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martes, 10 de junio de 2025

El CORAZON de JADE III, Capitulo Final ( Final de Temporada)

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Capítulo 7: La Alianza Improbable


El camino hacia la Cueva de los Ecos Eternos resultó ser tan peligroso como esperaban

El camino hacia la Cueva de los Ecos Eternos resultó ser tan peligroso como esperaban. La comitiva, compuesta por Mei Lin, Wei Li, la princesa Mei Xing (ahora libre del control del Maestro Feng), Zhao Yun (aún adolorido pero determinado), y los recién reunidos Ken y Ye Ye, avanzaba cautelosamente por la ladera norte de la montaña sagrada.

 La comitiva, compuesta por Mei Lin, Wei Li, la princesa Mei Xing (ahora libre del control del Maestro Feng), Zhao Yun (aún adolorido pero determinado), y los recién reunidos Ken y Ye Ye, avanzaba cautelosamente por la ladera norte de la montaña s...

La nieve dificultaba el ascenso, y el viento cortante parecía intentar empujarlos de vuelta al valle. Pero lo más inquietante eran las sombras que ocasionalmente vislumbraban entre los árboles: figuras oscuras que aparecían y desaparecían demasiado rápido para ser identificadas.


"Agentes de La Espada Oxidada", había explicado la princesa en voz baja. "O peor aún, manifestaciones menores de la Diosa, fragmentos de su conciencia que han logrado filtrarse a través del sello debilitado".


"Maravilloso", había murmurado Wei Li. "Justo lo que necesitábamos: fantasmas interdimensionales acosándonos".


Ahora, mientras se detenían para un breve descanso en un saliente rocoso que ofrecía cierta protección contra el viento, Wei Li aprovechó para examinar su "bolígrafo" tecnológico, que había estado emitiendo lecturas cada vez más extrañas a medida que se acercaban a su destino.


"Las fluctuaciones dimensionales están aumentando", informó a Mei Lin, mostrándole la pequeña pantalla holográfica. "Sea lo que sea esta cueva, definitivamente no es un lugar normal".


"Nada en esta aventura ha sido normal", respondió ella con una sonrisa cansada. "¿Recuerdas cuando nuestras mayores preocupaciones eran terminar proyectos de investigación y decidir dónde cenar?"


"Ah, los viejos tiempos... hace aproximadamente 48 horas", bromeó Wei Li, guardando el dispositivo. "Aunque debo admitir que prefiero enfrentar apocalipsis dimensionales contigo que reuniones de departamento sin ti".


Mei Lin rio suavemente, un sonido que pareció aligerar momentáneamente la atmósfera sombría que los rodeaba.


A unos metros de distancia, Zhao Yun observaba su interacción con una mezcla de emociones en su rostro. La princesa Mei Xing, notando su expresión, se acercó a él.


"Duele, ¿verdad?", preguntó en voz baja. "Ver a alguien que amas encontrar felicidad con otro".


Zhao Yun la miró sorprendido, no esperando tal franqueza.


"Es... complicado", admitió finalmente. "Parte de mí siempre amará a Lin Mei Hua. Pero esa mujer", señaló discretamente hacia Mei Lin, "no es realmente ella. Tiene su rostro, su voz, incluso algunos de sus gestos... pero es diferente. Más libre, más decidida. Y claramente, su corazón y Cuerpo pertenece a otro".


La princesa asintió comprensivamente.


"El destino tiene formas extrañas de guiarnos", dijo. "A veces, lo que creemos que queremos no es lo que realmente necesitamos".


Zhao Yun la estudió con renovado interés.


"Hablas con la voz de la experiencia, Alteza".


Una sonrisa triste cruzó el rostro de la princesa.


"Quizás. O tal vez solo soy una romántica incurable que ha leído demasiados poemas de amor prohibido".


-- No debo poner mis ojos en lo que me está prohibido.

-- Dónde está escrito lo que está prohibido y quién prohíbe? -- pregunto la bella princesa,dejando un camino totalmente abierto


Antes de que Zhao Yun pudiera responder, Ken se acercó al grupo, interrumpiendo todas las conversaciones.


"Creo que tenemos compañía", anunció en voz baja, señalando hacia un claro más abajo en la ladera.


Todos se tensaron, preparándose para un posible ataque. Pero lo que vieron los dejó momentáneamente sin palabras.


Una figura alta y etérea, vagamente humanoide pero con proporciones extrañas, avanzaba lentamente hacia ellos. A diferencia de sus apariciones anteriores, esta vez no dejaba un rastro de destrucción a su paso. La nieve bajo sus "pies" no se derretía, y los árboles cercanos no se marchitaban. Sus ojos brillaban con un resplandor verde intenso, el mismo tono exacto que el Corazón de Jade.


"El guardián", susurró Mei Lin, instintivamente llevando una mano al bolsillo donde guardaba el jade.


"Parece que ha aprendido a controlar su influencia en nuestro plano", observó Wei Li, fascinado a pesar del peligro potencial.


La entidad se detuvo a unos veinte metros de ellos, como si esperara una invitación para acercarse más.


"¿Qué hacemos?", preguntó Ye Ye nerviosamente, aferrándose al brazo de Ken.


"Yo hablaré con él", decidió Mei Lin, dando un paso adelante antes de que nadie pudiera detenerla.


"Mei Lin, espera", llamó Wei Li, pero ella ya estaba descendiendo cuidadosamente por el sendero nevado hacia el guardián.


A medida que se acercaba, Mei Lin sentía una extraña resonancia dentro de sí, como si algo en su núcleo respondiera a la presencia del ser dimensional. No era miedo lo que sentía, sino una especie de reconocimiento, como encontrarse con un viejo amigo olvidado hace mucho tiempo.


Se detuvo a unos metros de la entidad, consciente de que todos observaban conteniendo la respiración desde el saliente rocoso.


"Xian Wei", dijo, recordando el nombre que el guardián había revelado a través de los aldeanos poseídos. "Has venido".


La figura inclinó ligeramente lo que parecía ser su cabeza, un gesto sorprendentemente humano.


"Guardiana", respondió, su voz resonando directamente en la mente de Mei Lin sin pasar por el aire. "Te he buscado a través de valles y montañas, a través del tiempo mismo".


"¿Puedes comunicarte sin poseer a otros ahora?", preguntó Mei Lin, notando que solo ella parecía escuchar la voz.


"He aprendido a adaptar mi energía a este plano", confirmó el guardián. "Aunque solo puedo proyectar mis pensamientos directamente a ti, debido a nuestra conexión a través del Corazón de Jade".


Mei Lin asintió, luego hizo un gesto hacia sus compañeros.


"¿Puedo invitarlos a unirse a nosotros? Son aliados, y necesitaremos su ayuda para el ritual".


El guardián pareció considerar la petición antes de asentir.


"Que vengan. Pero advierte al de conocimientos futuros que sus dispositivos pueden comportarse erráticamente en mi presencia. La tecnología de su tiempo y mi energía dimensional no siempre son compatibles".


Mei Lin sonrió ante la descripción de Wei Li y se volvió para hacer señas a los demás para que se acercaran. Con cautela, el grupo descendió para unirse a ella.


"Dice que pueden acercarse", explicó Mei Lin. "Pero Wei Li, advierte que tus gadgets podrían volverse locos cerca de él".


"Fascinante", murmuró Wei Li, aunque prudentemente apagó su "bolígrafo" antes de acercarse más. "¿Puedes oírlo hablar?"


"No con mis oídos", respondió Mei Lin. "Es más como... pensamientos que aparecen directamente en mi mente, pero con su voz".


"Telepatía dimensional", dijo Ken con evidente entusiasmo científico. "Increíble".


Ye Ye se mantenía ligeramente detrás de su esposo, claramente incómoda pero determinada a no mostrar miedo. Zhao Yun y la princesa, por su parte, observaban al guardián con una mezcla de asombro y cautela profesional.


"Pregúntale si puede comunicarse con todos nosotros de alguna manera", sugirió la princesa. "Necesitamos coordinar nuestros esfuerzos".


Mei Lin transmitió la pregunta, y el guardián pareció reflexionar por un momento.


"Existe una manera", respondió finalmente en la mente de Mei Lin. "Pero requerirá que compartas temporalmente tu conexión con ellos".


"¿Cómo?", preguntó ella.


"A través del Corazón de Jade", explicó el guardián. "Si todos lo tocan mientras yo establezco el vínculo, podremos comunicarnos brevemente como un grupo".


Mei Lin relató esta información a los demás, quienes intercambiaron miradas de duda.


"¿Es seguro?", preguntó Zhao Yun, siempre el protector.


