El éxito editorial de los Tebeos,animes y Mangas en todo Shanghai
La Guerrera del Tiempo
Autor Ing Li Wei.
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lA GUERRERA del TIEMPO
Autor Ing Li Wei
La Guerrera Mei Lin camina desconcertada por una gran avenida muy iluminada,es muy pequeña,pero con una complexión musculosa y resistente por el entrenamiento físico constante (artes marciales, labores rurales o militares). Huesos más densos por la actividad física intensa y dieta preindustrial.
Mientras camina perdida en Shanghái 2025: se da cuenta que las son Mujeres más altas (promedio ~163-165 cm gracias a mejor nutrición), con cuerpos adaptados a la vida urbana (menos masa muscular absoluta, pero posiblemente más esbeltas por hábitos sedentarios y gimnasios)
Mei Lin vio sus cuerpos,tan diferentes a los de ella, pues ella como guerrera tiene cicatrices, callosidades en manos/pies, y pequelas deformaciones menores en sus dedos,por trabajos forzados o combate. Las jóvenes actuales tienen extrañas marcas modernas (tatuajes, piercings, cirugías estéticas o estrés postural por uso de celulares).
No dejo de notar que tenía dientes más desgastados (dieta con granos molidos en piedra) pero sin caries severas (nada de azúcar refinada). , vio a sonrisas perfectas (ortodoncia, blanqueamiento)... pero también caries por alimentos procesados.
Todo estaba muy bien hasta que tropezó con un dios. Definitivamente tenía que serlo. Jamás vio un hombre tan frágil,tan bello, y que olía increible
No era otro que Li Wei, quien había hecho una cita por Qing chifan" (请吃饭), y se equivocó de pareja, pensando que era Mei Lin, y como ella pensaba que estaba ante un dios protector silenciosamente lo siguió hasta el local de Pei Wei Asian Diner.
Así que el la saludo,ella casi no entendió nada, despistado hasta la pared de enfrente,Li Wei no hizo mucho caso ante la vestimenta de la guerrera y el pidió una cena para dos mientras trataba de establecer una conversación coherente con ella . Al servirle la comida MeibLin abrió desmesuradamente los ojos.
Se sorprendio por la abundancia de comida (¡en su época, hambrunas eran comunes!), pero desconfio de los envases plásticos y la "comida que no se pudre".Son embargo valoro el regalo del atractivo dios
Coca-Cola: Hiperglucemia inmediata (¡nunca probó algo tan dulce!), seguida de un colapso energético. Podría confundir la efervescencia con "veneno" o "magia".
Comida rápida: Malestar digestivo (altos niveles de sodio y aceites refinados). La leche moderna (si es intolerante a la lactosa) sería un desastre.
Primero comió y a medida que lo hacía, este dios guerrero fue comportándose la mar de grosero.aumentando su Confusión inicial: En su época, el cortejo era formal, mediado por familias, y la atracción física se disimulaba. Un halago directo ("estás muy guapa") le parecio una provocación.Mientras aumentaba su D esconcierto ante la libertad sexual: Viendo con asombro y horror las muestras públicas de afecto, ropa ajustada, de los demás comensales.
Lo que peor la confundía es que el bellísimos dios guerrero ,(ya no sabía lo que era), también educado y respetuoso con aparentes intenciones, y ella comenzó a verlo como un pretendiente serio; y la tenía a la Defensiva al principio: Reaccionaba con desconfianza y estaba a punto de pasar a modo agresividad ,porque el joven invadia su espacio personal (¡es guerrera, después de todo!).
Sin embargo está presa de una Curiosidad selectiva: él mostraba interés genuino en su historia, la escuchaba atentamente , y ella quería descubrir y Valorar su coraje y habilidades prácticas (ej. si él sabe pelear o cazar.).
Mientras comía el tercer plato, estaba presa Dilema moral: En su época, el contacto con hombres ajenos a su clan podía ser tabú. Estaba atraída, lucharía contra su culpa cultural.
Pero nada podía ser perfecto.
La guerrera Mei Lin, tras probar Coca-Cola, escupio el líquido negro creyendo que es medicina amarga. Li Wei le ofreció un bubble tea, que ella examina con recelo ("¿perlas que se comen?!"). Él intenta tomarle una selfie con ella y ella desenvaina su espada (¡que afortunadamente no traía!).
Finalmente, en vista que parecía que Mei Lin parecía no haber comido en tres años, él la llevo a restaurante de hot pot Shanghai Haidilao Hot Pot e Zhangyang Road..
donde ella devoro la carne, pero llora por la falta de sabor a leña auténtica. El joven, fascinado, empiezo a enseñarle TikTok. Lo cuál Mei Lin interpretó como un portal infernal,quedando aterrorizada ante el atractivo Li Wei.
De una u otra manera, el buen Li Wei la llevo a su apartamento, total, el vive más en el trabajo que en su casa
Y La guerrera del 1700 Mei Ling) y el joven shanghainés del 2025 (Li Wei) han pasan varios días juntos. Él le ha mostrado la ciudad, le explicó que "no, los carruajes sin caballos no son demonios" y que "el rectángulo brillante (celular) no roba almas". Mei Ling sigue desconfiando de casi todo, pero hay una tensión entre ellos... hasta que Li Wei, en un arranque de valentía (o locura), roba un beso.Un domingo en el atardecer Atardecer en el Bund (Shanghái), junto al río Huangpu.
(Mei Ling observa los rascacielos iluminados con expresión crítica. Li Wei sonríe, nervioso, y se acerca.)
Li Wei: (en chino moderno, con un dialecto que ella apenas entiende)
— Mei Ling... ¿Sabes? Esas luces se ven mejor cuando estás cerca.
Mei Ling: (frunciendo el ceño, en chino arcaico)
— ¿Otra vez hablas como poeta borracho? Las luces son fuegos artificiales atrapados en vidrio... [murmura] ...pero sí, son hermosas.
(Li Wei se acerca más. Ella no retrocede, pero su mano se tensa cerca del lugar donde llevaría su daga.)
Li Wei:
— Tú eres más hermosa, te ha caído bien este viaje turístico. Cuando regreses te llevaré a la estación de ferrocarril. Para mí ha sido un placer ser tu guía ( ni por un segundo le creyó está historia sin pies ni cabeza que ella le lanzó, simplemente la belleza de la muchacha lo hizo seguir junto a ella)
Mei Ling: (se ruboriza, pero gruñe)
— ¡Cuidado! En mi aldea, a los hombres que hablan así les corto la lengua.
Li Wei: (riendo, se atreve a tomar su mano y casi pierde la piel con lo rústica de la piel de ella
— Pero aquí no hay aldeas. Solo Shanghái. Y a mí... me gustaría...
(Antes de que termine, Li Wei inclina su rostro y le roba un beso rápido en sus labios. Mei Ling se queda petrificada.)
Reacción de Mei Ling: (1 segundo de silencio mortal... luego...)
— ¡¡INSOLENTE!! (le da una patada voladora que lo deja en el suelo) ¿Crees que soy una cortesana de tu época decadente? ¡Te arrancare los dientes.
Li Wei: (sollozando de dolor desde el suelo)
— ¡Perdón! ¡Fue un accidente! ¡El viento me empujó!
Mei Ling: (cruzando los brazos e interiormente feliz,aunque no lo mostraba)
— El viento no tiene labios, idiota.---Confundida pero intrigada,Ella toca sus propios labios, desconcertada. Li Wei palidece, esperando su furia.)
Mei Ling: (con voz temblorosa)
— Eso... ¿fue un hechizo?.Me robaste mi alma?-- le pregunta,porque algo que nunca había sentido la hizo estremecer.
Li Wei: (sorprendido)
— ¿Un... qué? No, es un beso. ¿En tu aldea no?..... Digo......yo .estemmm.. No sabes lo que es un beso?
Mei Ling: (roja como un fardo de seda escarlata)
—Claro que se lo que es ¡Los besos son para esposos! ¡Y solo después de los ritos ancestrales! ¡Y...! (pausa) ...¿por qué sabe a... burbujas dulces?
Li Wei: (riendose e incorporándose trabajosamente
— Es el gloss de cereza que usaste. Te lo regalé ayer.
Mei Ling: (mortificada)
— ¡Pensé que era pintura de guerra moderna--- Ella lo miro fijamente, luego agarro su cuello y lo acerca con fuerza.)
-- Ey, que vas hacer? Está bien--.Me disculpo.
Mei Ling: (susurrando)
— Si vas a hacer algo, hazlo bien, cobarde.----Yle devuelve el beso con la intensidad de alguien que ha luchado contra bandidos y tigres. Li Wei queda sin aire.
Li Wei: (jadeando después)
— Wow... ¿En el 1700 enseñaban eso?-- preguntando, no como burla,sin querer se le salió.
Mei Ling: (sonriendo por primera vez)
— No. Eso lo inventé yo.Y ya entiendo tus intenciones. ASI que exijo hablar con sus padres para "negociar la dote".
Li Wei al ver por dónde se dirigían las cosas, intento explicarle el concepto de "cita casual".Lo que dió como resultado que la ofendida Mei Lin lo golpeó ligeramente..Y un beso es un beso, y lleva a otro...
Así que Mei Lin decide quedarse permanentemente en el apartamento y más o menos comienza a entender Por su parte Li Wei atisbo son querer su silueta al bañarse y fue más suficiente para quedarse anhelante de tenerla.
A ya casi un mes, el noviazgo marchaba más o menos bien.Y generalmente cenaban juntos,veían las series china de TV,haciendo que Mei Lin tomara parte por alguno de los bandos d intentando meterse en el televisor para combatir.
En esas, Li Wei recibio un mensaje de otra chica en su teléfono. Mei Ling ve el emoji de corazón y —sin entender la pantalla— pero intuyendo traición, clava su espada en la mesa.)
¿Quién es la hechicera que te envía símbolos de corazones? ¿Acaso tienes esposa en esta era?o me ofreciste ser concubina y no me di cuenta-- pregunto Mei Lin livida de rabiosos celos.
Li Wei: (tragando saliva)
— ¡No, no! Es solo... una amiga. Aquí la gente usa corazones para todo. Hasta para decir "gracias".
Mei Ling: (cara de incredulidad)
— En mi aldea, si un hombre enviaba un corazón a dos mujeres, lo atábamos a un árbol y le tirábamos melones podridos.-- dijo, antes de irse desecha en lágrimas a encerrarse en el cuarto.
Li Wei se paró frente a la puerta del cuarto de la joven y le dijo.
-- Mei Lin. No lo tomes así.Ella es una amiga.Me envío una invitación a cenar y le dije que viniera aqui.
Esto logro que Mei Lin diera un descorazonador grito de dolor.
-- La invitastes para hacer oficial a tu esposa-- dijo entre hipos y lloroscal otro lado de la puerta.
Derrotado Li Wei levantó los brazos y se fue a su cierto a ver películas y esperar que Mei Lin se le quitará la mal criadez
Li Wei se quedó dormido y a media noche sintió un Cuerpo cálido,pequeño y un susurro a su oído.
--- Me has dado un hechizo de amor, y no puedo pelear contra el.Me robastes mi alma.
-- Mei Lin.Que haces?
-- Lo que una concubina está obligada hacer.
Fue ella la que lo beso, y Li Wei no pudo contenerse ante esos senos duros como piedras, vencido por ese cuerpo perfecto , hizo que Wei Li la besara toda,con hambrienta avidez, esa piel de porcelana,sus anchas caderas, sus piernas fuertes y con avidez fue a su centro, haciendo que MeibLin diera un alarido de placer; luego la poseyó,envolviéndose los dos en una ardiente pasión,depravada,sensual,romántica llevándolos a la cima del placer,quedando ambos exhaustos,prisioneros y esclavos de ambos.
-- Mei Lin-- dijo Li Wei cuando pudo hablar-- Quiero que sepas esto. Te amo. Estoy enamorado de ti.
Parte B
Sinopsis
Mei Ling, una guerrera de la dinastía Qing (1700), despierta en el Shanghái de 2025 tras abrir un misterioso cofre ancestral. Li Wei, un millennial despistado pero de buen corazón, la encuentra perdida frente a un Starbucks. Él, pensando que es una cosplayer extremista, decide "ayudarla"... hasta que descubre que ella realmente cree que el metro es un dragón subterráneo y que los smartphones son "espejos malditos".
I
Li Wei intenta convencer a Mei Ling de que "los aviones no son pájaros mecánicos" llevándola a un aeropuerto. Ella se pone en posición de ataque contra un Airbus A380, gritando "¡Demonio de metal, no te acerques al Imperio!".
Li Wei pensando que todavía Mei Lin necesita adaptarse ,comienza a enseñarle el nuevo.mundo, ella comienza a aceptar el amor y entender que no es concubina.Rs la compañera,pareja,que es libre,independiente y a su vez estable en la relación de ambos.
Pero...
Li Wei tiene una ex-novia, Zhang Lu (influencer de moda), que cree que Mei Ling es su nueva pareja y lanza un rumor en WeChat de que él contrata actrices y modelos de Only Fans para impresionarla.
Mei Ling olvidando su primera visita al Shanghai Haidilao, ve un anuncio de Hot Pot y piensa que es una invitación a un ritual de fuego. Cuando Li Wei la lleva, ella intenta "sacrificar" unos fideos frente a los camareros.
A pesar de todo lo sucedido, Mei Ling se aterroriza de suponer que en su aldea sepan que ella ha perdido su pureza, así que es novia moderna y también decide que Li Wei es ahora su "prometido por decreto marcial" (según las costumbres de su aldea).Por lo tanto aplica todos sus conocimientos de infiltración para seguir a su novio y protegerlo de los malos espíritus y clanes rivales.
Li Wei tiene una entrevista de trabajo en una multinacional al día siguiente. Mei Ling lo sigue, creyendo que es una ceremonia nupcial, y interrumpe la reunión con un discurso sobre "honor familiar" mientras blande un palillo de comida como espada.Li Wei cree que todo está perdido
El jefe de Li Wei, un Japonés , queda fascinado y contrata a Mei Ling como "consultora de liderazgo antiguo".con un sueldo triple que el que aspiraba Li Wei.
Así que un viernes al salir del trabajo van por la calle y ven una multitud.
Mei Ling se vuelve viral en Douyin (TikTok chino) tras derrotar a un rapper en una batalla de freestyle... en chino clásico del siglo XVIII.
Son tantas las visualizaciones que, Zhang Lu (la ex) finge hacerse amiga de Mei Ling para sabotearla, pero termina aprendiendo kung fu con ella y descubriendo que "los hombres no valen tanto como el bubble tea".
Li Wei, celoso de un streamer que le envía regalos virtuales a Mei Ling, declara su amor en vivo durante un directo, en un sábado en la mañana, cuando fueron al Jing'an Kerry Centre a comprar ropa en las boutiques hipster localizadas ahí y desayunar en en The Commons: El food hall renovado desde bowls veganos y postres Bobo LEE Cake
Ella, acepta la oferta de matrimonio desatando un pandemonium entre los milleniums que desayunaban en el sitio
Lo que hace que la TV intervenga, y Bilibili se interese en ella
Mei Ling es contactada por un misterioso "Museo de Historia" que quiere estudiar su caso. Li Wei, pensando que la perderá, organiza una boda falsa con ayuda de amigos, Pero estos lo mal interpretan todo y terminan cadandose de verdad.
