E888ERPC55 : Nosotros Tres. Cap 1 , 2,3

Novelas Por Capitulos

Nota del autor::: ninguno de mis personajes creados los hemos desarrollado con Character Backstory Generator de alguna aplicación. Todos desarrollados a fuerza de imaginación

Nunca aceptamos lo maligno. Creemos que son fábulas... Es su principal arma para atacarnos....

Dejó al impío sumamente enaltecido y que se extendía como Laurel verde pero el paso y aquí ya no estaba lo busqué y no fue hallado

salmo 37

El camino de los malos

Salmo de David

.....

Prohibida la reproducción total o parcial del texto sin el permiso escrito del autor o el editor.

El Tercer As de Corazón...

Carta encontrada en la caja de maquillaje, en el cuarto de Olivia...

Quiero ser libre de la locura de adorarte en mi enloquecida pasión.

Anhelo dejar de ser prisionera de la belleza de tu piel. Escapar del brillo de tus ojos y la alegría de tu risa, del elixir de tu existencia; princesita de todos mis sueños.

Será un bálsamo lograr escapar y estar libre de la primavera de tu voz. Espero poder ir y venir sin el recuerdo de tu hechicero aroma.

No sé si seré libre de la prisión de esperar besos que nunca serán para mí.

Ruego estar fuera del infierno de tu presencia, que me impone luchar sin esperanza, tener tu belleza.

Nunca debí haberte conocido; jamás serás mía, ni debí aceptar tu cercanía en mí.

Me hace daño verte, me asesina tu inocente amistad, me rompe el alma estar cerca de ti.

Es una agonía no besarte, no amarte, no estrecharte entre mis brazos y callar todo lo que no puedo declararte.

Debo marcharme, debo escapar; soy débil, víctima del mortal embrujo que viene de ti.

Estoy condenada por la sentencia de amores, pasiones y alegrías que irremediablemente llegarán a tu vida, proclamando mi derrota en amargo veneno que diluye mi alma.

Estoy destruida, perdida al entender y aceptar que otro disfrutará tu cuerpo en momentos de ardiente pasión, llenándote de la felicidad que mi destino impide darte.

Sé lo que es la muerte en vida, sé lo que es perder; experimentar el cruel dolor de saber que la vida me aparta de ti...

#!$!#$

Oholiva caminó por el centro comercial... Observó algunas imágenes; se estremeció en su reflejo en una vidriera. Se autoadoro por unos instantes y recordó. Sonrió al hacerlo...

Mucho tiempo atrás, en un rincón de la memoria que aún olía a cera de iglesia y promesas rotas, Oholiva decidió participar en la ceremonia. Era un acto sencillo, casi frágil, como un cristal a punto de romperse. Ella sería la testigo de sus compañeras, Leyda y Gina, dos almas decididas a sellar su amor en un mundo que las observaba con ojos afilados. Un seguro, decían, para las fiestas que vendrían, para los chicos y chicas que llenarían las noches de tentaciones, para las pruebas que el amor debía soportar.

—Participaremos juntas en la marcha del orgullo gay, con el uniforme del Liceo —anunció Leyda, su voz vibrante, como si desafiara al mismísimo cielo—. Luego nos uniremos a los orcos, a los “rotos” de Plaza Italia, y quemaremos los negocios de Sabana Grande.

Gina, su esposa, apretó sus manos con fuerza, un pacto silencioso. Juntas, estremecerían los cimientos de una sociedad que las miraba desde las sombras del prestigio. El uniforme del liceo internado más venerado de la ciudad sería su bandera, su desafío. Oholiva, testigo de su fuego, aplaudió con un fervor que le quemaba el pecho. Cuando Leyda y Gina se besaron, el aire se llenó de un eco: todas aplaudieron. Fue una ceremonia simple, pero pesada, como si el peso de sus juramentos —amarse, ser fieles— hubiera alterado el curso del tiempo.

Pero una madrugada, en un instante que no pertenecía ni al sueño ni a la vigilia, Oholiva despertó. El aire estaba quieto, demasiado quieto, como si el mundo contuviera el aliento. Se sentó en la cama, el corazón latiendo en sus sienes. Allí estaba Leyda, hierática, caminando descalza por el pasillo del dormitorio. Sus pasos no hacían ruido, pero cada uno resonaba en el pecho de Oholiva como un tambor lejano.