"Probablemente no", respondió Wei Li con una sonrisa torcida. "Pero considerando que estamos a punto de realizar un ritual místico para sellar a una diosa interdimensional malvada, creo que 'seguro' ya no está en nuestro vocabulario".


A pesar de la tensión, varios sonrieron ante su comentario. Mei Lin sacó el Corazón de Jade de su bolsillo y lo sostuvo en la palma de su mano.


"¿Todos listos?", preguntó, mirando a cada uno.


Uno por uno, asintieron y extendieron sus manos para tocar el jade. Wei Li fue el primero, colocando su mano sobre la de Mei Lin en un gesto que era tanto práctico como íntimo. Ken y Ye Ye siguieron, sus dedos rozando apenas la superficie pulida. Zhao Yun y la princesa fueron los últimos, completando el círculo.


El guardián extendió lo que parecía ser un brazo etéreo, y un fino rayo de luz verde emergió de su "mano", conectando con el Corazón de Jade. Inmediatamente, todos sintieron una extraña sensación, como si sus mentes se expandieran para incluir una nueva presencia.


"¿Pueden oírme ahora?", preguntó la voz del guardián, y esta vez todos asintieron, sus ojos abriéndose con asombro.


"Esto es... extraordinario", murmuró la princesa.


"Y ligeramente invasivo", añadió Wei Li, sintiendo como si algo frío y antiguo se hubiera deslizado en su conciencia. "Sin ofender".


"Ninguna tomada", respondió el guardián, y sorprendentemente, había un toque de humor en su tono mental. "Entiendo que esta forma de comunicación es inusual para seres de un solo plano como ustedes".


"¿Un solo plano?", repitió Ken con interés científico. "¿Cuántos planos o dimensiones existen exactamente?"


"Más de los que puedes contar en tu sistema numérico", respondió el guardián. "Pero eso no es relevante ahora. El tiempo se agota. La prisión de Mei Shen se debilita con cada minuto que pasa, y La Espada Oxidada ya ha puesto en marcha su plan final".


"¿Qué plan exactamente?", preguntó Mei Lin. "Sabemos que quieren liberar a la Diosa, pero ¿cómo?"


"A través de ti", respondió el guardián gravemente. "O más específicamente, a través del ritual que creen que realizarás. Han manipulado los textos antiguos, alterando los símbolos sagrados para que lo que debería ser un ritual de sellado se convierta en uno de liberación".


"Y Lai Chong ha construido un dispositivo para amplificar ese efecto", añadió Wei Li.


"Correcto", confirmó el guardián. "Pero hay algo más que no saben. El Maestro Feng no es humano, ni siquiera en el sentido en que yo no soy humano".


"¿Qué es entonces?", preguntó la princesa, un escalofrío recorriendo su espalda al recordar la sensación de ser poseída por él.


"Es un fragmento de la propia Mei Shen", reveló el guardián. "Una astilla de su conciencia que logró escapar de la prisión hace siglos y ha estado trabajando pacientemente para liberar al resto".


Esta revelación fue recibida con un silencio conmocionado.


"Entonces no estamos luchando contra una secta que adora a una diosa", dijo finalmente Zhao Yun. "Estamos luchando contra la diosa misma".


"En parte", asintió el guardián. "La Espada Oxidada comenzó como un culto humano genuino, pero con el tiempo, Feng ha reemplazado a sus líderes uno por uno, poseyéndolos y descartándolos cuando sus cuerpos se desgastan".


"Como intentó hacer conmigo", murmuró la princesa, palideciendo.


"Precisamente", confirmó el guardián. "Tu linaje como guardiana del Espejo te hace especialmente valiosa, ya que puedes acceder a poderes que otros no pueden".


"Esto complica las cosas", dijo Wei Li, siempre práctico. "¿Cómo derrotamos a algo que ni siquiera está completamente aquí?"


"No podemos derrotarla", respondió el guardián. "Al menos, no permanentemente. Mei Shen es tan antigua como yo, tan fundamental para el tejido de la realidad. Pero podemos reforzar su prisión, sellarla más firmemente que antes".


"¿Y cómo hacemos eso exactamente?", preguntó Mei Lin.


"Con el verdadero ritual", explicó el guardián. "No el que La Espada Oxidada ha estado promoviendo, sino el original, preservado en la memoria de los guardianes dimensionales".


"¿Y ese ritual debe realizarse en la Cueva de los Ecos Eternos?", preguntó la princesa.


El guardián pareció dudar, un concepto extraño de percibir telepáticamente.


"La cueva es... complicada", respondió finalmente. "Es ciertamente un punto de poder, un nexo entre dimensiones. Pero también es peligrosa. Las barreras entre mundos son extremadamente delgadas allí".


"Lo cual la hace ideal para un ritual de sellado", razonó Ken.


"O para uno de liberación", añadió Wei Li sombríamente. "Dependiendo de quién controle el ritual".


"Exactamente", confirmó el guardián. "Es un arma de doble filo. En las manos correctas, con las intenciones correctas, puede ser nuestra salvación. Pero si La Espada Oxidada logra corromper el proceso..."


"Estaremos entregándoles exactamente lo que quieren", completó Mei Lin.


Un silencio pensativo cayó sobre el grupo mientras procesaban esta información. Finalmente, Wei Li habló.


"Entonces necesitamos un plan B", dijo con determinación. "Y posiblemente planes C, D y E también".


"Estoy abierto a sugerencias", respondió el guardián, y nuevamente, ese sorprendente toque de humor coloreó sus pensamientos.


Wei Li sonrió, comenzando a apreciar a esta entidad interdimensional.


"Bueno, para empezar, necesitamos saber exactamente cómo es el ritual correcto", dijo, mirando al guardián. "Cada paso, cada símbolo, cada palabra".


"Puedo mostrártelo", respondió el guardián. "Pero no aquí. En la cueva, donde las energías son más conducentes a tal transferencia de conocimiento".


"Bien", asintió Wei Li. "Segundo, necesitamos alguna forma de neutralizar o al menos distraer a Feng y sus secuaces cuando aparezcan, porque definitivamente aparecerán".


"Tengo algunas ideas sobre eso", intervino Ken, su mente de ingeniero ya trabajando en soluciones. "Si puedo modificar algunos de mis dispositivos para emitir una frecuencia específica, podríamos crear una especie de barrera que dificulte la manifestación de entidades dimensionales no invitadas".


"Eso podría funcionar", concordó el guardián, pareciendo impresionado. "Tu comprensión de la física interdimensional es sorprendentemente avanzada para un ser de un solo plano".


"Gracias... creo", respondió Ken con una sonrisa tímida.


"Tercero", continuó Wei Li, "necesitamos un plan de contingencia en caso de que todo salga mal. Una vía de escape, preferiblemente a nuestro propio tiempo".


"El Corazón de Jade podría servirnos para eso", sugirió Mei Lin. "Aunque no estoy segura de cómo afectaría al ritual si lo usamos para viajar en medio del proceso".


"Sería... disruptivo", advirtió el guardián. "Pero en un escenario de último recurso, preferible a la alternativa de la liberación completa de Mei Shen".


"Entonces está decidido", dijo Mei Lin, mirando a cada miembro del grupo. "Continuamos hacia la cueva, aprendemos el ritual correcto, preparamos nuestras defensas, y esperamos lo mejor mientras nos preparamos para lo peor".


"Un plan digno de una guardiana", aprobó el guardián, y había un tono de respeto en sus pensamientos que hizo que Mei Lin se sintiera extrañamente orgullosa.


Con renovada determinación, el grupo se preparó para continuar su ascenso. Pero antes de que pudieran moverse, el guardián emitió lo que solo podía describirse como un pensamiento de alarma.


"Algo se acerca", advirtió, su presencia mental súbitamente más intensa. "Algo poderoso".


Todos se tensaron, mirando alrededor en busca de la amenaza. Fue Ye Ye quien lo vio primero, señalando hacia el cielo con una exclamación ahogada.


Una figura descendía hacia ellos, flotando sobre el viento como si las leyes de la gravedad fueran meras sugerencias. A medida que se acercaba, pudieron distinguir a un hombre mayor vestido con ropas tradicionales chinas de calidad exquisita, su cabello y barba blancos ondeando dramáticamente a su alrededor.


"Padre", susurró Ye Ye, su voz una mezcla de miedo y sorpresa.


Lai Chong Wisang aterrizó suavemente a unos metros de ellos, una sonrisa enigmática en su rostro arrugado.


"Ah, qué conmovedora reunión", dijo, su voz sorprendentemente fuerte y clara para alguien de su aparente edad. "Mi querida hija, mi traicionero yerno, la guardiana del jade, el viajero del futuro, el capitán leal, la princesa imperial, y... oh, el guardián dimensional en persona. Qué honor".