A todas estas, El cofre que trajo a Mei Ling al presente era una máquina del tiempo. Ella debe elegir: quedarse en 2025 con Li Wei (y su adicción al League of Legends) o regresar a su época para salvar su aldea de una invasión.
Wei Li al saber la noticia y estando casado, lleno de celos profesionales y no tan profesionales; pues la belleza de Mei Lin ha causado un fuerte impacto en actores de cine, millonarios, que no tienen la más mínima intención de casarse con ella,sino deleitarse con todo lo que la ingenua Mei Lin Tiene
Se van al pasado
CAPÍTULO 1: "EL MILLENNIAL EN EL PASADO (O CÓMO SOBREVIVIR SIN STARBUCKS)"Escena 1: El Viaje Inesperado
Shanghái, 2025: Li Wei, desesperado por "salvar" a Mei Ling del museo, roba el cofre místico y lo abre... ¡pero los dos son transportados a Shanghái, 1700!
Li Wei y su esposa se estrenan en la humilde casa de ella.Sin internet,ni aire climatizado,sin baño,sin aseo personal,ni TV.
lleva puestos unos pantalones cortos de gimnasio y AirPods. Mei Ling lo mira con horror: "¡Tu ropa es más indecente que la de un pirata!": Li Wei no sabe hacer nada útil en el pasado:
Intenta pagar con su Apple Watch en una taberna.
Grita "¡Llamen a la policía!" cuando ven un crimen... pero en 1700, la "policía" son guardias borrachos con lanzas.
Y colocan un aviso de investigaciones .
El Primer Caso (El Misterio del Té Envenenado)
El crimen: Un mercader rico muere tras beber té en una casa de té del puerto. Todos culpan a una cortesana, pero Mei Ling huele algo raro (literalmente: el veneno huele a almendras).
Li Wei, el "genio" moderno:
"¡Usemos ciencia!" (pero no sabe hacer químicos sin laboratorio).
Sugiere "tomar fotos a los sospechosos"... hasta que recuerda que no hay cámaras.
Mei Ling lo humilla (con amor):
Le enseña a interrogar: "Observa sus manos. ¿Callos de marinero? ¡Él es contrabandista!".
Li Wei intenta imitarla, pero termina acusando a un monje budista porque "tenía mirada sospechosa".
El Antagonista (El Infame Señor del Opio)
¡Sorpresa! El villano es Zhang Lu, la ex de Li Wei... que también viajó en el tiempo (pero llegó antes y se convirtió en una mafiosa poderosa).
"¿Li Wei? ¿Sigues sin saber hacer nada sin tu teléfono?" (Le lanza una daga. Él llora).
Mei Ling y Zhang Lu pelean en un tejado, pero Zhang Lu huye dejando caer un mapa de contrabando.
Li Wei descubre que el mapa está escrito en código emoji (solo él puede entenderlo).
Mei Ling lo mira con odio/admiración: "¿Eres inútil o un genio disfrazado de inútil?".
Para infiltrarse en la guarida de Zhang Lu, Li Wei sugiere "hacernos pasar por comerciantes de... ¿qué era valioso en esta época?".
Mei Ling: "Seda. Opio. Esposas. Tú no sirves para nada de eso".
Li Wei: "¡Puedo vender mi Apple Watch!" (Se lo roban en 5 segundos).
Al final, Mei Ling lo disfraza de eunuco de la corte. aprende a actuar "muy afeminado" (según él).y descubre el uso de los eunucos en un harén de un rico gobernador,haciendo que Zhang Lu es la concubina principal lo emborrache y luego la bella concubina enloquece de pasión por Li Wei.
Zhang Lu captura a Mei Lin y revela su plan: Quiere el cofre para dominar el tiempo y vender "opio en todas las eras".
"En el 2025 era una influencer fracasada. ¡Aquí soy una diosa!".
Li Wei intenta razonar: "Zhang Lu, esto no es como perder seguidores en Instagram...".
Ella: "¡Cállate! ¡Nadie te quiso en ninguna época!" (Mei Ling se enfurece como tigresa defensora cuando Zhang Lu confiesa que drogo a Li Wei y lo violo haciendo la mitad de los deliciosos del Kamasutra.
Lo que lleva al duelo Mei Ling vs. Zhang Lu: Una pelea épica en un puente sobre el río Huangpu.
Zhang Lu usa un abanico con cuchillas.
Mei Ling usa una caña de bambú y astucia.
Li Wei "ayuda" para que después la celosa Mei Lin no lo decapite por infiel
Distrae a los guardias gritando "¡Miren, un Pokémon!" (funciona, porque nadie sabe qué es eso).
Cuando Zhang Lu está a punto de ganar, él la empuja al río (pero cae él también).
E
Bajo el agua, Mei Ling salva a Li Wei dándole aire... con un beso.Y termina perdonando lo.
Al salir, él farfulla: "¿Eso fue RCP o...?".
Ella: "Fue ceremonia de respiración de dragón. Y si se lo dices a alguien, te corto el que te conté. A la final es mío.
Regresan a 2025... pero Zhang Lu también (ahora es una influencer de historia que nadie cree).
Li Wei aprende a usar espada (mal).
Mei Ling abre una escuela de artes marciales (y un canal de YouTube). Pero sale embarazada y no puede seguir.
¿
Si.
¿
*(
En 2025: Mei Ling y Li Wei abren un dojo de kung fu + café hipster. En
Zhang Lu (ahora arrestada) se vuelve gurú de autoayuda en prisión.
Y para poder tener tranquilidad Wei Li y Mei Lin se mudan a ordos city kangbashi, para vivir de las ayudas gubernamentales.
Fin
La novela escrita por Wei Li, que produjo 225000 yuanes de ganancia y un contrato con IQiyi para una serie de TV.
Pero tenían que resolver la situación en que estaban y ese dinero era de mucha ayuda.
PARTE FINAL
Corazones de Jade
Una historia de amor a través del tiempo
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"
"
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"
! ¡
Lo que encontró lo dejó cada vez más perplejo. Según todos los indicios, seguía siendo un ingeniero en TechnoVanguard, aunque en una posición más alta que la que recordaba. Su historial personal parecía mayormente intacto: misma educación, mismos padres (aún fallecidos, notó con una punzada de dolor), mismos amigos limitados.
Pero no había indicios de Mei Lin. Ninguna mención, ninguna foto, ningún mensaje. Era como si nunca se hubieran conocido en esta línea temporal.
"Li Wei", llamó Mei Lin desde el baño, su voz tensa. "Creo que deberías ver esto."
Se levantó rápidamente, dirigiéndose al baño. Encontró a Mei Lin de pie frente al espejo, su qipao parcialmente abierto para exponer su hombro herido. Pero no era la herida lo que había captado su atención.
Era el tatuaje en su piel, justo debajo de la clavícula. Un símbolo que Li Wei reconoció inmediatamente: el mismo que aparecía en los artefactos de jade.
"Esto no estaba ahí antes", dijo Mei Lin, tocando el tatuaje con expresión confundida. "Al menos, no lo recuerdo."
Li Wei se acercó, examinando el símbolo. No parecía un tatuaje convencional; la tinta tenía un sutil brillo verdoso, como si estuviera viva de alguna manera.
"Los artefactos", murmuró, una teoría formándose en su mente. "Cuando los usamos para viajar, deben haber dejado algún tipo de marca. Una conexión permanente."
Mei Lin asintió lentamente, la misma comprensión reflejándose en sus ojos.
"¿Tienes uno también?", preguntó.
Li Wei se quitó la chaqueta y desabotonó parcialmente su camisa. Efectivamente, el mismo símbolo estaba grabado en su piel, en el mismo lugar.
"Interesante", comentó Mei Lin, sus dedos trazando ligeramente el símbolo en su piel, enviando un escalofrío por su columna. "Parece que los artefactos nos han marcado como suyos."
Volvieron a la sala principal, donde Li Wei compartió lo que había descubierto en su computadora.
"Parece que nunca nos conocimos en esta línea temporal", concluyó. "Lo cual tiene sentido. Si detuvimos a Gang Laoban en 2022, el Proyecto Fénix nunca avanzó lo suficiente para traerte a este tiempo."
Mei Lin asintió, procesando la información con expresión pensativa.
"Entonces, ¿qué significa esto para nosotros?", preguntó finalmente, la pregunta que ambos habían estado evitando.
Li Wei la miró, toda la emoción de los últimos días reflejándose en sus ojos.
"No lo sé", admitió honestamente. "Técnicamente, somos anomalías en esta línea temporal. No deberíamos existir, al menos no en estas versiones específicas de nosotros mismos."
Mei Lin se acercó a la ventana, mirando la ciudad que era familiar y extraña a la vez.
"Mi misión está completa", dijo suavemente. "Gang Laoban ha sido detenido. Los artefactos están seguros. Mi padre ha sido vengado, aunque de una manera que nunca imaginé."
Se giró para mirar a Li Wei, una vulnerabilidad en sus ojos que rara vez permitía que otros vieran.
"Pero ahora estoy... perdida. Sin propósito. En un tiempo que no es el mío, sin conexiones, sin identidad."
Li Wei se acercó a ella, tomando sus manos entre las suyas.
"Tienes una conexión", dijo suavemente. "Conmigo. Lo que compartimos, lo que vivimos juntos, es real. Independientemente de cómo haya cambiado la línea temporal.Aquí estamos los dos. Tengo mi trabajo, tú vas a enseñar muchas cosas a la gente, tendremos una hija preciosa como tú,engordare 15 kilos y jugaremos todas las noches country strike.
Mei Lin sonrió, una expresión melancólica pero genuina.
-- Suena aterrador
Ambos soltaron una carcajadas.
"¿Y qué hacemos ahora?", Cómo te suena? . Es verdad me encanta la idea."Simplemente... comenzamos una vida juntos. Como si nada hubiera pasado
Li Wei consideró la pregunta, su mente analítica evaluando posibilidades.
"No como si nada hubiera pasado", respondió finalmente. "Sino construyendo sobre lo que hemos vivido. Creando algo nuevo."
Miró hacia los artefactos, que reposaban sobre la mesa, su resplandor lentamente recuperándose.
"Y tenemos una responsabilidad", añadió. "Los artefactos. Necesitan guardianes, ahora más que nunca."
Mei Lin siguió su mirada, asintiendo lentamente.
"Guardianes", repitió. "Juntos."
La palabra quedó suspendida entre ellos, cargada de promesa y posibilidad.
Antes de que Li Wei pudiera responder, un sonido en la puerta los sobresaltó. Alguien estaba ingresando un código.
Se tensaron, preparándose para lo desconocido. ¿Sería una versión alternativa de Li Wei? ¿Seguridad? ¿Algo peor?
La puerta se abrió, revelando a una mujer joven con rasgos que resultaban extrañamente familiares. Llevaba una bolsa de compras y tarareaba suavemente para sí misma.
Se detuvo en seco al verlos, sus ojos abriéndose con sorpresa.
"¿Li Wei?", dijo, confundida. "¿Qué haces en casa tan temprano? ¿Y quién es...?"
Su voz se apagó cuando su mirada se posó en Mei Lin, y luego en los artefactos sobre la mesa. Una expresión de reconocimiento cruzó su rostro, seguida inmediatamente por alarma.
"Los artefactos", murmuró. "Están juntos. Eso significa..."
Sin terminar la frase, dejó caer la bolsa y se lanzó hacia ellos con una velocidad y gracia que Li Wei reconoció instantáneamente.
Mei Lin reaccionó por instinto, interceptando a la mujer en medio de su carga. Ambas colisionaron en un intercambio de movimientos tan rápidos que Li Wei apenas podía seguirlos, una danza de combate que parecía extrañamente sincronizada, como si cada una pudiera anticipar los movimientos de la otra.
Finalmente se separaron, ambas respirando agitadamente, estudiándose mutuamente con expresiones de confusión y reconocimiento.
"¿Quién eres?", exigió Mei Lin, aunque algo en su voz sugería que ya sospechaba la respuesta.
La mujer la miró fijamente, la misma pregunta reflejada en sus ojos.
"Soy Mei Lin", respondió finalmente. "Guardiana del Alma de Jade. Y esposa de Li Wei."
El silencio que siguió a esta declaración fue absoluto. Li Wei miró de una Mei Lin a la otra, su mente luchando por procesar lo que estaba ocurriendo.
"Esto es imposible", murmuró finalmente la Mei Lin que había viajado con él, la que aún vestía el rasgado qipao rojo. "Yo soy Mei Lin."
La recién llegada entrecerró los ojos, estudiándola más detenidamente.
"Viajeros temporales", concluyó finalmente. "De una línea temporal alternativa."
Miró a Li Wei, una comprensión formándose en sus ojos.
"El incidente del museo", dijo. "2022. Tú eres... eres ellos. Los que detuvieron a Gang Laoban."
Li Wei asintió lentamente, las piezas encajando en su mente.
"En nuestra línea temporal", explicó, "Mei Lin fue traída al futuro por el Alma de Jade cuando estaba a punto de morir a manos de los ancestros de Gang. Nos conocimos, descubrimos el Proyecto Fénix, y viajamos al pasado para detenerlo."
La Mei Lin local asintió, procesando la información.
"En esta línea temporal", respondió, "nunca estuve a punto de morir. Después de que Gang desapareció misteriosamente en 2022, mi padre y yo continuamos protegiendo el Alma de Jade. Años después, conocí a Li Wei cuando TechnoVanguard fue contratada para desarrollar sistemas de seguridad para nuestra colección familiar."
Miró a su contraparte con una mezcla de fascinación y empatía.
"Nos enamoramos, nos casamos hace dos años", continuó. "Y juntos, hemos sido guardianes de los artefactos desde entonces."
La Mei Lin viajera miró a Li Wei, una expresión compleja en su rostro.
"Parece que estábamos destinados a encontrarnos", comentó suavemente. "En cualquier línea temporal."
Li Wei asintió, igualmente conmovido por esta revelación.
"Los artefactos", murmuró. "Fueron creados por amor, para unir almas a través del tiempo y el espacio. Quizás... quizás ese siempre fue su propósito real."
La Mei Lin local se acercó a la mesa donde reposaban los artefactos, ahora pulsando más intensamente en presencia de ambas guardianas.
"Esto presenta un problema", dijo pragmáticamente. "Dos juegos de artefactos, dos guardianes, en una sola línea temporal. No es sostenible."
Miró a su contraparte y a Li Wei con expresión seria.
"Los artefactos son poderosos, pero inestables cuando existen en duplicado. Eventualmente, la línea temporal intentará corregirse, eliminar la anomalía."
"¿Qué estás sugiriendo?", preguntó Li Wei, aunque temía conocer la respuesta.
La Mei Lin local miró a los artefactos pensativamente.
"Hay una solución", dijo finalmente. "Pero requiere un sacrificio."
Antes de que pudiera elaborar, un sonido desde la habitación contigua captó la atención de todos: el llanto de un bebé.
