Zacharias Sánchez. Diamantes de Agua. Capítulo 4
Roca de primavera. Saga Zacharias Sánchez. Parte 5.
¿Quien eres?.
--Una amiga.
--¿Por qué no estás en tu casa?.
--Estoy perdida. Necesito ayuda.--contestó con un acento extraño, muy particular
--¿Quieres un café?.
-- No puedo tomar café. Te vi acompañada
--¿Te refieres a él?
--Es muy lindo. Veo que te gustó.. Eres una chica con suerte. ¿Sabes?. Puedo ver el futuro.
--Mi padre dice que no debo hablar contigo.
--¿Tu padre me conoce?.
--No. Pero lo averiguará. Yo se lo voy a decir.-- dijo la joven a la figura, quien se mantuvo quieta viendo a la joven. Está a su vez continuó en sus labores. No le gustaba hablar con desconocidos. Sin embargo, la otra le cayó bien..Era simpática. La figura se mantuvo ahí..
--Voy a ayudarte.
V
Margareth
, Rebeca, Esther llegaron a Roca de Primavera. Buscaban suministros. Detuvieron la carreta en la tienda del pueblo. Era un estilo muy típico del desierto. Relación de confianza. Se tomaban los suministros. Se dejaba el nombre y dirección , vía correo se enviaba el cheque al proveedor. Nadie se robaría ni un gramo. Menos Ella. Con esfuerzo, las niñas fueron cargando lo necesario. Al terminar, Margareth no pudo evitarlo.
--No lo hagas Margareth-- suplicó Rebeca.
--No lo hagas-- suplicaron todas.
Bajo el inclemente sol, ella cruzó la polvorienta calle y fue a la puerta del bar.
--Hola Margareth—saludó el muchacho, quitándose el sombrero.
--Hola amigo-- le dijo ella.
--¿No quieres entrar?.-- invitó el joven.
--Soy una niña. Tengo una nueva amiga.
Todos se acercaron a la puerta con curiosidad envuelta en su eterna sonrisa. Máximo si era la vista de una joven tan bella.
--¿Quién fue?.--preguntó ella viéndolos a todos, quienes por primera vez adoptaron una expresión seria y concentrada
--Tú sabes quién fue.-- dijo el muchacho--¿Sabes algo?. Me encantaría luchar por ti. Digamos que bailar un rato. No tengo amigas.
Los mineros rieron rompiendo el pesado ambiente generado por la incómoda pregunta.
Margareth cubrió de rubor su rostro.
--¡Ay dios!. Te has enamorado, tendré que beberme 2 camiones de cerveza para curar mi corazón herido.--dijo el muchacho con un falso y elocuente despecho..
Los mineros rieron francamente divertidos. Por un momento habían creído que el muchacho hablaba en serio.
Capítulo IV
Lionel detuvo su flamante coche en medio de la calle, para quedar frente al inevitable policía Glenn.
--¿El joven viene....?.-- inquirió el agente cerrándole el paso al joven
--De pueblo agrícola.
--Es muy joven para tener ese auto.-- haciéndole señas que descendiera del auto
El joven sacó de la guantera los documentos del vehículo, y le entregó al policía su identificación y licencia.
El policía revisó y se dio por satisfecho.
--Tengo algunos "Bizzo" que resolver por aquí.
--Ya veo.
--¿Hay algún sitio donde quedarse?.
--No le recomiendo el hotel-- le dijo el policía. Le doy permiso para usar alguna de las casas.
--¿Algún restaurante?.
--No le recomiendo el restaurante del hotel. Tome lo que necesita de la proveeduría. Sí tiene cómo pagarlo. Claro está.
Lionel vio las casas.
--Sí. Tome cualquiera. El auto puede dejarlo aquí en la comisaría. Aunque nadie le hará nada.
I
--Estoy buscando a Stella-- le dijo Zacharias a Bugs, quien recostado a uno de los antiguos amarraderos de los caballos miraba la polvorienta carretera.
--De día no la va a conseguir. Cuando era niño vi una película de unos tipos que dormían en una urna. A lo mejor ella es así.
--No me diga-- contestó Zacharias divertido.
--A usted le gusta ella-- afirmó Bugs, sin verlo.
--Es una mujer muy bella. Reconozco que tenía tiempo sin que me atrajera . PorPor casualidad. ¿Estás seguro que Ella duerme en una urna?
El otro escupió en la calle y se santiguó. Era obvio que no entendía de bromas ni chistes.
--Voy a ayudarlo a que se vaya-- dijo finalmente Bugs-- Siento que las cosas se van a poner feas por aquí.
--¿Para mí?.
--Para todos.-- dijo enigmáticamente Bugs, comenzando a caminar, dejando solo a Zacharias.
--Stella no duerme en el hotel. Debe estar en una de estas casas-- dijo Zacharias contemplando el lujoso coupe estacionado frente a la estación de policía.
--La bella y la bestia-- dijo Zacharias sin dejar de contemplar el auto, junto al destartalado Land Rover.
II
--¿Qué hiciste Margareth?. ¿Por qué lo hiciste?. Vas a traer todas las maldiciones y ruina a esta casa.
--No padre. No lo creas. No fue mi intención.
--Ahora ¿Qué vamos a hacer?. Tendré que esconderte. Tendré que asumir yo ante Jesucristo las consecuencias-- dijo el hombre angustiado.
Acto seguido se arrodilló en la tierra y clamó a dios.
--Señor mío Jesucristo, perdona a mi hija, aleja el castigo de ella. Ve su devoción, ve su entrega. Castígame a mí. Toma mi cuerpo. No obligues a mi hija a tomar ese cáliz. Ella es pura e inocente y te ama con fervorosa entrega.
Dicho esto, el hombre comenzó a llorar. Lloraba sinceramente. No era posible que Margareth. Su Margareth... No; no era posible
III
--Leonel Sullivan-- extendió el joven la mano al saludar.