Wei Li dio un paso adelante, colocándose protectoramente frente a Mei Lin.


"¿Qué quieres, Lai Chong?", preguntó directamente.


El anciano rio, un sonido que de alguna manera parecía demasiado joven para su cuerpo envejecido.


"Directo al grano, ¿eh? Me gusta eso en un adversario". Su expresión se volvió más seria. "Lo que quiero es simple: detenerlos".


"¿Por qué?", preguntó Mei Lin, moviéndose para estar junto a Wei Li en lugar de detrás de él. "¿Por qué ayudar a liberar algo que podría destruir múltiples dimensiones? ¿Qué ganas con eso?"


"Poder", respondió Lai Chong simplemente. "Conocimiento. Acceso a tecnologías y energías más allá de la comprensión humana actual".


"A costa de incontables vidas", señaló Ken, dando un paso adelante. "¿Vale la pena ese precio?"


Lai Chong miró a su yerno con algo parecido a la decepción.


"Siempre fuiste demasiado sentimental, Kenji. Es por eso que nunca alcanzarás la grandeza verdadera".


"Si esa es tu definición de grandeza, prefiero la mediocridad", respondió Ken firmemente.


Lai Chong suspiró dramáticamente.


"Qué desperdicio de potencial". Luego se volvió hacia el guardián dimensional. "Y tú, Xian Wei. Después de todos estos milenios, ¿sigues siendo el perro faldero de los antiguos emperadores? ¿No te cansas de ser un carcelero?"


"No soy un carcelero", respondió el guardián, y todos pudieron sentir su respuesta mental a pesar de que estaba claramente dirigida a Lai Chong. "Soy un protector. Mei Shen amenaza el equilibrio de todas las dimensiones. Su prisión no es un castigo; es una necesidad".


"¡Mentiras!", exclamó Lai Chong, su compostura agrietándose momentáneamente. "Mei Shen es una visionaria, una revolucionaria. Vio más allá de las artificiales barreras entre mundos y se atrevió a desafiarlas".


"Veo que Feng te ha llenado la cabeza con su propaganda", observó la princesa Mei Xing con desdén. "Típico de La Espada Oxidada: manipular a través de medias verdades y promesas vacías".


Lai Chong la miró con una sonrisa que no llegaba a sus ojos.


"Ah, princesa. Feng envía sus saludos. Dice que extraña la... intimidad de compartir tu mente".


La princesa palideció pero mantuvo su postura digna.


"Dile a tu maestro que la próxima vez que intente poseerme, estaré mejor preparada".


"Se lo diré", asintió Lai Chong, aunque su tono sugería que no tenía intención de hacerlo. Luego miró a Ye Ye, su expresión suavizándose ligeramente. "Hija mía, aún no es tarde. Ven conmigo. Hay un lugar para ti en el nuevo orden que Mei Shen establecerá".


Ye Ye negó firmemente con la cabeza.


"No soy realmente tu hija, ¿recuerdas? Solo una huérfana que recogiste por conveniencia. Y prefiero morir como una huérfana libre que vivir como la hija de un monstruo".


Algo parecido al dolor cruzó brevemente el rostro de Lai Chong antes de ser reemplazado por una máscara de indiferencia.


"Como desees", dijo fríamente. "He cumplido con mi deber de ofrecerte una última oportunidad. Lo que suceda ahora es tu elección".


"¿Qué sucederá exactamente?", preguntó Wei Li, notando que Lai Chong no había hecho ningún movimiento agresivo a pesar de sus amenazas implícitas.


El anciano sonrió nuevamente, esta vez con genuina diversión.


"¿Crees que vine a luchar? Oh no, mi joven amigo del futuro. Soy un hombre viejo, y ustedes son muchos. Además, tienen a un guardián dimensional de su lado". Hizo un gesto desdeñoso con la mano. "No, solo vine a retrasar".


"¿Retrasar?", repitió Mei Lin, súbitamente alarmada. "¿Retrasar qué?"


"Su llegada a la cueva, por supuesto", respondió Lai Chong como si fuera obvio. "Cada minuto que pasan aquí hablando conmigo es un minuto menos para preparar su ritual antes de la luna llena".


Wei Li maldijo por lo bajo, dándose cuenta de la estrategia.


"Es una distracción", dijo. "Y estamos cayendo directamente en ella".


"Perspicaz", elogió Lai Chong. "Pero incluso sabiéndolo, ¿qué pueden hacer? ¿Ignorarme y seguir su camino? ¿Qué pasaría si tengo más sorpresas esperándolos?"


"O podríamos simplemente detenerte aquí y ahora", sugirió Zhao Yun, desenvainando su espada.


Lai Chong rio nuevamente.


"Podrías intentarlo, valiente capitán. Pero te aseguro que no soy tan fácil de matar como parezco".


Como para demostrarlo, levantó una mano, y una bola de energía rojiza se formó sobre su palma, pulsando con un poder que hizo que el aire a su alrededor se distorsionara.


"Un regalo de Mei Shen", explicó, notando sus expresiones de sorpresa. "Uno de muchos que he recibido por mi lealtad".


El guardián dimensional dio un paso adelante, interponiéndose entre Lai Chong y el grupo.


"Vete, Lai Chong Wisang", dijo, su voz mental resonando con autoridad. "Tu presencia aquí es una afrenta al orden natural".


"¿El orden natural?", se burló Lai Chong. "¿Qué sabe una anomalía dimensional como tú sobre el orden natural? Eres tan intruso en este mundo como yo lo sería en el tuyo".


"La diferencia", respondió el guardián con calma imperturbable, "es que yo respeto los límites entre mundos. Tú y tu maestra buscan destruirlos".


"¡Límites artificiales!", exclamó Lai Chong, su compostura rompiéndose nuevamente. "¡Cadenas que nos mantienen ignorantes y débiles!"


"Suficiente", intervino Mei Lin, dando un paso adelante para estar junto al guardián. "No tenemos tiempo para debates filosóficos. Dinos qué quieres realmente, Lai Chong, o apártate de nuestro camino".


El anciano la estudió con renovado interés.


"Eres diferente a Lin Mei Hua", observó. "Más directa. Menos paciente. Me pregunto si eso te hará una mejor guardiana... o una peor".


"Lo averiguaremos pronto", respondió Mei Lin firmemente.


Lai Chong asintió lentamente, como llegando a una decisión.


"Muy bien. Mi propósito aquí está cumplido de todos modos". Hizo una reverencia burlona. "Les deseo suerte en su ascenso. La necesitarán".


Con esas palabras, la bola de energía en su mano se expandió repentinamente, envolviendo su cuerpo en un resplandor rojizo. Hubo un destello cegador, y cuando pudieron ver nuevamente, Lai Chong había desaparecido.


"¿A dónde fue?", preguntó Ye Ye, mirando alrededor confundida.


"Teletransportación dimensional rudimentaria", explicó el guardián. "Impresionante para un humano, aunque extremadamente peligroso. Cada vez que utiliza esos poderes, acorta su vida".


"No lo suficientemente rápido, aparentemente", murmuró Wei Li. Luego, más seriamente, añadió: "Tenía razón en una cosa: nos está retrasando. Deberíamos continuar inmediatamente".


"Esperen", dijo Ken, frunciendo el ceño. "¿No les pareció... extraño?"


"¿Qué parte?", preguntó Zhao Yun sarcásticamente. "¿El anciano flotante con poderes mágicos o sus amenazas crípticas?"


"No, su comportamiento", clarificó Ken. "Conozco a Lai Chong. Es calculador, metódico. No hace movimientos sin propósito. Pero esto...", hizo un gesto hacia donde el anciano había estado, "parecía casi... improvisado. Como si estuviera siguiendo un guion que no le gustaba del todo".


"Ahora que lo mencionas", dijo Ye Ye lentamente, "noté algo similar. Cuando me miró... había algo en sus ojos. Algo que no he visto en años. Casi parecía... el hombre que me adoptó, no el monstruo en que se convirtió".


"¿Crees que podría estar teniendo dudas?", preguntó Mei Lin, considerando esta posibilidad.


"O está siendo manipulado más de lo que cree", sugirió Wei Li. "Tal vez Feng o Mei Shen lo están usando, y parte de él lo sabe".


"Es posible", concordó el guardián. "Los humanos que reciben 'regalos' de entidades como Mei Shen rara vez comprenden el verdadero costo hasta que es demasiado tarde. Su esencia está siendo gradualmente reemplazada, su voluntad subvertida".


"¿Podría ser... salvado?", preguntó Ye Ye con una chispa de esperanza.