La Mei Lin local sonrió, una expresión de amor maternal transformando completamente su rostro.
"Nuestro hijo", explicó, mirando a Li Wei. "Tiene seis meses."
La revelación golpeó a Li Wei y a la Mei Lin viajera como una onda física. No solo estaban casados en esta línea temporal, sino que tenían un hijo.
La Mei Lin viajera se acercó lentamente a la puerta de la habitación, como atraída por una fuerza invisible. La abrió suavemente, revelando una habitación infantil decorada en tonos suaves de verde y azul. En una cuna en el centro, una bebé de cabello negro y ojos brillantes los miraba con curiosidad.
"Se llama Jian", dijo la Mei Lin local, acercándose a la cuna y levantando a la bebé con ternura. "Significa 'fuerte' y 'saludable'."
Miró a su contraparte, ofreciéndole la bebé.
"¿Quieres sostenerlo?"
La Mei Lin viajera dudó, una vulnerabilidad completamente nueva en sus ojos. Finalmente, extendió los brazos, recibiendo al bebé con una mezcla de temor y asombro.
La pequeña Jian la miró, sin mostrar confusión o miedo ante este rostro idéntico al de su madre. De hecho, sonrió, sus pequeñas manos alcanzando su cara.
"Te reconoce", comentó la Mei Lin local. "A nivel celular, eres yo. Su madre."
Li Wei observaba la escena, su corazón dividido entre la ternura por esta familia que aparentemente era suya en esta línea temporal, y el vínculo profundo que había formado con la Mei Lin con quien había viajado y luchado.
"Mencionaste una solución", dijo finalmente, volviendo a la cuestión urgente. "Un sacrificio."
La Mei Lin local asintió, su expresión volviéndose seria nuevamente.
"Los artefactos pueden fusionarse", explicó. "Convertirse en uno solo. Pero requiere que sus guardianes también se... integren."
Miró a su contraparte, quien seguía sosteniendo al bebé, una expresión de comprensión formándose en su rostro.
"Estás sugiriendo que nosotras...", comenzó la Mei Lin viajera.
"Nos convirtamos en una", completó la local. "No físicamente, sino a nivel de conciencia, de alma. Tus recuerdos, experiencias, sentimientos, se integrarían con los míos."
"¿Es eso posible?", preguntó Li Wei, asombrado y preocupado a partes iguales.
"Teóricamente", respondió la Mei Lin local. "Los textos antiguos mencionan casos similares. Guardianes de diferentes líneas temporales convergiendo, fusionándose para mantener el equilibrio."
La Mei Lin viajera miró al bebé en sus brazos, luego a Li Wei, y finalmente a su contraparte.
"¿Qué pasaría exactamente?", preguntó. "¿Dejaría de existir como individuo?"
"No exactamente", respondió la local. "Serías parte de mí, y yo de ti. Una nueva Mei Lin, con los recuerdos y experiencias de ambas."
Miró a Li Wei con expresión compasiva.
"Para ti sería más difícil", admitió. "Tendrías que adaptarte a esta nueva realidad, a una esposa que es y no es la mujer con quien viajaste."
Li Wei procesó esta información, su mente analítica evaluando posibilidades y consecuencias.
"¿Y si no lo hacemos?", preguntó finalmente.
"Inestabilidad temporal", respondió la Mei Lin local sin dudar. "Eventualmente, la línea temporal intentará corregirse de formas impredecibles y potencialmente catastróficas. Exactamente lo que viajaron al pasado para prevenir."
La Mei Lin viajera devolvió suavemente el bebé a su contraparte, su decisión formándose en sus ojos.
"Lo haré", dijo simplemente. "Es la única solución lógica."
Miró a Li Wei, una mezcla de amor y resignación en su expresión.
"Siempre supe que mi destino estaba ligado a los artefactos", continuó. "Y a ti. Si esta es la forma en que debo cumplir ambos, que así sea."
Li Wei se acercó a ella, tomando sus manos entre las suyas.
"¿Estás segura?", preguntó, su voz cargada de emoción. "Es un sacrificio enorme."
Ella sonrió, una expresión serena que contrastaba con la intensidad habitual de su rostro.
"No lo veo como un sacrificio", respondió. "Sino como una transformación. Una forma de continuar, de permanecer contigo, aunque sea de una manera diferente a la que imaginamos."
Miró a su contraparte, quien observaba su intercambio con expresión comprensiva.
"¿Cómo lo hacemos?", preguntó.
La Mei Lin local, aún sosteniendo al bebé, señaló hacia los artefactos.
"Los artefactos guiarán el proceso", explicó. "Necesitamos colocarlos juntos, con nosotras como conductos."
Devolvió a la bebé a su cuna, asegurándose de que estuviera cómodo, y luego se acercó a la mesa donde reposaban los artefactos.
"Li Wei", dijo, mirándolo con intensidad. "Debes entender que después de esto, ella no será exactamente la misma. Yo no seré exactamente la misma. Seremos... algo nuevo."
Li Wei asintió, comprendiendo la gravedad de la situación.
"Lo entiendo", respondió. "Y lo acepto."
Las dos Mei Lin se colocaron a ambos lados de la mesa, cada una tomando su respectivo juego de artefactos. Se miraron, un entendimiento silencioso pasando entre ellas.
"Cuando estés lista", dijo la local.
La viajera asintió, tomando una respiración profunda.
"Estoy lista."
Simultáneamente, acercaron los artefactos, el Alma y el Corazón de cada línea temporal aproximándose gradualmente. A medida que se acercaban, su resplandor se intensificaba, pulsando al unísono como corazones sincronizados.
Li Wei observaba, fascinado y aterrorizado a partes iguales, mientras las dos mujeres idénticas se miraban a través de la mesa, sus expresiones mezclando determinación y serenidad.
Cuando los artefactos finalmente se tocaron, una explosión de luz verde inundó la habitación, tan intensa que Li Wei tuvo que proteger sus ojos. Escuchó un sonido extraño, como cristal rompiéndose y reformándose simultáneamente, y sintió una onda de energía que parecía atravesar su cuerpo a nivel celular.
Cuando la luz finalmente disminuyó, parpadeó para aclarar su visión. Donde antes había dos juegos de artefactos, ahora solo había uno: un objeto único que parecía combinar elementos tanto del Alma como del Corazón, pulsando con un resplandor verde estable y sereno.
Y frente a él, donde antes habían estado dos versiones de Mei Lin, ahora solo había una.
Ella parpadeó, como despertando de un sueño, sus ojos recorriendo la habitación hasta posarse en Li Wei. Una sonrisa lenta se formó en sus labios, una expresión que parecía contener elementos de ambas mujeres: la intensidad de la guerrera y la serenidad de la madre.
"¿Mei Lin?", preguntó Li Wei cautelosamente, inseguro de cómo proceder.
Ella asintió, acercándose a él con la gracia fluida que recordaba.
"Sí y no", respondió, su voz familiar pero con nuevos matices. "Soy ambas. Todos sus recuerdos, todas sus experiencias, todos sus sentimientos."
Se detuvo frente a él, sus ojos estudiando su rostro como si lo viera por primera vez y lo hubiera conocido toda su vida simultáneamente.
"Te recuerdo como el ingeniero tímido que conocí en el Loto Rojo", dijo suavemente. "Y también como el brillante especialista que contrató mi familia para proteger nuestra colección. Recuerdo nuestra primera noche juntos en el búnker, y también nuestra boda dos años atrás."
Levantó una mano, acariciando suavemente su mejilla.
"Te amo como la guerrera que encontró su corazón en medio del caos, y como la esposa que ha construido una vida contigo día a día."
Li Wei cubrió su mano con la suya, abrumado por la emoción.
"¿Cómo se siente?", preguntó, genuinamente curioso y preocupado.
"Extraño", admitió ella. "Pero correcto, de alguna manera. Como si dos mitades de mí misma finalmente se hubieran reunido."
Miró hacia la habitación donde el bebé había vuelto a dormirse.
"Y ahora tengo una hija", añadió con asombro en su voz. "Una parte de mí siempre la ha conocido, lo ha amado desde antes de su nacimiento. Y otra parte lo está descubriendo por primera vez."
Se giró hacia el artefacto único que reposaba sobre la mesa.
"Y tenemos un nuevo deber", continuó. "El artefacto unificado necesita protección, comprensión. Es más poderoso que sus partes separadas, pero también más estable."
Li Wei asintió, siguiendo su mirada.
"Guardianes", dijo, repitiendo la palabra que habían compartido antes. "Juntos."
Mei Lin sonrió, una expresión que combinaba la intensidad de la guerrera con la calidez de la madre.
"Juntos", confirmó.
Se acercó a él, sus labios encontrando los suyos en un beso que era tanto familiar como nuevo, una promesa de un futuro que ninguno de los dos había imaginado pero que ahora se extendía ante ellos, lleno de posibilidades.
El artefacto unificado pulsó suavemente desde la mesa, como aprobando su unión, su propósito finalmente cumplido: unir almas a través del tiempo y el espacio, no para poder o dominación, sino para amor y equilibrio.
Y en su cuna, el pequeño Jian dormía pacíficamente, ajeno al extraordinario destino que lo aguardaba como hijo de guardianes, heredero de una tradición que ahora abarcaba múltiples líneas temporales, múltiples realidades, unidas en una sola por el poder del jade y el amor que trascendía el tiempo mismo.
Capítulo 11: "El Sacrificio"
El amanecer encontró a Li Wei despierto, observando a la nueva Mei Lin mientras dormía. Su rostro era el mismo que había conocido, pero ahora contenía las experiencias de dos vidas diferentes, dos destinos que habían convergido en uno solo.
El artefacto unificado reposaba en un pedestal improvisado en el centro de la sala, su resplandor verde pulsando suavemente como un corazón tranquilo. Desde la fusión, parecía más estable, menos volátil, como si hubiera encontrado finalmente su forma verdadera.
Li Wei se levantó cuidadosamente para no despertar a Mei Lin y se dirigió a la habitación del bebé. El pequeño Jian ya estaba despierto, sus brillantes ojos observando el móvil de estrellas que colgaba sobre su cuna. Cuando vio a Li Wei, sonrió y extendió sus pequeños brazos.
"Buenos días, pequeño guerrero", susurró Li Wei, levantándolo con cuidado. Era una sensación extraña, sostener a un hijo que técnicamente no había tenido, pero que ahora era suyo en esta nueva realidad.
Llevó al bebé a la cocina y comenzó a preparar su biberón, movimientos que su cuerpo parecía recordar aunque su mente no tuviera memoria de haberlos realizado antes. Era como si estuviera accediendo a los recuerdos musculares de su contraparte en esta línea temporal.
"Se te da bien", dijo una voz desde la puerta.
Mei Lin estaba allí, apoyada contra el marco, observándolos con una sonrisa suave. Vestía una camiseta grande que Li Wei reconoció como suya, su largo cabello negro suelto sobre los hombros.
"Parece que tengo práctica", respondió, devolviendo la sonrisa. "Aunque no la recuerde conscientemente."
Mei Lin se acercó, tomando al bebé en sus brazos mientras Li Wei terminaba de preparar el biberón.
"Es extraño", comentó, mirando al pequeño con una mezcla de familiaridad y asombro. "Una parte de mí lo conoce íntimamente, recuerda cada momento desde su concepción hasta ahora. Y otra parte lo está descubriendo por primera vez."
Li Wei asintió, comprendiendo perfectamente la dualidad que ella experimentaba.
"¿Cómo te sientes hoy?", preguntó, entregándole el biberón.
Mei Lin consideró la pregunta mientras comenzaba a alimentar al bebé.
"Más integrada", respondió finalmente. "Ayer era como tener dos conjuntos de recuerdos compitiendo por atención. Hoy se sienten más... entrelazados. Como hilos de diferentes colores tejidos en una sola tela."
Miró a Li Wei, una vulnerabilidad en sus ojos que era tanto familiar como nueva.
"¿Y tú? ¿Cómo estás procesando todo esto?"
Li Wei se apoyó contra la encimera, reflexionando sobre la pregunta.
"Es... complicado", admitió. "Parte de mí siente que he perdido algo, a la Mei Lin con quien viajé y luché. Pero también sé que ella está aquí, en ti, junto con la Mei Lin que construyó esta vida."
Se acercó, colocando una mano suavemente sobre la mejilla de ella.
"Y ambas versiones de ti son la mujer que amo", añadió con sinceridad. "Así que estoy... adaptándome. Aprendiendo a ver esta nueva realidad no como una pérdida, sino como una transformación."
Mei Lin se inclinó hacia su toque, sus ojos comunicando una comprensión profunda.
"Necesitaremos tiempo", dijo suavemente. "Ambos. Para integrar completamente lo que ha sucedido, para encontrar nuestro equilibrio en esta nueva realidad."
Li Wei asintió, aceptando la sabiduría en sus palabras. Se quedaron así un momento, en un silencio cómodo mientras el bebé terminaba su biberón, una familia improvisada formada por circunstancias extraordinarias.
Finalmente, Mei Lin habló nuevamente, su tono cambiando a uno más pragmático.
"Necesitamos hablar sobre el artefacto", dijo. "Y sobre lo que hacemos a continuación."
Li Wei asintió, volviendo a la sala donde el artefacto unificado continuaba pulsando suavemente.
"Es más estable ahora", observó, estudiándolo con ojo analítico. "Pero también más poderoso, creo. La fusión parece haber amplificado sus capacidades."
Mei Lin colocó al bebé en un pequeño corral en la sala, dándole algunos juguetes antes de unirse a Li Wei junto al artefacto.
"Tienes razón", confirmó. "Puedo sentirlo. Es como si antes tuviéramos dos mitades de un todo, y ahora finalmente está completo."
Extendió una mano hacia el artefacto, no tocándolo pero sintiendo su energía.
"Los textos antiguos hablan de esto", continuó. "El Jade Eterno, lo llaman cuando está en su forma unificada. Se dice que puede no solo manipular el tiempo, sino sanarlo."
"¿Sanarlo?", repitió Li Wei, intrigado. "¿Qué significa eso exactamente?"
"Reparar fracturas en la línea temporal", explicó Mei Lin. "Resolver paradojas, estabilizar realidades alternativas que han entrado en contacto."
Miró a Li Wei significativamente.
"Como la nuestra."
Li Wei procesó esta información, su mente científica evaluando las implicaciones.
"Entonces, ¿el artefacto está activamente estabilizando nuestra situación?", preguntó. "¿Asegurando que nuestra... fusión de realidades permanezca coherente?"
Mei Lin asintió.
"Eso creo. Y también creo que hay una razón por la que nos trajo específicamente a este punto en el tiempo, a esta versión de la realidad."
"¿Cuál?", preguntó Li Wei, aunque sospechaba la respuesta.
Mei Lin miró hacia el bebé, que jugaba felizmente en su corral.
"Jian", respondió simplemente. "En todas las posibles líneas temporales, esta es la única donde tenemos un hijo. Donde nuestro linaje continúa."
Li Wei siguió su mirada, observando al pequeño con nuevos ojos.