--Zacharias Sánchez-- extendió a su vez su mano y apretaron con fuerza.
Le agrado el joven. Un anglo que andaba en búsqueda de la verdad. El muchacho le confesó todo. Su vergüenza y miedo, que le impidió poder hacer algo con Darzinda. Nunca se planteó un largo futuro. Los miedos y prejuicios pudieron más que el. Y se consideraba indigno. Por eso quería saber la verdad.
--¿Sospechosos?.
--Pues todos. Incluido yo. Este pueblo tiene sus detalles extraños. Los juerguistas nunca los veo trabajar. El dueño del hotel es el filántropo más grande del mundo. La realidad es que toman Piss por Tractor Trains, y jamás pagan. Tienen crédito ilimitado.
--Es extraño. En mi pueblo nunca comentan de aquí. Y la verdad es que la mina está cerrada.
--¿Cerrada?.
--Pues desde mucho tiempo atrás.
--Se me antoja que podíamos revisar esa mina. A lo mejor puede haber alguna evidencia ahí.
--Pues cuente conmigo-- indicó el joven--También en mi pueblo se comenta mucho de este policía.
--¿Como que cosa?
-- No es un Aussie. Por eso nunca ascendió en la fuerza policial. Siempre ha sido un abusador. Un maldito Dipstick.
--Pues es tiempo de ir a esa mina.
Ambos fueron al deportivo , fueron vistos desde la ventana lateral del restaurante por Stella y Bugs.
--¿Lo lograrán?.
--Pues están haciendo un buen intento-- dijo Stella a Bugs.
--El tipo tiene intenciones serias.
--No ha sido el primero.
--No estás haciendo honesta. Es la verdad y lo sabes.-- contestó Bugs a Stella, quien se limitó a verlo sin contestar. Era verdad. No era honesta. Por el momento
IV
--No hay rastro de nada-- dijo Zacharias alumbrando la caverna.
--¿Qué extraían aquí?.
--Pues siempre se dijo que era oro. Después explicaron que el oro se agotó y el pueblo decayó. Típico por estos lados-- explicó el joven.
--Mira aquí-- le indico Zacharias al joven.
--¿Que cosa?.
--Esto es sangre seca. Aquí había alguien herido.
--¿Darzinda?.
--¿La Hottie negra?..
--Si...mi... Mi novia-- dijo Leonel viendo los rastros de sangre.
--La arrastraron o lo arrastraron.
---Huele mal-- dijo repentinamente el joven.
--Sí. Es adentro.
Caminaron y a unos 70 metros encontraron 2 cadáveres en estado de descomposición.
--Aquí en este pueblo hay un asesino en serie-- entendió en voz alta Zacharias viendo significativamente al joven.
Roca de primavera. Saga Zacharias Sánchez. Parte 5.
¿Quien eres?.
--Una amiga.
--¿Por qué no estás en tu casa?.
--Estoy perdida. Necesito ayuda.--contestó con un acento extraño, muy particular
--¿Quieres un café?.
-- No puedo tomar café. Te vi acompañada
--¿Te refieres a él?
--Es muy lindo. Veo que te gustó.. Eres una chica con suerte. ¿Sabes?. Puedo ver el futuro.
--Mi padre dice que no debo hablar contigo.
--¿Tu padre me conoce?.
--No. Pero lo averiguará. Yo se lo voy a decir.-- dijo la joven a la figura, quien se mantuvo quieta viendo a la joven. Está a su vez continuó en sus labores. No le gustaba hablar con desconocidos. Sin embargo, la otra le cayó bien..Era simpática. La figura se mantuvo ahí..
--Voy a ayudarte.
V
Margareth
, Rebeca, Esther llegaron a Roca de Primavera. Buscaban suministros. Detuvieron la carreta en la tienda del pueblo. Era un estilo muy típico del desierto. Relación de confianza. Se tomaban los suministros. Se dejaba el nombre y dirección , vía correo se enviaba el cheque al proveedor. Nadie se robaría ni un gramo. Menos Ella. Con esfuerzo, las niñas fueron cargando lo necesario. Al terminar, Margareth no pudo evitarlo.
--No lo hagas Margareth-- suplicó Rebeca.
--No lo hagas-- suplicaron todas.
Bajo el inclemente sol, ella cruzó la polvorienta calle y fue a la puerta del bar.
--Hola Margareth—saludó el muchacho, quitándose el sombrero.
--Hola amigo-- le dijo ella.
--¿No quieres entrar?.-- invitó el joven.
--Soy una niña. Tengo una nueva amiga.
Todos se acercaron a la puerta con curiosidad envuelta en su eterna sonrisa. Máximo si era la vista de una joven tan bella.
--¿Quién fue?.--preguntó ella viéndolos a todos, quienes por primera vez adoptaron una expresión seria y concentrada
--Tú sabes quién fue.-- dijo el muchacho--¿Sabes algo?. Me encantaría luchar por ti. Digamos que bailar un rato. No tengo amigas.
Los mineros rieron rompiendo el pesado ambiente generado por la incómoda pregunta.
Margareth cubrió de rubor su rostro.
--¡Ay dios!. Te has enamorado, tendré que beberme 2 camiones de cerveza para curar mi corazón herido.--dijo el muchacho con un falso y elocuente despecho..
Los mineros rieron francamente divertidos. Por un momento habían creído que el muchacho hablaba en serio.
Capítulo IV
Lionel detuvo su flamante coche en medio de la calle, para quedar frente al inevitable policía Glenn.
--¿El joven viene....?.-- inquirió el agente cerrándole el paso al joven
--De pueblo agrícola.
--Es muy joven para tener ese auto.-- haciéndole señas que descendiera del auto
El joven sacó de la guantera los documentos del vehículo, y le entregó al policía su identificación y licencia.