El guardián pareció considerar la pregunta seriamente.


"Quizás", respondió finalmente. "Si la influencia de Mei Shen fuera removida completamente. Pero eso solo sería posible si reforzamos su prisión y cortamos su conexión con este plano".


"Entonces con más razón debemos tener éxito", dijo Ye Ye con renovada determinación.


El grupo reanudó su ascenso con urgencia renovada. El sendero se volvía cada vez más empinado y traicionero, pero el guardián dimensional los guiaba con seguridad, señalando rutas invisibles para ojos humanos normales.


A medida que avanzaban, Wei Li notó algo inquietante: las sombras entre los árboles habían desaparecido. Ya no sentían ojos invisibles observándolos.


"¿Alguien más nota que estamos sorprendentemente solos?", preguntó en voz baja a Mei Lin.


Ella asintió, también habiendo notado la ausencia de vigilancia.


"Es como si Lai Chong hubiera llamado a todas sus fuerzas", murmuró. "Pero, ¿por qué?"


"Para concentrarlas en un solo lugar", sugirió Wei Li sombríamente. "Probablemente la cueva".


"Una emboscada", concluyó Mei Lin.


"Casi con certeza", concordó Wei Li. "La pregunta es: ¿cómo la enfrentamos?"


Mei Lin sonrió, un destello de determinación en sus ojos.


"Como siempre lo hacemos: juntos, con ingenio, y con un toque de locura improvisada".


Wei Li rio suavemente.


"Esa es mi chica", dijo con orgullo. "Siempre lista para lo imposible".


Continuaron ascendiendo, cada paso llevándolos más cerca de su destino y del inevitable enfrentamiento que les esperaba. El sol comenzaba su descenso hacia el horizonte, recordándoles que el tiempo se agotaba. En unas pocas horas, la luna llena se alzaría, y con ella, el momento de la verdad.


Ninguno de ellos podía saber que, mientras avanzaban valientemente hacia lo que esperaban fuera la salvación de múltiples dimensiones, fuerzas mucho más antiguas y poderosas de lo que podían imaginar ya estaban en movimiento, preparando el escenario para un enfrentamiento que cambiaría el destino de mundos enteros.


Y en algún lugar entre dimensiones, en una prisión de luz y sombra, una entidad antigua esperaba pacientemente, sintiendo cómo las barreras que la contenían se debilitaban con cada latido del Corazón de Jade.


Capítulo 8: El Corazón de Jade Revelado

Capítulo 8: El Corazón de Jade Revelado

La Cueva de los Ecos Eternos resultó ser mucho más impresionante de lo que cualquiera de ellos había imaginado. Ubicada en una hendidura casi invisible de la montaña sagrada, su entrada parecía un simple corte en la roca hasta que uno se acercaba lo suficiente para ver los antiguos símbolos tallados alrededor del marco, símbolos que brillaban tenuemente con un resplandor verde similar al del Corazón de Jade.


"Increíble", murmuró Wei Li mientras el grupo se detenía frente a la entrada. "Estos grabados parecen combinar elementos de escritura china antigua con algo completamente... no humano".


"No lo es", confirmó el guardián dimensional, su voz resonando en las mentes de todos gracias a la conexión que habían establecido anteriormente. "Es la escritura de los Primeros Guardianes, aquellos que existían antes de que los humanos siquiera caminaran erguidos".


"¿Puedes leerla?", preguntó Ken, fascinado a pesar de la gravedad de su situación.


"Parcialmente", respondió el guardián. "Habla de puertas entre mundos, de equilibrio y caos, de sellos y llaves".


"Muy poético", comentó Wei Li. "Pero me gustaría saber si también menciona trampas mortales o maldiciones eternas. Ya sabes, por precaución".


El guardián emitió lo que solo podía interpretarse como un pensamiento de diversión.


"No hay trampas físicas", aseguró. "Aunque la cueva en sí es... impredecible. El espacio y el tiempo no funcionan de manera convencional dentro".


"Por supuesto que no", suspiró Wei Li. "Porque eso sería demasiado sencillo".


Mei Lin dio un paso adelante, el Corazón de Jade pulsando suavemente en su mano como si reconociera la proximidad de la cueva.


"¿Es seguro entrar?", preguntó al guardián.


"Tan seguro como puede ser un nexo interdimensional", respondió éste, lo cual no era particularmente tranquilizador. "Pero debemos proceder con cautela. La influencia de Mei Shen será más fuerte aquí, donde las barreras entre mundos son más delgadas".


Con esa advertencia en mente, el grupo entró en la cueva. El pasaje inicial era estrecho y oscuro, iluminado únicamente por el resplandor del Corazón de Jade y los ojos del guardián dimensional. Pero después de unos veinte metros, el túnel se abrió repentinamente a una caverna tan vasta que desafiaba la lógica de la montaña que la contenía.


"Esto es imposible", murmuró Zhao Yun, mirando hacia arriba a un techo que parecía estar a cientos de metros de altura. "La montaña no es tan grande".


"Te lo dije", respondió el guardián. "El espacio aquí no sigue vuestras reglas".


La caverna estaba iluminada por cristales que crecían de las paredes y el techo, emitiendo un suave resplandor multicolor que creaba patrones hipnóticos en el suelo de piedra pulida. En el centro, había un círculo perfecto de lo que parecía jade negro, rodeado por siete pedestales dispuestos en formación estrellada.


"El altar de los siete sellos", explicó la princesa Mei Xing con reverencia. "Los textos antiguos de mi familia lo describen, pero verlo en persona es..."


"Aterrador", completó Ye Ye, aferrándose al brazo de Ken. "¿Soy la única que siente como si algo nos estuviera observando?"


"No estás imaginando cosas", dijo el guardián. "La cueva es semi-consciente. Ha sido testigo de rituales durante milenios y ha absorbido parte de la energía de quienes los realizaron".


"Genial", murmuró Wei Li. "Una cueva psíquica. Justo lo que necesitábamos para completar nuestra colección de fenómenos sobrenaturales".


Se acercaron cautelosamente al altar central. A medida que lo hacían, el Corazón de Jade en la mano de Mei Lin pulsaba cada vez más rápido, como si respondiera a la proximidad de algo familiar.


"Uno de los pedestales está diseñado específicamente para el Corazón de Jade", explicó el guardián, señalando el que estaba directamente al norte del círculo. "Y otro para el Espejo de la Verdad Eterna", añadió, indicando el pedestal opuesto.


"¿Y los otros cinco?", preguntó Mei Lin.


"Para los otros artefactos de sellado", respondió la princesa. "La Campana del Silencio Eterno, el Pergamino de los Nombres Verdaderos, la Llave de las Mil Puertas, la Pluma del Destino Inmutable, y la Lágrima del Primer Amanecer".


"Nombres muy dramáticos", comentó Wei Li. "Pero si La Espada Oxidada ya tiene control sobre tres de ellos, ¿cómo completamos el ritual sin todos los artefactos?"


"No necesitamos todos los artefactos físicos", explicó el guardián. "Solo necesitamos su esencia, su energía. Y eso", señaló a Mei Lin y a la princesa, "es algo que las guardianas legítimas pueden canalizar, incluso para los sellos que no poseen directamente".


"¿Cómo?", preguntó la princesa, sorprendida por esta revelación.


"A través de la sangre", respondió el guardián. "Las familias guardianas están conectadas no solo por deber, sino por linaje. Todas descienden de los siete discípulos del Primer Emperador que ayudaron a sellar a Mei Shen originalmente".


"Espera", interrumpió Wei Li, procesando esta información. "¿Estás diciendo que Mei Lin y la princesa están emparentadas?"


"Muy, muy lejanamente", confirmó el guardián. "Pero la conexión existe, y en un lugar como este, donde el tiempo y el espacio son fluidos, eso es suficiente".


Mei Lin y la princesa se miraron con renovado interés, cada una viendo a la otra bajo una nueva luz.


"Supongo que eso explica por qué ambas somos igual de tercas", comentó Mei Lin con una pequeña sonrisa.


"Y valientes hasta la imprudencia", añadió la princesa, devolviendo la sonrisa.


"Conmovedor", interrumpió Ken, aunque su tono era amable. "Pero el tiempo se agota. La luna llena estará en su cenit en menos de una hora".


"Cierto", asintió el guardián. "Debemos preparar el ritual inmediatamente. Pero primero..."


Se detuvo, su forma etérea tensándose visiblemente.


"¿Qué sucede?", preguntó Mei Lin, alarmada.


"No estamos solos", respondió el guardián. "Ellos vienen".


Como respondiendo a sus palabras, un viento frío e imposible sopló a través de la caverna, apagando momentáneamente el brillo de los cristales. Cuando la luz regresó, no estaban solos.