"Los guardianes del futuro", murmuró, comprendiendo. "El artefacto no solo nos protege a nosotros, sino a su futuro guardián."
"Exactamente", confirmó Mei Lin. "Los artefactos siempre han estado vinculados a linajes específicos. Ahora que se han unificado, necesitan un linaje unificado para protegerlos."
Se acercó al corral, observando a su hijo con una mezcla de amor maternal y responsabilidad ancestral.
"Pero eso también significa que Jian heredará una gran responsabilidad", añadió, una nota de preocupación en su voz. "Y posiblemente, grandes peligros."
Li Wei se unió a ella junto al corral, colocando un brazo reconfortante alrededor de sus hombros.
"Lo protegeremos", aseguró. "Y lo prepararemos. Tiene a la guerrera más feroz y al ingeniero más brillante como padres. Estará bien."
Mei Lin sonrió, apoyándose contra él.
"Hablando de protección", dijo, volviendo a su pragmatismo habitual. "Necesitamos asegurarnos de que nadie más sepa sobre el artefacto unificado. Su poder en las manos equivocadas sería catastrófico."
Li Wei asintió, su mente ya trabajando en soluciones.
"Podríamos crear un sistema de seguridad avanzado", sugirió. "Algo que combine tecnología moderna con las protecciones tradicionales que tu familia ha utilizado durante generaciones."
"Y necesitamos un lugar más seguro que este apartamento", añadió Mei Lin. "Algo más aislado, más defendible."
Li Wei sonrió, una idea formándose en su mente.
"Creo que sé exactamente dónde", dijo. "Hay una ciudad en el interior, prácticamente abandonada después del colapso de la industria minera local. La llaman 'ciudad fantasma', pero en realidad tiene infraestructura moderna, solo que sin habitantes."
"¿Una ciudad entera para nosotros?", preguntó Mei Lin, sorprendida.
"Bueno, no toda", aclaró Li Wei. "Pero podríamos adquirir una propiedad allí por casi nada. Estaríamos aislados, tendríamos espacio para crear defensas adecuadas, y podríamos vivir cómodamente mientras protegemos el artefacto."
Mei Lin consideró la propuesta, asintiendo lentamente.
"Me gusta", decidió. "Pero necesitaríamos mantener algún tipo de presencia aquí en Shanghai. Para no levantar sospechas, para mantener apariencias."
"Podríamos conservar este apartamento", sugirió Li Wei. "Venir regularmente para mantener mi trabajo en TechnoVanguard, mantener contactos sociales mínimos."
"Y necesitaríamos transporte rápido entre ambos lugares", añadió Mei Lin, su mente táctica evaluando logísticas. "Algo que nos permita movernos eficientemente en caso de emergencia."
Li Wei sonrió nuevamente.
"Creo que también tengo solución para eso", dijo. "He estado trabajando en un prototipo de vehículo eléctrico de alta velocidad para TechnoVanguard. Un sedán de lujo con capacidades que superan cualquier cosa en el mercado actual."
"¿Puedes... adquirir uno?", preguntó Mei Lin, levantando una ceja.
"Mejor", respondió Li Wei. "Puedo construir uno mejorado. Con modificaciones personalizadas que nadie más tendrá."
Mei Lin sonrió, claramente impresionada.
"El ingeniero brillante en acción", comentó con afecto. "Siempre encuentras soluciones tecnológicas elegantes."
Se acercó al artefacto nuevamente, su expresión volviéndose más seria.
"Hay algo más que debemos considerar", dijo. "Gang Laoban."
Li Wei frunció el ceño, confundido.
"Pero lo detuvimos", respondió. "Desapareció en 2022. Según todas las fuentes, nunca regresó."
"En esta línea temporal, sí", confirmó Mei Lin. "Pero recuerda, no lo matamos. Lo desplazamos. Lo enviamos a algún otro punto en el tiempo o el espacio."
La implicación era clara y preocupante.
"Crees que podría regresar", dedujo Li Wei.
Mei Lin asintió gravemente.
"Es una posibilidad que no podemos ignorar", dijo. "Especialmente ahora que el artefacto está unificado. Su poder podría actuar como un faro, atrayendo a aquellos que están... desplazados temporalmente."
Li Wei consideró esta nueva complicación, su mente evaluando riesgos y contramedidas.
"Entonces necesitamos estar preparados", concluyó. "No solo para proteger el artefacto, sino para defendernos contra posibles amenazas de otras líneas temporales."
"Exactamente", confirmó Mei Lin. "Y eso significa que necesito volver a entrenar. La versión de mí en esta línea temporal ha mantenido algunas habilidades básicas, pero no al nivel de la guerrera que viajó contigo."
Se movió al centro de la sala, adoptando una postura de combate que Li Wei reconoció de sus sesiones de entrenamiento en la línea temporal original.
"Mi cuerpo recuerda los movimientos", comentó, ejecutando una serie de formas fluidas. "Pero necesito recuperar la intensidad, la precisión que tenía como guardiana activa."
Li Wei la observaba, fascinado por esta integración de sus dos versiones. Era como ver a dos personas simultáneamente: la esposa y madre que había construido una vida tranquila, y la feroz guerrera que había luchado a través del tiempo para vengar a su padre.
"Te ayudaré", ofreció. "Puedo diseñar equipos de entrenamiento, sistemas de simulación avanzados."
Mei Lin completó una secuencia particularmente compleja, terminando en una postura perfectamente equilibrada.
"Y yo te enseñaré a defenderte mejor", respondió. "Si vamos a proteger a Jian y al artefacto, ambos necesitamos estar preparados para cualquier amenaza."
Li Wei asintió, aceptando la lógica de su propuesta. El bebé gorjeó desde su corral, como aprobando el plan de sus padres.
"Entonces está decidido", dijo Li Wei. "Nos mudaremos a la ciudad fantasma, estableceremos defensas adecuadas, nos prepararemos para posibles amenazas, y protegeremos el artefacto y a nuestro hijo."
Mei Lin se acercó a él, tomando sus manos entre las suyas.
"Juntos", añadió, la palabra cargada de significado después de todo lo que habían experimentado.
"Juntos", confirmó Li Wei, inclinándose para besarla suavemente.
El artefacto pulsó más intensamente por un momento, como respondiendo a su unión, a su determinación compartida. El Jade Eterno, ahora completo, había encontrado sus guardianes perfectos: dos almas que habían trascendido el tiempo y el espacio para encontrarse, para unirse, para proteger el legado que ahora pasaría a su hijo.
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Las semanas siguientes fueron un torbellino de actividad mientras Li Wei y Mei Lin implementaban su plan. Li Wei utilizó sus contactos y recursos en TechnoVanguard para adquirir discretamente una propiedad en la ciudad fantasma: una antigua mansión que había pertenecido al director de la compañía minera, situada en una colina con vista panorámica a la ciudad abandonada.
Mientras tanto, Mei Lin se encargó de investigar y recopilar todos los textos y conocimientos disponibles sobre el artefacto unificado, el Jade Eterno. Su doble conjunto de recuerdos resultó invaluable, combinando el conocimiento tradicional de su linaje con la experiencia directa de haber viajado a través del tiempo.
"Según estos textos", explicó una noche mientras revisaban sus hallazgos, "el Jade Eterno no solo puede manipular el tiempo, sino que también puede crear 'bolsillos' de realidad alternativa. Espacios seguros, por así decirlo, donde las leyes normales del tiempo y el espacio no se aplican completamente."
Li Wei consideró esta información mientras trabajaba en los planos de su sistema de seguridad.
"¿Crees que podríamos usar esa capacidad para crear una bóveda verdaderamente impenetrable?", preguntó. "¿Un espacio que existe parcialmente fuera de nuestra realidad normal?"
Mei Lin asintió, impresionada por su rápida comprensión.
"Exactamente", confirmó. "Una cámara que no está completamente en nuestro tiempo o espacio sería prácticamente imposible de localizar o acceder sin conocimiento específico."
"Fascinante", murmuró Li Wei, su mente científica ya contemplando las posibilidades. "Tendríamos que diseñar algún tipo de interfaz entre nuestra realidad y este 'bolsillo' temporal."
"Los textos mencionan rituales específicos", continuó Mei Lin, señalando antiguos pergaminos que había extendido sobre la mesa. "Pero creo que podríamos adaptar estos principios utilizando tecnología moderna como catalizador."
Li Wei sonrió, maravillado una vez más por cómo se complementaban perfectamente: su conocimiento tecnológico y la sabiduría ancestral de ella, fusionándose para crear soluciones que ninguno podría haber concebido individualmente.
"Una fusión de lo antiguo y lo nuevo", comentó. "Como nosotros."
Mei Lin devolvió la sonrisa, comprendiendo perfectamente la analogía.
Mientras tanto, Li Wei trabajaba en secreto en el vehículo que había mencionado. Utilizando recursos de TechnoVanguard y su propio genio innovador, estaba creando un sedán eléctrico que superaba cualquier cosa disponible en el mercado.
Con parte del dinero que gane con nuestra novela hice este auto y se que en el fondo no quieres estar en Shanghai. Necesitamos un sitio tranquilo.
Encantada.
"La carrocería está hecha de una aleación experimental", explicó a Mei Lin durante una visita al laboratorio secreto donde trabajaba. "Ligera como el aluminio pero más fuerte que el acero. Y el sistema de propulsión utiliza una nueva forma de batería que desarrollé, con autonomía de más de 1000 kilómetros con una sola carga."
Mei Lin recorrió el elegante vehículo negro, admirando sus líneas fluidas y su evidente sofisticación tecnológica.
"¿Y las 'modificaciones especiales'?", preguntó con una sonrisa conocedora.
Li Wei sonrió, presionando un botón discreto en el llavero. Inmediatamente, paneles en el vehículo se deslizaron, revelando compartimentos ocultos perfectamente diseñados para transportar el artefacto y equipamiento defensivo.
"Blindaje reforzado", continuó, señalando características específicas. "Sistemas de navegación autónoma que pueden funcionar incluso bajo interferencia electromagnética. Capacidad todoterreno avanzada. Y esto..."
Presionó otro botón, y el motor emitió un suave zumbido, elevando ligeramente el vehículo sobre el suelo.
"Suspensión magnética", explicó con evidente orgullo. "Para terrenos extremadamente difíciles o... situaciones de emergencia que requieran capacidades no convencionales."
"Impresionante", comentó Mei Lin, genuinamente admirada. "Has pensado en todo."
"Intento estar a la altura de mi esposa guerrera", respondió Li Wei con una sonrisa. "No todos podemos tener habilidades de combate legendarias, pero puedo contribuir con mi propio conjunto de talentos."
Mei Lin se acercó, besándolo suavemente.
"Y es por eso que hacemos un equipo tan bueno", dijo.
Finalmente, después de semanas de preparación meticulosa, llegó el día de su mudanza. Habían mantenido el apartamento en Shanghai como habían planeado, pero su residencia principal sería ahora la mansión restaurada en la ciudad fantasma.
El viaje fue su primera oportunidad de probar el sedán eléctrico en condiciones reales. Con Jian seguro en su asiento especial y el artefacto cuidadosamente asegurado en uno de los compartimentos ocultos, emprendieron el largo viaje hacia el interior.
"¿Nervioso?", preguntó Mei Lin mientras Li Wei conducía hábilmente por la autopista, el elegante vehículo moviéndose con una suavidad y potencia impresionantes.
"Un poco", admitió. "Es un gran cambio. Pero también se siente... correcto, de alguna manera."
Miró brevemente por el retrovisor, observando a Jian que dormía pacíficamente en su asiento.
"Por él", añadió suavemente. "Por su futuro."
Mei Lin asintió, comprendiendo perfectamente.
"Por él", confirmó. "Y por todos los que vendrán después."
El viaje fue largo pero cómodo, el avanzado vehículo haciendo que incluso las carreteras más difíciles parecieran suaves. A medida que se alejaban de Shanghai, el paisaje cambiaba gradualmente: de la metrópolis ultramoderna a ciudades más pequeñas, luego a zonas rurales, y finalmente a regiones montañosas escasamente pobladas.
La ciudad fantasma ordos kangbashi
apareció ante ellos al atardecer, un espectáculo sorprendentemente hermoso y melancólico. Edificios modernos pero abandonados, calles vacías,
parques reclamados por la naturaleza. Y en lo alto de una colina que dominaba la ciudad, su nueva casa: una mansión de estilo colonial chino, recientemente restaurada pero manteniendo su carácter histórico.
"Hogar", dijo Li Wei mientras el vehículo ascendía por el camino serpenteante hacia la propiedad.
Mei Lin observaba la ciudad debajo de ellos, su expresión pensativa.
"Es perfecto", comentó. "Aislado pero no completamente desconectado. Defendible. Y hermoso, a su manera."
Llegaron a la mansión cuando las últimas luces del día bañaban la estructura en tonos dorados. El edificio era impresionante: tres pisos de arquitectura tradicional china con toques modernos, rodeado por jardines extensos y un muro perimetral discreto pero efectivo.
"Los sistemas de seguridad ya están activos", informó Li Wei mientras el portón principal se abría automáticamente a su llegada. "Sensores de movimiento, reconocimiento facial, defensas no letales ocultas."
Mei Lin asintió aprobatoriamente mientras el vehículo se deslizaba por el camino de entrada hasta detenerse frente a la casa.
"Y yo he preparado algunas defensas más... tradicionales", añadió con una pequeña sonrisa. "Trampas y sistemas que no dependen de electricidad o tecnología. Un enfoque equilibrado."
Descendieron del vehículo, Li Wei cargando a un Jian aún dormido mientras Mei Lin recuperaba cuidadosamente el artefacto de su compartimento seguro. Juntos, entraron en su nuevo hogar.
El interior de la mansión era espacioso y elegante, combinando elementos tradicionales chinos con comodidades ultramodernas. Li Wei había supervisado personalmente la renovación, asegurándose de que cada detalle cumpliera con sus especificaciones exactas.
"La cámara para el artefacto está lista", dijo, guiando a Mei Lin hacia lo que parecía ser una biblioteca en el centro de la casa.
Activó un mecanismo oculto, y una sección de la pared se deslizó silenciosamente, revelando una habitación circular con paredes de un material que parecía jade pero que brillaba con una luminiscencia interna.
"Aleación especial", explicó ante la mirada interrogante de Mei Lin. "Infundida con partículas del propio artefacto, que recolecté cuidadosamente durante nuestros estudios. Crea una resonancia simpática que debería facilitar la creación del 'bolsillo' temporal que mencionaste."
Mei Lin entró en la cámara, sosteniendo el artefacto con reverencia. En el centro había un pedestal que parecía estar hecho del mismo material que las paredes.
"Es perfecto", murmuró, colocando el Jade Eterno sobre el pedestal.
Inmediatamente, la habitación entera pareció vibrar sutilmente, el brillo de las paredes intensificándose para igualar el pulso del artefacto. Era como si la cámara y el Jade Eterno estuvieran comunicándose, sincronizándose.
"Está funcionando", observó Li Wei, fascinado. "La cámara está entrando en resonancia con el artefacto."
Mei Lin asintió, sus sentidos entrenados percibiendo cambios que Li Wei solo podía medir con instrumentos.