El policía revisó y se dio por satisfecho.
--Tengo algunos "Bizzo" que resolver por aquí.
--Ya veo.
--¿Hay algún sitio donde quedarse?.
--No le recomiendo el hotel-- le dijo el policía. Le doy permiso para usar alguna de las casas.
--¿Algún restaurante?.
--No le recomiendo el restaurante del hotel. Tome lo que necesita de la proveeduría. Sí tiene cómo pagarlo. Claro está.
Lionel vio las casas.
--Sí. Tome cualquiera. El auto puede dejarlo aquí en la comisaría. Aunque nadie le hará nada.
I
--Estoy buscando a Stella-- le dijo Zacharias a Bugs, quien recostado a uno de los antiguos amarraderos de los caballos miraba la polvorienta carretera.
--De día no la va a conseguir. Cuando era niño vi una película de unos tipos que dormían en una urna. A lo mejor ella es así.
--No me diga-- contestó Zacharias divertido.
--A usted le gusta ella-- afirmó Bugs, sin verlo.
--Es una mujer muy bella. Reconozco que tenía tiempo sin que me atrajera . PorPor casualidad. ¿Estás seguro que Ella duerme en una urna?
El otro escupió en la calle y se santiguó. Era obvio que no entendía de bromas ni chistes.
--Voy a ayudarlo a que se vaya-- dijo finalmente Bugs-- Siento que las cosas se van a poner feas por aquí.
--¿Para mí?.
--Para todos.-- dijo enigmáticamente Bugs, comenzando a caminar, dejando solo a Zacharias.
--Stella no duerme en el hotel. Debe estar en una de estas casas-- dijo Zacharias contemplando el lujoso coupe estacionado frente a la estación de policía.
--La bella y la bestia-- dijo Zacharias sin dejar de contemplar el auto, junto al destartalado Land Rover.
II
--¿Qué hiciste Margareth?. ¿Por qué lo hiciste?. Vas a traer todas las maldiciones y ruina a esta casa.
--No padre. No lo creas. No fue mi intención.
--Ahora ¿Qué vamos a hacer?. Tendré que esconderte. Tendré que asumir yo ante Jesucristo las consecuencias-- dijo el hombre angustiado.
Acto seguido se arrodilló en la tierra y clamó a dios.
--Señor mío Jesucristo, perdona a mi hija, aleja el castigo de ella. Ve su devoción, ve su entrega. Castígame a mí. Toma mi cuerpo. No obligues a mi hija a tomar ese cáliz. Ella es pura e inocente y te ama con fervorosa entrega.
Dicho esto, el hombre comenzó a llorar. Lloraba sinceramente. No era posible que Margareth. Su Margareth... No; no era posible
III
--Leonel Sullivan-- extendió el joven la mano al saludar.
--Zacharias Sánchez-- extendió a su vez su mano y apretaron con fuerza.
Le agrado el joven. Un anglo que andaba en búsqueda de la verdad. El muchacho le confesó todo. Su vergüenza y miedo, que le impidió poder hacer algo con Darzinda. Nunca se planteó un largo futuro. Los miedos y prejuicios pudieron más que el. Y se consideraba indigno. Por eso quería saber la verdad.
--¿Sospechosos?.
--Pues todos. Incluido yo. Este pueblo tiene sus detalles extraños. Los juerguistas nunca los veo trabajar. El dueño del hotel es el filántropo más grande del mundo. La realidad es que toman Piss por Tractor Trains, y jamás pagan. Tienen crédito ilimitado.
--Es extraño. En mi pueblo nunca comentan de aquí. Y la verdad es que la mina está cerrada.
--¿Cerrada?.
--Pues desde mucho tiempo atrás.
--Se me antoja que podíamos revisar esa mina. A lo mejor puede haber alguna evidencia ahí.
--Pues cuente conmigo-- indicó el joven--También en mi pueblo se comenta mucho de este policía.
--¿Como que cosa?
-- No es un Aussie. Por eso nunca ascendió en la fuerza policial. Siempre ha sido un abusador. Un maldito Dipstick.
--Pues es tiempo de ir a esa mina.
Ambos fueron al deportivo , fueron vistos desde la ventana lateral del restaurante por Stella y Bugs.
--¿Lo lograrán?.
--Pues están haciendo un buen intento-- dijo Stella a Bugs.
--El tipo tiene intenciones serias.
--No ha sido el primero.
--No estás haciendo honesta. Es la verdad y lo sabes.-- contestó Bugs a Stella, quien se limitó a verlo sin contestar. Era verdad. No era honesta. Por el momento
IV
--No hay rastro de nada-- dijo Zacharias alumbrando la caverna.
--¿Qué extraían aquí?.
--Pues siempre se dijo que era oro. Después explicaron que el oro se agotó y el pueblo decayó. Típico por estos lados-- explicó el joven.
--Mira aquí-- le indico Zacharias al joven.
--¿Que cosa?.
--Esto es sangre seca. Aquí había alguien herido.
--¿Darzinda?.
--¿La Hottie negra?..
--Si...mi... Mi novia-- dijo Leonel viendo los rastros de sangre.
--La arrastraron o lo arrastraron.
---Huele mal-- dijo repentinamente el joven.
--Sí. Es adentro.
Caminaron y a unos 70 metros encontraron 2 cadáveres en estado de descomposición.
--Aquí en este pueblo hay un asesino en serie-- entendió en voz alta Zacharias viendo significativamente al joven.
Margareth y sus hermanas correteaban descalzas por el desierto. No le tenían miedo. Los canguros los podían retirar a pedradas. Hacía mucho tiempo que no aparecía por ahí un Dingo, y las serpientes, el calor las había calcinado.