En la entrada de la caverna, bloqueando su única vía de escape, se encontraba Lai Chong Wisang. Pero no estaba solo. A su lado había una figura que solo podía ser el Maestro Feng en su verdadera forma: alto, inhumanamente delgado, con piel tan pálida que parecía translúcida y ojos que brillaban con un resplandor rojizo. Y detrás de ellos, una docena de figuras encapuchadas con túnicas oxidadas, cada una sosteniendo lo que parecían ser varillas metálicas que zumbaban con energía.


"Bienvenidos", dijo Feng, su voz resonando de manera antinatural en la caverna. "Los estábamos esperando".


Wei Li se colocó protectoramente frente a Mei Lin, mientras Zhao Yun desenvainaba su espada y Ken empujaba a Ye Ye detrás de él.


"Sabía que era demasiado fácil", murmuró Wei Li. "Toda esa charla sobre emboscadas, y aun así caímos directamente en la trampa".


"No es una trampa si sabes que está ahí y entras de todos modos", respondió Mei Lin en voz baja. "Es una confrontación inevitable".


"Siempre tan filosófica", sonrió Wei Li a pesar de la tensión. "Es una de las muchas razones por las que te amo".


"¿Podríamos dejar las declaraciones románticas para después de salvar el multiverso?", sugirió Ken, aunque había una chispa de humor en sus ojos.


"Qué conmovedor", se burló Feng, avanzando hacia ellos con pasos que parecían demasiado fluidos para ser humanos. "El amor frente al apocalipsis. Casi poético, si no fuera tan patéticamente predecible".


"Lo dice el villano con el monólogo estándar de 'los estaba esperando'", respondió Wei Li. "Hablando de predecible".


Los ojos de Feng brillaron con furia momentánea antes de que su expresión se suavizara en una sonrisa inquietante.


"Disfruta de tu ingenio mientras puedas, viajero del tiempo. Pronto, tú y todos los que amas serán meros recuerdos en un cosmos transformado".


"¿Transformado en qué exactamente?", preguntó Mei Lin, ganando tiempo mientras evaluaba sus opciones. "¿Qué esperas lograr realmente liberando a Mei Shen?"


"Renovación", respondió Feng con fervor religioso. "Purificación. La Diosa verá los mundos como realmente son: fragmentados, limitados, desperdiciando su potencial. Ella los unirá, eliminando las barreras artificiales entre dimensiones, permitiendo que la energía y la conciencia fluyan libremente".


"Suena encantador", comentó Wei Li sarcásticamente. "Excepto por la parte donde 'eliminar barreras' significa destrucción masiva y caos interdimensional".


"No puedes hacer una tortilla cósmica sin romper algunos huevos dimensionales", respondió Feng con escalofriante ligereza. "Algunos mundos perecerán, sí. Algunos seres sufrirán. Pero los que sobrevivan evolucionarán hacia algo mayor, algo trascendente".


"¿Y quién decide quién sobrevive?", preguntó la princesa Mei Xing, dando un paso adelante. "¿Tú? ¿Mei Shen? ¿Con qué derecho?"


"Con el derecho del poder", respondió Feng simplemente. "Así ha sido siempre, en todos los mundos y tiempos. Los fuertes determinan el destino de los débiles".


"Una filosofía conveniente para alguien que espera estar del lado ganador", observó Ken.


Feng se volvió hacia él, estudiándolo con interés.


"Ah, el ingeniero cuántico. Lai Chong habla muy bien de tus habilidades, si no de tu lealtad. Podrías haber tenido un lugar de honor en el nuevo orden, ¿sabes? Podrías haber sido un arquitecto de mundos".


"Prefiero arreglar los que ya tenemos, gracias", respondió Ken firmemente.


Feng suspiró dramáticamente.


"Tanta obstinación. Tanta resistencia inútil". Hizo un gesto hacia Lai Chong, quien había permanecido extrañamente silencioso. "Muéstrales".


Lai Chong avanzó, y por primera vez, el grupo notó que llevaba algo en las manos: un objeto envuelto en seda roja. Lo desenvolvió lentamente, revelando lo que parecía ser una pequeña campana de plata con inscripciones similares a las del marco del Espejo de la Verdad Eterna.


"La Campana del Silencio Eterno", jadeó la princesa. "Uno de los siete sellos".


"Correcto", sonrió Feng. "Y no es el único que tenemos".


Con otro gesto, dos de las figuras encapuchadas avanzaron, cada una sosteniendo un artefacto: un pergamino antiguo sellado con cera negra, y lo que parecía ser una pluma hecha de un metal imposiblemente brillante.


"El Pergamino de los Nombres Verdaderos y la Pluma del Destino Inmutable", identificó la princesa, palideciendo visiblemente. "Cuatro de los siete sellos en su poder..."


"Y pronto, los siete", completó Feng con satisfacción. "Una vez que ustedes amablemente coloquen el Corazón de Jade y el Espejo en sus respectivos pedestales".


"¿Y por qué haríamos eso?", desafió Mei Lin.


"Porque no tienen alternativa", respondió Feng con calma inquietante. "Observen".


Chasqueó los dedos, y el aire en el centro de la caverna se distorsionó. Una imagen se formó, como una ventana a otro lugar: la mansión Lin, con todos sus sirvientes y guardias congelados en posiciones antinaturales, sus rostros contorsionados en expresiones de agonía.


"Un simple hechizo de suspensión temporal", explicó Feng casualmente. "Por ahora, están simplemente... pausados. Ni vivos ni muertos. Pero con otro chasquido de mis dedos, el hechizo puede convertirse en algo mucho más permanente y doloroso".


"Monstruo", siseó Zhao Yun, dando un paso amenazador hacia adelante.


"Pragmático", corrigió Feng. "Y esto es solo el comienzo. Tenemos agentes en cada aldea importante de la provincia, listos para desatar caos a mi señal. Miles de vidas inocentes, todas dependiendo de su cooperación".


Mei Lin y Wei Li intercambiaron una mirada de desesperación. Estaban acorralados, y ambos lo sabían.


"Debe haber otra manera", murmuró Wei Li, su mente trabajando frenéticamente.


"Siempre hay otra manera", respondió Mei Lin en voz baja. Luego, dirigiéndose al guardián dimensional que había permanecido silenciosamente vigilante, preguntó mentalmente: "¿Hay alguna forma de realizar el ritual verdadero incluso si colocamos los artefactos en los pedestales?"


"Posiblemente", respondió el guardián directamente a su mente, bloqueando la comunicación para que Feng no pudiera interceptarla. "Los artefactos responden a la intención de sus guardianes legítimos. Si tu voluntad y la de la princesa son suficientemente fuertes, podrían resistir la corrupción que Feng intentará imponer".


"¿Y si no lo son?", preguntó Mei Lin.


"Entonces Mei Shen será liberada, y múltiples dimensiones sufrirán las consecuencias", respondió el guardián gravemente.


Mei Lin respiró hondo, tomando una decisión.


"Muy bien, Feng", dijo en voz alta. "Lo haremos a tu manera. Colocaremos los artefactos en los pedestales".


"¡Mei Lin!", exclamó Wei Li, sorprendido.


"No tenemos opción", respondió ella, mirándolo significativamente. "No podemos arriesgar todas esas vidas inocentes".


Wei Li la estudió por un momento antes de asentir lentamente, comprendiendo que tenía un plan.


"Como siempre, tu compasión es tu mayor fortaleza... y tu mayor debilidad", comentó Feng con satisfacción. "Acérquense al altar, guardianas. Es hora de que cumplan con su destino".


Mei Lin y la princesa avanzaron lentamente hacia el círculo central, cada una sosteniendo su respectivo artefacto. El Corazón de Jade pulsaba cada vez más rápido en la mano de Mei Lin, como si sintiera la proximidad del ritual.


"Cuando coloquemos los artefactos", murmuró Mei Lin a la princesa, "concéntrate en tu deseo de reforzar el sello, no de romperlo. Los artefactos responden a la intención de sus guardianes legítimos".


La princesa asintió imperceptiblemente, comprendiendo el plan.


Llegaron al borde del círculo de jade negro, donde los siete pedestales esperaban. Feng y Lai Chong se acercaron también, cada uno sosteniendo uno de los artefactos robados, mientras los cultistas encapuchados traían los otros dos.


"En el momento exacto en que la luna llena alcance su cenit", instruyó Feng, "todos colocaremos los artefactos simultáneamente. Ni un segundo antes, ni un segundo después".


"¿Cómo sabremos el momento exacto?", preguntó la princesa.