"El bolsillo temporal se está formando", confirmó. "Puedo sentirlo. Es como... un pliegue en la realidad, una burbuja que existe parcialmente fuera de nuestro continuo espacio-tiempo normal."
Retrocedieron lentamente, observando cómo el artefacto parecía asentarse en su nuevo hogar, su pulso volviéndose más profundo, más estable.
"Ahora nadie podrá detectarlo", dijo Mei Lin con satisfacción. "A menos que sepan exactamente qué buscar y cómo buscarlo."
Salieron de la cámara, y la pared se cerró tras ellos, volviendo a parecer una sección normal de la biblioteca. No había absolutamente ningún indicio de lo que se ocultaba detrás.
"Deberíamos acostar a Jian", sugirió Li Wei, mirando al bebé que comenzaba a despertar en sus brazos.
Mei Lin asintió, y juntos subieron al segundo piso, donde habían preparado una habitación especial para su hijo. Era espaciosa y acogedora, con ventanas que ofrecían vistas panorámicas de las montañas circundantes pero que estaban hechas de un material virtualmente indestructible.
Acostaron al pequeño en su cuna, y se quedaron un momento observándolo mientras volvía a dormirse, ajeno a la extraordinaria naturaleza de su familia y su destino.
"A veces me pregunto", dijo Mei Lin suavemente, "si estamos haciendo lo correcto. Trayéndolo a esta vida de secretos y responsabilidades."
Li Wei colocó un brazo alrededor de sus hombros, comprendiendo su preocupación.
"Le daremos una infancia normal", aseguró. "O tan normal como sea posible. Y cuando llegue el momento, le explicaremos todo gradualmente, a su propio ritmo."
Mei Lin asintió, apoyándose contra él.
"Y estará preparado", añadió. "Nos aseguraremos de ello. Tendrá lo mejor de ambos mundos: tu brillantez y mi fuerza."
Salieron silenciosamente de la habitación, dejando a Jian dormir pacíficamente. Se dirigieron a la terraza del tercer piso, donde podían contemplar la ciudad fantasma abajo, bañada en la luz plateada de la luna.
"Es hermoso, a su manera", comentó Li Wei, observando los edificios abandonados que creaban siluetas fantasmales contra el cielo nocturno.
"Lo es", concordó Mei Lin. "Hay belleza en lo abandonado, en lo olvidado. Potencial esperando ser redescubierto."
Se quedaron en silencio un momento, disfrutando de la tranquilidad y la vista. Finalmente, Li Wei habló nuevamente.
"¿Crees que lo logramos?", preguntó. "¿Realmente detuvimos a Gang Laoban? ¿Cambiamos el futuro para mejor?"
Mei Lin consideró la pregunta, su expresión seria.
"Creo que cambiamos las cosas", respondió cuidadosamente. "Pero la historia tiene una forma de encontrar su propio camino. Y si Gang está realmente desplazado en el tiempo en lugar de eliminado..."
Dejó la frase sin terminar, pero la implicación era clara.
"Entonces debemos permanecer vigilantes", completó Li Wei. "Preparados para lo que pueda venir."
Mei Lin asintió, su postura cambiando sutilmente a la de la guerrera que había sido, que aún era en parte.
"Siempre vigilantes", confirmó. "Es el precio de ser guardianes."
Li Wei la miró, admirando una vez más la extraordinaria mujer que el destino había puesto en su camino. En cualquier línea temporal, en cualquier realidad, ella era su constante, su ancla, su compañera perfecta.
"No podría pedir una mejor compañera en esta misión", dijo suavemente.
Mei Lin sonrió, la luz de la luna iluminando su rostro.
"Ni yo", respondió, acercándose para besarlo.
Se quedaron en la terraza largo tiempo, contemplando su nuevo hogar, su nueva vida. Guardianes del tiempo, protectores del Jade Eterno, padres de un linaje que continuaría su legado. Era una responsabilidad enorme, pero juntos, se sentían capaces de enfrentar cualquier desafío que el futuro pudiera traer.
Y esto es lo más importante dijo llevándola..
-- No crees que ya es tiempo para una noche de bodas tranquila sin angustias? -- pregunto voraz.
-- Insaciable, siempre buscando una oportunidad.
-- Siempre-- dijo tomándola cargada.
-- No me estoy cuidando.
-- Me prometiste una niña preciosa como tu-- susurro lleno de deseo,enloquecido de un amor que se desbordaba y nunca se agotaba
#@#@#
En algún lugar, en algún tiempo, Gang Laoban esperaba, planeaba, soñaba con venganza y poder. Pero esa era una batalla para otro día. Por ahora, tenían este momento, esta paz, esta nueva oportunidad.
Y la aprovecharían al máximo, por ellos mismos y por su hijo.
---
Los meses pasaron, convirtiéndose gradualmente en un año. La vida en la ciudad fantasma adquirió un ritmo propio, una mezcla de normalidad doméstica y preparación constante.
Li Wei dividía su tiempo entre su trabajo remoto para TechnoVanguard, sus proyectos personales de innovación tecnológica, y el desarrollo continuo de sistemas de seguridad cada vez más avanzados,junto con la Saga de sus novelas.
Había convertido el sótano de la mansión en un laboratorio de última generación, donde trabajaba en tecnologías que estaban años, si no décadas, por delante de lo disponible comercialmente.
Mei Lin, mientras tanto, había establecido una rutina rigurosa de entrenamiento, recuperando y superando las habilidades de combate de su versión guerrera. Había adaptado una de las alas de la mansión como dojo, donde practicaba diariamente y comenzaba a enseñar a Li Wei técnicas básicas de autodefensa.
"Tu postura está mejorando", comentó una tarde mientras entrenaban juntos. "Pero sigues pensando demasiado. El combate debe ser instintivo, fluido."
Li Wei, sudoroso y ligeramente magullado después de una hora de práctica intensa, asintió.
"Mi cerebro insiste en analizar cada movimiento", admitió. "Calcular ángulos, anticipar trayectorias."
Mei Lin sonrió, reconociendo el dilema del ingeniero convertido en combatiente.
"Eso puede ser una ventaja", señaló. "Pero necesitas entrenar hasta que esos cálculos sean automáticos, subconscientes."
Se movió en un círculo alrededor de él, su postura perfectamente equilibrada.
"Inténtalo de nuevo", instruyó. "Esta vez, no pienses. Siente."
Li Wei respiró profundamente, intentando vaciar su mente de análisis consciente. Cuando Mei Lin atacó, respondió por instinto, y para su sorpresa, logró bloquear su golpe y contraatacar con un movimiento que ella apenas esquivó.
"¡Excelente!", exclamó Mei Lin, genuinamente impresionada. "¿Ves lo que sucede cuando confías en tu cuerpo en lugar de tu mente?"
Li Wei sonrió, sorprendido por su propio progreso.
"Se sintió... diferente", admitió. "Como si mi cuerpo supiera qué hacer antes que mi cerebro."
"Exactamente", confirmó Mei Lin. "Esa es la esencia del verdadero combate. La mente consciente es demasiado lenta. Debes entrenar tus reflejos, tu instinto."
Continuaron practicando, Li Wei mejorando gradualmente bajo la tutela paciente pero exigente de Mei Lin. Era otro ejemplo de cómo se complementaban, cada uno aportando sus fortalezas únicas a su asociación.
El pequeño Jian, mientras tanto, crecía rápidamente, desarrollando una personalidad curiosa y vivaz que era una clara mezcla de sus padres. A su corta edad, ya mostraba signos de la inteligencia analítica de Li Wei y la determinación férrea de Mei Lin.
"Mira cómo estudia ese rompecabezas", comentó Li Wei una tarde, observando a su hijo de dieciocho meses manipular metódicamente las piezas de un juguete educativo. "Está analizando patrones, probando hipótesis."
Mei Lin sonrió, observando con orgullo maternal.
"Y mira su concentración", añadió. "La mayoría de los niños de su edad se distraerían después de unos minutos. Él ha estado trabajando en eso durante casi una hora."
Observaron juntos cómo Jian finalmente encajaba la última pieza, su rostro iluminándose con satisfacción. Levantó la mirada hacia sus padres, buscando aprobación.
"¡Bien hecho, pequeño genio!", lo felicitó Li Wei, levantándolo en brazos.
Jian rió, claramente disfrutando tanto del logro como del reconocimiento.
"Algún día", dijo Mei Lin suavemente, "comprenderá completamente quién es, qué somos. La responsabilidad que heredará."
Li Wei asintió, momentáneamente solemne.
"Pero por ahora", respondió, "es solo un niño. Nuestro niño. Y merece toda la normalidad y felicidad que podamos darle."
Mei Lin sonrió, agradecida por el equilibrio que Li Wei aportaba a su perspectiva. Donde ella a veces se enfocaba demasiado en el deber y la preparación, él recordaba la importancia de la alegría, del momento presente.
La vida continuó así, en un equilibrio cuidadoso entre normalidad y vigilancia constante. Viajaban regularmente a Shanghai para mantener apariencias, Li Wei asistiendo a reuniones presenciales en TechnoVanguard y Mei Lin cultivando una identidad pública como consultora de seguridad y experta en antigüedades.
Una tarde le susurró bajito a Li Wei.
-- Sabes algo?. Por ahí nos viene un tiempo de insomnios y biberones.
-- Mei Lin, me vas a llevar a la locura de la felicidad.
#@#@
El sedán eléctrico de lujo se convirtió en su símbolo más visible de éxito, atrayendo miradas admirativas dondequiera que iban. Era un vehículo verdaderamente único, combinando elegancia, potencia y capacidades ocultas que nadie más podía imaginar.
"Tu coche causa sensación", comentó un colega de Li Wei durante una recepción corporativa. "¿Prototipo exclusivo?"
Li Wei sonrió modestamente.
"Algo así", respondió. "Un proyecto personal."
"Debe haber costado una fortuna", insistió el colega. "¿Estás seguro de que estamos en el mismo nivel salarial?"
Li Wei rió, manteniendo su fachada de ingeniero exitoso pero no extraordinariamente rico.
"Digamos que invertí muchas horas de trabajo personal", explicó vagamente. "Y tengo una esposa muy comprensiva."
La verdad, por supuesto, era mucho más compleja. El vehículo representaba apenas la punta del iceberg de las innovaciones que Li Wei desarrollaba en privado, muchas de las cuales podrían haber revolucionado industrias enteras si hubieran sido comercializadas.
Pero esa nunca fue su intención. La tecnología era una herramienta, un medio para proteger lo que realmente importaba: su familia y el artefacto que habían jurado custodiar.
Una noche, aproximadamente un año después de su mudanza a la ciudad fantasma, Li Wei y Mei Lin estaban en la biblioteca, revisando antiguos textos sobre el Jade Eterno. Jian dormía pacíficamente en el piso superior, monitoreado por sistemas de seguridad tan avanzados que prácticamente podían predecir amenazas antes de que ocurrieran.
"Mira esto", dijo Mei Lin, señalando un pasaje en un pergamino particularmente antiguo. "Habla de 'ecos temporales'. Personas o eventos de líneas temporales alteradas que pueden manifestarse brevemente en la línea principal."
Li Wei se inclinó para examinar el texto, fascinado.
"¿Como fantasmas del tiempo?", preguntó, intentando conceptualizar el fenómeno.
"Algo así", confirmó Mei Lin. "Según esto, cuando una línea temporal es significativamente alterada, como hicimos nosotros, pueden producirse 'ondas' que ocasionalmente traen fragmentos de la realidad original a la nueva."
Li Wei consideró las implicaciones, su mente científica evaluando posibilidades.
"¿Crees que podríamos experimentar algo así?", preguntó. "¿Ver... ecos de la línea temporal que cambiamos?"
Mei Lin asintió gravemente.
"Es posible", respondió. "Especialmente considerando nuestra conexión directa con el evento que causó la alteración. Y nuestra proximidad constante al artefacto."
Antes de que Li Wei pudiera responder, un sonido sutil captó su atención: una alerta de seguridad de baja prioridad, indicando movimiento inusual en el perímetro exterior de la propiedad.
Se movió rápidamente hacia un panel oculto en la pared, activándolo para revelar múltiples pantallas de monitoreo. Escaneó las imágenes de las cámaras de seguridad, buscando la fuente de la alerta.
"Ahí", señaló Mei Lin, su vista aguda detectando lo que los sensores habían captado.
En el límite más alejado de la propiedad, apenas visible en la penumbra del atardecer, una figura solitaria estaba de pie, inmóvil, mirando hacia la mansión.
Li Wei aumentó la imagen, intentando identificar al intruso. La figura era masculina, vestida con ropas oscuras que parecían extrañamente formales para alguien merodeando en una propiedad privada.
"¿Puedes ver su rostro?", preguntó Mei Lin, tensándose instintivamente.
Li Wei ajustó la cámara, intentando obtener un ángulo mejor, pero la figura estaba parcialmente en sombras.
"No claramente", respondió. "Pero hay algo familiar en su postura, en la forma en que se mantiene."
Mei Lin se acercó más a la pantalla, sus ojos entrecerrados con concentración.
"Activa la visión infrarroja", sugirió.
Li Wei obedeció, cambiando el modo de la cámara. Inmediatamente, la imagen se transformó, mostrando patrones de calor en lugar de luz visible.
Y entonces, ambos lo vieron: la figura no emitía calor. En la pantalla infrarroja, aparecía como un vacío, una silueta oscura contra el fondo térmico del paisaje.
"Un eco", murmuró Mei Lin, la comprensión dawning en su rostro. "Justo como describía el texto. No está realmente aquí, no físicamente."
Como para confirmar su teoría, la figura comenzó a desvanecerse, volviéndose translúcida antes de desaparecer completamente.
"¿Pudiste ver quién era?", preguntó Li Wei, un escalofrío recorriendo su espalda.
Mei Lin asintió lentamente, su expresión grave.
"Gang Laoban", confirmó. "O al menos, un eco de él."
Se miraron, la implicación clara y perturbadora.
"Está intentando regresar", dijo Li Wei, realizando lo que ambos pensaban. "De donde sea que lo enviamos, está buscando un camino de vuelta."
"Y el artefacto actúa como un faro", añadió Mei Lin. "Atrayendo estos ecos, potencialmente fortaleciendo su conexión con nuestra realidad."
Li Wei se pasó una mano por el cabello, procesando esta nueva complicación.
"¿Qué hacemos?", preguntó. "¿Hay alguna forma de bloquear estos ecos, de prevenir que se fortalezcan?"
Mei Lin volvió al pergamino, revisándolo con renovada urgencia.
"El texto menciona rituales de 'sellado temporal'", dijo. "Formas de estabilizar la línea temporal, de prevenir filtraciones entre realidades."
"¿Podríamos adaptar eso?", preguntó Li Wei. "¿Combinarlo con tecnología como hicimos con la cámara del artefacto?"
Mei Lin asintió lentamente, su mente táctica ya formulando estrategias.
"Posiblemente", respondió. "Necesitaríamos estudiar más estos textos, comprender completamente los principios involucrados."
Se levantó, su postura cambiando sutilmente a la de la guerrera lista para el combate.