“A Leyda no le gustaba caminar descalza”, pensó, mientras la veía avanzar, una silueta pálida contra la penumbra del pasillo interminable.

—¿A dónde vas? —susurró Oholiva, su voz apenas un hilo.

Leyda no la miró. Su respuesta fue un murmullo, como si hablara desde un lugar más allá de la habitación.

—El giro tiene que ser perfecto.

Se detuvo en el balcón, su figura recortada contra la noche. Subió al pasamanos con una gracia que no parecía suya, y entonces giró el rostro hacia Oholiva. Sus ojos brillaban, no con vida, sino con algo más antiguo, algo que no tenía nombre.

—Nunca olvides que te amo —dijo.

Oholiva no pudo moverse, no pudo gritar. Solo pudo mirar mientras Leyda se lanzaba al vacío, un instante que se estiró como una herida abierta. El silencio que siguió no era silencio en absoluto; era el sonido de algo que se rompía, algo que no podía repararse.

Edna despertó de un sueño que no era sueño, sino un eco. La escena de aquel día en la hacienda se repetía en su mente con una claridad cruel: los rostros, las voces, el calor pegajoso de la tarde. Había intentado olvidar, había buscado refugio en terapias y palabras vacías, creyendo que el pasado podía enterrarse. Pero el pasado no duerme. La atacaba en los momentos de debilidad, cuando la guardia estaba baja, como un ladrón que conoce todas las cerraduras.

Despertó sudando, la sábana enredada en sus piernas como una trampa. La habitación estaba a oscuras, las baterías eléctricas de la casa muertas, inútiles. Afuera, la tormenta rugía, un animal hambriento que golpeaba las ventanas. Edna se incorporó, su mirada atrapada por el ventanal panorámico de su cuarto. Los rayos cortaban el cielo, iluminando el mundo en fragmentos de blanco cegador.

Entonces lo escuchó. Su nombre, claro como un cristal roto.

“Edna… Edna…”

El pánico le apretó el pecho. Siempre había temido a los rayos, su furia impredecible, pero no podía apartar la vista. Caminó hacia el ventanal, atraída por algo más fuerte que el miedo. La tormenta pintaba el mundo en tonos de plata y sombra, y allí, en la esquina de la calle, lo vio. Una figura inmóvil, bañada por la luz intermitente de los relámpagos. Estaba de pie, mirándola. Sus ojos, incluso desde la distancia, eran un peso que Edna sentía en la piel.

Otro rayo. La figura seguía allí, imperturbable, su rostro borroso pero inconfundible. La miraba, no con curiosidad, sino con certeza, como si supiera algo que ella aún no entendía. Edna apretó las manos contra el cristal, el frío quemándole las palmas. La tormenta gritaba su nombre, y la figura en la esquina no se movía.

. Sin dudarlo se precipitó escaleras abajo , descalza ,bajó la intensidad de la lluvia, corrió hacia la esquina .

No había nadie. Miró a todos lados , la realidad nuevamente la golpeó.

Desolada, volvió a su casa para ver cómo una patrulla policial se detenía bruscamente junto a ella.

--¿Cuál es su emergencia? --preguntó El joven policía descendiendo del vehículo , viéndola descalza, empapada y destilando agua.

Ella le dijo...

--Nada. Nada. No sucede nada.-- contestó volviendo en sí..

-Quiero entrar a la casa, si me lo permite. Deseo ver que todo esté bien -insistió preocupado el joven.

Ella aceptó ...

Llegaban con 3 años de retraso.

Los policías revisaron la casa y ella por decir algo dijo

..--Fue mi gato. Se aterrorizó por los rayos y huyó.

El policía alumbró con la linterna a un gato en el amplio sillón.

Preguntó.

---¿Ese es el gato del que nos habló?

Ella asintió.

Seguidamente, el policía alumbró a la joven que apareció en la puerta

__ Ella es mi servicio quien me ayuda. Es una refugiada-- explicó la mujer.

El otro policía se acercó . Dijo que todo estaba bien .

El policía se despidió no sin antes decirle

--Su vida y sus bienes pueden estar en peligro. Si usted acepta en su casa cualquier refugiado , déjeme adicionarle, es mayor su riesgo si esa joven es de Westonzuela ... Pues los de Westonzuela, si no lo hacen a la entrada lo hacen a la salida...