--Hermana-- anunció Rebeca-- Si algún día vamos a "Big Smoke" quiero tener coches como estos
--Nuestro padre no nos dejara ir a Sídney, así que no sueñes dijo la joven junto a un deportivo y con un suspiro dijo parada junto a su favorito, siempre lo decía, aunque el recuerdo del deportivo rojo en que viajó la tenía despierta. Ese era su nuevo favorito...junto con el chofer..
--A mi me gusta este. Es mi favorito-- dijo la joven contemplando el auto, desde niña le había gustado
--Hermana. Mira este. Es nuevo. Apareció mágicamente--señaló Rebeca.
Ambas se detuvieron junto al auto. Dios era tan misterioso. Enviaba autos sin personas y su padre insistía en andar en carreta.
--Ven. Vámonos. No tienes idea de lo que significa viajar en un deportivo .-- indicó a la otra. Comenzaron a caminar por el desierto, rumbo a la casa. Definitivamente era una chica muy cristiana y devota, pero lo de ella era un auto deportivo. Rememoró el viaje en el Pegaso y fue sencillamente fascinante a pesar de hacerlo a 1 kilómetros por hora, a causa de la pobre Puerta Franca.
--¿Tu crees que padre permitirá que el joven te visite?.
--No sé. Tu sabes como se pone padre cuando se disgusta. Me da miedo. Y no se.. El de repente me beso.
-- Que dices?.
-- Me beso. Nadie me habia besado. Luego se lanzo a llorar y yo como una estupida me puse a llorar con el. Luego nos lanzamos a teir. Sera pecado?
--Debemos apurarnos. Ya está cerca la hora de la oración.
--Tengo una amiga. Me viene a visitar.-- confió a la otra.
--Ya sabes que a padre no le gusta nuevos amigos para ti- indicó la otra.
--A padre no le gusta nadie para nosotras. Entonces. ¿Cómo vamos a predicar si padre no permite que conozcamos gente?. Quiero predicar a esa amiga. Y cualquier día de estos voy a entrar al bar a predicar.
--¡Por el amado Jesús¡-- se escandalizó la otra.
...................................................................................................................
--Hay muchas cosas que explicar— dijo Zacharias a Stella, quien lo veía desde sus inmensos ojos verdes, sentados ambos en su mesa favorita, junto a la ventana que daba a la calle, que desde ahí se veía oscura y solitaria..
--Estuvimos en la mina. Está abandonada desde hace muchísimo tiempo—dijo el hombre, tomando un sorbo de cerveza.
La mujer no contestó y se limitó a mirarlo.pararesolverlo le trajo 2 cervezas adicionales.
--Pero por supuesto, eso ya tú lo sabías.Por algo este pueblo está muerto....
Ella se mantenía mirándolo con un .."Si la sabias para que preguntas".
--Entonces. ¿Cómo se mantienen estos hombres en una infinita juerga?. El dueño debe ser muy generoso.
--El Vikingo africano salió a buscar algunas cosas a "Big Smoke".
--¿A cuál?.
--Sídney, por supuesto.
--¿Y tú eres la encargada?.
--Algo así.
-- Das un crédito limitado a todos.-- Medito Zacharias...
--Son hombres que han sufrido mucho. Dejaron atrás esposas e hijos. Vinieron de Francia, India, Birmania, Chile y Camerún. Tienen derecho a divertirse.
-- Aquí están ocurriendo asesinatos. Cosa que también tú sabes.
--Alguien me dijo que nunca se debe una liarse con un expolicía.Nunca pierden la costumbre de creer que están en un cuarto de interrogatorios. ¿Soy sospechosa de algo?.
Zacharias la miró .
--Por supuesto. Eres sospechosa de ser una magnífica ama de casa. Por eso estoy empeñado en que te vayas conmigo.-- dijo para recomponer las cosas. Verdaderamente se extralimitò. Ya era suficiente castigo vivir donde el diablo se había devuelto.
Ambos rieron. La tensión había bajado entre los dos, ella terminó de apurar la cerveza y le dijo.
--No puedo irme contigo. Sospecho que eso tú también lo sabes—le dijo en la manera más casual.
--No. Eso y la forma que bebes cerveza sin engordar ni un gramo, no sé cómo funciona. -- le dijo Zacharias, sinceramente defraudado. Esperaba que Stella en algùn momento del día pudiera hacerse a la idea de intentarlo con él en otro lugar.
--Quiero que me digas que pasa aquí—le dijo a ella en medio de la batahola de los mineros, quienes bailaban una mazurca, cantando a grito herido.
Stella se levantó , por un momento se quedó mirándolo de manera indefinida, y en absoluto silencio entró a la cocina.
Decidió disfrutar otra cerveza que uno de los danzantes le colocó. Si ella no quería. Pues bien. Así seria. Ya era tiempo de retomar el camino, buscaría a la policía de investigaciones en Alice Spring y que se encargaran del caso. Ya estaba más que retrasado para llegar a Darwin.
--Sr Sánchez. Sr Sánchez. ¿Qué le está pasando?. ¿Qué hace sentado solo?—le dijo Leonel Sullivan frente a él.
Levantó la vista y se encontró en medio de la oscuridad, mientras Leonel con una linterna lo alumbraba.
--¿Usted está bien?. ¿Qué hace sentado solo en medio de esta oscuridad?.-- insistió francamente preocupado el joven Sullivan
Zacharias se sobresaltó sobremanera. Con un estremecimiento vio el local. Ruinoso. Oscuro. Abandonado. Solo.
--Hijo..Estoy bien..Salgamos de aquí—dijo presuroso, incorporándose de la mesa y trastabillando saliendo del joven.. El pueblo estaba silencioso, oscuro, abandonado.Exactamente igual que el Bar
--¿Qué le pasó?—insistió Leonel Sullivan.
--Esto no está bien. Hay muchas cosas sin explicación por aquí.
Bugs salió del bar, y se detuvo junto a ellos.
Yo les voy a decir todo.—les dijo.