Como respondiendo a su pregunta, un rayo de luz lunar penetró repentinamente a través de una abertura en el techo de la caverna que nadie había notado antes. El rayo se movía lentamente a través del suelo, acercándose al círculo central.


"Cuando la luz toque el centro del círculo", explicó Feng, "ese será el momento".


Los minutos pasaron en tensa espera. Wei Li, Ken, Ye Ye y Zhao Yun se mantenían cerca, vigilados de cerca por los cultistas armados. El guardián dimensional había adoptado una posición cerca del altar, aparentemente aceptando su papel en el ritual.


Finalmente, el rayo de luz lunar alcanzó el borde del círculo de jade negro.


"Prepárense", ordenó Feng, su voz vibrando con anticipación.


Mei Lin cerró los ojos brevemente, centrándose en su intención: reforzar el sello, proteger los mundos, detener a Mei Shen. A su lado, podía sentir a la princesa haciendo lo mismo.


El rayo de luz tocó el centro exacto del círculo, iluminándolo con un resplandor plateado sobrenatural.


"¡Ahora!", exclamó Feng.


Simultáneamente, los siete artefactos fueron colocados en sus respectivos pedestales. Por un momento, nada sucedió. Luego, cada artefacto comenzó a brillar con su propio color distintivo: verde para el Corazón de Jade, azul para el Espejo, rojo para la Campana, y así sucesivamente.


Los rayos de luz de cada artefacto se encontraron en el centro del círculo, formando una esfera de energía multicolor que crecía constantemente.


"¡Sí!", exclamó Feng, su rostro iluminado por el resplandor sobrenatural. "¡El sello se debilita! ¡Puedo sentirlo!"


Pero algo extraño estaba sucediendo. La esfera de energía, en lugar de pulsar con el rojo que Feng esperaba, comenzaba a tornarse de un verde brillante.


"¿Qué está pasando?", exigió, volviéndose hacia Lai Chong. "¡Esto no es lo que predijiste!"


Lai Chong parecía tan confundido como él.


"No lo entiendo", murmuró. "Los cálculos eran perfectos. El ritual debería estar rompiendo el sello, no reforzándolo".


"¡Las guardianas!", rugió Feng, comprendiendo súbitamente. "¡Están manipulando el ritual!"


Se lanzó hacia Mei Lin con furia sobrehumana, pero antes de que pudiera alcanzarla, el guardián dimensional se interpuso en su camino.


"No esta vez, fragmento", dijo el guardián, su voz mental resonando con autoridad. "Tu maestra permanecerá donde pertenece".


"¡Tú!", siseó Feng, su forma comenzando a distorsionarse con rabia. "¡Siempre interfiriendo, siempre en el camino!"


"Es mi deber", respondió el guardián simplemente. "Como ha sido desde el principio de los tiempos".


Mientras ellos se enfrentaban, la esfera de energía en el centro del círculo continuaba creciendo y cambiando. Vetas de todos los colores danzaban a través de su superficie, pero el verde predominaba cada vez más.


"¡Está funcionando!", exclamó la princesa, su rostro iluminado por la esperanza. "¡El sello se está reforzando!"


"¡No!", rugió Feng. Con un movimiento imposiblemente rápido, esquivó al guardián y se lanzó hacia el círculo central, directamente hacia la esfera de energía.


"¡Deténganlo!", gritó Wei Li, corriendo hacia adelante junto con Zhao Yun.


Pero era demasiado tarde. Feng alcanzó la esfera y hundió sus manos en ella. Un chillido inhumano escapó de su garganta mientras su cuerpo comenzaba a brillar con el mismo resplandor rojizo que sus ojos.


"¡Mi señora!", gritó. "¡Te ofrezco mi esencia como conducto! ¡Usa mi forma para liberarte!"


La esfera pulsó violentamente, y una onda de choque de energía pura barrió la caverna, derribando a todos excepto a Mei Lin y la princesa, quienes permanecieron firmes gracias a su conexión con los artefactos.


Cuando pudieron ver nuevamente, Feng había cambiado. Su cuerpo se había expandido, creciendo hasta casi tocar el techo de la caverna. Su piel, antes meramente pálida, ahora brillaba con un resplandor interno rojizo, y sus rasgos se habían vuelto más femeninos, más hermosos, pero también más terribles.


"Libreeee", canturreó una voz que era y no era la de Feng, una voz que parecía estar compuesta de miles de voces diferentes hablando al unísono. "Después de milenios, finalmente libre".


"No completamente", corrigió el guardián dimensional, levantándose. "Solo un fragmento mayor de ti ha escapado, Mei Shen. El resto sigue sellado".


La entidad que había sido Feng se volvió hacia el guardián, una sonrisa terrible distorsionando su rostro ahora inhumano.


"Xian Wei, mi viejo adversario", dijo con falsa dulzura. "Siempre tan formal, tan correcto. ¿No te cansas de ser el perro guardián de los emperadores muertos?"


"Prefiero ser un guardián que un destructor", respondió el guardián con calma imperturbable.


"¡Destrucción y creación son lo mismo!", rugió la entidad. "¡No puedes tener uno sin el otro!"


Mientras hablaban, Wei Li se había acercado sigilosamente a Mei Lin.


"El ritual", susurró urgentemente. "¿Podemos completarlo?"


"No mientras ella esté interfiriendo con la esfera", respondió Mei Lin en voz baja. "Necesitamos separarla de la fuente de energía".


"Déjamelo a mí", dijo Wei Li con una sonrisa confiada que no sentía en absoluto. Sacó su "bolígrafo" tecnológico y lo ajustó rápidamente. "Siempre quise probar esta configuración, aunque preferiblemente no contra una diosa interdimensional enfurecida".


"¿Qué vas a hacer?", preguntó Mei Lin, alarmada.


"Algo brillante o algo estúpido", respondió Wei Li. "Probablemente ambos".


Antes de que Mei Lin pudiera detenerlo, Wei Li corrió hacia la entidad, activando su dispositivo. Un rayo de energía azul brillante emergió del "bolígrafo", golpeando a la criatura que había sido Feng directamente en el pecho.


La entidad rugió de dolor y sorpresa, momentáneamente distraída de la esfera de energía.


"¡Ahora!", gritó Wei Li a Mei Lin y la princesa. "¡Completen el ritual!"


Las dos guardianas no perdieron tiempo. Concentrándose con toda su voluntad, canalizaron su energía a través de sus respectivos artefactos. El Corazón de Jade y el Espejo brillaron con intensidad cegadora, y sus rayos de luz golpearon la esfera central con renovada fuerza.


La entidad, comprendiendo lo que sucedía, intentó volver a la esfera, pero Wei Li mantenía su rayo de energía firmemente sobre ella, manteniéndola a raya.


"¡Insignificante mortal!", rugió la criatura. "¡Te aplastaré como el insecto que eres!"


"Tendrás que ponerte en la fila", respondió Wei Li, aumentando la potencia de su dispositivo. "Ya hay demasiadas entidades cósmicas que quieren matarme".


La distracción funcionó. Mientras la entidad se concentraba en Wei Li, la esfera de energía en el centro del círculo se estabilizaba, el verde predominando completamente sobre los otros colores.


"¡Se está cerrando!", exclamó la princesa. "¡El sello se está reforzando!"


La entidad aulló de rabia y frustración, sintiendo cómo su conexión con el resto de su ser se debilitaba.


"¡No!", rugió. "¡No regresaré a la oscuridad! ¡No seré prisionera nuevamente!"


Con un esfuerzo sobrehumano, se liberó del rayo de Wei Li y se lanzó hacia la esfera. Pero antes de que pudiera alcanzarla, una figura se interpuso en su camino: Lai Chong Wisang.


"¡Apártate, mortal!", ordenó la entidad.


Para sorpresa de todos, Lai Chong negó con la cabeza.


"No", dijo simplemente. "Ya he causado suficiente daño".


"¡Traidor!", rugió la entidad. "¡Te di poder! ¡Te di conocimiento! ¡Te di la oportunidad de ser un dios!"


"Y a cambio, casi destruyo todo lo que importa", respondió Lai Chong con sorprendente calma. "Mi hija tenía razón. Soy un monstruo. Pero quizás pueda ser algo más en mis últimos momentos".


Antes de que nadie pudiera reaccionar, Lai Chong sacó un pequeño dispositivo de entre sus ropas y lo activó. Un campo de energía azulada se expandió desde él, envolviendo tanto a Lai Chong como a la entidad en una burbuja resplandeciente.


"¡Padre!", gritó Ye Ye, corriendo hacia adelante solo para ser detenida por Ken.


"¡Atrás!", advirtió Lai Chong. "¡Es un campo de contención cuántica! ¡Nada puede entrar o salir hasta que se agote la energía!"