Puede pagar Con su vida. No lo olvide...

III

Oholiva Volvió a clases..

Todo normal ,un esfuerzo artificial, muy planificado ,tanto que daba asco.. Todo para que luciera natural, cotidiano era tanto que era imposible dejar de notarlo.

Los abrazos de todas eran estudiados, las atenciones eran muy .. Ensayadas..

Oholiva

caminaba por el atestado pasillo sabiendo que detrás de su cola a lo Ariana Grande crecía como un alud los comentarios.

"Que ya no soportó la unión de Gina y Leyda, pues era la otra pata de Esa mesa" ."Que una terrible experiencia de su niñez había aflorado nuevamente", "Que provenía de Una familia de locos y asesinos"..., en fin ..

. Ostensiblemente, extrajo su iPhone , se plantó en medio de todas a conversar con su enamorado.

-- Tomen jabón para que laven-- susurró. Sabía que sus compañeras se desintegraban de envidia cada vez que su enamorado aparecía, este y todo momento era buen tiempo de indicar que él seguía siendo todo de ella.

-- Apúrate --la empujaron y arrastraron como según la costumbre. Aunque fue muy al estilo de luces, cámaras ,acción, toma uno, sé imprime... .

Sin pensar entró al salón..

Su puesto estaba vacío y por un micro instante hubo un silencio total .. La vio .. Ahí estaba Leyda con su expresión de siempre y de apremio ,haciendo el gesto cómplice de silencio con un dedo en su boca.

Ahí estaba Leyda con su expresión de siempre y de apremio ,haciendo el gesto cómplice de silencio con un dedo en su boca

Oholiva miró al salón. Eneida concentrada viendo el pizarrón , Zefora diciéndole algo a Pura en el oído; ambas viéndola sin disimular. Adanech con expresión ausente; Hogha sumergida entre sus libros, Sachiel simulando prestar atención a la clase. Levantó su mirada a su profesora que deliberadamente la ignoraba .

Levantó su mirada a su profesora que deliberadamente la ignoraba

Vio que temblaban sus manos, sin atreverse a ver a Leyda.

Un lápiz Se le cayó al piso . Todo el salón se enervó

!¡Por Dios!-- pensó --es solo un lápiz...

Parte 2...

Todo está bien. Todo está perfecto .Todo está en medio de los besos .Todo sigue ahí .

--Estamos vivas ?.Estamos aquí? .Dónde estamos?.....

Las siluetas en la oscuridad se mantuvieron en silencio

-No quiero que salgas nunca al balcón..-- susurró dándole dos suaves besos a la silueta

-- ¿Te parece bien?..-- dijo la otra devolviéndole apasionadamente el beso....

Se miraron. Tenían que aceptarlo. Eran ellas dos. Siempre fueron ellas dos.

Las sabanas de seda negra fueron apartándose

Leyda parada en el pasamanos, giró su rostro y la vio...

Oholiva despertó de la regresión hipnótica..

Y comenzó a gritar...

--Leyda saltó... Leyda saltó ...--- gritaba incontrolable, viendo sin reconocer a nadie.

---

Edna desestimó el informe del psicólogo. No era más que un reflejo del del psiquiatra, un calco de palabras y observaciones que no aportaban nada nuevo.

Oholiva… Simplemente, mostraba las cicatrices de dos tragedias imposibles de borrar. Pero, fuera de eso, no parecía ser presa de acoso por parte de sus compañeras del Liceo, ni de las miradas envenenadas de sus vecinas, atrapadas en su propia frustración.

Era una adolescente descubriéndose a sí misma, navegando su deseo con la torpeza propia de la edad. Se enamoró de un chico hermoso. Y, al mismo tiempo, había forjado un lazo profundo con una chica. Nada en ella parecía difuso, todo estaba claro. No requería hormonas, ni cirugías. Solo vivía.

*"¿Cómo era eso de que Leyda saltó?"*... La mente de las adolescentes era un laberinto imposible de seguir.

Como ella misma, años atrás, cuando a esa misma edad se había consumido en su obsesión por Eliab. **¿Cuál sería el regalo de sus 15 años?** Lo que su hija adoptiva más deseaba: que ella volviera a los escenarios. Y lo haría, con un espectáculo en su fiesta de quince.

El dinero existía para ser disfrutado.