6
La carreta llegó al medio de la calle.
--El señor clama contra ti y me envía con la fuerza de su palabra a acusarte-- dijo desde la carreta el clérigo Campbell, a un Peter Glenn recostado contra la pared de la comisaría, en la silla, con su fusil de cacería al lado.
--Ya el señor te ha medido y ha dicho basta ante esta tierra llena de gusanos, prostitutas y asesinos.
--Mide tus palabras-- le gritó hoscamente Peter Glenn.
--Es tiempo de la redención. Todos somos pecadores. Todos debemos tener la fuerza de decir basta.
El policía se incorporó de la silla y tomando su fusil se acercó a la carreta.
--¿Sabes algo?. Resulta que la Srta. Margarita Campbell se está poniendo muy, pero muy bonita. Ya va siendo tiempo que conozca un caballero que la represente.
--Mis hijas están entregadas a la fe del señor-- repuso Campbell viéndolo.--Por mucho tiempo hemos callado. Por mucho tiempo el miedo nos ha quitado las fuerzas. Pero ante el trono de dios te emplazo que hay que detener tanta sangre ya.
Gleen sin decir palabra, disparó 2 veces al aire, haciendo que el caballo se encabritó y el vicario cayera pesadamente a la calle, donde recibió 2 patadas de parte de Glenn.
--¿Quien eres tú para decidir qué es lo que se detiene y que es lo que se puede poner a andar?.-- le dijo el hombre hoscamente
--No te tengo miedo. Yo no soy el único que sabe lo que aquí sucedió. Lo sabe dios y su hijo Jesucristo y con eso es más que suficiente.
--¿Ah si?. Entonces tú señor Jesucristo debería darme una condecoración, por mantener a raya a tus "fieles devotos",, semejante horda infernal que quiere salir de donde están confinados a volverse plaga en el mundo.
--Yo he pecado. No he tenido el valor para bendecirlos y darles el descanso eterno-- dijo incorporándose el presbítero, para recibir dos patadas adicionales del policía, y le disparó cerca del rostro, levantando polvo en la cara del hombre.
--Falso sacerdote, borracho, flojo, esclavista de tus hijas-- le decía el hombre mientras continúa golpeándolo con los pies.
--He clamado al señor mi dios. Dame fuerzas contra el sirviente de la bestia.
--¿Sirviente de la bestia?. Si yo no hubiera impedido que esos animales se escaparan, hubieran muerto miles de miles de aussies, por la epidemia que se hubiera desatado.
--El señor los bendice y perdona-- gritó con todas sus fuerzas Campbell desde el piso, agarrando por el pantalón le dijo--Tony. Por favor. Vámonos de aquí. Deja todo como esta. Respeta a mis hijas. Todavía estás a tiempo.
--Fastidioso. Creo que es el tiempo de ir a conocer a mi novia. Celebrar la noche de bodas de una vez--dijo dandole 3 balazos al presbitero, se introdujo en el Pegaso del joven, y olvidándose in su facto del presbítero, paso raudo , saliendo del pueblo rumbo a la granja donde se encontraban las niñas..
I
Zacharias y Leonel llegaron junto al hombre, quien agonizaba.
--Soy culpable. Siempre supe lo que aquí pasaba y no dije nada. --dijo entrecortadamente, lanzando un brote de sangre por la boca.
Zacharias miró a Leonel y negó con un gesto. No había nada que hacer.
--Mis hijas. Va hacia allá.
--Ese desgraciado mató a Darzinda y se robó mi auto.
--Mis hijas--- mis hijas...tengo frio..-- imploro el hombre antes de morir, quedando con los ojos abiertos
--¿Sabes donde es la granja?--pregunto Zacharias,mientras cerraba los ojos del presbítero.
--Si. Lo se. El detalle es como llegaremos.
--Pues tengo la manera. Con la camioneta de Bugs nunca lo alcanzamos. Pero con mi Caballo sí.
Colocaron el cadáver del presbítero en la acera, mientras todos los mineros y Stella los miraban desde la ventana del restaurante. Se miraron.
--¿Los ves?-- preguntó Zacharias a Leonel.
--No. Ahí no hay nadie.--contestò el joven viendo la ventana sin marco ni vidrios del abandonado local
Bugs llegó desconcertado. Vio a los mineros en la ventana y estos los saludaron.
--Bugs. Ve a Alice Spring. Busca a la policía. Rápido--ordenó Zacharias, antes de irse precipitadamente junto a Leonel a buscar a Glenn
II
Margareth presintió algo malo. Por un momento Vio a su padre en la cocina de espaldas,viendo a la puerta y luego salir de ella. Se marchaba descalzo....Quiso ir detrás de él.
Casi inmediatamente miró, vio el deportivo frenar y descender al policía.
Nuevamente su padre estaba de espaldas a ella en la puerta de la casa ,Sin voltear Campbell le dijo.
--Huye hija. Huye.
--Todas. Afuera-- dijo Margareth entendiendo a medias lo que pasaba.
--G Day,mis niñas bellas. Ha llegado su esposo y tendremos una celebración-- dijo el policía abriendo la puerta de una patada-- A ver. ¿Dónde está mi novia?. ---Dijo con expresión turbia, mientras revisaba la casa exhaustivamente.
--A ver por aquí-- decía mientras revolvía todo, volteaba los humildes muebles, sacaba todo de las despensa de la cocina. Fue los cuartos y se enfurecía cada vez más, mientras lanzaba a todos lados los pocos objetos de la vivienda.
Miró afuera y vio el cobertizo.
--¡Aja¡. ¿Con que jugando a las escondidas?- salió, quitando el seguro al fusil. Cuando el frenazo le llamó la atención. Vio el Cadillac e inmediatamente disparó un andanada de disparos contra el vehículo.