"Pero primero, debemos asegurarnos de que la propiedad esté completamente segura", declaró. "Si un eco puede manifestarse, necesitamos estar preparados para algo más... sustancial.. estoy avanzada en mi embarazo y no puedo ayudar.
Li Wei asintió, activando protocolos de seguridad adicionales desde el panel de control.
"Defensas perimetrales aumentadas", confirmó. "Y activaré el escudo electromagnético que he estado desarrollando. Si hay algún tipo de fluctuación temporal o energética, debería detectarla."
Trabajaron eficientemente, cada uno en su área de experiencia, implementando capas adicionales de protección alrededor de su hogar. Era un baile familiar ahora, una coreografía perfeccionada durante meses de preparación y planificación conjunta.
Cuando terminaron, regresaron a la biblioteca, donde los antiguos textos esperaban, prometiendo respuestas pero también planteando nuevas preguntas.
"Esto cambia las cosas", dijo Li Wei, mirando por la ventana hacia el punto donde el eco de Gang se había manifestado. "Pensamos que lo habíamos derrotado definitivamente."
"Nunca es tan simple", respondió Mei Lin, su voz cargada con la sabiduría de generaciones de guardianes. "El tiempo no es lineal, no realmente. Es más como... un tejido, con hilos que se entrelazan y a veces se enredan."
Se acercó a Li Wei, colocando una mano reconfortante en su hombro.
"Pero estamos preparados", aseguró. "O lo estaremos. Juntos."
Li Wei cubrió su mano con la suya, agradecido por su fuerza, su determinación.
"Juntos", confirmó.
Esa noche, mientras Jian dormía pacíficamente, ajeno a las nuevas preocupaciones de sus padres, Li Wei y Mei Lin permanecieron despiertos hasta tarde, estudiando, planificando, preparándose para lo que pudiera venir.
Porque ahora sabían que su batalla no había terminado. Gang Laoban, o alguna versión de él, estaba intentando regresar. Y cuando lo hiciera, encontraría a los guardianes del Jade Eterno esperando, listos para proteger no solo el artefacto, sino el futuro mismo.
Un futuro que incluía a su hijo,a su hija que pronto llegaría, su legado, y la línea temporal que habían sacrificado tanto por preservar.
Y esta vez, no habría medias tintas. Si Gang Laoban regresaba, Mei Lin completaría la venganza que había jurado. No por odio o ira, sino por protección. Por amor.
El amor que había encontrado contra todo pronóstico, a través del tiempo y el espacio. El amor que ahora defendería, sin importar el costo.
Fin
2025
https://youtu.be/3n99-JVC3tU?si=cDC5xDxEPQVx2BC7
Sinopsis.
Las cosas se planifican de una forma y salen de otra. Li Wei se gasto todo el dinero de ganancia de la novela, el taller tecnológico no dió resultados,vive de la seguridad social en Ordos Kangbashi y está desempleado..... En otras palabras Li Wei gracias a todas las alteraciones en el tiempo y espacio producidas por el Corazón de Jade y el Alma de Jade estaba en un tiempo alternativo.
El despertador sonó por quinta vez consecutiva. Li Wei extendió su brazo como un zombi y lo lanzó contra la pared, donde se unió a la colección de despertadores previamente sacrificados. Era su método personal para ahorrar en baterías.
"Cinco minutos más", murmuró, enrollándose en su edredón como un burrito humano. Justo cuando estaba a punto de sumergirse nuevamente en un sueño profundo, su teléfono vibró con la intensidad de un terremoto de magnitud 7.
Era un mensaje de Mei Ling: "Si llegas tarde a tu primer día, te convertiré en fertilizante para mis bonsáis. 😊"
Li Wei saltó de la cama como si hubiera pisado un cable de alta tensión. Conocía demasiado bien a Mei Ling como para saber que ese emoji sonriente era la versión digital de una amenaza de muerte. Su relación era... complicada. O como le gustaba describirla a su terapeuta: "emocionalmente desafiante con tendencias homicidas".
Mientras se cepillaba los dientes con una mano y se ponía los pantalones con la otra (una habilidad adquirida tras años de llegar tarde), Li Wei contempló cómo había llegado a esta situación. Hace apenas una semana, era un desempleado profesional cuya mayor preocupación era mantener su racha de victorias en Candy Crush. Ahora, gracias a Mei Ling y sus misteriosas "conexiones", tenía un trabajo en Zhang Enterprises, una de las compañías tecnológicas más prestigiosas de Shanghái con una sucursal precisamente en Ordos Kangbashi.
"¿Dónde está mi corbata de la suerte?", gritó al vacío de su apartamento. Un apartamento que parecía haber sido víctima de un tornado selectivo que solo afectaba a sus pertenencias. Tras cinco minutos de búsqueda frenética, la encontró dentro del microondas. Una ubicación perfectamente lógica, si eras Li Wei.
Mientras corría hacia la estación de metro, repasaba mentalmente su relación con Mei Ling. Se habían conocido en la universidad, cuando él accidentalmente derramó un batido de tapioca sobre su tesis de 300 páginas. En lugar de asesinarlo en el acto, como cualquier persona razonable habría hecho, Mei Ling lo miró fijamente y dijo: "Ahora me perteneces hasta que compenses este daño". Cinco años después, seguía "compensando". Ella también se había mudado a Ordos Kangbashi y lo tenía loco,loco,loco y loco cada vez que la veía en la piscina comunal del sector dónde ella vivía. Aunque entregaría el 75 % de su vida para admitirlo. Estaba enamorado de ella. Algún día un tipo con un Ferrari o un Honqi H9 llegaría, la conquistaría y ese día el alma de el moriría. Eso lo sabía.. Pero mientras tanto.... No dejaría de amarla en silencio, ni ahora,ni después...
El metro estaba vacio como de costumbre. Li Wei se encontró aplastado entre un hombre de negocios con halitosis crónica que en un vagón sin nadie se le ocurrió sentarse junto a el y una anciana que usaba su bolso como arma contundente cada vez que el vagón se sacudía. "La vida en una ciudad vacia ", pensó con resignación.
Su teléfono vibró nuevamente. Otro mensaje de Mei Ling: "¿Dónde estás? Tu jefe ya preguntó por ti. Le dije que estabas donando un riñón. Tienes 10 minutos para aparecer o tendrás que hacerlo realidad".
Li Wei sintió que su alma abandonaba temporalmente su cuerpo. Mei Ling no era técnicamente su novia. Ni su prometida. Ni siquiera estaba seguro de si eran amigos. Era más bien su... ¿guardiana? ¿Verdugo personal? ¿Karma materializado en forma de una preciosa mujer mujer de 1,65 m con la capacidad de hacer llorar a instructores de artes marciales?
Lo que sí sabía es que le debía este trabajo. Mei Ling trabajaba en seguridad para Zhang Enterprises, aunque "seguridad" era un término generoso para describir lo que hacía. "Especialista en intimidación estratégica" sería más preciso. Y de alguna manera, había convencido al Sr. Zhang de que Li Wei era un genio tecnológico incomprendido y no un tipo que una vez intentó cargar su teléfono en una tostadora.
Al salir del metro, Li Wei corrió como si su vida dependiera de ello, porque literalmente así era. El edificio de Zhang Enterprises se alzaba imponente frente a él: 50 pisos de cristal y acero que gritaban "somos demasiado ricos para preocuparnos por la factura eléctrica".
En la recepción, una mujer con un peinado tan rígido que desafiaba las leyes de la física lo miró con desdén.
"Soy Li Wei, el nuevo... eh... ¿empleado?"
"Piso 42. La Srta. Ling lo está esperando." Su tono sugería que estaba enviando a Li Wei directamente al matadero.
El ascensor subió con una velocidad que hizo que su estómago se quedara en algún lugar entre el lobby y el piso 15. Cuando las puertas se abrieron en el piso 42, Mei Ling estaba allí, con los brazos cruzados y una expresión que podría haber congelado el infierno.
"Llegas tarde", dijo con una calma aterradora.
"El metro... había una anciana... mi corbata estaba en el microondas...", balbuceó Li Wei.
Mei Ling levantó una mano para silenciarlo.
"Ahórratelo. Tu oficina está por allí. No toques nada que parezca importante, no hables con nadie que parezca importante, y por el amor de todos los dioses, no menciones que nos conocemos."
"¿Por qué conseguiste este trabajo para mí?", preguntó Li Wei, genuinamente confundido. "Sabes que soy un desastre."
Mei Ling lo miró fijamente, y por un momento, Li Wei creyó ver algo parecido al afecto en sus ojos. Pero probablemente era solo un reflejo de las luces fluorescentes.
"Porque necesitamos acceso a los archivos históricos de la empresa", respondió en voz baja. "Y tú eres lo suficientemente insignificante como para pasar desapercibido."
"¿Archivos históricos? ¿Para qué?"
-- Continuara
Mei Ling miró a su alrededor para asegurarse de que nadie los escuchaba. "Para encontrar información sobre un artefacto. Un cofre antiguo con símbolos extraños."
"¿Un cofre? ¿Como el que tenía mi abuela?"
Los ojos de Mei Ling se abrieron como platos. "¿Tu abuela tenía un cofre antiguo?"
Li Wei asintió. "Sí, una reliquia familiar o algo así. Lo uso para guardar mis calcetines."
La expresión de Mei Ling pasó del shock a la furia en microsegundos. "¿Estás usando un artefacto potencialmente místico e invaluable... para guardar tus CALCETINES?"
"También guardo ahí mi colección de tarjetas de Pokémon", añadió Li Wei, como si eso mejorara la situación.
Mei Ling cerró los ojos y respiró profundamente, probablemente contando hasta diez en varios idiomas. "Después del trabajo, iremos a tu apartamento. Y si ese cofre es lo que creo que es..."
No terminó la frase, pero no era necesario. Li Wei podía sentir la amenaza implícita flotando en el aire como el aroma de un pescado en descomposición.
Su primer día de trabajo transcurrió en una nebulosa de orientaciones, formularios y miradas confusas de sus compañeros, quienes claramente se preguntaban cómo alguien como él había conseguido un puesto en la empresa. Durante el almuerzo, se sentó solo en la cafetería, observando desde lejos a Mei Ling, quien comía con un grupo de ejecutivos de aspecto importante. De vez en cuando, ella lo miraba con una mezcla de advertencia y exasperación.
Al final del día, Mei Ling lo esperaba junto a los ascensores. "Vamos a tu apartamento. Ahora."
El viaje en metro fue silencioso y tenso. Li Wei intentó iniciar una conversación varias veces, pero cada intento fue recibido con una mirada que prometía dolor físico si continuaba.
Cuando finalmente llegaron a su apartamento, Li Wei tuvo que luchar con la cerradura durante cinco minutos completos antes de que la puerta cediera.
"Bienvenida a mi humilde morada", dijo con una sonrisa nerviosa, apartando rápidamente un calcetín solitario del camino con el pie.
Mei Ling ignoró el desorden y fue directamente al grano. "El cofre. ¿Dónde está?"
Li Wei se dirigió a su habitación y sacó de debajo de la cama una caja de madera tallada, aproximadamente del tamaño de una caja de zapatos. Estaba cubierta de símbolos extraños que parecían brillar ligeramente bajo cierta luz.
"Este es el único recuerdo que tengo de mi abuela", dijo, pasando los dedos por los grabados. "Bueno, esto y mi adicción al Candy Crush. La abuela era una jugadora feroz."
Mei Ling tomó el cofre con una reverencia que Li Wei nunca había visto en ella. Sus dedos trazaron los símbolos con cuidado, como si estuviera leyendo un texto en braille.
"¿Sabes lo que es esto?", preguntó en voz baja.
Li Wei se encogió de hombros. "¿Una caja antigua?"
"Es un Cofre del Tiempo", respondió Mei Ling, con un tono que sugería que estaba revelando el secreto del universo. "Se rumorea que puede transportar a su poseedor a través del tiempo y el espacio."
Li Wei la miró fijamente por un momento antes de estallar en carcajadas. "¿Es una broma, verdad? ¿Una caja mágica del tiempo? ¿Qué sigue, un unicornio en mi balcón?"
La expresión de Mei Ling no cambió. "Zhang Enterprises ha estado buscando este cofre durante décadas. Hay leyendas que dicen que fue creado por un monje shaolín que descubrió el secreto para manipular el tiempo."
"Mei Ling, con todo respeto, creo que has visto demasiadas películas de kung fu", dijo Li Wei, recuperando el cofre. "Mira, te mostraré que es solo una caja normal."
Antes de que Mei Ling pudiera detenerlo, Li Wei abrió el cofre. Por un momento, no pasó nada. Luego, una luz dorada comenzó a emanar del interior, iluminando la habitación con un resplandor sobrenatural.
"Te lo dije", susurró Mei Ling.
Li Wei miró dentro del cofre, esperando ver sus calcetines y tarjetas de Pokémon. En su lugar, vio lo que parecía ser un vórtice de energía dorada.
"Esto no puede ser real", murmuró, acercando su mano al vórtice.
"¡No lo toques!", gritó Mei Lin, pero era demasiado tarde.
Los dedos de Li Wei rozaron la energía dorada, y de repente, el mundo a su alrededor comenzó a distorsionarse. La habitación se desvaneció, reemplazada por un torbellino de luces y colores. Sintió que Mei Ling agarraba su brazo con fuerza, pero no podía verla.
Y entonces, tan repentinamente como había comenzado, todo se detuvo. Li Wei y Mei Lin se encontraron de pie en medio de lo que parecía ser la misma habitación, pero algo era diferente. La luz que entraba por la ventana tenía un tono distinto, y los sonidos de la ciudad habían cambiado.
"¿Qué acaba de pasar?", preguntó Li Wei, su voz apenas un susurro.
Mei Lin miró a su alrededor, sus ojos calculando y evaluando. "Creo que acabamos de viajar en el tiempo."
"¿A cuándo?"
Antes de que Mei Lin pudiera responder, el teléfono de Li Wei sonó. Era un mensaje de su jefe: "No olvides la fiesta de esta noche. Es crucial para tu carrera."
Li Wei miró a Mei Ling con pánico. "¿Qué fiesta?"
"La afterparty de la conferencia tecnológica", respondió ella, frunciendo el ceño. "Pero eso es mañana."
"Aparentemente, no en este... ¿tiempo?", sugirió Li Wei, sintiendo que su realidad se desmoronaba a su alrededor.
Mei Lin tomó el cofre de sus manos y lo cerró firmemente. "Tenemos que ser cuidadosos con esto. Y tenemos que ir a esa fiesta."
"¿Por qué?"
"Porque si hemos viajado en el tiempo, necesitamos entender exactamente qué ha cambiado", explicó Mei Lin. "Y porque si no vas, probablemente te despidan, y necesitamos que mantengas ese trabajo."
Li Wei asintió lentamente, tratando de procesar todo lo que estaba sucediendo. "Está bien. Iremos a la fiesta. ¿Qué es lo peor que podría pasar?"
Mei Lin lo miró con una expresión que sugería que había muchas, muchas respuestas a esa pregunta, ninguna de ellas agradable.