Edna caminó hacia su Lucid EV. **¿Quién dijo que criar a una adolescente era una tarea fácil?**.

---

Oholiva dormía en su inmensa cama, sin saber si soñaba.
¿Era música lo que oía? ¿Una melodía sensual de los años cincuenta o sesenta, flotando desde alguna parte olvidada del tiempo?
Sintió un beso —cálido, invasivo— en el pabellón de su oreja, y entonces despertó.

—Estoy despierta... lo sé —pensó, con la certeza clavada como un alfiler en el centro del pecho.

Se incorporó, temblorosa, con los ojos abiertos al abismo de la oscuridad.

—Sabía que me deseabas esta noche... tal como estás ahora —murmuró una voz ronca, y con ella llegó un hedor espeso a licor añejo, rancio y sucio.

—Tú no eres él —dijo la joven, la voz estrangulada, mientras intentaba apartarse, buscando una salida que no estaba allí.

—Me gustan tus piernas —susurró la voz, y su aliento obsceno la rozó como un vapor malsano.

Sintió el roce, repulsivo. La mano que no debía estar ahí.

Se levantó de un salto, temblando.

—¡No me toques! —ordenó casi gritando, el corazón latiéndole como si quisiera desgarrarle el pecho—. ¡No me toques! —repitió, ya sin voz, mientras ese asqueroso olor le llenaba la garganta.

—No niegues que deseas estar conmigo —insistió la voz, envuelta en un tono cínico, casi dulzón.

—Contigo no... —susurró ella, rota, y fue entonces que lo sintió:
el mordisco brutal en su espalda, una dentellada espantosa que la hizo gritar con todo el cuerpo.

III

En la sala de emergencias, los médicos no supieron decir qué tipo de mordida era.
¿Humana? ¿Animal? ¿Ambas cosas a la vez?

Le aplicaron antisépticos, le recetaron antibióticos y, por precaución, le administraron la vacuna antirrábica.

Uno de los médicos frunció el ceño cuando Edna, su tía, mencionó que la niña estaba bajo tratamiento psicológico y psiquiátrico.
—No pudo haberse mordido ella misma. No allí. No así.

Horas más tarde, al salir del hospital, Edna la miró detenidamente.
Una criatura rota envuelta en una manta de silencio.
Sintió la necesidad de abrazarla.
Y lo hizo.
Antes de que ambas subieran al lujoso sedán eléctrico, donde el aire acondicionado no podía borrar el eco de aquel grito.

En el interior del automóvil, Oholiva se acomodó en el asiento trasero sin decir una palabra. Edna ajustó el retrovisor para observarla. La niña —porque aún lo era, pese a que estaba cerca de los quince , cargaba con gravedad de anciana— tenía los ojos fijos en la ventana, pero no miraba nada. Solo el reflejo de sí misma, fragmentado por la noche.

Las luces de la ciudad pasaban lentas, como si el mundo se hubiera deslizado a otra frecuencia.

—¿Quieres que ponga música? —preguntó Edna, sin convicción.

Oholiva negó con la cabeza. Una sombra temblaba en su expresión.

—Era la canción de él... —susurró por fin, tan bajo que Edna no supo si lo había dicho en voz alta o si solo lo pensó con demasiada fuerza—. La que siempre sonaba en su coche. Esa que decía que no importaba el tiempo... que siempre volvería.

Edna tragó saliva. No conocía esa canción. Ni quería hacerlo.

El silencio se volvió espeso, cargado de significado y de algo más antiguo, algo que había esperado demasiado tiempo para volver.

Al llegar al edificio, Edna dejó que el automóvil se detuviera frente a la entrada. Se giró para mirarla de nuevo.

—Mañana hablaremos, ¿sí? Todo esto... —buscó palabras, pero solo encontró el cansancio—. Hay cosas que deben entenderse con ayuda.

Oholiva volvió su rostro lentamente. Sus ojos eran pozos sin fondo.

—No fue un sueño. Él estaba allí. Y volverá.

Edna sintió un escalofrío. No por las palabras. Por el modo en que fueron dichas. Como quien recuerda un hecho consumado, no como quien teme una posibilidad.

Y mientras el ascensor subía, lento y chirriante, una leve fragancia —ácida, agria, como licor fermentado— quedó flotando en el aire, aunque nadie más debía estar allí.