Zacharias freno y abrió la puerta, lanzándose al piso y devolvió una andanada de disparos con su automática.
--Leonel.Detrás de mí. No levantes la cabeza-- dijo, cuando estalló el parabrisas del Cadillac a consecuencia de los disparos de Glenn.
--Glenn. Ya todo termino. Sabemos todo. Podemos ayudarte. No es culpa tuya. Ya Bugs fue a buscar la policía de investigaciones en Alice Spring.
--¿Todo terminó?. Ahora es que empieza. Tengo que limpiar la basura de aquí.
--Deja quieta a esas niñas. No tienen la culpa de nada. Sal. Hablemos.
--¿Para matarme?. No gracias-- repuso el hombre.
Leonel dio la vuelta al Cadillac y se dirigió por el lado contrario de la casa hacia donde estaba el hombre.
Zacharias trató de asomarse, cuando dos disparos destruyeron el faro izquierdo del cadillac
--¡Otra vez los faros¡-- musito Zacharias esquivando las balas-- con lo caros que son
Leonel con cuidado dio la vuelta a la casa. Y vio al otro concentrado en disparar contra Zacharias.
--¡Maldito¡. Me la vas a pagar-- dijo el adolescente, lanzándose a toda velocidad contra el otro. Gleen lo presintió y giro sobre si mismo, sin embargo, ya Leonel estaba encima de el y lo impactó a toda velocidad. Por algo era el mariscal de su equipo de Rugby australiano.
Zacharias no perdió tiempo, y a toda velocidad se incorporó , llegando a donde Leonel golpeaba al otro.
Rápidamente lo inmovilizó, mientras Glenn se reía, se reía de todo.
--Ya termino.Todo termino.Ya eres libre, ya estás en paz. Ya cumplistes con la empresa minera. Ahora debes descansar-- le dijo Zacharias al psicópata.
--¿Soy libre?. ¿Ya no tengo que vigilar a que no se escapen?-- preguntò el hombre con curiosidad
--No..ya no..descansa...descansa.....-- le dijo Zacharias, entendiendo que el policía también fue víctima de la ambiciones de otros
Epilogo.
Los Holden FE azules de la policía de investigaciones llegaron en cantidad. 49 personas asesinadas en la carretera en un lapso de 9 años. La pareja del Bel Air y Darzinda fueron las últimas víctimas del asesino en serie del desierto norte.
La empresa lo contrató para que eliminara a los mineros que trataban de escapar.Luego , simplemente no pudo detenerse.
Campbell era su hermano. Un antiguo delincuente, quien al tener sus hijas en diferentes mujeres buscó refugio junto a su hermano, creyendo que lo ayudaría. Se cambiaron los apellidos, para que el historial de Campbell no dañara su carrera policial. Cuando descubrió todo, no pudo delatar a su hermano. El había sido un delincuente de robos,estafas, y enredos. Glenn simplemente era un asesino serial.
Por otra parte Margareth podía ver los mineros. Era la demostración de lo sobrenatural que ahí acontece.Esa era la angustia del presbítero. Su hija veìa a los asesinados.Ellos podian decirle quien fue y descubrir que su tío era el responsable lo angustiaba dia a dia
I
Zacharias se detuvo frente a la puerta del bar.
Ahí estaba Stella, parada, esperándolo.
--Me sorprendió mucho que pudieras vernos-- dijo ella desde la parte de adentro. Solo Bugs y la hija de Campbell lo hacían
El la miró con impotencia. La única chica que le había gustado en los últimos 20 años, tenía precisamente eso. 20 años de muerta.
--No te sientas mal. Nos divertimos ¿O no?.-- le animó ella con una repentina sonrisa.
--Stella-- musito el.-- No me hagas sentir peor de lo que me siento
--Bugs era casi un niño. Fue el único sobreviviente. Glenn no lo mató, por quien sabe que cosa en su mente retorcida. Ambos se volvieron locos. Uno de tanto matar. Otro de tanta soledad. Para Bugs Somos su única familia, y estar vivo es una maldición.
--Pudiste decírmelo desde el principio.
--Nosotros tenemos nuestras reglas.
--¿Dónde están?.
--En la mina. ¿Donde más?. Ahí nos lanzaron. Ahí nuestros cuerpos fueron devorados por ratas, dingos y serpientes, que también se contaminaron y murieron. Por eso no hay ni perros en esta zona.
--¿Porque los de los pueblos vecinos no intervenian?
--Los muertos no interesan. A rey muerto. Rey Puesto.
Ambos se miraron. Zacharias, con el rostro compungido negó con un gesto. Era bonita. Era bella y estaba seguro que le produciría noches de insomnio.
--Solo una cosa te pido. Cuando te vayas. No mires atrás-- pidió Stella--Y reza por mi. Ya es tiempo que descanse.
$@$@
--¿Qué piensas hacer?.
Zacharias caminó por la acera. Realmente era un día de emociones fuertes. La caravana de policías se alejaron y se sentó en la acera junto a un silencioso Leonel. El Chico no dijo nada al otro. Había quedado vacío. Todo había terminado. Sólo que no estaba Darzinda. Casi no habían hablado. Casi no habían podido estar juntos. Pasara lo que pasara, no la olvidaría.,
--Oye muchacho-- le dijo Zacharias después de estar sentado silenciosamente a su lado y viendo su auto perforado por todas partes-- Tampoco asi. A la chica no le hubiera gustado verte triste.
--Mas nunca me dejaré coaccionar ni por religión,raza,ni clase social. Me iré a la academia de la fuerza aérea.
--Espero que seas el mejor. Otra cosa. Se que no es el momento. Pero no puedes deslastrarse asi como asi. Hay una chica y 4 hermanas solas, sin nadie. Sin un padre y les falta una guia. Empieza por ahí.
Leonel lo vio con un nuevo brillo en sus ojos.