"Ponte algo presentable", ordenó. "Y por el amor de todos los dioses, no menciones el cofre a nadie."
Mientras Li Wei buscaba entre su ropa algo que no pareciera haber sido rescatado de un contenedor de basura, no podía evitar preguntarse en qué se había metido. Un día era un desempleado normal con una no-novia aterradora, y al siguiente estaba aparentemente viajando en el tiempo con un cofre místico.
"Mi terapeuta va a tener un día de campo con esto", murmuró para sí mismo, mientras se preparaba para una fiesta que, técnicamente, aún no debería estar ocurriendo.
Lo que no sabía era que esta fiesta cambiaría su vida para siempre, y no solo porque conocería a una actriz coreana con un secreto aún más grande que el suyo.
Capítulo 2: La Fiesta que Desató el Caos
El salón de eventos del Hotel Bund Celestial brillaba como si alguien hubiera derramado un bote de purpurina sobre la élite tecnológica de Shanghái. Ejecutivos con trajes que costaban más que el alquiler anual de Li Wei conversaban animadamente, sosteniendo copas de champán que probablemente costaban más que su apartamento
"Recuérdame por qué estamos aquí", susurró Li Wei a Mei Ling mientras intentaba no derramar su bebida sobre un hombre que, estaba bastante seguro, era el tercer más rico de China.
Mei Lin, enfundada en un sexy vestido
que hacía que pareciera simultáneamente una modelo de alta costura y alguien capaz de asesinar con un palillo, escaneaba la habitación con la precisión de un dron militar.
"Estamos aquí porque necesitamos entender qué ha cambiado en esta línea temporal", respondió en voz baja. "Y porque tu jefe espera que socialices con potenciales inversores."
"¿Cómo se supone que voy a socializar? ¡Ni siquiera sé qué hago en esta empresa!" Li Wei sintió que el pánico se apoderaba de él. Adicional que más temprano que tarde tenía que encontrar el valor de decirle que estaba estaba enloquecidamente,apasionadamente,desesperadamente enamorado de ella--- La última vez que intenté hablar de tecnología, confundí Bitcoin con un Tamagotchi."
Mei Ling lo miró con una mezcla de exasperación y algo que podría haber sido afecto, si uno entornaba los ojos y usaba mucha imaginación.
"Solo sonríe, asiente, y si alguien te hace una pregunta técnica, tose y di que necesitas ir al baño."
"Esa es literalmente mi estrategia para todo en la vida", murmuró Li Wei.
En ese momento, el Sr. Zhang, CEO de Zhang Enterprises y hombre cuyo ceño fruncido había provocado la caída de varias startups, se acercó a ellos.
"¡Li Wei! El hombre del momento", exclamó con una sonrisa que no llegaba a sus ojos. "Todos están ansiosos por conocer al genio detrás de nuestro nuevo proyecto de inteligencia artificial."
Li Wei sintió que su alma abandonaba su cuerpo. ¿Inteligencia artificial? ¿Él? La única inteligencia artificial que conocía era el asistente de su teléfono, al que regularmente confundía pidiéndole que le recordara comprar "calcetines con sabor a fresa".
"Sr. Zhang, es un honor estar aquí", logró articular, mientras Mei Ling le clavaba discretamente las uñas en el brazo, su forma sutil de decirle "no la cagues".
"He invitado a algunos inversores internacionales especialmente para conocerte", continuó Zhang. "Incluida Yoo Mina, la actriz coreana. Aparentemente es una entusiasta de la tecnología cuando no está filmando esos dramas históricos que tanto le gustan a mi esposa."
Li Wei asintió como si supiera exactamente quién era Yoo Mina, aunque en realidad estaba tratando de recordar si alguna vez había visto un drama coreano que no involucrara a alguien siendo poseído por un fantasma vengativo.
"Será un placer conocerla", respondió automáticamente.
Zhang sonrió, dio una palmada en el hombro de Li Wei con la fuerza suficiente para desplazar ligeramente su columna vertebral, y se alejó para atormentar a otro empleado.
"¿Inteligencia artificial?", siseó Li Wei a Mei Ling una vez que Zhang estaba fuera del alcance auditivo. "¡No sé nada de IA! ¡La última vez que programé algo fue un 'Hola Mundo' en la universidad, y me tomó tres intentos!"
"Tranquilízate", ordenó Mei Lin. "Obviamente, en esta línea temporal eres algún tipo de genio tecnológico."
"¿O tal vez soy un fraude monumental a punto de ser descubierto?", sugirió Li Wei, sintiendo que el sudor comenzaba a empapar su camisa alquilada.
Antes de que Mei Lin pudiera responder, un murmullo recorrió la sala. Las puertas principales se abrieron, y todos los ojos se volvieron hacia la recién llegada.
Era como si el tiempo se ralentizara. Una mujer joven entró en el salón, vistiendo lo que Li Wei solo podía describir como un "vestido de princesa coreana pero sexy". Era un hanbok modernizado, con un escote que desafiaba la gravedad y una abertura lateral que revelaba una pierna que parecía extenderse hasta el infinito.
"Esa debe ser Yoo Mina", susurró Mei Ling, su tono repentinamente tenso.
Li Wei no podía apartar la mirada. No porque la mujer fuera hermosa (aunque definitivamente lo era), sino porque había algo en ella que le resultaba extrañamente familiar, como un déjà vu que no podía ubicar.
Yoo Mina se movía por la sala con la gracia de alguien acostumbrado a ser el centro de atención. Saludaba a los invitados con sonrisas medidas y reverencias perfectas, una mezcla fascinante de tradición y modernidad.
Y entonces, sus ojos se encontraron con los de Li Wei.
Por un momento, pareció sorprendida, casi alarmada. Pero la expresión desapareció tan rápidamente que Li Wei pensó que lo había imaginado. En su lugar, una sonrisa deslumbrante iluminó su rostro, y comenzó a caminar directamente hacia él.
"Oh no", murmuró Li Wei. "Viene hacia aquí. ¿Qué hago? ¿Qué digo? ¿Debería fingir un ataque cardíaco?"
"Compórtate", ordenó Mei Lin entre dientes. "Y no menciones nada sobre viajes en el tiempo o cofres místicos."
"¿Mencionar qué? Lo siento, estoy demasiado ocupado teniendo un ataque de pánico", respondió Li Wei, justo cuando Yoo Mina llegaba frente a ellos.
"¡Li Wei-ssi!", exclamó con un acento que hacía que su nombre sonara como una canción. "¡Qué honor conocer finalmente al hombre detrás del algoritmo que todos comentan!"
Li Wei abrió la boca, pero ningún sonido salió. Mei Ling le dio un codazo disimulado.
"El honor es mío, Srta. Yoo", logró decir finalmente. "Soy un gran admirador de su... trabajo."
Yoo Mina soltó una risita que sonaba como campanillas de viento. "Oh, llámame Mina, por favor. Y debo confesar que no entiendo mucho de tecnología. Estas apps chinas son tan confusas para mí."
Sacó su teléfono, un modelo de última generación que probablemente costaba más que todos los electrodomésticos de Li Wei combinados.
"¿Podrías ayudarme? No entiendo cómo funciona esta aplicación de pagos", dijo, acercándose tanto a Li Wei que podía oler su perfume, una mezcla de flores de cerezo y algo más antiguo, casi místico.
"Yo sé de phones... y de otras cosas", respondió Li Wei automáticamente, y de inmediato quiso que la tierra se lo tragara. ¿De dónde había salido eso?
Yoo Mina levantó una ceja, divertida, mientras Mei Lin, a su lado, se tensaba como un depredador a punto de atacar.De alguna manera y sin saber porque, la actitud de la otra hacia Li Wei le hizo producir 7 litros de veneno, haciéndola apelar a todo su autocontrol para no saltar sobre la actriz, agarrarla por los pelos y tirarla por la ventana... en otras palabras, no quería reconocer que tenía un monumental ataque de celos .. Para no acabar la fiesta se aparto, sin dejar de ver a la otra acorralar a Li Wei... y es que sería lo que sería... Li Wei era bello a más no poder... Estaba llena de rabia, de Celos, temblando de ira, y no sabía porque...mejor dicho si sabía, Pero no quería aceptarlo
Por su parte la otra continuaba su ataque.
"¿En serio?", ronroneó Mina pasando una uña por su corbata y acercándose muy peligrosamente al aterrorizado Mei Lin"Tal vez podrías mostrarme... en privado, soy buena quitando cosas, yo también me las voy quitando en el proceso, para que veas....todo al natural..."
Li Wei sintió que la temperatura de la habitación aumentaba diez grados. Estaba atrapado en una situación que no entendía, con una celebridad coreana coqueteando con él por razones incomprensibles, mientras su no-novia-guardiana-verdugo irradiaba ondas de muerte a su lado.
Para evitar un descuartizamiento en plena fiesta Mei Lin casi llorando de incontenible rabia se apartó y fue al rincón del buffet.
Desde el otro lado del salón, Mei Lin había estado "socializando" con el chef encargado del catering. Por "socializando", se entiende que estaba explicándole, con lujo de detalles anatómicos, lo que le sucedería si volvía a cortar el pato laqueado de manera incorrecta.
"El corte debe ser preciso", insistía, sosteniendo un vaso de baijiu con una mano y un cuchillo de servir con la otra. "Si veo una sola pieza irregular, usaré este cuchillo para algo más que cortar pato."
El chef, un hombre que había sobrevivido a tres décadas en las cocinas más exigentes de China, parecía a punto de llorar.
Fue entonces cuando Mei Lin, con su sexto sentido para detectar cuando Li Wei estaba a punto de meterse en problemas, giró la cabeza. Sus ojos se clavaron inmediatamente en la escena que se desarrollaba al otro lado del salón: Li Wei, sonriendo nerviosamente, mientras Yoo Mina se inclinaba hacia él con una postura que solo podía describirse como "agresivamente coqueta".
El vaso de baijiu que Mei Ling sostenía se rompió en su mano. Lo más aterrador no fue el cristal rompiéndose, . Lo verdaderamente aterrador fue que Mei Lin no parpadeó. Ni una vez.
El chef aprovechó la distracción para escabullirse, probablemente para actualizar su testamento.
En algún lugar, alguien puso música. Por alguna razón cósmica, los primeros acordes de la sirena de "Kill Bill" resonaron por el salón.
Mei Lin comenzó a caminar hacia Li Wei y Yoo Mina. La multitud, sintiendo instintivamente el peligro, se apartaba a su paso como el Mar Rojo ante Moisés. Un ejecutivo que no captó las señales y permaneció en su camino fue movido a un lado con la misma facilidad con que se aparta una cortina.
Li Wei, atrapado en su conversación con Yoo Mina, no vio venir el desastre. Estaba demasiado ocupado tratando de explicar una aplicación que no entendía a una mujer que parecía más interesada en su corbata (o en lo que había debajo de ella) que en cualquier explicación tecnológica.
"Entonces, deslizas aquí y luego...", balbuceaba, cuando sintió un escalofrío recorrer su espalda. Era la misma sensación que tienen las gacelas cuando perciben la presencia de un león, o los desarrolladores junior cuando un proyecto está a punto de fallar en producción.
Lentamente, como en una película de terror donde el protagonista finalmente se da vuelta para enfrentar al monstruo, Li Wei giró la cabeza.
Mei Lin estaba allí, a menos de un metro de distancia, con una sonrisa que no llegaba a sus ojos y sangre goteando odio extremo como si fuera un detalle decorativo menor.
"Li Wei", dijo con una voz tan dulce que podría haber causado diabetes instantánea, "¿no vas a presentarme a tu nueva amiga?"
Yoo Mina, lejos de intimidarse, miró a Mei Ling de arriba abajo con curiosidad profesional.
"¡Oh! Tú debes ser la bodyguard de Li Wei, ¿verdad?", preguntó con inocencia. "He oído que los genios tecnológicos necesitan protección constante..las 24 horas.. O me equivoco?."
Si las miradas pudieran matar, la de Mei Lin habría causado una extinción masiva. Li Wei consideró seriamente sus opciones de escape, que incluían: fingir un desmayo, saltar por la ventana (estaban en el piso 30), o simplemente aceptar su destino y morir con dignidad (esta última no era realmente una opción viable para él).
"Soy su prometida", respondió Mei Ling, cada sílaba cargada con la promesa de violencia. "Por decreto marcial... y su funeraria si sigue así."
Li Wei comenzó a sudar tan profusamente que temió deshidratarse en el acto. "Mei Ling, ella solo me estaba pidiendo ayuda con su teléfono", explicó, su voz alcanzando un tono que normalmente solo los perros podían oír.
Yoo Mina, en lugar de retroceder ante la obvia amenaza, se quedó mirando a Mei Ling con una intensidad desconcertante. Y entonces, contra toda lógica y sentido de autopreservación, sonrió.
"¡Qué cool!", exclamó, aplaudiendo ligeramente. "En mi drama 'Love in the Moon Palace' también tenía una escena de celos. La filmamos durante tres días porque el director quería capturar la 'esencia de la furia femenina'. ¿Quieres recrearla?"
Li Wei, aterrorizado, gritó: "¡NO!" con tanta fuerza que varias personas cercanas se sobresaltaron.
Demasiado tarde. Yoo Mina, con la fluidez de alguien acostumbrado a las coreografías dramáticas, agarró el brazo de Li Wei y se inclinó para susurrar en su oído, aunque lo suficientemente alto para que Mei Ling escuchara:
"Oppa, ¿prefieres a una guerrera... o a una princesa que se sabe el kamasutra de la A a la Z?"
El tiempo pareció detenerse. Li Wei vio toda su vida pasar ante sus ojos, que resultó ser sorprendentemente aburrida excepto por este momento preciso, que probablemente sería el último de su existencia.
Mei Lin, con un movimiento tan fluido que parecía ensayado, desenfundó un tenedor de sushi de... algún lugar. Li Wei prefirió no pensar dónde lo había estado guardando.
El silencio que cayó sobre la sección inmediata del salón era el tipo de silencio que precede a los desastres naturales.
Y entonces, como un deus ex machina en forma de estrella de cine de Hong Kong, un distinguido y elegante hombre apareció de la nada.
Se interpuso entre el trío, con la elegancia de quien ha detenido peleas en cientos de películas, y dijo con voz profunda:
"El amor es como el té: si lo agitas demasiado, se enfría."
Li Wei parpadeó, confundido. ¿Quien era este tipo que acababa de aparecer en esta fiesta para recitar proverbios? ¿Era esto parte del viaje en el tiempo? ¿O finalmente había perdido la cabeza?
Mei Lin, sin inmutarse por la aparición del hombre , respondió:
"Y si lo tiras a la cara de alguien, quema."
Con un movimiento preciso, lanzó el tenedor de sushi. Por un momento, Li Wei pensó que iba directo hacia Yoo Mina, pero el proyectil improvisado se clavó en una sandía decorativa a varios metros de distancia, con tal fuerza que la fruta se partió perfectamente por la mitad.
Un camarero que pasaba dejó caer su bandeja.Varios asistentes de la fiesta optaron por irse inmediatamente para salvar sus vidas.
Yoo Mina, lejos de asustarse, estalló en una carcajada genuina.