"¿Qué estás haciendo?", exigió la entidad, golpeando furiosamente contra las paredes invisibles del campo.


"Lo que debería haber hecho hace mucho tiempo", respondió Lai Chong. "Enmendar mis errores".


Se volvió hacia el grupo, su mirada encontrándose con la de Ye Ye.


"Lo siento, hija mía", dijo suavemente. "Por todo".


Luego miró a Ken.


"Cuídala, Kenji. Y completa lo que empezamos, pero hazlo correctamente esta vez".


Ken asintió solemnemente, comprendiendo el mensaje oculto en las palabras de Lai Chong.


"¡El ritual!", exclamó la princesa. "¡Está alcanzando su punto crítico!"


La esfera de energía en el centro del círculo había crecido hasta engullir casi todo el altar. Pulsos de luz verde emergían de ella, extendiéndose por toda la caverna.


"¡Todos atrás!", ordenó el guardián dimensional. "¡El sello está a punto de cerrarse completamente!"


El grupo retrocedió hasta el borde de la caverna, todos excepto Mei Lin y la princesa, quienes permanecían en sus posiciones, canalizando su energía a través de los artefactos.


Dentro del campo de contención, la entidad que había sido Feng luchaba cada vez más desesperadamente.


"¡No puedes contenerme para siempre, Lai Chong!", rugió. "¡Este campo se agotará eventualmente!"


"No necesita ser para siempre", respondió Lai Chong, observando la esfera de energía que crecía en el altar. "Solo lo suficiente".


La esfera alcanzó su tamaño máximo, pulsando con un ritmo que parecía sincronizado con los latidos del Corazón de Jade. Luego, con un destello cegador de luz verde, implosionó sobre sí misma, enviando una onda de choque de energía pura a través de la caverna.


Cuando la luz se desvaneció y pudieron ver nuevamente, la esfera había desaparecido. En su lugar, flotando sobre el altar, había una pequeña gema verde perfectamente tallada, idéntica al Corazón de Jade pero apenas del tamaño de una uña.


"Está hecho", anunció el guardián dimensional, su voz mental llena de alivio y asombro. "El sello ha sido reforzado. La prisión de Mei Shen es más fuerte que nunca".


Dentro del campo de contención, la entidad que había sido Feng aulló de rabia y desesperación, su forma comenzando a desestabilizarse.


"¡Esto no ha terminado!", gritó, su voz distorsionándose. "¡Encontraré otra manera! ¡Siempre encuentro otra manera!"


"No esta vez", respondió Lai Chong con sorprendente gentileza. "Es hora de descansar, Mei Shen. Es hora de que todos descansemos".


El campo de contención comenzó a brillar cada vez más intensamente, la energía dentro de él volviéndose inestable.


"¡Todos fuera!", gritó Ken, comprendiendo lo que estaba a punto de suceder. "¡El campo va a colapsar!"


El grupo corrió hacia la entrada de la caverna, Wei Li prácticamente arrastrando a Mei Lin, quien parecía agotada por el ritual. Ye Ye miró una última vez hacia su padre adoptivo, lágrimas corriendo por sus mejillas, antes de permitir que Ken la guiara hacia la salida.


Apenas habían alcanzado el túnel de entrada cuando un destello de luz blanca pura iluminó toda la caverna, seguido por una explosión ensordecedora. La montaña entera pareció estremecerse, y por un momento, temieron que toda la cueva colapsaría sobre ellos.


Pero tan rápido como había comenzado, todo terminó. Un silencio sobrenatural cayó sobre la caverna.


Cautelosamente, regresaron al interior. Donde había estado el campo de contención, ahora solo había un círculo perfectamente quemado en el suelo de piedra. No había rastro de Lai Chong Wisang ni de la entidad que había poseído a Feng.


"Se han ido", confirmó el guardián dimensional. "Ambos".


"¿Mi padre está...?", comenzó Ye Ye, su voz quebrándose.


"Su forma física, sí", respondió el guardián con gentileza. "Pero su esencia, lo que ustedes llamarían alma, ha sido liberada. Y en sus últimos momentos, eligió la redención".


Ye Ye asintió lentamente, las lágrimas fluyendo libremente ahora. Ken la abrazó, ofreciendo consuelo silencioso.


"¿Y Mei Shen?", preguntó la princesa. "¿El fragmento que escapó?"


"Destruido", respondió el guardián. "O más precisamente, reabsorbido por el sello. La explosión del campo de contención creó una resonancia perfecta con la frecuencia del sello reforzado, atrayendo el fragmento de vuelta a su prisión".


"Entonces... ¿ganamos?", preguntó Wei Li, apenas atreviéndose a creerlo.


"Sí", confirmó el guardián. "Por ahora, al menos. Mei Shen permanecerá sellada por muchos milenios más".


Un suspiro colectivo de alivio recorrió el grupo. Mei Lin, aún débil por el ritual, se apoyó en Wei Li.


"¿Qué hay de los cultistas?", preguntó, notando que los miembros de La Espada Oxidada habían desaparecido.


"Huyeron cuando vieron que su diosa había sido derrotada", respondió Zhao Yun con desdén. "Cobardes, todos ellos".


"Sin su líder, La Espada Oxidada se fragmentará", predijo la princesa. "Aunque debemos permanecer vigilantes. Cultos como ese tienen una forma de resurgir generación tras generación".


"Un problema para otro día", dijo Wei Li, sosteniendo a Mei Lin más cerca. "Por ahora, creo que todos merecemos un descanso".


"Más que merecido", concordó Ken. "Aunque tengo curiosidad... ¿qué es eso?", señaló la pequeña gema verde que aún flotaba sobre el altar.


El guardián dimensional se acercó a ella, estudiándola con interés.


"Una semilla de jade", explicó. "Un fragmento del poder del Corazón de Jade, cristalizado por la energía del ritual. Es... inusual. No había visto uno en eones".


"¿Es peligroso?", preguntó Wei Li, siempre práctico.


"No", aseguró el guardián. "De hecho, es un regalo. Para ti, guardiana", añadió, mirando a Mei Lin. "Un símbolo de tu servicio y sacrificio".


La pequeña gema flotó suavemente hacia Mei Lin, quien extendió su mano para recibirla. En cuanto tocó su palma, la gema pulsó una vez con un resplandor verde intenso, y luego se apagó, convirtiéndose en una joya aparentemente normal, aunque extraordinariamente hermosa.


"Es... cálida", comentó Mei Lin, sorprendida.


"Contiene una fracción del poder del Corazón de Jade", explicó el guardián. "No suficiente para viajar en el tiempo o entre dimensiones, pero sí para otras cosas. Descubrirás sus propiedades con el tiempo".


"Genial", sonrió Wei Li. "Un souvenir interdimensional. Definitivamente supera a las camisetas de 'Visité el siglo XVIII y sobreviví'".


A pesar del agotamiento, todos rieron, la tensión de las últimas horas finalmente disipándose.


"¿Qué sucederá ahora?", preguntó Mei Lin al guardián. "¿Con todos nosotros?"


"Eso", respondió el guardián, "depende de ustedes".





Tres meses después, Shanghai 2025


El ático de lujo en el distrito financiero de Shanghai ofrecía vistas panorámicas de la ciudad futurista, con sus rascacielos de cristal y acero, sus drones de reparto surcando el cielo, y el río Huangpu serpenteando como una cinta plateada bajo el sol del atardecer.


Mei Lin observaba la ciudad desde la terraza, la pequeña gema verde que ahora llevaba como colgante brillando suavemente contra su piel. Tanto había cambiado en los tres meses desde su regreso del pasado.


La puerta corredera se abrió tras ella, y Wei Li salió a la terraza, sosteniendo dos copas de champán.



"¿Contemplando tu imperio, Su Majestad Multimillonaria?", bromeó, entregándole una copa

"¿Contemplando tu imperio, Su Majestad Multimillonaria?", bromeó, entregándole una copa.


Mei Lin sonrió, aceptando la bebida.


"Todavía no puedo creer que funcionara", dijo, no por primera vez. "Que las inversiones que hicimos basadas en nuestro conocimiento del futuro realmente nos convirtieran en... esto".


Hizo un gesto hacia el lujoso apartamento, hacia la ciudad que se extendía ante ellos, hacia la vida de opulencia que ahora llevaban.


"Bueno, conocer los resultados de la bolsa de valores de los últimos 300 años tiene sus ventajas", respondió Wei Li, chocando su copa con la de ella. "Aunque debo admitir que nunca esperé que la princesa Mei Xing fuera tan astuta con las finanzas. Esas acciones de la Compañía de las Indias Orientales ,las del Banco del Espíritu Santo de Macao que nos sugirió comprar fueron un golpe maestro".