--Yo vi, como ella se emocionó mucho al verte defenderla-- le dijo Zacharias dándole dos palmadas en el hombro.
--Usted. ¿Que va a hacer?
--Pues ir a Darwin. Hay cosas por hacer allá. Siempre estoy en movimiento. Aunque no pierdo la esperanza de quedarme en un pueblo tranquilo.
--Pues debería pensar aquí..
--No es mala idea. Quizás cuando termine lo de Darwin-- dijo el hombre incorporándose pesadamente. --¿Por qué no?
--Si. Vamos a terminar con todo esto. Hay que enterrar a cristianamente a Campbell.A fin de cuentas era un clérigo y le tocó defender a su manera la verdad
..............Al día siguiente un White 6x4 frenò bruscamente y de el descendió un afrodescendiente inmenso y un mexicano con cara de no haber estado sobrio nunca.
Zacharias los miró con la misma desconfianza de siempre.
--¿Dónde está el auto?-- preguntò Tequila Hernández,haciendo guiños por el sol
--Está ahí, se le reventó el radiador, y creo que doblò una válvula.-- dijo señalando el auto estacionado lleno de polvo de punta a punta y con un neumático desinflado
--Asi le darias-- dijo el negro "Smokey" Thomson--Ya lo vamos arreglar. Trajimos suficientes herramientas.
Con la idea que hasta ahi llegaria la vida útil del Cadillac,Zacharias los siguiò....
II
Zacharias llegó a Darwin, ¡por fin¡. El White remolcaba lo que quedó del Cadillac o mejor dicho lo que dejaròn el par de inutiles....
Ya encontarìa otro.Eso le pasaba por confiar en semejantes mecánicos.. Por ahora tenìa cosas que hacer.
Claro que tenía cosas que hacer. Era su primer encuentro en años con su hijo y esposa. En parte esa unión se había dado gracias a el. Era muy buen resultado a su anterior aventura. Solo pedía que Leonel lo lograra en la academia aérea.... Era el mejor resultado posible para esta situación vivida...Llegó al hotel y vio el Corvette Rojo y blanco turbo diesel.
--Ahí está-- dijo descendiendo del abollado Cadillac, quien finalmente lanzò una voluta de vapor del radiador al soltar sus mecánicos la pluma de la grúa, haciendo que el lujoso sedán descendiera bruscamente al piso. Ya lo arreglaría...
II
--Sabía que te gustaría. Es muy lindo-- le dijo la voz desde afuera de la ventana.
--Es muy serio. Muy formal. Se ha portado como un caballero.-- informó Margareth
--¿Cómo le queda el uniforme?
--¡No puede ser¡. ¿Ya no lo ves?.
--No..Cuídalo por mí-- le dijo la voz.
--¿Sabes?. Te siento lejana. No te veo muy bien.
--No te preocupes. Las cosas tienen sus leyes y deben ser como son. Eres una chica muy bella y el te merece.
--Quiero pedirte perdón por lo del tío Tony. No era su culpa. Mi padre fue muy débil. Era esquizofrénico paranoico, y mi padre siempre lo ocultó ...
Ella quedó en silencio. Muchas cosas habían pasado en esos meses. Se habían mudado a una pequeña casa en el pueblo agricola. Leonel se enfrentó a su familia.
Ellas entraron en la escuela. Cambiaron su forma de vestir.
Todo el pueblo la vio colgada del brazo de Leonel Sullivan el primer dia de permiso, cuando con su uniforme de cadete de la fuerza aérea de australia caminó con ella por el pueblo; para ella fue un orgullo máximo cuando en el desfile Anzac, a pesar del cansancio por viajar en autobús varios días lo vio desfilar. Era un chico muy bello y tenía esperanzas para el futuro.
Si. Ella tenía esperanzas para el futuro. Seria medico. Educaría a sus hermanas y tenía esperanzas con Leonel Sullivan.. Darzinda se lo dijo el ultimo dia que la vio, antes de desvanecerse frente a ella, cuando la miraba por la ventana.
Fin
DIAMANTES DE AGUA
Después de su fracaso inicial como agente del servicio secreto, al no poder capturar en Caracas al Señor de Señores, Zacharias Sánchez en el tiempo de la Segunda Guerra Mundial fue destinado a las regiones de Arizona y Nuevo México, .. Su carrera investigativa fue interrumpida abruptamente al ser acusado del homicidio de la Actriz Noa de Haro y su prometido Bradley Willis en un oscuro hecho nunca aclarado sucedido en pueblo Mohave.Desde entonces vive de incógnito, agente libre independiente. Un ramo de actividad completamente diferente a su carrera policial, hasta que decidió jubilarse . Ahí fue cuando comenzaròn otro tipo de problemas.......
📷
Luego de su frustrante experiencia en Roca de Primavera.....
Diamantes de Agua
Thriller, acción, aventuras.. Ambientado en algún sitio aledaño a la solitaria carretera estatal A32. Por allá...Años 50...
y 📷Catorce horas de manejar continuamente en carretera son más que suficiente para quitarle el gusto a hacerlo a cualquiera. No para José ,Miguel, Luis, Rafael, El príncipe, el sombra, el único, el blanco, el profesor, el antiguo..Ya tantos nombres y sobrenombres no importaban. Todo Especialista profesional cae en su último trabajo. Todo sicario comete un solo error. El contrato final. Decir públicamente que se retira. No aceptar un contrato. Fallar. El No. Simplemente desapareció y listo. Tenía 59 años. Dinero suficiente, buenos contactos. Los mejores y fieles. Su propia red independiente. Un hijo por algún lugar. Ahora un retiro, silencioso, discreto, no atender el teléfono, no mostrarse en los sitios de siempre. Por eso las catorce horas en carretera. El campo. No un campo activo, repleto de granjas y actividad comercial. Un campo lejano, donde solo un pueblo apareciera en el mapa y nada más. Precisamente había uno. Al final del mapa . En la carretera A32, a 540 kilómetros de la capital provincial del sur y a 750 de la Capital provincial del este. . Lo había leído. 972 habitantes. Con el podía ser 973 habitantes. Perfecto. Sería cuestión de visitarlo y decidir.
