegría en lo cotidiano. Me niego a permitir que el miedo a lo que podría suceder eclipse la belleza de lo que es.Y debo volver junto a Djalu

Después de repostar diésel,continuaron el viaje y Yorlett continuó leyendo.

No hubo necesidad de decírmelo. Se que a Djalu le sucedió algo terrible. El padre de mi hija fue asesinado por Nankurunaisa.Esa bestia maligna .No podrá nunca cortar lo que hubo entre nosotros

No olvidaré. Y siempre vigilaré el cielo nocturno, especialmente cuando Orión brilla sobre nosotros.

Yorlett  cerró el diario, lágrimas silenciosas rodando por sus mejillas. Su abuela había cargado con este secreto toda su vida, había vivido con el temor constante de que Nankurunaisa  pudiera regresar, no por ella, sino por su hija o su nieta.

 Al final, sus temores se habían hecho realidad. El ciclo había continuado, la conexión había persistido a través de generaciones, y ahora Yorlett  enfrentaba el mismo destino que su abuela, había evitado por poco.

“Estamos llegando,” anunció Kira, interrumpiendo sus pensamientos.

 Levantó la vista. El paisaje había cambiado sutilmente. Las dunas daban paso a un terreno más rocoso, con formaciones que se elevaban como centinelas silenciosos bajo el sol implacable del mediodía.

“¿Reconoces algo?”, preguntó Amara desde el asiento trasero.

Yorlett escaneó el horizonte, buscando algún punto de referencia familiar. Habían pasado tres años desde su última visita a esta región, y el desierto tenía la desconcertante cualidad de parecer simultáneamente inmutable y en constante cambio.

Pero entonces lo vio: una formación rocosa que se elevaba sobre las demás, con una silueta que recordaba vagamente a un rostro humano mirando hacia el cielo. El mismo “rostro de piedra” que había fotografiado durante su primer viaje al desierto, antes de conocer a Nankurunaisa.

“Allí,” señaló. “Detrás de esa formación está el cañón donde… donde todo comenzó.”

Kira asintió, dirigiendo el todoterreno hacia el punto indicado. A medida que se acercaban, ella sentía cómo la marca en su muñeca se calentaba, pulsando con mayor intensidad. El colgante de protección contra su pecho vibraba ligeramente, como advertencia.

“Él está aquí,” murmuró. “Puedo sentirlo.”

“Por supuesto que está,” respondió Amara, su voz firme a pesar de la tensión evidente. “Este es su lugar de poder. Donde el velo entre mundos es más delgado.”

Kira detuvo el vehículo a unos cien metros de la entrada del cañón. Más cerca sería peligroso, no solo por la influencia creciente de Nankurunaisa, sino también por el terreno traicionero.

“Prepararemos el círculo ritual aquí,” dijo, apagando el motor. “El sol está en su cenit, lo que nos da cierta ventaja. Él es más débil durante el día.”

Las tres mujeres descendieron del todoterreno, sintiendo inmediatamente el calor abrasador del desierto. Elena miró hacia la entrada del cañón, una grieta oscura en la pared rocosa que parecía absorber la luz en lugar de reflejarla.

“¿Estás lista?”, preguntó Amara, colocando una mano sobre su hombro.

Yorlett pensó en su abuela y en su madre Isabel , en cómo había enfrentado este mismo peligro décadas atrás. Pensó en su bisabuela Carmela, cuyas advertencias veladas habían atravesado generaciones. Pensó en Madeleine,Su tía ,hermana de Amara y Djalu,  que no había tenido la misma suerte.

“Estoy lista,” respondió, su voz más firme de lo que se sentía. “Es hora de romper este ciclo, de una vez por todas.”

Mientras Kira y Amara comenzaban a descargar los materiales para el ritual, Yorlett  dio un último vistazo al diario de su abuela. En la contraportada, había notado algo que había pasado por alto inicialmente: un pequeño bolsillo de cuero que contenía un objeto.

Al extraerlo, descubrió una pequeña piedra pulida con forma de estrella, idéntica a la que había aparecido misteriosamente en su almohada en la casa de Kira. Pero esta no era una manifestación del maligno ente; era un legado de su abuela, un talismán que había pasado de generación en generación.

Yorlett  cerró su puño alrededor de la piedra estrellada, sintiendo una conexión que trascendía el tiempo y el espacio. No estaba sola en esta batalla. Llevaba consigo la fuerza, la sabiduría y la resistencia de todas las mujeres de su linaje que se habían enfrentado a Nankurunaisa antes que ella.

Con renovada determinación, se unió a Kira y Amara en los preparativos para el ritual que determinaría no sólo su destino, sino posiblemente el de generaciones futuras.

El viento del desierto se levantó repentinamente, trayendo consigo el inconfundible aroma a arena caliente y algo más antiguo, más primordial. En la distancia, un torbellino de arena roja comenzaba a formarse, moviéndose lentamente hacia ellas.

La confrontación final estaba a punto de comenzar.




Semana 37, Capitulo 4.

Novelas Por Capitulos #cienciaficcion #urbana #distopica  El señor elegante y amable vio la pantalla holográfica, había una continuidad en l...