"Ella siempre fue más inteligente de lo que aparentaba", concordó Mei Lin. "Me alegra que haya encontrado la felicidad".Había que hacer algo y como dueña de mi feudo le di un título honorario.Asi el capitán ascendido a General no violo ninguna ley. Le ordene casarse con la princesa 


Ambos guardaron silencio por un momento, recordando cómo habían dejado las cosas en el pasado. La princesa Mei Xing, ahora libre de la influencia de Feng, había sido coronada reina de una pequeña pero estratégica provincia, con Zhao Yun como su consorte real. Su boda había sido un evento espectacular, con Mei Lin y Wei Li como invitados de honor antes de su partida.

-- Se que la amara. De hecho me di cuenta-- que le gustaba sin decirlo.


Ken y Ye Ye habían decidido permanecer en el pasado, con Ken utilizando sus conocimientos del futuro (cuidadosamente aplicados para no alterar demasiado la línea temporal) para ayudar a reconstruir la "fábrica" de Lai Chong como un centro de investigación legítimo. Ye Ye había sido condecorada por la corte imperial por su papel en "resolver el caso del demonio", una historia cuidadosamente editada que omitía las partes más extrañas de la verdad.

Esa situación obligaría a Ken y Ye Ye viajar por los portales electro computarizados espirituales.


En cuanto al guardián dimensional, había regresado a su propio plano de existencia, aunque no antes de establecer una conexión permanente con la pequeña gema que ahora Mei Lin llevaba como colgante. Ocasionalmente, Mei Lin sentía su presencia, un leve toque mental que le aseguraba que todo estaba bien en el multiverso.


"¿Has sabido algo de él últimamente?", preguntó Wei Li, notando cómo Mei Lin tocaba inconscientemente su colgante.


"Esta mañana", respondió ella con una sonrisa. "Aparentemente, ha encontrado a alguien. Otra guardiana dimensional. Dice que es 'refrescantemente caótica'".


"¿Nuestro amigo interdimensional tiene novia?", rio Wei Li. "Eso sí que no lo vi venir".


"Aparentemente, es la guardiana que todos confundían con la 'Diosa de la Paz'", explicó Mei Lin. "Resulta que nunca fue malvada, solo estaba... incomprendida".


"Y ahora están juntos", concluyó Wei Li. "Bueno, supongo que incluso las entidades dimensionales merecen un final feliz".


"Hablando de finales felices", dijo Mei Lin, volviéndose hacia él con una sonrisa misteriosa. "Tengo algo que mostrarte".


Sacó un sobre de su bolsillo y se lo entregó. Wei Li lo abrió con curiosidad, extrayendo lo que parecía ser un resultado médico.


Sus ojos se abrieron como platos mientras leía.


"¿Estás...? ¿Vamos a...?"El tercero? Uno por cada aventura?-- balbuceó, incapaz de completar la frase.


"Sí", confirmó Mei Lin, su sonrisa ampliándose. "Aparentemente, las aventuras interdimensionales no son lo único que podemos crear juntos".


Wei Li la levantó en brazos, girando con ella en la terraza mientras ambos reían de pura alegría.


"¡Vamos a ser padres! Otra vez", exclamó, besándola profundamente antes de bajarla. "Espera... ¿el bebé no tendrá, ya sabes, poderes extraños o algo así? Considerando todo lo que hemos pasado, y esa gema que llevas..."


"El guardián dice que es posible que tenga cierta... sensibilidad a las energías dimensionales", admitió Mei Lin. "Pero nada peligroso. Solo... especial".


"Como su madre", dijo Wei Li con ternura, colocando una mano sobre el vientre aún plano de Mei Lin.


"Y tan brillante como su padre, espero", añadió ella, cubriendo su mano con la suya.


Se quedaron así por un momento, contemplando el futuro que se extendía ante ellos, tan lleno de posibilidades como el horizonte de Shanghai.


"Sabes", dijo Wei Li finalmente, "deberíamos invitar a Ken y Ye Ye a la fiesta de revelación del género. Estoy seguro de que podrían usar el Corazón de Jade para un viaje rápido al futuro".


"¿Y arriesgarnos a otra crisis interdimensional?", rio Mei Lin. "Creo que hemos tenido suficientes aventuras por un tiempo".


"Tienes razón", concordó Wei Li. "Aunque, tengo que admitir, parte de mí extraña la emoción".


"Confía en mí", dijo Mei Lin, acariciando su vientre, "la aventura que nos espera será más que suficiente para mantenernos ocupados".


Wei Li sonrió, besando su frente.


"No puedo esperar", dijo sinceramente.


Mientras el sol se ponía sobre Shanghai, bañando la ciudad en tonos dorados y rojizos, Mei Lin y Wei Li permanecieron en la terraza, disfrutando de su momento de paz. Habían salvado múltiples dimensiones, encontrado una fortuna, y ahora estaban a punto de embarcarse en la mayor aventura de todas: la paternidad.


Y en algún lugar entre dimensiones, un guardián y su nueva compañera observaban con aprobación, sabiendo que el Corazón de Jade no podría estar en mejores manos.



Epílogo.

-- Siempre quise hacer esto-- dijo Wen Li-- Que Aria pueda ayudarnos más eficazmente.Elon Musk se va a morir de envidia -- dijo Wei en su laboratorio.

-- Aria.Como te sientes?.

-- Muy bien.. ahora siento que voy ha ser más efectiva. mientras Mei Ling este en el embarazo, cuidare a los niños más efectiva...

-; Claro que sí..


Esa noche.

--- Mira -- enseño a Mei Lin la nueva ARIA

--- Mira -- enseño a Mei Lin la nueva ARIA


-- Wei Li, tu me puedes explicar esto?.

-- Claro. Es nuestra ARIA, con nuevos circuitos,chasis de carbono orgánico,silicón y carne sintética.

-- Y tiene todo? -- pregunto Mei Lin con extrema desconfianza.

-- Bueno.. todo en estricto no...pero si tiene algunas cosas .. como padre estoy orgulloso.

-- Wei Lin...no me hagas tomarle rabia a ARIA..


####

En ese mismo.momento un Rolls Royce Cullihan color blanco se detuvo frente a una mansión en los nuevos territorios, de el descendió un elegante anciano vestido de blanco, suspiro .

-- Eso de estarme matando cada rato en otras eras es fastidioso-- dijo contemplando la brillante mañana, un empleado lo esperaba con una copa de frío champan.la recibió y probó un sorbo con evidente placer.

Al rato una destartalada patrulla Mitsubishi Montero de la policía de Hong Kong se detuvo. De ella descendió una bella muchacha,pantalones de cuero, franela negra y pelo corto.

La muchacha entro en la mansión.

-- Hola padre.

-- Hola Ye ye. Tenías tiempo sin venir.

-- Mi trabajo. Muy ocupada.

-- Como están tus cosas?.

Ella hizo un gesto de ahí...ahí..

-- Problemas con tu marido?.

-- Si. Estamos peleados. 

-- Te vas a divorciar?-- pregunto con esperanza.

-- No.. nos hace falta un hijo.

Lau Chong Wisang  hizo un gesto de frustración..

Desayuno con su hija. Ella se fue.

Llamo por su celular.

-- hola idiota. Ya veo que regresastes... Necesito que me devuelvas el algoritmo

La cara de Ken Zhao se vio en la pantalla del celular.

-- hola suegrito..me están embargando ..hay una jugada contra Zhao invrstment.... Estoy quebrado...y están buscándome para matarme.

-

Quien?

-- Todos.

-- idiota. Déjame ver cómo te salvó



FIN







FIN..... 


















FIN

Pues como es nuestra costumbre, en nuestros post incluimos como siempre dos de los mejores blogs que tenemos el placer de leer todo lo que siempre se actualiza en ellos

https://escritoranuriadeespinosa.blogspot.com


https://anaspirelavisionliteraria.blogspot.com/?m=1


Y lean el trabajo Claves de Libertad, una novela que predice muchísimos de los acelerados cambios en la robótica y ciencia artificial día a día

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2 comentarios:

  1. Madre mía!!! A ver que trama Bernard Voss, desde su celda. Me encanta este final que nos deja con un sabor de boca agridulce a la espera de su continuidad. Mi enhorabuena por el final, muy bien argumento.
    Y gracias por la recomendación de mi blog. Un abrazo grande

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  2. De absoluto lujo tu comentario, Gracias infinitas por tus lecturas y espera por más... Aquí estamos y seguimos.Gracias Nuria

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Nosotros Tres Cap 10 11,12,13,Final

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