Luego, Al irse ambas ,Edna la miró y sintió la necesidad de darle un abrazo; así lo hizo antes de incorporarse al lujoso sedán eléctrico

-- ¿Por qué no tenemos un Tesla X?-- preguntó Oholiva.

-- Porque todo el mundo tiene uno.-- contestó con una sonrisa, realmente necesitaban una cybertruck, más temprano que tarde comprarían una

--- No está resuelto --dijo Oholiva contemplando la atestada avenida Francisco Fajardo desde la amplia panoramica de la casa .

Así estuvieron un rato, ambas en silencio, cuando ya estaban cerca de Puerto Madero

---No ---finalmente contesto contestó Edna, moviendo negativamente la cabeza y sintiendo mucho miedo ..

---Debemos ir allá. Debemos resolverlo..

-- Ya no quiero volver a vivir eso ---atinó a decir Edna ,a punto de perder el control de sus nervios; pues dándole vueltas ,mientras un rato antes, cuando veía que curaban a su hija adoptiva ,entendió que a ella o ambas ,inevitablemente la alcanzaría el destino..

El adolescente Estaba muy a gusto. Aunque algo asustado .. Estas vacaciones escolares serían fiestas tras fiestas ,hasta culminar con los 15 años de la más bella.

Apenas se detuvo dos dias atrás frente a la residencia de Oholiva, supo que estaría bien.Era una mansión impresionante. Fue hace dos dias? realmente fueron dos dias?

"Dos dias... ¿No fueron más días que tenía pernoctando en la casa?...

Ya su padrastro había anunciado que en su presupuesto no tenía ni un céntimo para nada adicional..

Su madre desde su mundo de apariencias llamaba desesperadamente a su padre biologico, Quién era mágico; se había evaporado. No lo encontraban por ningún lado y los preparativos para los 15 años de Oholiva se veían de una magnitud infinita ... Lo mejor .... Ese momento mágico... Pasar más allá de los besos de niños .. Hacer realidad la primera vez de los dos.

Había leído por algún lado que reprimir los deseos, producían acné ,tener pesadillas, y vivir una realidad paralela; ahora eso y más mostraba Oholiva ..Definitivamente, Él era la cura a todo eso.

⏩⏩⏩

... Por eso, ahora armado con 4 litros de Coca Cola zero y una caja de papas fritas, contemplaba la habitación que Edna le había dado .... Pasaría algunos días con ellas.. Un indiscutible alivió al menguado presupuesto familiar.

Tenía para él un TV Gigante de alta resolución para ver... Todo... Todo Netflix y Amazon Prime de forma independiente y una laptop tablet de alta tecnología con un sistema de aire acondicionado integral. Sonrió satisfecho...Una laptop con lo último de inteligencia artificial... Tenía la más firme intención de no salir más nunca de ese cuarto. Vio de reflejo las noticias de las fiestas de Diddy. Por un segundo se imaginó envuelto en un trío con Megan Fox y Beyoncé.

--No tengo que pedir perdón porque me gustan mujeres mayores-- le dijo al TV.

Fue solo un instante. Le pareció ver a alguien en el rincón

-- Ni pendiente-- dijo a nadie, sintiendo un placer casi anormal viendo la serie.

⏩⏩⏩

Vio a la chica junto a él.

-- Hola pecador--saludo insinuante la muchacha acercándose. A él se le antojó que era una tigresa acercándose a un conejo.

--Hola. Te conozco. Eres la mejor amiga de Oholiva. ¿Cómo entraste? ..

--¿Amiga??--contestó la otra con fingida sorpresa, lanzándose y desperezándose en la cama, como una gata en celo..

La miro.. Confundido vio hacia la puerta.. No vio cuando entró.. ¿La que estaba parada en el rincón?

--¿Sabes algo?. Estamos en un tiempo de aclarar algunas cosas.- anunció repentinamente, insinuante la chica, haciéndolo poner en guardia.

Él la miró .. Definitivamente, era una chica bella, de mirada brillante y promiscua. Guardó silencio ...

La otra tomó un sorbo de su vaso con Coca Cola y con artístico movimiento le dijo

- Oholiva y yo hacemos el amor dos veces por semana.. Me prometió que nos casaremos los 4 .. Mi chica y yo.. Ya eso lo cumplimos... Faltas tú con ella... A cómo lo veo eres un chico con suerte ..3 por el precio de una ,como te darás cuenta, soy una lesbiana muy liberal...