"¡Me encantas!", exclamó, soltando el brazo de Li Wei para aplaudir con entusiasmo. "¡Eres exactamente como imaginé que sería la prometida de un genio! ¿Has considerado actuar? Serías perfecta como la villana en mi próximo drama."
La tensión en el aire cambió, transformándose en algo más complejo. Mei Lin parecía desconcertada, como si no supiera cómo responder a alguien que admiraba su capacidad para la violencia casual en lugar de temerla.
Li Wei, viendo una oportunidad para escapar, murmuró:
"¿Puedo ir al baño?"
Nadie le prestó atención. Yoo Mina y Mei Lin estaban ahora enfrascadas en una conversación sobre las mejores técnicas para intimidar a directores difíciles, mientras el hombre sonreía benévolamente como un padre orgulloso contemplando la escena.
Li Wei se escabulló hacia el baño, no para huir por la ventana como había planeado inicialmente, sino para procesar lo que acababa de suceder. Se miró en el espejo, notando que su corbata estaba torcida, su frente brillaba de sudor, y sus ojos tenían la mirada salvaje de alguien que acaba de escapar de la muerte.
"¿Qué está pasando?", se preguntó en voz alta. "Primero el cofre del tiempo, luego soy aparentemente un genio de la IA, y ahora Mei Lin y una estrella coreana están... ¿haciéndose amigas?"
El universo, como de costumbre, no ofreció respuestas.
Cuando regresó al salón, la fiesta continuaba como si nada hubiera pasado, aunque notó que la gente daba un amplio rodeo alrededor de Mei Lin y Yoo Mina, quienes ahora estaban sentadas en un rincón, bebiendo directamente de una botella de baijiu y riendo como viejas amigas.
El resto de la noche transcurrió en una nebulosa de conversaciones incómodas con inversores que esperaban que Li Wei les explicara algoritmos que no entendía, mientras mantenía un ojo nervioso en Mei Lin y Yoo Mina, cuya amistad parecía fortalecerse con cada copa.
Para cuando la fiesta comenzó a dispersarse, Li Wei estaba agotado emocional y físicamente. Se acercó cautelosamente a las dos mujeres, quienes lo recibieron con sonrisas que encontró más aterradoras que tranquilizadoras.
"¿Nos vamos?", preguntó, dirigiéndose principalmente a Mei Lin
"Mina viene con nosotros", declaró Mei Ling, en un tono que no admitía discusión. "Tiene algo importante que mostrarnos."
Yoo Mina asintió, repentinamente seria. "Es sobre el cofre", dijo en voz baja.
Li Wei sintió que su corazón se detenía. "¿Qué cofre?", preguntó, tratando de sonar inocente y fallando miserablemente.
"No te hagas el tonto", respondió Mei Lin. "Ella sabe."
"¿Cómo...?"
Yoo Mina se inclinó hacia él, su expresión ahora completamente diferente de la estrella coqueta de antes. Había una intensidad en sus ojos que hablaba de siglos, no de años.
"Porque llevo trescientos años buscándolo", susurró.
Y así, Li Wei se encontró saliendo de la fiesta con dos mujeres aterradoras, un cofre místico en su apartamento, y la creciente sospecha de que su vida nunca volvería a ser normal.
Lo que no sabía era que los eventos de esa noche ya estaban circulando en las redes sociales. En Weibo, un hashtag comenzaba a ser tendencia: #YooMinaMeiLinShip, acompañado de fotos borrosas de las dos mujeres riendo juntas y un video de Mei Lin partiendo una sandía con un tenedor.
El post más popular, con más de un millón de likes en menos de una hora, decía simplemente: "Yoo Mina y Mei Lin son el ship que no sabíamos que necesitábamos".
El apartamento de Li Wei nunca había albergado a tantas personalidades intensas al mismo tiempo. Mei Lin, , se apoyaba en la mesa
como un depredador en reposo, al menos movimiento sospechoso de aproximación de la visitante que no disimulaba lo que quería con Li Wei, saltaría sobre Yoo Mina
. Yoo Mina, despojada de su elaborado hanbok y ahora vistiendo una camiseta prestada de Li Wei (que decía "Programadores: Convertimos cafeína en código" - una ironía que no pasó desapercibida), estaba sentada en el sofá, examinando el cofre místico con reverencia. Y Li Wei, bueno, él estaba teniendo una crisis existencial silenciosa mientras preparaba té en la cocina.
"¿Alguien quiere galletas?", preguntó, sosteniendo una caja de galletas baratas como si fuera una ofrenda de paz a dioses temperamentales.
"Li Wei", dijo Mei Lin con una paciencia forzada, "hay una viajera del tiempo de 300 años en tu sala de estar. Creo que podemos saltarnos las cortesías sociales."
"El té estaría bien", respondió Yoo Mina con una sonrisa amable. "En mi época, el té era una parte importante de cualquier negociación seria."
"¿Tu época?", preguntó Li Wei, dejando la bandeja sobre la mesa de centro y sentándose lo más lejos posible de ambas mujeres, lo que en su pequeño apartamento significaba aproximadamente a medio metro. "¿Podrías, ya sabes, elaborar un poco sobre eso de los 300 años?"
Yoo Mina suspiró, y por un momento, su rostro pareció transformarse. La estrella de cine glamorosa desapareció, reemplazada por algo más antiguo, más cansado.
"Nací en 1574, durante la dinastía Joseon en Corea", comenzó, su voz adquiriendo un tono formal que no había mostrado antes. "Mi nombre real es Princesa Myeongseong, hija del Rey Seonjo."
Li Wei casi escupe su té. "¿Eres una princesa real? ¿Como, de la realeza y eso?"
Mei Lin le lanzó una mirada que claramente decía "no interrumpas a la viajera del tiempo de 300 años, idiota".
"Lo era", continuó Yoo Mina, o la Princesa Myeongseong, o quien fuera. "Hasta 1592, cuando los de Cipango invadieron Corea durante la Guerra Imjin. Mi padre, el rey, huyó al norte, pero yo me quedé atrás para ayudar a mi enamorado secreto el Príncipe Gwanghae, a organizar la resistencia."
Sacó de su bolso un abanico plegable y lo abrió con un movimiento fluido. En él, Li Wei pudo ver el mismo símbolo extraño que estaba grabado en el cofre.
"Este abanico era un regalo de mi madre. Ella me dijo que contenía un poder antiguo, pero yo pensé que eran solo historias para niños." Yoo Mina pasó los dedos por el símbolo. "Hasta que los japoneses atacaron el palacio. Estaba acorralada, sin escapatoria. Abrí el abanico en desesperación, deseando estar en cualquier otro lugar... y de repente, me encontré en Shanghái, en el año 1700."
"Espera, espera", interrumpió Li Wei, incapaz de contenerse.
"¿Me estás diciendo que has estado saltando por el tiempo durante siglos? ¿Y ahora eres una estrella de cine?"
Yoo Mina sonrió, pero era una sonrisa triste. "He sido muchas cosas a lo largo de los siglos. Cortesana, espía, médica, y sí, ahora actriz. Resulta que interpretar dramas históricos es fácil cuando realmente has vivido en esas épocas."
"¿Y el cofre?", preguntó Mei Lin, siempre enfocada en lo práctico. "¿Qué tiene que ver contigo?"
"El cofre y mi abanico son parte del mismo conjunto de artefactos", explicó Yoo Mina. "Fueron creados por un monje shaolín que descubrió el secreto para manipular el tiempo. Según la leyenda, creó cinco objetos: el cofre, el abanico, un espejo, un anillo y un pergamino. Juntos, permiten controlar completamente el flujo temporal."
"¿Y has estado buscando estos objetos durante tres siglos?", preguntó Li Wei, tratando de procesar la magnitud de lo que estaba escuchando.
"Sí", asintió Yoo Mina. "Para volver a mi tiempo original y salvar a mi enamorado. En la historia que conozco, él sobrevivió a la guerra pero fue envenenado años después. Si pudiera volver con el conocimiento que tengo ahora..."
Su voz se apagó, y por un momento, Li Wei pudo ver el peso de los siglos en sus ojos.
"Es como Outlander", murmuró, "pero con más hashtags."
Mei Lin le dio con sumo placer una patada discreta pero dolorosa en la espinilla.
"¿Cómo supiste que teníamos el cofre?", preguntó Mei Lin, ignorando el gemido de dolor de Li Wei.
Yoo Mina sonrió, recuperando algo de su chispa. "Las redes sociales son sorprendentemente útiles para rastrear objetos místicos. Vi una foto tuya en el perfil de la empresa, Mei Lin, y noté el símbolo del cofre en un colgante que llevabas."
Mei Lin tocó instintivamente el pequeño colgante que siempre llevaba bajo la ropa. "Era de mi abuela", dijo en voz baja. "Nunca supe qué significaba."
"Y luego, cuando investigué más sobre ti, descubrí que estabas relacionada con Li Wei, quien casualmente acababa de ser contratado como 'genio de la IA' en una empresa que ha estado buscando artefactos antiguos durante décadas." Yoo Mina se encogió de hombros. "No fue difícil conectar los puntos.. Y es que ambos están tan.....
-- Ni se te ocurra terminar la frase-- interrumpió aterrada Mei Lin
"Espera", interrumpió a su vez Li Wei sin caer en cuenta de la palabra que la otra diría "¿cómo que 'relacionada'? Mei Lin y yo no somos parientes."
Yoo Mina parpadeó, confundida. "Según los registros públicos, Mei Ling es tu prima segunda."
Un silencio incómodo cayó sobre la habitación. Li Wei miró a Mei Lin, quien repentinamente parecía encontrar muy interesante la pared opuesta.
"¿Somos primos?", preguntó Li Wei, su voz elevándose varias octavas.
"Primos segundos", corrigió Mei Lin, como si eso mejorara significativamente la situación. "Apenas compartimos ADN."
"¡Has estado actuando como mi guardiana-verdugo durante cinco años y nunca mencionaste que somos FAMILIA!"
"¡No es relevante!", se defendió Mei Lin aliviada que por el momento la otra no se fuera de lengua y revelará la dolorosa pasión que la consumía por Li Wei"Además, nunca preguntaste."
"¿Quién pregunta 'Oye, por casualidad, ¿somos parientes consanguíneos?'? ¡No es exactamente una pregunta de primera cita!"
Yoo Mina observaba el intercambio con la expresión divertida de alguien viendo un partido de tenis particularmente entretenido.
"Si sirve de consuelo", intervino, "en la dinastía Joseon, los matrimonios entre primos eran bastante comunes. De hecho, mi propio compromiso arreglado era con mi primo tercero."
"¡No ayudas!", exclamaron Li Wei y Mei Lin al unísono, viendo un obstáculo a lo que cada uno estaba esperando la oportunidad de revelar sus sentimientos.
Yoo Mina levantó las manos en señal de rendición, pero no pudo contener una sonrisa.
"Volvamos al tema principal", dijo Mei Lin, claramente ansiosa por cambiar de tema. "El cofre. ¿Qué podemos hacer con él?"
"Con el cofre solo, no mucho", explicó Yoo Mina. "Permite viajar en el tiempo, pero de manera aleatoria e impredecible. Es como lanzar un dado cósmico. Necesitamos los otros artefactos para tener control real."
"¿Y sabes dónde están los demás?", preguntó Li Wei, todavía procesando la revelación familiar pero intentando concentrarse.
"El espejo está en un museo en Beijing. El anillo... lo último que supe es que estaba en posesión de un coleccionista en Hong Kong." Yoo Mina frunció el ceño. "El pergamino es el más esquivo. Ha estado perdido durante siglos."
"Entonces, ¿qué propones?", preguntó Mei Lin, siempre práctica. "¿Formar un equipo para buscar estos artefactos?"
"Exactamente", asintió Yoo Mina. "Ustedes tienen el cofre, yo tengo el abanico. Juntos, podríamos encontrar los demás y..." Se detuvo, como si dudara en revelar demasiado.
"¿Y qué?", presionó Li Wei.
"Y detener al monje", completó Yoo Mina, su expresión oscureciéndose. "Porque él también está buscando los artefactos."
"¿El monje? ¿El que los creó?", preguntó Li Wei, confundido. "¿No debería estar, ya sabes, muerto hace siglos?"
"Ese es el problema con los viajes en el tiempo", respondió Yoo Mina con una sonrisa sin humor. "La muerte se vuelve... negociable."
Un escalofrío recorrió la habitación.
"¿Estás diciendo que este monje shaolín de siglos de antigüedad está vivo y buscando estos artefactos?", preguntó Mei Lin, su tono sugiriendo que estaba evaluando la amenaza.
"No solo está vivo", confirmó Yoo Mina. "Está aquí, en Orban Kangbashi y viaja a Shanghai y Beijing como yo al tocador. Y si mis cálculos son correctos, ya sabe que ustedes tienen el cofre."
Como para subrayar sus palabras, el teléfono de Li Wei vibró con una notificación. Era un mensaje de un número desconocido:
"Bonito cofre. Sería una pena que algo le pasara. P.D.: Me encantó tu actuación esta noche, 'genio de la IA'. Muy convincente."
Li Wei mostró el mensaje a las mujeres, su mano temblando ligeramente.
"Bueno", dijo Mei Lin después de un momento, "supongo que ahora somos un equipo."
"El trío más disfuncional de la historia", murmuró Li Wei.
Yoo Mina sonrió, una sonrisa que contenía 300 años de determinación. "He estado en equipos peores."
Y así, en un pequeño apartamento en la ciudad de Orban Kangbashi, con galletas baratas y té mediocre como testigos, se formó una alianza improbable: un falso genio tecnológico con tendencia al pánico, su prima-segunda-no-novia con inclinaciones violentas, que lo tenía al borde de la locura con esa extructura rellenita,totalmente fuera del canon moderno de las jóvenes de Shanghai
y una princesa coreana de 300 años convertida en estrella de cine.
El universo, pensó Li Wei, tenía un sentido del humor verdaderamente retorcido.
Esa noche, mientras Yoo Mina dormía en el sofá (insistiendo en que había dormido en lugares mucho peores durante sus siglos de vida) y Mei Lin montaba guardia junto a la puerta ,más para evitar que Yoo Mina se metiera en el cuarto de Li Wei(literalmente, con un cuchillo de cocina en la mano), Li Wei yacía despierto en su cama, contemplando cómo su vida había cambiado tan drásticamente en tan poco tiempo
Hace una semana, su mayor preocupación era mantener su racha en Candy Crush y soñando con besar apasionadamente a Mei Lin y que ella no lo matara. Ahora, estaba involucrado en una búsqueda para encontrar artefactos místicos, mientras era perseguido por un monje inmortal, acompañado por una princesa viajera del tiempo y su aparentemente prima segunda.
"Mi terapeuta va a necesitar un terapeuta después de esto", murmuró para sí mismo, antes de caer finalmente en un sueño inquieto, plagado de sueños sobre cofres que hablaban y monjes con iPhones.
Lo que no sabía era que, mientras dormía, el símbolo en el cofre había comenzado a brillar con una luz tenue pero constante, como si respondiera a algún llamado silencioso a través del tiempo.
#
Continua
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