📷 Debería haber una pensión o una casa para alquilar. Un sitio para leer. Para ver TV y estar en paz. Sentado en una mecedora , poder ver el amanecer y también el atardecer. 88 trabajos especiales habìa realizado, para buenos y para malos.Bien pagados. Un buen performance. Nunca se sintió mal por eso. Ni le tocaban pesadillas. No los conoció. Nunca le importaron. Eran objetivos. Todos con hijos, o esposa, y gente que dependían de ellos. Igual que él. No era un problema. Alguien los quería afuera. Pagaron buen dinero. El estaba disponible.Famoso en el ambiente por no dejar daños colaterales.Preciso,frío,letal. Si no lo hacía , otro lo haría. Simple y sencillo. Proporcionaba la solución. . Rápida, confiable, simple, sin testigos, sin cabos sueltos, anónima, No era por el dinero. Tenía suficiente. Era más bien por la ejecución y planificación. Se consideraba un planificador. No un ejecutor. Como todos; tenía un código. No niños, ni embarazadas, ni mucho menos un sacerdote. Una vez que aceptaba un contrato no se dejaba cambiarlo, ni anularlo. Llegó al pueblo. Su Cadillac Rojo y reluciente techo color negro eléctrico, turbo diesel era el indicado para esos viajes tan largos.
Era de un magnífico desempeño en carreteras. Lo mejor de lo mejor. Un trofeo de su último trabajo. Desde lejos veía el pueblo. No era un agradable pueblecito al final de un descenso de carretera. Ni recostado en alguna montaña. Era un pueblo uniforme, cuadrado, con la calle principal, que no era otra cosa que la carretera ampliada, y negocios en la misma. Algunas pocas pick up 4x4, casi todos en un promedio de 20 años de antigüedad. Vio el negocio. Un pequeño mercado. Ahí mismo indagaria . Compraría chucherías, galletas, refrescos, algo de comida. Ni cigarrillos ni cerveza. Tenía años sin el hábito. Sin embargo le apetecía un buen café. Una taza bien grande.
Vio a la joven hablando frente a la dependienta parada detrás del pequeño mostrador y la vieja caja registradora en el extremo junto a la pared. Clásico. La dependienta obesa, con una cristina en la cabeza y un delantal, que nadie sabía para que lo tenía puesto. --Joven. Entienda. No quiero problemas. No insista. Su dinero no vale aquí.—informó severamente la mujer, con más susto que otra cosa. El terminó de comprar y llegó junto al mostrador. Resignado se dispuso a esperar que ambas terminaran de arreglar las cosas. Entre tanto contempló la muchacha. Unos 22 años, cuerpo de bailarina. La chica que hace maldecir ser un viejo y no tener 38 años menos para intentar conquistarla. La muchacha lucía desesperada a punto de llorar.
--Le suplico—dijo con voz quebrada
. --No insista. Sabe que no puedo. Márchese. Yo también le suplico. -- dijo la mujer, con algo parecido a la compasión.
Finalmente , resignada, la joven abatida salió. Dejando encima del mostrador lo que inútilmente intentó comprar.
¡Que casualidad! Justo lo que me disponía a comprar—informó cordialmente—lo llevó. Soy nuevo por aquí y no sé donde se pueden conseguir las cosas. Me preguntaba si no hay un ático, una casa por aquí para alquilar.
--¿Alquilar?. Con irse a la carretera del sur y tomar cualquiera de las casas abandonadas tiene. ¿Viene a trabajar para nosotros?. ¿Para GFL?—respondió la mujer recibiendo el dinero.
--Soy un jubilado retirado—contestó, inventando un curriculum y en tono casi confidencial agregó—necesito un sitio para reponerme. Usted sabe. Un divorcio.
--¿Un divorcio traumático?—preguntó la obesa, interesada en chismosear.
--Me trajo hasta aquí—contestó tomando las mercancías, con expresión de "Imagínate tú".
Con que la carretera del Sur. Tenía que cargar diesel. En estas inmensidades nunca se sabía. Llevando el mercado que la joven dejó al asiento posterior de su auto, rodó lentamente en el pueblo. . Farmacia GFL, Funeraria GFL, Panadería GFL, Charcutería GFL, Cine GFL, Banco GFL, Seguros GFL, Concesionario Holden Autos nuevos y usados GFL, Librería GFL, Carnicería GFL, hasta qué por supuesto llegó a la gasolinera GFL. Vio la Chevrolet Holden destartalada y oxidada aparcada frente al único surtidor. Más o menos podía adivinar la conversación, la cual era lo suficientemente alta.
--¿Qué le sucede?. ¿No entiende?—decía el despachador—Su dinero no sirve aquí. Váyase. No insista. Vaya a la autopista.
--Son 160 Kilómetros. No llegaré. Aunque sea 2 galones.-continuó la joven en humillada súplica --No es mi problema. Debió tomar sus previsiones. No seré quien tenga problemas en mi empleo por usted..
El hombre repitió el gesto de la obesa unos minutos atrás y finalmente la joven ,viendo otro hombre salir de la oficina con una escopeta en la mano, decidió irse. Con amargas lágrimas tomó la pick up y se devolvió atravesando el pueblo. Definitivamente una joven atractiva. Le encantó su pelo rubio corto, sus inmensos ojos castaños en un rostro de piel muy blanca, con un rociado de pecas. Vaya que era bella. Llenó los 64 litros del tanque y le dijo al despachador.
----¿Me vendería unos 42 litros de diesel para un garrafón que tengo en mi maletera?
Continua en
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