Quedó desconcertado.

La otra sonrió provocativamente ..

-- Ella siempre ha sido una niña pervertida. No creas en sus oraciones -- dijo acercándose y mostrando poco a poco todo

Ante su desconcierto, ella continuó coqueta..

-Yo quiero saber qué se siente con un beso heterosexual ....--- apremió la chica, acercándose peligrosamente...

---Oholiva nunca me explicó nada de esto ,me parece que eres una chica de declaraciones muy Rage-baiting extra tik tok -- se defendió inmerso en su desconcierto

. La otra... Lo miró rozando los labios , le susurró muy cerca, muy íntimamente .

--- Liceo internado de señoritas de alta sociedad.. ¿Qué esperabas?, el coro del cielo?... ¿Y tú; qué tal eres?, te parece que generó controversia por decir la verdad entre nosotros tres?

Entendió .. Comprendió inmediatamente.

--Ya sé ... Esto es una broma ... Me estás filmando--afirmó con gesto de comprender ,alejándose de la muchacha, sonriendo al descubrir que era una broma. ..-- Buen intento... Están todas en línea en WhatsApp ,Telegram,Tik Tok, Tinder, Club House viendo el video.

--¿Qué te sucede??..No me digas que eres de un internado de varones..-- contestó con un mohín de disgusto.

Él se incorporó y se dirigió al armario , abriendo de par en par ..

-- Entiendo. Estás saliendo del armario. Yo que pensé podría enseñarte las ventajas del sexo kink -- le dijo burlona a sus espaldas.

El Buscó por todos lados el visor o lente de cámara.

--No hay nada.. No hay nadie en la casa.. Ellas están de compras.. Después que nos amemos ,volveremos a nuestra hipocresía y buenos modales--- apremió ella intensamente, viendo el maniobrar del muchacho ... ,acercándose... ,comenzando a desnudarse...... ,No estaba jugando..

Trató de caminar para salir del cuarto, Deteniéndose sin saber que hacer, Se sintió sucio y asustado. No estaba seguro de estar en el lujoso cuarto. Una luz roja como de hotel barato.UN SUCIO BAÑO.

Ahora parecía diferente la chica , lucía mayor. Su cuerpo era más sensual ,de alto impacto

Ella se acercó, viéndolo directo, comenzó a besarlo, primero lentamente, explorando, luego con creciente intensidad, agarrando con sus dos manos su rostro.

Él sintió sus deseos explotar

-- No pares, no te detengas.... No te detengas-- le ordenaba imperiosa,dominante, frenética, estaba casi desnuda. Le quitó la camisa, sonriendo, abrió su pantalón -- no es tu culpa ,ni te sientas mal. Oholiva también Es una perra. Te engaña conmigo, tú la engañas conmigo ,somos nosotros tres destinados a traicionarnos... Siempre ha sucedido de esta manera. Tienes que recordar.

Sintiendo que no era él, dominado por deseos que no sabía frenarse, comenzó a corresponderle, cayendo en una trampa peligrosa. Amándose arrítmicamente ,con miedo que la puerta se abriera y los descubrieran.

--- !¡No puede ser!. No me cabe-- sollozó la chica, adolorida, tratando de detener un poco la pasión del joven

Terminaron en una explosión jadeante y feroz

-- Desde que te vi sabías que serías para mí-- susurró luego Leyda feliz, sudada, respirando arrítmicamente-- he tenido un orgasmo brutal.. Yo no me cuido; quizás me embaraces .. Te puedes imaginar?? ¡En esta época ninguna chica se embaraza! ..!Tremendo escándalo!..

"Chica lesbiana Se embaraza del novio de su bella amante"..-- susurro a su oído ,pletórica, euforica, victoriosa.

Él volvió a la realidad ...

¿Cómo pude ser tan sucio?? Y esa música??.. Mientras dormía.. ¿Dormía?... ¿Dónde estaba? ¿Por qué lo hice???..Acaso lo hice?. Fue un sueño. No fue real.. No soy.... Culpable. No sucedió.. Este cuarto... No es donde estaba... No hay nadie aquí... ¿Y estoy en la casa de Oholiva?

Continúa

https://youtu.be/NpMZzOqqtLs